- Análisis de la demanda y elaboración de la 1ª Hipótesis
- Hipótesis Individuales desde la Perspectiva Integradora
- Hipótesis de Pareja
- Hipótesis de Familia
- Abordaje terapeutico integrador
- Tecnicas
- Abordaje desde la perspectiva sistémica
- Abordaje terapeutico sistémico de pareja y familia
- Técnicas en la sesión
- Técnicas en casa
- Bibliografía y recursos
Análisis de la demanda y elaboración de la 1ª Hipótesis
Luisa realiza una demanda en la que explica que lleva largo tiempo de depresión (8 años), con tendencias suicidas. Durante la primera entrevista, se detectan otros motivos latentes como son: duelo irresuelto con la madre (fallecida hace 8 años), autoestima baja, se siente muy infravalorada por toda su familia, rabia e impotencia. Su demanda es propia e inespecífica, buscando apoyo y orientación para entender y hacer frente a los problemas sin tener demasiado claro cuáles son.
La primera hipótesis en este caso es un Trastorno del Estado de Ánimo, según el DSM- IV, pudiéndose tratar de un F.32x Trastorno Depresivo Mayor [296.2x] o un F34.1 Trastorno Distímico [300.4] Poseen características similares, aunque se diferencian por la intensidad de las manifestaciones, la persistencia (crónico o episódico) y el inicio (fásico o insidioso). Entre los criterios de diagnóstico, reconocemos en Luisa: estado de ánimo crónicamente depresivo que está presente la mayor parte del día, con una duración superior a los 2 años, baja autoestima, aumento de la autocrítica, sentimientos de culpa o tristeza referente al pasado, sentimientos subjetivos de ira excesiva, ideación de suicidio o muerte, aunque sin paso al acto. Ante los datos que tenemos, nos quedarían preguntas abiertas para poder hacer un diagnóstico certero, por lo que se podría realizar un evaluación psicométrica, que nos ayudará a obtener el mismo.
Hipótesis Individuales desde la Perspectiva Integradora
Modelo Psicodinámico: La hipótesis psicodinámica nos hablaría del discurso de Luisa en el que se da el recurrente tema de la culpabilidad y autocastigo, en forma de autocrítica exagerada: "…culpa por no haberla complacido nunca…siempre he sido rebelde… mi criterio no es válido…como si yo no sirviera para nada…". Estos constituirían el síntoma, que está expresando el conflicto: la necesidad de resolver el duelo no resuelto con su madre y con su amiga, dos pérdidas diferentes pero sin resolver. La culpa que siente Luisa es una culpa real en tanto que deseo de y para su superyó, precisado de autocastigo. En el depresivo, surge la ambivalencia frente al objeto, en la que en principio se desea aquello que se ama y posteriormente se prefiere destruir al objeto amado antes que perderlo. Su defensa es su actitud de culpabilidad y autocastigo. La relación con su madre es muy importante, pues las relaciones primeras marcan las presentes. En Psicoanálisis, la depresión no tiene entidad clínica como tal, sino que estaríamos hablando de melancolía, que constituye un estado de ánimo profundamente doloroso, en el que cesa el interés por el mundo exterior, pérdida de la capacidad de amar, inhibición de funciones, autodepreciación y la pérdida del amor propio, traduciéndose en autoreproches y autoacusaciones, que inducen al sujeto, como es nuestro caso, a la delirante espera del castigo y el suicidio. En la melancolía, existe una pérdida de objeto, que se llama afrenta o desengaño real o imaginario, cuyo resultado no es el lento desasimiento y el desplazamiento hacia otro objeto, sino que la libido retirada del objeto va hacia el yo por medio de la identificación del yo con el objeto resignado, por ello es tan dura la aflicción del sujeto, la pérdida del objeto equivaldría a la pérdida del yo. Y la persona identificada con el objeto tiene que reprocharse la pérdida del mismo, y de ahí los autorreproches en el depresivos, dirigidos a sí mismo.
Modelo Conductual: La hipótesis conductural nos habla de que la ausencia de refuerzos, deficiencia de habilidades sociales y acontecimientos negativos ocurridos en la vida de la persona es lo que va a provocar la depresión. Luisa ha vivido varios acontecimientos negativos como son: fallecimiento de su muerte dejando pendiente un asunto no resuelto, pérdida de una amiga, decepción por haber confiado en su amiga y haber llevado a la familia a una situación económica dura, que serían los antedecentes que preceden a su conducta, explicando su conducta depresiva. La depresión se debe a una falta de refuerzos que hace que el que la padece no actúe; al no encuentrar refuerzos en su entorno familiar, social, etc. y, en consecuencia, la depresión se perpetúa. Luisa no encuentra refuerzos positivos en su familia: "mi hijo no me presta atención …se ríen con complicidad y no lo soporto…parece imbécil porque no cambia nada…mi marido confía más en ella que en mí…". El síntoma sera la conducta desadaptativa aprendida de pasividad y depresión de Luisa, que va a incidir en su relación tanto de pareja como de familia. Su capacidad de respuesta se ve limitada por la propia depresión.
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