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La educación del futuro desde la perspectiva de Ceide (página 2)


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Reconocemos que las principales tensiones que han de superarse y que están en el centro de la problemática del siglo XXI son:

  • La tensión entre lo mundial y lo local

  • La tensión entre lo universal y lo singular:

  • La tensión entre tradición y modernidad

  • La tensión entre el largo plazo y el corto plazo,

  • La tensión entre la indispensable competencia y la preocupación por la igualdad de oportunidades.

  • La tensión entre el extraordinario desarrollo de los conocimientos y las capacidades de asimilación del ser humano.

  • La tensión entre lo espiritual y lo material,

Retomamos los cuatro pilares que debe asumir una propuesta de educación a lo largo de la vida los cuales debe basarse en los siguientes cuatro pilares:

  • Aprender a conocer.

  • Aprender a hacer.

  • Aprender a vivir juntos.

  • Aprender a ser.

Aprender a conocer, lo que significa combinar una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos en un pequeño número de materias. Lo que supone además: aprender a aprender para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida.

Aprender a hacer. A fin de adquirir no sólo una calificación profesional, más generalmente una competencia que capacite al individuo para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo.

Pero, también, aprender a hacer en el marco de las distintas experiencias sociales o de trabajo que se ofrecen a los jóvenes y adolescentes bien espontáneamente a causa del contexto social o nacional, bien formalmente gracias al desarrollo de la enseñanza por alternancia.

Aprender a vivir juntos. Desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia (realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos( respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz.

Aprender a ser. Para que florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal. Con tal fin, no menospreciar en la educación ninguna de las posibilidades de cada individuo: memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, aptitudes para comunicar…

Para concluir, reconocemos la visión de la complejidad del mundo. La teoría de la complejidad de Edgar Morín es muy necesaria en la práctica docente actual, ya que los escenarios que presenta la sociedad son cada vez más complejos y estos influyen notoriamente en la vida cotidiana de los alumnos.

Es necesario que los docentes abandonen decididamente los paradigmas simplistas para poder lograr un mejor ejercicio de su trabajo.

El error, la novedad, la incertidumbre, la impredecibilidad, la admisión de opuestos etc., son componentes esenciales del acto educativo, a los cuales no debemos esquivar.

Ante esta nueva visión acerca de la realidad, los educadores nos encontramos con una misión indelegable: la de transmitir no saber puro, sino una cultura que permita comprender nuestra condición y ayudarnos a vivir. Al mismo tiempo favorecer una manera de pensar abierta y libre.

Se debe transmitir un conocimiento que se dé cuenta que las partes dependen del todo y viceversa; que no aísle los fenómenos, sino que los integre en la totalidad y que detecte lo uno en lo diverso; admitiendo la diversidad y la unidad a la vez.

Siguiendo a Gómez Morín se retoman el planteamiento de sus siete saberes necesarios para la educación del futuro. UNESCO, 1999:

  • Enfrentar las cegueras del conocimiento

  • Conocer lo que es conocer

  • Conocer la condición humana

  • Conocer la identidad terrenal

  • Enfrentar las incertidumbres

  • Enseñar la comprensión

  • Cultivar la ética del género humano

En resumen los elementos aquí planteados, que permean el ideario de CEIDE, constituyen el basamento teórico que se nutre de las aportaciones de lo más valioso del pensamiento universal, del pensamiento latinoamericano y del pensamiento autóctono mexicano.

Bibliografía

1. Altusser, Louis. La filosofía como arma de la revolución. Edit. Cuadernos del pasado y presente, México, 1968.

2. Delors, J. La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI. Ediciones Unesco.

3. Dussel, Enrique. Ética de la liberación en la edad de la globalización y la exclusión, Editorial Trotta. México, 2002.

4. Freire, Paulo. Pedagogía de la autonomía. Editorial Siglo XXI, México 1997.

5. González Casanova, Pablo. Diálogo para el proyecto nacional. Palabras de principio. Periódico "La Jornada, México 28 de noviembre del 2004.

6. León-Portilla Miguel y Garivay, Ángel. La visión de los vencidos. Universidad Nacional Autónoma de México, 2004.

7. Morín, E. (1999) Los siete saberes de la educación del futuro. francia: Traducción de Mercedes Vallejo-Gómez, Profesora de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín-Colombia UNESCO.

8. Sánchez Vázquez Adolfo. Ética. Editorial Crítica. Barcelona, España, 1999.

 

 

 

Autor:

José Luis Murillo Amaro

Dr. en Ciencias Pedagógicas por Instituto Central de Ciencias pedagógicas de Cuba, especialista en Mediación e intervención familiar por la Universidad de Santiago de Compostela, España. Director del Centro de Estudios de Postgrado Lev Vigotsky de México

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