Santa Cruz de la Sierra, ciudad del Oriente boliviano que junto a Beni, Pando y Tarija, constituye lo que se llama la "media luna" conocida a causa de la guerra abierta que sostienen contra el gobierno de Evo Morales por la autonomía.
Recordaba a Gabriela Oviedo, miss Bolivia 2004, quien para indignación general, declaró desde sus largas piernas: "En Bolivia no todos somos bajitos ni oscuros. En la parte oriental somos blancos, altos y hablamos inglés". Curiosa afirmación: en Santa Cruz poquísimos cruceños miden más de uno ochenta. El primer mito acerca de Santa Cruz "a la blanca" había caído.
La guerra de las cifras
Santa Cruz tiene casi dos millones de habitantes, 946 mil se inscribieron para el referéndum, en opinión de muchos absolutamente informal (la gendarmería municipal se hizo cargo de la custodia del material electoral, cosa que generó mucha suspicacia). De esos 946 mil, 266 mil no votaron. Y 110 mil votaron por el No.
De lo que resulta que de casi dos millones (restemos a los niños y a los ancianos), menos de un tercio quiere la autonomía. Curiosa noción de triunfo tiene el Comité Cívico Pro-Santa Cruz, que lidera la ola autonómica. Con este mapa social-cultural difícilmente las autoridades locales podrán imponer ley alguna. Para legislar, el gobernante debe gozar del favor popular. Y no es el caso de Raúl Costas, prefecto de Santa Cruz.
"El proyecto autonómico está copiado del separatismo vasco. Pero el discurso de los comités no habla de separatismo sino de autonomía", las logias quieren el separatismo absoluto, solo que no lo dicen por prudencia".
Los Comités estarían llevando a Santa Cruz al suicidio porque no tendrían ni los recursos necesarios ni la capacidad administrativa suficiente como para constituirse en Nación.
Cualquier cosa para las logias es mejor que aceptar a Evo Morales como presidente. Los blancoides no asimilarán nunca la llegada de un indígena al poder".
El cruceño de a píe llama logias a los grupos de poder económico, de origen croata en su mayoría, propietarios del sector agro-industrial de la región y virtualmente los dueños de Santa Cruz. Su rostro más visible: Branco Marinkovic, presidente del Comité cívico pro-Santa Cruz, propietario de una gran empresa de aceite, artículo de primera necesidad, que el año pasado, elevó su precio en un 20%. Las "logias" son dueñas de los diarios y del canal de TV más visto en Santa Cruz, Unitel.
En Bolivia se libra básicamente una lucha económica entre grupos de poder locales y el gobierno central. Pero los viejos prejuicios racistas han aflorado hasta la náusea.
Son más bien ciertas autoridades quienes destilan odio racial: no hace mucho, un alcalde de Santa Cruz, Percy Fernández, dijo: "Uno tendría que ponerse plumas en la cabeza para hacerse respetar en este país".
La elección de Evo Morales y reformas llevadas a cabo han reavivado los extremismos de derecha. Una de las figuras emblemáticas del fascismo cruceño y fervoroso partidario de la autonomía, es el beniano Carlos Valverde Barbery, 77 años, conocido como "el loco Valverde" militante de la Falange Socialista Boliviana (FSB), fundada en 1937. En 1957 Valverde organiza la Unión Juvenil cruceñista, especie de grupo de choque inspirado por la falange franquista que hoy constituiría el brazo armado del Comité Cívico Pro-Santa Cruz.
Este personaje declara que uno debe "estar dispuesto a matar por su patria" y llama abiertamente a la lucha armada contra los "quechuas y aymaras".
"Hay otro grupo de extrema derecha aún peor, El MNCL". El Movimiento Nación Camba de Liberación, abiertamente anti-indianista y anti-colla que aspira a crear su propio Estado federal boliviano en oposición a esta "especie de Tibet sudamericano constituido por étnias quechua-aymaras miserables y retrasadas".
Promesa electoral de Costas: elevar el sueldo mínimo a mil bolivianos. Hoy es de 550, es decir, 75 dólares al mes. Tras el "triunfo" del Sí, lograr el consenso entre los empresarios respecto a este asunto se ha vuelto algo utópico.
Aquí hay familias que son dueñas de tierras del tamaño de todo París. Las desigualdades son tan grandes que uno se pregunta si el referéndum no es sino una reacción al proyecto de Evo Morales de acortarlas (por cierto, son fuertes los rumores acerca de la existencia de guaraníes en condición de esclavitud en las haciendas cruceñas de Alto Parapeto).
En realidad, desde su llegada al poder, Evo Morales ha renegociado 44 contratos petroleros, lo que ha aumentado los ingresos fiscales casi 20 veces más que en el 2005. El tema de los hidrocarburos es otro mito: la principal riqueza de Santa Cruz es la producción agro-industrial de soya, subsidiada por el Estado. Está también el gas, ciertamente, pero se necesita diesel -que Bolivia no produce- para la maquinaria. Y el diesel, que Bolivia compra a Venezuela y a Argentina, es también subsidiado por el gobierno central a la "media luna". Santa Cruz sola no podría asumir estos costos ni lejanamente.
¿Qué diferencia un colla de un camba?
Hay diferencias de orden étnico, cultural y geográfico. El colla es de la zona andina y habita la zona altiplánica (aymaras) y los valles (quechuas). Los quechuas son los directos descendientes de los Incas y son los más flexibles. Se adaptan fácilmente, son muy laboriosos y nobles. A pesar de su humildad se plantean metas y tratan de alcanzarlas a través de sus hijos o nietos.
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