Educación en el peronismo histórico (1945-1955)
Enviado por Agustín Binora
- Introducción
- La educación primaria y secundaria
- La otra cara de la moneda: baja deserción escolar
- La reforma Universitaria
- El ministerio de Educación
- La Moral peronista
- La Pedagogía según Jorge Pedro Arizaga
Introducción
A partir del texto base leído de Juan Carlos Torre y nuestros básicos conocimientos anteriores acerca del peronismo, creímos acertado elegir el tópico "peronismo y educación"; puesto que nos planteamos como objetivo investigar la manera en que este movimiento se insertó en las masas populares de manera tan fuertemente arraigada, y cómo hizo para generar la ideología dominante.
La educación es un elemento muy importante de dominación. Y a través de ella se concientiza a la población sobre el lugar que ocupa en la sociedad. Ya desde la época sarmientina de Organización Nacional, la educación era una herramienta que permitía ordenar e instruir a la población de elementos que le permitieran convivir más armónicamente en sociedad. También desde esa época se utilizó como distribuidora de las ideas del gobierno de turno, podría decirse también, buscando evitar algún tipo de conflictividad social.
La educación primaria y secundaria
El primer texto al cual nos acercamos fue el de Emilio Corbiére: Mamá me mima, Evita me ama, la educación argentina en la encrucijada, en el cual, además de obtener un paneo general acerca de la educación desde sus orígenes, pasando por la sanción de la ley 1420, importantísima en materia de educación puesto que implantó la enseñanza obligatoria, común, gratuita y laica; también obtuvimos información acerca de la cultura en el movimiento obrero y socialista antes de la llegada de Perón. Menciona el centro socialista de estudios, en el que grupos de intelectuales integrados por personalidades como Roberto J. Payró, Juan B. Justo, Leopoldo Lugones y Antonio Piñeiro "se acercaban a los trabajadores inmigrantes y criollos para vincularse con ellos políticamente. Cada centro socialista, cada sindicato, organizaba una biblioteca con textos políticos, científicos y didácticos". También menciona la constitución de la primera biblioteca obrera, en 1897, y de la universidad popular constituida en 1899, denominada "Sociedad Luz".
Se vislumbran épocas de concientización de masas pero con el objetivo principal de generar herramientas que les permitan a los obreros defenderse en el futuro. Es decir, educación, si bien con objetivos políticos, también con objetivos, a nuestro criterio, instructivos.
Al finalizar el libro aparecen páginas extraídas de libros utilizados durante los primeros gobiernos peronistas. No nos sorprendió observar una considerable cantidad de páginas mostrando fotografías de Perón y de Evita, esta última siempre con una amplia, pero sutil sonrisa plasmada en cada una de las fotografías, adornadas con marcos, con flores. Adjuntamos al trabajo algunas de las páginas en las que puede observarse lo antedicho, con adivinanzas que exultan las bondades de estos personajes. También encontramos historias en las que se habla sobre las maravillas del gobierno peronista, como
por ejemplo "Progreso Argentino", en la cual se alude a la infraestructura que brindó este gobierno (ferrocarriles, teléfonos, la nacionalización de estos servicios). No sólo eso, sino que también hay una curiosa comparación entre el 9 de julio de 1816 y el 9 de julio de 1947, fecha en la que "El General Perón proclama en Tucumán la independencia
económica". Por último se encuentra presente Sarmiento "Gran educador, trabajó, sin descanso, por la cultura y el progreso de la Patria".
La conclusión que podemos sacar a través de esta lectura concuerda bastante con la que nos dice el autor del libro, por lo que nos parece loable citarla: "Resulta difícil evaluar si aquellos niños podían discernir claramente la diferencia entre la "independencia política" y la "independencia económica" del país o la compleja "cuestión agraria". De todas maneras, esos temas eran ampliados en cursos posteriores cuando el educando tenía ocho, nueve y diez años de edad. Se nota una graduación en los conocimientos generales y también en cuanto al implante ideológico".
En las propias palabras de Juan Domingo Perón, vemos con claridad la influencia del gobierno en los programas de estudio. Refiriéndose a frases como "Evita es leal", "Yo te ayudaré con mis obras" y "Los niños de mis hogares no usan uniforme" dice: "¿No son estas sencillas frases, que pedagógicamente hablando deben escribirse como resultantes de una motivación, mil veces más útiles que las que resultan de una conversación anterior del tipo (…) "Mi papá cuelga la jaula" o "El otoño es triste"?.
La otra cara de la moneda: baja deserción escolar
El carácter masivo del movimiento peronista se refleja claramente en el plano educativo. Es notable el aumento de la matrícula escolar primaria y del número de estudiantes secundarios; lo cual nos muestra un avance en la cantidad de jóvenes incluidos en alguna etapa educativa. Pero por otro lado la reducción de los programas hace que esta educación para muchos, pierda en riqueza cultural. En el afán peronista de hacer sentir al "pueblo" que pertenecía a todos los ámbitos, y que el gobierno pensaba en él; a nuestro entender, hizo que se nivelara para abajo: con planes de estudio muy accesible pero que sólo servían para bajar línea desde muy temprana edad.
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