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Oralidad en la historia (página 2)


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A lo largo de la historia todo lo creado por el hombre se va transmitiendo de generación en generación mediante el uso de la tradición oral para que el testimonio se conserve. Respecto a la oralidad el mismo Dr Cordiva. revela lo siguiente: Esta hermosa cualidad no igualada en el reino de sus semejantes biológicos dota a lo vivido de unas características especiales: por un lado aparecen como únicas e irrepetibles, particulares, individuales, pertenecientes al reino de lo privado y por el otro son realizadas y producidas en medio de entornos sociales, en relación con los otros y a través de mecanismos, vericuetos, astucia, racionalizaciones y legitimaciones, que generan discurso de lo vivido.

En el contexto histórico del auge petrolero venezolano, ocurre un importante desplazamiento de población rural; las empresas petroleras prometían llamativos sueldos que supuestamente mejorarían la calidad de vida de los venezolanos, aunado a los desalojos de pueblos enteros por gobernantes irresponsables que bajo el pretexto de "defender" la Soberanía Nacional sacaban de su entorno a una comunidad entera por considerar que estaba situadas en un área estratégica, como por ejemplo el pueblo de Turiamo (Aragua), y para construir presas, que si es cierto, son necesarias, bien se pudo buscar otras alternativas, que no sea arrancar de sus contextos a los pueblos San Francisco de Asís en el Estado Aragua, Potosí en el estado Tachira y San Francisco de Tiznados en Guárico. (Lo triste de la historia es que después de varias décadas estos depósitos de agua no son aprovechados de manera óptima). A pesar de todo lo ocurrido la memoria colectiva de estos pueblos no fue profanada, estas comunidades han logrado recrear sus costumbres y tradiciones en el nuevo espacio que les ha tocado ocupar.

Uno de los factores que ha fortalecido las manifestaciones populares ha sido precisamente la fe, a través de ella se crean en torno a las distintas manifestaciones diversos organismos y prácticas que permiten una organización entres sus actores. Tales como: cofradías, hermandades, prometeros, que garantizan la permanencia en el tiempo, generalmente esa práctica es pasada a las nuevas generaciones por vía oral. Es la palabra la que cobra mucha importancia en el proceso de transmisión de las costumbres de un pueblo a sus descendientes, al hablar de la relación del hombre con la palabra, el historiador africano Hampate Ba, nos refiere que: Allí donde el escrito no existe, el hombre está ligado a su palabra, y está comprometido por ella. Él es su palabra y su palabra testimonia lo que él es. Los pueblos primitivos y más recientemente los que por alguna razón, carecen de escritura, es la tradición oral la única herramienta para transmitir todo el bagaje de conocimiento acumulado a los descendientes y de esta manera garantizar la permanencia de un legado cultural. Esta práctica ancestral se ha mantenido por siglos y es la memoria cultural el único depósito que ha guardado por siempre ese conocimiento, siendo el resultado de un proceso social.

Es la misma memoria viva la que crea y recrea de acuerdo a sus propias necesidades esta cultura acumulada, La cultura popular en Venezuela es entonces, el elemento más importante para definir las bases de nuestra identidad, la variedad étnica con que se construyó esta identidad produjo a la vez una diversidad cultural muy importante. Estas diferentes formas de manifestación se fueron asimilando de acuerdo al contexto geohistórico de su formación económico y social, y al componente étnico más destacado en cada región, La riqueza cultural de Venezuela presenta un definido carácter de excepción; es algo que puede calificarse como extraordinario. Esto posiblemente sea el resultado de los variados elementos etnográficos, antes mencionados que constituyen nuestro conglomerado nacional. Las tribus indígenas con fisonomía y costumbres propias, anteriores a la llegada de los trashumantes conquistadores peninsulares, quienes llegaron con prejuicios, defectos, índole y virtudes buscando imponer sus costumbres a los nativos, luego se incorpora el componente africano, con sus danzas, supersticiones y vivencias, aporta un interesante matiz a nuestra identidad mestiza; todas estas etnias han dado su aporte a nuestro saber popular el cual presenta tan intenso aspecto, que le permite vincularse estrechamente a los pueblos de nuestra América, donde las culturas pre-colombinas, nos dejaron muestras tan preciosas como lo son el Popol Vuh, del Norte y el Ollantay, del Sur.

Es necesario conocer y comprender nuestro pasado, mantener ese pasado en la memoria del pueblo garantiza perpetuidad en el presente, el pueblo es dueño de su historia. Para poder entender nuestra identidad debemos conocer los rasgos que la han conformado, sus características populares, el legado aborigen, las memorias africanas y las europeas y mas recientemente de diferentes procedencias.

El célebre africanista venezolano Luís Miguel Acosta Saignes, en Historia de la Antropología en Venezuela, Sostiene: 妱uot;cada país trata en nuestros días de preservar su folklore, sus tradiciones, sus costumbres, sus creaciones regionales, como si, ante la inminencia de lo universal, cada nación se prepara para jugar un papel distinguido, singular, propio, en las sociedades menos estrechas que anuncian los cambios revolucionarios de nuestro siglo".

Actualmente en Venezuela se ha propiciado un escenario para la discusión y disertación acerca de la cultura popular, esto debido a las expectativas que ella ha despertado a partir de una promoción y valoración social, impulsado por el reagrupamiento de expresiones culturales nacionales, tanto de carácter tradicional como contemporánea. Ahora bien, todas estas creaciones que son producto de la cultura, desafortunadamente no son empleadas por todo el conglomerado.

Es así como se corre el riesgo de que lentamente se trasforme la identidad del venezolano, es necesario ir construyendo y reconstruyendo nuestra identidad original a partir de las experiencias propias y conquistar nuestro propio destino, a lo dicho.

Es ese mismo sentido de tener una identidad propia, de haber nacido en estas tierras, de ser diferentes, sentirse latinoamericano, venezolano, quien en un momento determinado de su historia afloró las ideas libertarias, Simón Bolívar dirá de la inteligencia latinoamericana que es por ello el "caso más extraordinario y complicado".

Cuando hablamos del término identidad, por cierto también muy en boga, se trata de un término social, nos estamos refiriendo al reconocimiento a las características que son comunes a un pueblo, se expresa como el carácter social que poseen los pueblos que han compartido una misma historia, que poseen un pasado común, una memoria colectiva, un presente de lucha y un futuro que construir, esa identidad se nos presenta bajo la condición dialéctica de preservación de patrones culturales comunes y de cambio social . La identidad es la conciencia histórica de los pueblos tanto de su pasado, como de su porvenir comprometidos con sus luchas reivindicativas y libertadoras. Los cambios y creaciones que se generan a través del pueblo es lo que conocemos por cultura popular y es la fuente esencial de nuestra identidad. En Latinoamérica, producto del proceso de su historia, se encuentran culturas muy diversas que le caracterizan como una región muy heterogénea.

Cada día cobra más vigencia la idea de unidad del libertador, hoy, cuando se recrudece más las amenazas imperialistas; las sucesivas transformaciones que ha propiciado el capitalismo afecta a centenares de millones de seres humanos los cuales han adoptado formas de conducta frente a los cambios civilizatorios como son: Resistencia y Adaptación, El nacionalismo que da aglutinación y capacidad de resistencia a estos pueblos. No ya el nacionalismo que impone su identidad a otros pueblos. Sino el que hace de él instrumento de su defensa de su propia identidad imponiendo su anulación. Nacionalismo que solo se amplía en la toma de conciencia de una situación que encuentra le es común con otros pueblos. Esto es ampliación solidaria. Nacionalismo de pueblos que se resisten al imperialismo que tiende a anular su identidad. Nacionalismo, por ello, defensivo, que parte del derecho de autodeterminación y, con él, a la convivencia con otros pueblos en un plano de solidaridad . El antropólogo Emilio Mosonyi en 1982 presagia lo siguiente: "No se me hace cuesta arriba prever una revolución cultural para Venezuela. Me atrevo a postularla y asumo toda la responsabilidad que acarrea. Creo que incluso hasta ahora se ha dado cierta práctica que me avala y me justifica. Aquí podría haber condiciones- para una cultura popular de resistencia que nos lleve a una revolución, primero parcial, en el plano cultural. Así, la cultura popular iría rompiendo sus frenos, desbloqueándose, creando otras formas de enfrentar la realidad, generando otra visión de la sociedad, de su historia y de su identidad".

La cultura popular venezolana debe ser tratada con criterio de propiedad de los pueblos que la ostentan, por lo que debe ser tomada como una bandera de lucha por plantear definitivamente nuestra identidad

 

 

Autor:

Msc. Guillermo Prieto

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