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Programa de Intervención Psicológica ante situaciones de violencia en escuelas secundarias


Partes: 1, 2

  1. Presentación
  2. Objetivo general
  3. Objetivos especificos
  4. Categorías de los grupos de intervención.
  5. Procedimiento
  6. Cronograma
  7. Referencias
  8. Referencias
  9. Anexos

PRESENTACIÓN.

 

La presente Propuesta de Intervención Psicológica en Escuelas Secundarias con Violencia está elaborada a partir de la revisión de algunos programas aplicados en otros países y del capitulo VII del Libro de Albert Ellis y Windy Dryden Práctica de la TREC.

En la revisión de los diferentes programas de intervención (citados al final de este documento), se obtuvieron las esferas psicológicas que serán motivos de intervención durante las actividades y en el libro mencionado se extraen los principios de la Terapia racional Emotiva-Conductual en su versión grupal.

La intervención por tanto será exclusivamente de tipo clínico y se limitará al trabajo con los alumnos (se excluyen los padres de familia y el personal docente y administrativo como había sido propuesto anteriormente), a través de grupos específicos de intervención (GEI).

El programa está pensado para ser ejecutado por un solo terapeuta para cada grupo y el modelo de intervención clínica es la TREC.

  

OBJETIVO GENERAL

Disminuir la presencia de acciones que puedan causar daños físicos y psicosociales; mediante la estimulación de convivencia armónica y pacífica brindando herramientas que propicien una resolución de conflictos de forma no violenta.

 

OBJETIVOS ESPECIFICOS 

*  Estimular en los alumnos formas de convivencia armónica y pacífica en el ambiente escolar y familiar.

 

FUNDAMENTOS

TREC GRUPAL EN ADOLESCENTES: UNA PROPUESTA DE INTERVENCIÓN EN ESCUELAS SECUNDARIAS

TREC es al acrónimo de Terapia Racional Emotiva-Conductual. La psicoterapia iniciada en 1955 por el doctor Albert Ellis tras hallar infructuoso el psicoanálisis y de haber puesto en práctica personalmente algunas de las tareas que ahora constituyen parte de su armamento.

La TREC forma parte de un grupo de terapias de mayor divulgación en la actualidad conocido como Terapia Cognitiva-Conductual (TCC). Otras TCC como la de Joseph Wolpe (1958), Aaron T. Beck (1967), Albert Bandura (1969), Arnold Lazarus (1971), Michael Mahoney (1977) y Donald Meichenbaum (1977) se cuentan en este grupo que de acuerdo a la experiencia clínica y a numerosas investigaciones empíricas, han dado muy buenos resultados.

Todas estas formas de terapia comparten la premisa fundamental de que no son los hechos o acciones por sí mismos los que nos perturban sino los juicios que hacemos de ellos a partir de nuestras creencias arraigadas. En el caso de la TREC, esta premisa se explica y se entiende a través del famoso esquema ABC desarrollado por Ellis (1962). En esta entidad abstracta, A representa los activadores, B las creencias y C las consecuencias. A continuación presento una más detallada explicación de cada uno de estos puntos.

A = Son los eventos activadores o hechos de la vida cotidiana.

También son denominados problemas primarios. Son las situaciones de la vida cotidiana que a todas las personas les ocurren. Puede ser un evento interno o externo, en el pasado o en el presente. De acuerdo a la TREC (Ellis, 2003), estos eventos desencadenantes no causan ni producen las C, sólo la ocasionan y contribuyen a que aparezcan o se mantengan.

B = Del inglés belief, creencia; son las creencias que poseemos sobre A.

Estas parten de nuestras expectativas, preferencias y deseos, y a partir de ella realizamos juicios acerca de nosotros mismos, sobre los demás y sobre el ambiente o las situaciones de la vida.

Durante mi experiencia clínica he encontrado que en la TREC, las iB pueden clasificarse en cinco categorías que permiten una intervención más precisa de los problemas. Estas categorías son:

  • 1. LAS IMPOSICIONES.

  • 2. LAS PERSONIFICACIONES.

  • 3. LAS EXAGERACIONES. Estas a su vez se subdividen en

  • a. HORRIBILIDAD.

  • b. INSOPORTABILIDAD.

  • c. DEMASIABILIDAD.

Las imposiciones pueden definirse como aquellas exigencias o demandas que hacemos a las situaciones vitales, al resto de las personas y a nuestro self. Se manifiestan en expresiones como: «esto tiene (o no tiene) que ser así», «las personas significativas para mí deberían amarme (o no deberían despreciarme)» y «yo no debería tener fracasos (o yo deberían ser exitoso)».

Las personificaciones parten de la creencia, muy difundida y arraigada en las personas de que las acciones que realizamos y/o los eventos que nos ocurren de manera ineludible se constituyen en nuestra persona o esencia, como si dichos fenómenos por un mecanismo mágico-religioso se incorporaran a nuestro ser.

Partes: 1, 2
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