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El nombre divino del amor (página 3)


Partes: 1, 2, 3, 4

por las olas del tiempo sin llaves

y esparzo por tu cuerpo

de continente y de peligro

esas frutas sin nombre

esas maduras estrellas animales.

Así te quiero a veces

mojada y temblorosa

como un mar malherido

que tirita y se deshoja

Algo antártico en el fondo de tus huesos

un poco de cal de luz dormida, adormecida

de miedo a las ventanas solas

Un poco de rincón en tus pupilas

mojada y entregada

entre el aire y la sábana

que te sostienen

como una voraz corola.

Por quererte,

te quiero de mil formas

pero a veces quiero hacer

caminos

y como tendiendo entre las estrellas

al azar algunos hilos

con astronómico delirio

trazo rumbos de besos por la tibieza

de tu cuerpo infinito

y dejo los pasos de mi lengua

con pisadas de esmeraldas

de diamantes latiendo

de ópalos y perlas

y así condecorada

con el agua primaria de mi boca

con el sudor que emerge

de mi carne espolar que te tripula

con algunas lágrimas

que son parte del rito que nos vive

parte de esta vertiginosa locura

te dejo hecha de cielo

princesa boreal collar de aurora

mojada con el agua

enamorada de la hondura.

LOS PÉTALOS DE LA POESÍA

Como las primeras hojas del otoño

jugando a haber sido mariposas

los pétalos de la poesía planean

Y caen a mi corazón.

Allí reposan, y se hunden

por densos hormigueros

y recorren mil vetas laboriosas

relámpagos de hondura que las llevan

hasta una desembocadura de rosas

Yo andaba como un túnel escapándose

tenía la mirada fragorosa

Se han volado de mí aquellos acechos

se han volado con tantas otras cosas

Ya sé tu nombre y un culto de labriego

me empuja por las cosas más hermosas.

EL TELÉFONO

Tiene algo de buda o

perro echado, de tintero

de cabeza de toro

o zapato abandonado

misterioso caracol

si está callado

contiene en silencio todos los senderos

A veces se despierta con voz de grillo austero

y entre venas atmosféricas y magia tamizado

me trae el sonido más amado

la canción vegetal que yo más quiero.

En esta soledad él es mi compañero

cueva del silencio y corazón alado

a veces por el aire me lleva hasta tu lado

como un instantáneo y ferviente mensajero.

Él, que toca tu voz con quieto aliento

que contiene en palomar tu melodía

en su boca la anuda con la mía

y nos lanza hechos aire por el viento

Yo amo a este teléfono profundo

a su prolijo intestino casi vena

a su cráneo carbónico que drena

que me lleva por las glándulas del mundo

Es el único antídoto del tiempo

único cerrojo del silencio

TERRESTRE ANATOMÍA

Creo que podría ser profesor

de geografía

Conozco cada río del aire quieto

cada costa cada labio

cada abismo del silencio

Mis alumnos no usarían

anteojos.

Tal vez calandrias

en las manos líquidas

tal vez mirada de mordaza

Todos lloraríamos juntos

al empezar la clase.

Hoy por ejemplo

enseñaría los desiertos atroces

con esqueletos blancos

de luminosos caminantes

Allí han establecido

sus cadáveres titilantes

algunos poetas que nacieron ciegos.

Dejaríamos para nunca

los oasis

Alguien habría inventado

la palabra teléfono

Si no fuera por esta hora

en que todo el mundo duerme.

Creo de verdad que podría

ser un mal profesor

tengo todo que decir

podría asustar a mis alumnos

Dibujar en un pizarrón de lágrimas

cordilleras de besos

cordilleras con diamantes

que se quedan atrapados

en la boca

ay los volcanes

ay la nieve y la llamarada

y la lava en soledad.

Conozco este planeta de callar

con manos de viento

con garganta tormentosa

con huracanes de cuadernos.

Les aconsejo que no se inscriban

en mi curso

Podrían hacerse adeptos

a la poesía

y en alguna última página

a un primer suicidio.

UNA FLAUTA PERFECTA ENTRE TUS LABIOS

El amor me condecoró la boca

con esta urgencia de versos

no quiero suicidarme de silencio

puedo besarte eso sí,

permanecer callado

como una flauta perfecta entre tus labios

la canción nos crece por adentro

y la escribimos con galope de relámpagos.

LAS FOSFORESCENTES TROMPETAS

La música desordena manantiales

en mi pecho

desata relinchos

sopla los molinos de mi sangre

y hace saltar tu rostro

como candente

mineral eyaculado

amo su rastro de gases derramándose

su lacio paso de pez o de gaviota

amo sus manos de tules y de oxígeno

su cuerpo gaseoso y llamarada

amo las trompetas de metálico

vuelo

cóndores de oro transparente

flechas huecas de cristal fosforescente

CADÁVER GENERAL

Dónde han dejado el resto

de estos cadáveres

el expoliado cuerpo del alquitrán

esta sangre tenebrosa de planeta?

Miro en estas calles

el pedregullo engarzado

un poco como un desmentido cielo

constelado de las pequeñas

y las múltiples muertes de los hombres

tapas de botella

cristales de choques irrecuperables

cigarrillos retorcidos

indescifrables gotas de café

orina o sangre.

Esta selva para gatos

y vientos invernales

estos jardines para que paseen Dioses

de hielo

estos cementerios para que nadie llore

me recuerdan que nunca he pedido

auxilio

No quiero que los restos

las plumas los párpados

los rotos dedos de mi grito mutilado

se queden enredados

a este cadáver general desatrapado.

Mejor me voy

hay una plaza a la vuelta de la esquina.

EL NOMBRE DIVINO DEL AMOR

Quiero apostar con todos los poetas

con todos los juglares y todos los

mentirosos de la tierra con todas

las bocas suburbanas de la historia

con todos los tinteros trasnochados

con todos los suicidas y los gatos

con los conejos las moscas y los peces

con todo lo que ha estado enamorado

quiero jugar contra ellos mano a mano

boca a boca, solo contra todos

a quién ha dicho más veces la palabra

el nombre divino del amor.

Y luego quiero llevarte el trofeo hasta

tus manos, para ti, la hembra

más amada de la tierra.

ES EL AMOR

Empieza en los dedos de tus pies

deltas de pan y de firmeza

el continente donde desembarcan

mis besos como exploradores y

suben por las dunas perfectas

de tus piernas de subterráneos océanos

Empieza en cualquier poro

en cualquier centímetro de piel enamorada

en el agua vegetal de tu cabeza

en tus párpados donde no hay nada escondido.

Empieza en tus manos a veces

en tu aliento donde vive la sospecha

en el olor melodioso que dejas cuando pasas

en tu nombre si no estás, cuando te nombran

empieza, empieza y sigue

empieza en mí, porque te traía conmigo

como un hambre de milagro antes de hallarte

antes de que hubieras sido siempre

como una cueva sagrada.

Empieza y es la primera gaviota de la tierra

el primer amanecer sobre la nieve

y mi corazón reconoce su demorado nombre

desde su hondo trayecto de extravíos

como un ciego de manos luminosas

Empieza constantemente, siempre

como empezaba antes de llegarnos

igual que una exhaustiva geología

que preparaba la fertilidad para la rosa

Empieza en cualquier cosa, a la mañana

en el cuaderno que me llama blancamente

en tu imagen que es el primer recuerdo

como un faro en la niebla

Empieza siempre interminablemente

como toda el agua de la tierra

de innumerables raíces en la atmósfera

de infinitas arterias hasta el mar.

Empieza y me lleva hasta las vetas

de tu cuerpo templario de altares y escondrijo

allí enumero la redondez de las naranjas

mido el olor total de los jardines

y escondo todas las espuelas de la luna

en la marea envainada entre tus piernas.

Es el amor ya lo sabías

que lleva las infinitesimales cosas

de mi vida a tu nombre y tu recuerdo

como a un continente de eterna subsistencia.

UN SUEÑO DE DIOS

Cuando tú y yo hacemos el amor

nos asisten todas las flores de la tierra

los ingrávidos besos de los cardos

el cardíaco semen del manzano

las rosas que elegí para tu nombre

y los alelíes que no sé cómo se besan

Pero cuando somos el amor

cuando lo éramos y cuando lo seremos

Dios se acuesta con la eternidad

para engendrar la primavera

que trae una ofrenda de canciones

para ti que fuiste un sueño en demasía

de Dios cuando duraba solo.

MUJER ANTE CUALQUIER INVASIÓN

A veces, de tu vientre caen jaurías

de renunciados aerolitos

por venas de derrota

y desocupación

Es el otoño, tu éxodo de sangre

es cuando la seda vuelve a la tierra

y el gusano se hace mariposa

es la hora en que tu vientre terrestre

mastica la hojarasca humedecida,

con rumbo de nube

con instinto eterno de clorofila.

Amo tu menstruación, la lava

de tu vientre volcánico

los encendidos despojos de enterradas

atmósferas, tu galáctica savia

desmoronada, nieve herida

desatada cúpula.

Amo esa camisa de fuego

que tus íntimas ramas se desvisten

amo tu ejército de hijos

cayendo postergados

con algo de vencida hiedra

con campanada de ceniza

con escombros de paloma.

Amo ese innumerable cadáver

que te desorbita y duele

ese turbio deshielo de pan cenagoso

ese río de alas rotas

ese derrocado follaje de veranos sumergidos

esa dimitida cabellera mineral

ese dolor de destitución

que te tirita y te proclama

huerto de todas las rosas

mujer ante cualquier invasión

morada de la primavera.

ESTAS VENTANAS ATROCES

Estas ventanas, amor

con el múltiple beso de la lluvia

mordiéndolas con desesperada impotencia

amor, esta mañana

se enhebra por mis venas

como el olor de los árboles

nos habitaba a veces

cuando caminábamos por tu vereda.

Quisiera contarte

cada cosa que toco

cada desolación que mis ojos van creciendo

pero no tengo versos suficientes

ni suficientes palomas en mis versos

y esta lluvia que late

con diseminado corazón el techo…

Es entonces ésta la soledad?

esa que se demora en los espejos

esa que hincha el silencio

en los desmantelados muros

de los destituidos templos?

Estoy solo y no

pero estoy solo

llevo tantos destierros en la boca

y mi verso te busca amor

entre las cosas amor que me aniquilan

y a veces te toca, amor, te toca

te besa te ama te moja

y a veces me muere

como una paloma, aquella

en medio del océano infartada.

y esta luz y este aire

que me manipulan

Es la hora

amor de estas ventanas atroces

de esta mañana sin palomas

sólo barcos

con sirenas lejanas

y esas otras

amor, esas otras que nos nombran.

Cómo es tu mañana?

aquella de doradas piernas

un poco demorada

entre las demoradas sábanas del alba.

Cómo van los pasos de tus ojos

por esos pasillos venales

y las fotografías

en los muros que yo no miraba

pero que ahora reconocería?

Cómo son los silencios que me nombran?

y las palabras que me olvidan

cuáles son las manos

que acarician el plumaje del aire

que ya no me reconoce

La muerte es la única distancia

sin partida.

Y por nombrar cosas idiotas

la guitarra del aire

sin dedos

o tal vez mi corazón

que tañe

y este cuaderno amor

que me sostiene

como tu nombre

como un escudo

pedestal terrestre de mi boca

y la ventana donde

rebota

la lluvia que también está sola.

MUJER FUNDAMENTAL

Mujer fundamental, veta de gacelas

mina donde surge la mañana

guitarra genital del alba

telar profundo de la primavera

Mujer, hondo cuerpo de flauta

donde vivía la música primera

tus ojos son frutas de lejanas tierras

tu alma tiene soledades de otra raza

En ti vinieron a abrevarse las estrellas

A ti bajaron en manada las galaxias

y en tu vientre pusieron una lámpara

y pintaron tu sonrisa con espera.

Se te hincharon de pétalos las venas

tu corazón se transformó en campana

y todo tu cuerpo era una casa

tu mágico cuerpo de alfarera.

De ti salió como la luna llena

era un pan de arco iris una espiga

era el número total de las vendimias

era el cuerpo de todas las cosechas

Tú le diste a beber cada paloma

tú sembraste la música en sus dedos

Y ahora tiene el corazón de vuelo

y mirada de mansas mariposas

Sostenida de latidos atmosféricos

pasó por mi lado como una flor de atmósfera

urgente salto de mi memoria

en ella descansaba un viaje eterno

Por eso mujer, madre del agua

quiero dejarte mi flor hecha de frío

un poco de equipaje de caminos

como el alba lamiendo tu ventana

para que a la hora total horas afuera

tengas aún mi corazón de página

como un humilde altar que te consagra

desde lejos mi madre verdadera

porque pasé a buscar la vida por tu casa.

EL AMOR

No hay

una sola quebradura en mis ojos

una sola ruptura del aire

no hay un solo momento en mi día

que interrumpa la catedral pujante

de mi memoria levantada

No hay un tajo en el silencio

por donde no se escapen ráfagas de canto

buscándote tu cabeza lejana, continente de mujer y de niña

No hay una palabra donde no capulle tu

nombre

una habitación donde yo entro

que no se ilumine de tiniebla viva

de silencio palpitante

de distancia encinta.

El amor viene (vienes) conmigo

como un arco iris para mi cabeza

como un halo de luciérnagas para mi

sonrisa.

Ya te he dicho todo (ya toda mi boca)

pero mi voz no quiere reposo

quiere trompetas calladas

y silencios que gritan

el sonido de las islas solas

el sonido del incendio en una isla

todo para construirle casas a tus ojos

chozas de saliva

trincheras a tu boca nocturna

donde encontrarse en sueños con la mía.

El amor va conmigo

es mi bastón, mi linterna incansable

y mi guarida.

ABECEDARIOS DE SILENCIO

Voy a tratar de ser amigo mío

voy a tratar de preguntarme cosas

me voy a regalar un montón de termómetros

un kilo de balanzas

un litro de espejos

todos los barómetros que sean necesarios

un alambique si hace falta

y voy a romper ese reloj insobornable.

Y me quedaré conmigo a pasar la noche

el día la semana

el año el siglo,

la eternidad completa

sumergiendo instrumentos

analizando piedras

tomándole la fiebre a mi sonrisa

leyendo abecedarios de silencio

hasta responderme

hasta saber quién soy.

POZO DESPARRAMADO

Voy estas fosforescencias

por la orilla de la vida

a veces un poco horario

tantas veces nunca

tanto siempre nada.

Me parezco a las luciérnagas

pero cuando no me enciendo

es que no existo

no tengo otra estadía que la luz

otra palabra que el beso

Sáquenme de encima estos nombres

como muebles antiguos

esos baúles incógnitos

y los pequeños cajoncitos

de hacer cosas útiles

como entrar en las peluquerías.

Yo no me corto nada

tengo demasiado poco

me dejo crecer la sombra

admito cada habitante

Sonrío al que me sonríe

después me apago

soy noche

existo tiniebla

pozo desparramado.

Y en invierno no hay

luciérnagas.

ESTRELLAS DE TINIEBLA

Ahora son las guitarras lloviendo

escalofríos

cuerdas tiritando

aire aterido de canciones-silencio

párpados temblando

un poco de grillos derramándose

espumosa madera

y tú surges de todo

como un vapor de fotografías ausente

y poemas no escritos. Y tú

y yo escribo

Tú y estas guitarras.

Follaje de aire

hojas que chocan y titilan

estrellas de tiniebla,

la soledad es terrible

voy a escribir esa frase

la soledad es terrible

Y estas guitarras apuñalándome

con pétalos.

NUESTRAS FOTOGRAFÍAS

Entre la nieve ordenada de estas páginas

guardaba como el secreto hondo de las flores

nuestras fotografías (polen)

Y mientras soltaba barcos de papel cargados

con mensajes anhelantes hacia mi memoria

tu imagen se caía

llovía escondidamente sobre las frías baldosas.

Alguien las recogió y me las entregó reconocién-

dome

Estaban frías

Pero somos los mismos sobre el papel que nunca

pierde la memoria. Qué miedo tengo de la tuya

y de la mía.

Porque si caemos los sueños sobre las baldosas del tiempo

nadie recogerá nuestras almas. sin imágenes

vacías.

LOS VERSOS QUE NO ESCRIBO A RATOS

Yo no sé qué me pasa esta mañana

que no puedo mirar fotografías

que no puedo asomarme a la ventana

ni leer siquiera una poesía

Yo no sé qué me pasa esta ventana

yo no sé qué me duele esta poesía

qué oculto puñal en las fotografías

¿es que voy a suicidarme esta mañana?

Yo no sé de esta pieza qué me ahoga

¿serán esos implacables espejos?

hay algo que en mi alma se deroga

hay algo que me estoy volviendo lejos

Me parece que el aire me interroga

que se me clavan a fondo los espejos

Hay algo esta mañana que me ahoga

Hay algo que estoy mucho más viejo

Tal vez la inmovilidad de los retratos

la mirada total de la mañana

los versos que no escribo a ratos

me voy a volcar por la ventana

TODO EL INVENTARIO DE MI VIDA

Cada día supero una medida

Cada hora derroto algo definitivo

Cada instante te quiero más que nunca

hasta dónde

ojalá esta primavera me acumule

en un eterno domingo de campanas

y de flores

yo no quiero que hayas sido otra historia

cualquier otro milagro forastero

otra cara

Siento el útero de una inmemorial astrología

pesando en mi memoria y en mi cuerpo

y en mi alma

algo me traía eternamente hacia este encuentro

me arrastraba hacia tus ojos me decía

que aquí estabas

Y ahora todo el inventario de mi vida

todas las alas de mi eterna travesía

echan anclas

en tu vida.

CUERPO DE UNIVERSO

Quiero llamarme con el oro de la abeja

con el nombre del telar de la mañana

quiero mi nombre con los remos de la nieve

quiero ser parecido a una manzana

Quiero estar hecho de greda planetaria

que se peinen cataratas en mis dedos

tener ruido de luna en el perfume

parecerme un poco a cualquier templo

Quiero tener mil ríos en el cuerpo

y mirada de cueva derramándose

ser todo fuera, no tener adentro

como el aire y el silencio amándose

quiero aprender a ser fosforescente

tener algo de mosca, carne de agua

y poder sumergirme entre la gente

y emanar del silencio de una caña

Ser total como la música que mana

entre el cráneo colosal de los planetas

y el oceánico pecho del espacio

frotando sus incalculables cabelleras

Quiero tener cabellera de cometa

ser vertiginoso cayendo cielo abajo

parecerme a una fogata bajo un lago

que mi nombre se escriba con estrellas.

Quiero tener uñas como un mar que late

que me confundan fácilmente con un clavo

caber en la copa de un estambre

que no basta para mí todo el espacio

Y después, con este cuerpo de universo

poner mi existencia hecha de canto

en el momento de entregarte el verso.

al ponerlo como un beso entre tus manos

CON LLAMAS ESPUMOSAS

Me gustan los lugares espumosos

esos rincones con monstruos de pelusas

los bolsillos inefables de los pordioseros

la melena de las palmeras que se han ido a otro planeta

la boca de un Dios muerto comiéndose

una nube

algunas tardes tristes, grises

con manadas oceánicas de lana

el cuello de las palomas que se evaporaron

los cadáveres de las fogatas en la tierra

la llama de los candiles

las habitaciones donde aún no ha muerto nadie

las entrañas aéreas del pan.

Me he hecho amigo de las alfombras

de la ropa vieja que nunca se regala

de los diarios con historia arrepentida

del nido lunar de las gallinas

Y hasta casi del blanco pubis de las olas.

A veces he llegado a ponerme las manos en el pelo,

Buscando lugares espumosos

BUSCO ENTRE MIS ADENTROS

Nunca tuve algo contra mí

siempre quise apoderarme de todo

no sé por qué ahora sucedo

que me miro de frente

me busco en los espejos

me envío sonrisas

y me las devuelvo

Será que desde que nos encontramos

y en la soledad soy mucho más solitario

Busco entre mis adentros

quiero tener lo más tuyo

Y cuando me encuentro

Ya no me siento tan solo

Con algo de tus recuerdos.

COSAS DEFINITIVAS

Alguna vez me empecé a quedar sin dios

culpa de las cucarachas tal vez

que eran demasiadas

y había que ponerles los mismos venenos

que se usan en las iglesias.

El caso es que me empecé a quedar sin dios

se evaporó como un útero oceánico.

Esta cicatriz que tengo no me gusta

Es demasiada

A veces le echo puñados de arena

me desaforo con cosas menos minerales

me quedo despierto por la noche

doy vuelta los espejos

para descubrirlos in fraganti

leo libros empezando por

el modo de olvidarlos

Es inútil

Quedarse sin dios es algo irremediable

Es como de repente

haber nacido muerto.

Por eso miro los astros inexplicables

con ingenuidad esperanzada

y le pido a mis sueños

que imaginen

que me vivan

que me sean

una nave que se acerca

un bote fosforescente

un gondolero con alas

De repente una memoria completa

de cosas definitivas

Un abuelo de diamante

que me seca

la intemperie del tiempo

con una túnica de música.

Porque de repente me empecé a quedar sin dios

y me di cuenta

que mi memoria

es un oscuro pasadizo

Una puerta de llaves caprichosas.

Qué pena que hubiera

tantas cucarachas, de verdad.

QUE LA VIDA NO SEA IMAGINARIA

Desde que te conozco me fijo siempre en las

florerías

Me miro pasar en los cristales

Y me da ganas de cortarme el pelo

Amo al inventor de la fotografía

Me parecen mariposas los sellos postales

Y a veces acaricio a los teléfonos

Desde que te conozco hago cosas sencillas

No tomo más café con el sepulturero

Me olvido de revisar el almanaque

Dejo siempre abiertas las canillas

Me dejo encerrado en las fotografías

Y nunca me doy cuenta de que tengo hambre.

Desde que te conozco lo que más me gusta,

es que todo me parece milagroso:

Recordar quién soy por la mañana

mirar relojes que ya no me asustan

estar adentro de mis ojos

que la vida no sea imaginaria

De verdad todo es mejor desde Nosotros

empiezo a entender ciertas palabras

y me he hecho cliente de las florerías

progreso enormemente con el sonambulismo

Me han echado hace poco de la fábrica

me he comprado un libro de poesías.

Ah! y desde que te conozco

todo el mundo me dice que estoy loco

Que de dónde saco esta cara de alegría.

LLÉVENSE ESTOS NÚMEROS URGENTES

no quiero tratar de ser inteligente

de haber podido inventar cosas feroces

prefiero que me dejen con las flores

llévense estos números urgentes

no quiero que me hagan usar lentes

no quiero ir a discursos ni a reuniones

no me regalen ni fusiles ni relojes

no me recuerden la palabra muerte

¿No se dan cuenta de que estoy enamorado

que no tengo nada de teorema

que ya nunca voy a envenenarme?

el que quiera sentarse aquí, a mi lado

tiene que dejarse crecer la primavera

y olvidarse para siempre de olvidarse.

ALGO MÁGICO QUE ME HACE SER MÁS VIVO

Hoy tengo el corazón hecho un nudo.

del subsuelo de mi alma emergen

como en un remanso que devora

manos que se agitan, gritos urgentes.

Amanecí como arrasado, roto,

como un campamento devastado.

como una iglesia profanada

como una tumba después de un terremoto

Como a una cruz o a un timón, los dos,

como a un bastón o a un mediodía

quise atrapar tu nombre que pasaba

pero las manos de quedarte no eran mías

La vida arrecia con rosas o puñales:

o como el pan de trigo o como el de veneno.

No me importa una muerte equivocada

yo sé cuál es el pan que quiero

si el pan de despertar no es morir sueños

Pero no quiero que mueras con mi muerte

no quiero inundarte con suicidio

Yo te invito a mi mesa, está servida

pero el pan, amor, es sólo mío.

En mi vida verás fotografías

y unos viejos floreros atendidos

Hay un sótano de rito inaccesible

sin embargo no hay nada prohibido.

En mi vida no hay puertas para abrirte

puedes pasar con sólo una mirada

pero antes de entrar, quiero decirte

algunas cosas que ya están gastadas.

Si te bastan estas pocas herramientas,

el poco combustible de mi lámpara,

mis manos un poco enronquecidas,

y mis ojos con restos de batallas,

Ya puedes pasar y acomodarte

Descálzate, si quieres, todo es tuyo.

Tengo sólo otra cosa que contarte:

entre estas sillas y estos muebles sucios

Hay algo nuevo que he encontrado

algo que entró recién junto contigo

que no tiene nada viejo ni gastado

Algo que soy de verdad mucho más niño

Algo que nunca había cultivado

Algo mágico que me hace ser más vivo

Es que nunca he estado enamorado.

ESTA DERIVA CIEGA

Hoy he amanecido con el alma enredada

con la voz que pierde su camino

con la memoria como desorientada

me parece que ni siquiera he amanecido

Una rosa me regala una promesa

una esquina me unta con delito

me asesta el vacío una ventana

Tal vez lo que más duele es el vacío

Es una cosa de verdad incalculable

esta deriva ciega, sin destino.

Esta zozobra de todos los altares

esta prisión de todo mi albedrío

He sentido que tiraba de un cadáver

un lastre acusatorio detrás de mí

era mi sombra, todo mi equipaje

mi rastro, las manos de mi hijo.

Quisiera arrancarme el corazón de cuajo

extricar este nudo a cuchilladas

y llevarlo lejos y enterrarlo

y dejar todas mis huellas enterradas.

ABREVÉMONOS DE BESOS

Con manos clamorosas te busqué

como un ciego

como un gusano clandestino por el

cieno

recorrí cada poro suburbano del te-

rreno,

con lámparas de lluvia exploré cada

hormiguero,

Luego fue la desesperación identifi-

cando el veneno

El otoño me exilió a vivir en

sueños

Y vino la resignación del ciego que sabe

su destierro:

(Yo quería pintar el alba sin conocer los

colores del cielo)

Me eché entonces a dormir en un vino

amargo y lento.

Y ahora algo me sacude, me llama y

me despierto,

es la madrugada, la reconozco, la

estoy viendo.

Esto que siento está fuera pero ya estaba

adentro

no nos enamoramos, nos identificamos

nada más con vernos

nos reconocimos, el amor ya lo traíamos

de lejos

lo traíamos puesto como a un milagro o a un

instinto profético.

Qué me importan ya los dientes del

desierto

La sequía asediante la implacabilidad

del tiempo,

Dame tu mano de escudo abrevémonos

de besos

Entre arenas y cenizas siento que somos

eternos.

INUNDACIONES DE LÁMPARAS

En cada hueco blanco de este cuaderno

se detuvo mi alma y mi deseo a

reclamarte, y te busqué en el aire

para completar mis besos

para lavar el silencio de mis

manos en tu pelo tibio, para

despavorir mis miedos con tus ojos

como inundaciones de lámparas.

EL NOMBRE DEL AMOR DESESPERADO

Te quiero.

Tenía ganas de decírtelo

era la habitual paloma que se

ordenaba dentro mío y tramaba ese

dolor de aire que nos ahoga de

anticipadas libertades

Por eso vine hasta la tinta

a volar a indefinirme a sentir

mi galáctica explosión

mi dimensión de alba enamorada.

Te quiero.

tú no estás a la orilla de mi boca

para oírlo, para deletrear el

oleaje de mi aliento

por eso te lo escribo ahora

en este sitio donde tu ausencia

hincha el espacio

donde tu cuerpo es una urgente

escapatoria donde tus ojos son

el embarcadero de mi alma.

En este sitio donde el amor se reparte

con absurda geometría

donde cada uno extrae de entre páginas

feroces un nombre y una historia

para jugar al tiempo, enmascarados

para jugar a ser o a haber sido

aquí, donde me toca el nombre

del amor desesperado

el sitio de la pregunta irrespondida

la raíz erradicada

el trasplante total de la existencia

aquí, beso las páginas donde me

embarco, me ato al nombre desbocado

de mi personaje y digo a un nadie

que tiene tu cara imaginada

toda la música que me toca.

Digo amor y amo y muero en esta

vida muerta, muero de vida y escenario

con tu ausencia puesta

recubriéndome como una bandera de

besos. Aquí decido lo que soy

broto, desatrapado como el agua

que desorbita la tierra

y una vez más tú eres la meta

el público testimonial, la mano

que pasa a recogerme.

Ya ves, sólo quería decirte que te

quiero.

Son tan copiosos los cimientos del

amor, que abro mi boca para caber

tu nombre y arrecio un pantano de

alas luminosas que me vives dentro.

UN GESTO CONTIENE LA ETERNIDAD

Estábamos predestinados

pero no quiero que seamos destino

quiero algo más mágico

una abeja que elige una flor en la pradera

y eras tú

dios que escribía una poesía

y éramos nosotros.

Tú que te bañabas en un océano total

y eran mis besos.

Un gesto tuyo contiene la eternidad

pero a mi amor no le bastan las

palabras

quiero comerte, beberte al tiempo

que me respiras y masticas

los dos con dimensión de atmósfera

humo en la niebla

silencio y canción

lámpara y sombra

mezclados infinitesimalmente en

el vientre de un átomo

infinitamente unidos.

Tal vez es nuestro amor que escribe

la poesía. y es dios.

UN DÍA

Un día estaremos sentados

a la sombra del tiempo

de la mano

leyendo tus versos y los míos

los dos como una sola flor

la que hubiera sido el infinito

si no se hubiera derramado.

Un día, amor.

RUINAS DEL ALIENTO

Entre palmeras de multiplicadas manos

inmóviles alas de abanicos

sobre la hierba cómplice

entre el aroma sonoro de los eucaliptos

sobre la tierra desvestida

sobre algunas piedras huérfanas

contra la tumultuosa cabellera oceánica

recogíamos piedras o caracoles

cazábamos canciones en el aire

y atrapábamos las palabras

con que ahora edifico estos recuerdos.

CLICK

Ya está la foto.

No puedo entender que fuéramos

que ese tiempo de beso

tiempo de nosotros

en que atrapábamos la vida

se haya vuelto papel de fotografía

y yo la mire solo.

SIN DESTINO

Esta zozobra de todos los altares

esta prisión de todo mi albedrío

Es una cosa de verdad incalculable

esta deriva ciega, sin destino.

No te asustes de esas cicatrices

son parte de mis gestos, son sonrisas

—No entiendo bien lo que me dices.

¿Que de quién son esas fotografías?

Me parece que son de una película

me las traje puestas desde el cine.

Ahora mientras te quitas los zapatos

voy a echar al fuego alguna leña

de paso tiro esos retratos.

Podrías abrir esa botella?

CORRO POR LA INCERTIDUMBRE

¿Sabes que a veces se me esfuma

tu perfil? corro por la incertidumbre

desesperadamente como queriendo

atrapar un perfume en el aire y cuando

lo logro, como un buzo que emerge

por el polo salgo de los misterios de mi

memoria con mi tesoro en la boca.

DEMASIADAMENTE HERIBLE

Hace poquito, apenas diez minutos

estaba en la habitación escribiendo un poema

y tenía la voz algo nublada, casi

como callos de callar en el aliento. Y no

podía dibujar, la música se me caía del

pincel, el aire estaba lastimado (se han

muerto demasiadas palomas en el mundo).

Entonces cazando con mi arco sin flechas

ante un público fantasma Me sentí

vulnerable demasiadamente herible por

afuera y me metí en tus ojos que

estaban dentro de los míos y dejé

que mi voz rodara como un tronco usado

sin miedo del espacio ni de la

ausencia de las golondrinas.

Te llevo como un escudo por dentro

emperatriz de mis dientes.

EL MAPA DE LA FELICIDAD

El mapa de la felicidad es cualquier

parte

tu mano ecuatorial es la partida

si tú caminas conmigo

puedo fundar rosas con mi pie

puedo enseñarle a adorar a las avispas

averiguar el secreto melodioso

de la cola musical de las ardillas

y si la dibujo con mi dedo y tú sonríes

toda la tierra me regala su sonrisa

contigo puedo ir a cualquier parte

hay un solo país que me intimida

es un sitio cualquiera en que me encuentre

y esté solo con tu lejanía.

ME RECONOCE PERO NO ME CONOCE

Hay alguien que no lo sabe aún. Que pasa

tranquilo por delante del espejo

Hay alguien que no sabe que está

muerto

que no sabe que no es ésa su mirada

(que no sabe que le sobra un sueño una

ignorancia)

Hay alguien que puede abrir la puerta

con la misma mano cotidiana

Hay alguien que no sabe la sorpresa

que camina con olor a puñalada.

Hay alguien que lleva entre la carne

una atroz herida hospitalaria

hay alguien que aún no ve la sangre

cayéndosele de las entrañas.

Hay alguien que me mira como siempre

que no entiende mis manos a la espalda

que sospecha unas rosas o claveles

en lugar de la honda cuchillada

Me reconoce pero no me conoce

Sabe que me ha visto cuándo y dónde

Hay alguien que no sabe nada

Yo traigo detenido su reloj en mi bolsillo

Yo traigo su mirada ya apagada

Y un retrato en la mano del cuchillo.

(Es el tuyo, dime cómo he de matarla)

DOSIS DE AMOR

Quisiera que fuéramos los dos

tomados de las manos

tomados de la saliva

atados del aliento

enredados por la mirada

sin haber sabido contar nunca

sólo guardando el número 1000

para decir estrellas

para numerar palomas

para saber que ése es el número

uno de los besos

la mínima dosis de amor entre los dos.

ESTA SOLEDAD…

De repente siento que me he vaciado

que soy un vertedero de una

destituida ciudad del aire

siento que soy una sentina de despojos

donde se pudren las carcasas

de algunos monstruos descartados.

Todo género de criaturas

se demora a exagerar mi podredumbre.

Esta soledad me ha desmesurado tanto…

Espero cualquier milagro

una ventana que mire hacia otros

sitios

podría pasar a hacer un nido

en mi nariz.

Estoy harto de mis sienes

que no inspiran ni la más

elemental arquitectura

ni una gaviota ha querido

refugiarse en mis orejas

Los escarabajos creen que soy

el mueble donde se guarda

el demoníaco insecticida.

Y se van por supuesto.

Tal vez fuera mejor ser ese mueble

así tendría el veneno por adentro.

Estoy harto de esta coraza

de kilómetros hacia cualquier parte

Voy siempre empapado de meses

huelo a moho

de eterna postergación.

NO SÉ POR QUÉ

No sé por qué no puedo quedarme

con el aburrimiento

con la tranquilidad

con la paz de las ventanas

—algunas—

con un copo de tedio

y un amainado vapor

de besos colgando de mi boca

No sé por qué no puedo

morir de tiempo

y debo suicidarme

vivir de súbitas lámparas

de relámpagos agachados

que me asaltan

de emboscados fervores que me

iluminan de repente.

No sé por qué.

Dejo mi cama al alba

Dejo mi hambre

clavado en un pan manso

como un furioso cuchillo

y cierro mis ojos sin

portazos

Despidiéndome a mordiscos

de cada lentitud

cada amansado abismo

cada espejo de lenguaje cotidiano

cada nombre que he sido

obedientemente.

No sé por qué.

TIRAR LA CARTA Y UN POCO DE TU VIDA

Escribiré una historia para no contarte nunca:

Era una desnuda casi tímida mañana.

Por una calle tímida y desnuda

un poco trigo y otro poco llamarada

tú llegabas enumerando las esquinas.

Y bajo un árbol para el que faltó palabras

como un pájaro cualquiera tú te detenías.

De un bolsillo donde viven con veranos

a veces unas lacias golondrinas

tú extraías una carta entre tus manos

y despacio silenciosa la leías.

Aún no era la hora de encontrarnos

faltaba un poco para el mediodía.

Sacaste tu cuaderno de jardines

y acariciaste con tu boca algunos pájaros

yo nunca habré sabido qué escribiste.

Era una plaza tranquila como un lago

como aquella donde deletreábamos la menta

el cielo estaba quieto como un barco.

Era tan fácil que fuera como aquélla.

A lo lejos alguien se acercaba

te peinaste con la sonrisa alerta.

Eran más las mariposas en las plantas.

A lo lejos… Se cerraba la promesa.

Y tus ojos en azul se evaporaban.

Querías esconderte, transformarte en amapola

y asaltarme al pasar bajo las ramas.

De repente se incendiaba cada cosa

todo el día en tu mirada que temblaba.

En tu alma remontaba una gaviota

y diluvios de ausencia se secaban.

Era la hora en que los sueños se cumplían

era el momento en que tus vidas se juntaban

y en que se besaban los astros y las profecías.

Era el mismo tiempo que en las cartas.

De repente algo en ti que se encogía

algo extraño en la figura que llegaba.

Pusiste tu cara entre las manos

tu clara cara enamorada.

Como cualquier hombre siniestro pasa

no era yo, esperas todavía

con la paciencia quieta de una casa.

El mediodía ya te da la espalda

la tarde remonta su rostro solitario.

Tal vez ya no vendré, tal vez mañana.

Por la misma calle de sonido lánguido

todavía espiga pero ya apagada

te vuelves sueño atrás, con roto paso.

Vas goteando mi carta por el aire

hay algo atrozmente desolado

de repente mi nombre es: nadie.

El tiempo llama a un sueño largo

Partes: 1, 2, 3, 4
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