Hikikomori: Un síndrome japonés en espera de ser reconocido en nuestro medio
Enviado por Felix Larocca
- Causas del aislamiento
- Síntomas del aislamiento
- Reacción de los padres
- Efectos en el hikikomori
- Tratamiento
- El resto del mundo
- En resumen
- Kyosei
- Referencias
Miedo al rechazo, al abandono, deseo de complacer a los demás y sobre todo a la propia pareja Estas son algunas de las causas que se encuentran tras el llamado "Síndrome de Wendy". Una compleja conducta que a simple vista no tiene patología alguna y guarda una estrecha relación con el más conocido "Síndrome de Peter Pan", descrito por Dan Kiley en 1983 y que hace referencia a todos aquellos hombres y/o mujeres que no quieren, o que no pueden, crecer. FEFL en El síndrome de Wendy.Leer más: http://www.monografias.com/trabajos50/sindrome-de-wendy/sindrome-de-wendy#ixzz3eAcUg11X
Los hikikomori son adolescentes y adultos jóvenes que se ven abrumados por la sociedad en que viven y se sienten incapaces de cumplir los roles sociales que se esperan de ellos, reaccionando con un aislamiento social.
Los hikikomori a menudo rehúsan abandonar la casa de sus padres y puede que se encierren en una habitación durante meses o incluso años. Según algunas estimaciones, puede que haya un millón de hikikomoris en Japón (uno de cada diez jóvenes). La mayoría de ellos son varones, y muchos son también primogénitos.
Los adolescentes y adultos jóvenes en Japón toleran mucha presión por parte de la sociedad para que triunfen. La presión proviene de diferentes medios.
Hikikomori
Una de las mayores preocupaciones de los adolescentes japoneses es su rendimiento académico, donde a menudo se enfrentan a una presión considerable por parte de los padres y la sociedad en general. En casos extremos la presión comienza desde antes de la guardería, donde tienen que aprobar un examen de ingreso para entrar en el mejor parvulario, lo cual prepara a los niños para el examen de ingreso del mejor preescolar, el cual a su vez prepara al niño para el examen de ingreso de la mejor escuela primaria, escuela secundaria y el equivalente a nuestro bachillerato, para finalmente preparar para el examen de ingreso a la universidad.
Muchos adolescentes dedican un año, después del instituto, a preparar exclusivamente el examen infernal de acceso a la universidad. Cuanto más prestigio tenga la universidad, más difícil será el examen. La universidad más prestigiosa, con el examen de ingreso más difícil, es la Universidad de Tokio, a la que todos aspiran y a la que no todos logran entrar.
Después de graduarse del instituto o la universidad, los jóvenes tienen que afrontar un mercado de trabajo muy difícil. A menudo sólo encuentran trabajo a media jornada y acaban como freeters (personas que no consiguen trabajo fijo o a jornada completa), con muy pocos ingresos e incapaces de sustentar una familia.
Otro foco de presión lo forman sus compañeros de clase, los cuales pueden abusar y burlarse de otros estudiantes por varias razones, como por ejemplo su aspecto físico (especialmente si son obesos), rendimiento académico o deportivo, su poder adquisitivo, orientación sexual, etnia, y asuntos de naturaleza similar.
Mientras que algunas personas sienten presión por parte del mundo exterior, y padecen fobias sociales, un hikikomori reacciona con un completo aislamiento para evitar toda la presión exterior. Puede que ellos, normalmente varones, se encierren en sus dormitorios o alguna otra habitación de la casa de sus padres durante periodos de tiempo prolongados, a menudo años.
Normalmente no tienen ningún amigo, y en su mayoría duermen a lo largo del día, y ven la televisión o juegan, navegando la red durante la noche. Todo esto hace de ellos un caso extremo de solteros parásitos (expresión japonesa para nombrar a aquellos que viven de la familia, viviendo en casa de sus padres para disfrutar de mayor comodidad).
En otras páginas hemos descrito la variedad norteamericana conocida como el Peter Pan Syndrome.
El aislamiento de la sociedad normalmente comienza de forma gradual, antes de que el hikikomori cierre con llave la puerta de su habitación. A menudo se encuentran tristes, deprimidos, pierden sus amigos, se vuelven inseguros, tímidos y hablan menos. Frecuentemente son objeto de burla en el colegio, lo cual puede ser el detonante para su aislamiento.
El tener un hikikomori en la familia normalmente es considerado un problema interno de ésta, y muchos padres esperan mucho tiempo antes de buscar una terapia formal. Además, en Japón la educación del niño corre a cargo de la madre, por tradición, y puede que el padre deje todo el problema del hikikomori a la mamá, la cual se siente sobreprotectora con su hijo.
En un principio, la mayoría de los padres se limitan a esperar que el niño supere sus problemas y regrese a la sociedad por su propia voluntad. Lo ven como una fase que el niño ha de superar. Además, muchos padres no saben qué hacer con un hikikomori, y simplemente esperan, debido a la falta de otras opciones. Normalmente no se fuerza (o se tarda mucho en hacerlo) de forma radical al niño para que vuelva a integrarse al mundo de la realidad.
Tener un hikikomori en la familia es a menudo vergonzoso, y es considerado en Japón un problema interno de la familia. Los colegios y trabajadores sociales pueden hacer preguntas, pero normalmente no se involucran en la situación.
La falta de contacto humano y el aislamiento prolongado tienen un gran efecto en la mentalidad de los hikikomori, que pierden sus habilidades sociales y los referentes del entorno y morales necesarios. A menudo, tienen dificultad para distinguir el bien del mal, y el mundo de la televisión o los videojuegos se convierten en su marco exclusivo de referencia.
Si el hikikomori finalmente (a menudo después de unos cuantos años) se reintegra a la sociedad por su propia voluntad, tiene que afrontar el problema de haber perdido muchas de sus habilidades para relacionarse con otros, así como años de estudio. Esto hace la reentrada en su microcosmos más difícil. Temen que los demás descubran su pasado como hikikomori, y se muestran vacilantes con la gente, especialmente si éstas les son desconocidas.
Prisionero de su soledad
Su miedo a la presión social puede convertirse en ira, y la pérdida del marco de referencia social puede conducir también a un comportamiento violento o delictuoso. Algunos hikikomori atacan a sus padres. Algunos crímenes han sido cometidos por ellos. En el año 2000, un hikikomori de 17 años secuestró un autobús y mató a un pasajero. Otro caso extremo fue el de un hikikomori que apresó a una chica joven y la tuvo en cautiverio durante nueve años. Otro mató a cuatro chicas para recrear escenas de un manga hentai (cómico pornográfico). Es difícil conseguir cifras exactas, ya que muchas familias no hablan de estos problemas.
Hay diferentes opiniones sobre el tratamiento que debe seguir un hikikomori, y las opiniones a menudo se dividen en un punto de vista japonés y otro occidental.
Los expertos japoneses normalmente sugieren esperar hasta que el hikikomori se reincorpore a la sociedad por su propia voluntad, mientras que los médicos occidentales piensan que hay que forzar al individuo, si es necesario.
En cualquier caso es preciso obtener una asistencia psiquiátrica, ya que muchos padres se ven abrumados por los problemas de un hikikomori. Aunque hay algunos médicos y clínicas especializados en ayudar a jóvenes hikikomori, muchos de ellos y sus padres aún sienten falta de apoyo a sus problemas.
Síndrome de Peter Pan
El aislamiento social completo parece que es principalmente un fenómeno japonés, pero jóvenes en todo el mundo sufren presión social y pueden ser objeto de burla, por lo que a menudo se crea un comportamiento parecido de odio y agresión, como por ejemplo las masacres de Columbine, la de Erfurt o las muchas recientes que aparecen con frecuencia triste en la prensa cotidiana.
Los trastornos del "cableado" neural del cerebro se postulan como causas del hikikomori y de otros síndromes específicos que tienden a deformar la apariencia física o la del comportamiento de los individuos pudiendo conducir al aislamiento social y eventualmente a la rehuida de todo contacto humano con sus consecuencias deletéreas.
Entre los síndromes más comunes que hemos descrito en las páginas que, a menudo contribuimos al avance de la ciencia, se encuentran los del Síndrome de Asperger, los del Tourette, y las de las disgenesias ováricas o Síndrome de Turner. (Véanse mis ponencias al respecto).
Fin de la lección.
Nota: Para preparar este artículo recurrimos a la ayuda del amigo GKM quien hace mucho nos instruyera en el significado del kyosey.
Kyosei es una filosofía corporativa de muchas empresas niponas en la que se basan actividades comerciales, de marca y patrocinio. Kyosei es un término japonés que sugiere el concepto de vivir y trabajar juntos para el bien común.
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Larocca, FEF: El síndrome de Wendy en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Shutting Themselves In, The New York Times Magazine[2], January 15, 2006
De Vos, G, A: Social Cohesions and Alienation: Minorities in the United States and Japan (1992) Westview Press NY
Christopher, R. C: The Japanese Mind (1983) Fawcett Columbine NY
Dower, J: War Without Mercy: Race and Power in the Pacific War (1986) Pantheon Books NY
Smith, P. L: Japan: A Reinterpretation (1998) Vintage Books NY
Kerr, A: Dogs and Demons: Tales from the Dark Side of Japan (2001) Hill and Wang NY
Además, extensivos enlaces (links), bibliografía adicional y referencias de contribuciones a este tema y otros temas mencionados por este mismo autor, pueden obtenerse en los siguientes portales:
Academia.Edu
ResearchGate.net y
Monografías.com
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca