Economía de la salud es un campo de investigación cuyo objeto de estudio es el uso óptimo de los recursos para la atención de la enfermedad y la promoción de la salud. Su tarea consiste en estimar la eficiencia de organización de los servicios de salud y sugerir formas de mejorar esta organización (página electrónica de Wikipedia).
Desde la publicación del informe del Banco Mundial de 1993, Invertir en Salud, se ha incrementado el interés, los discursos y los trabajos teóricos y empíricos acerca de una relación recíproca entre el crecimiento económico y las mejoras en el estado de salud de la población. El primer sentido de la relación encierra una verdad casi evidente: mejoras en el ingreso de la población tienen un impacto positivo sobre su estado de salud. Sin embargo, el Banco Mundial en el mismo informe de 1993, planteó la necesidad de abogar no solo por un crecimiento económico, sino ante todo por un crecimiento equitativo. Es decir, tratar de mejorar los ingresos de los niveles más pobres de la población porque es en ellos en donde se concentran las mayores incidencias de las enfermedades las cuales son atribuidas al hábitat y a estilos de vida precarios, con necesidades básicas insatisfechas. (Carrillo Huerta Mario, Cerón Vargas José, Reyes Hernández Miguel, 2007)
En palabras de Arreola Ornelas Héctor y otros (2003), la salud es un factor fundamental del capital humano y tiene la capacidad de influir en la productividad, el ingreso y el crecimiento económico de las personas, las empresas y los países. Se ha demostrado que un rezago en salud durante la infancia se asocia con un menor rendimiento escolar y laboral, lo que, a su vez, impactará en los niveles de ingreso.
Con el nacimiento del término de Capital Humano se empezaron a vislumbrar muchas variables que lo conforman, Gary S. Becker en su libro de 1964: El Capital Humano: Un análisis teórico y empírico referido fundamentalmente a la educación, se refiere al capital humano como una variable que va a impactar sobre la producción, a mayor capacitación, mayor impacto. En este sentido, Becker menciona dos tipos de capacitación: la capacitación adquirida en el centro de trabajo (learning by doing), y la capacitación adquirida por asistir a cursos.
La relación entre la economía de la salud y el capital humano es muy estrecha, podemos ver que un trabajador que goza de salud tiene la posibilidad de asistir a recibir educación a diferencia de otro con alguna enfermedad. La economía de la salud señala que todo ser humano nace con un stock de salud dado, y que con el tiempo éste se va deteriorando, una persona puede optar por incrementar su capital salud, escogiendo buenos hábitos alimenticios, haciendo ejercicio y demandando servicios de salud.
La posibilidad de que un individuo demande servicios de salud va a ir determinada por su ingreso, a mayor ingreso mayor probabilidad de que pueda asistir a una consulta. En las comunidades marginadas de nuestro país existe un alto índice de mortandad infantil, lo que impacta al crecimiento económico, es tarea del gobierno en todos sus niveles proveer a la población de servicios de salud, ejemplos de algunos programas que ha implementado el gobierno es el ya muy conocido programa "Oportunidades" y el "Seguro Popular".
En estadísticas del INEGI, en el año 2000, 40.1% de la población tenía acceso a servicios de salud por parte de alguna institución, de estos, el 80.6% recibía servicios por parte del IMSS y 14.7% por parte del ISSSTE. En el año 2005, 46.9% tenían acceso a servicio de salud, pero las personas que reciben servicios por parte de IMSS disminuyó a 66.2% y del ISSSTE a 11.9%, esto quizá se refleje por la entrada del Seguro Popular, parte de la estrategia del gobierno de Fox para que un número mayor de personas tengan acceso a estos servicios. Pero por otra parte puede darse por otros factores como los pésimos servicios proporcionados o por la cantidad de personas que se quedan sin empleo ocasionando que ya no coticen para éstas.
Principales Fuentes del Ingreso Corriente
Fuente: INEGI Resultados ENIGH 2006
En México, el 64.3% de la población, recibe ingresos por un trabajo subordinado, (véase gráfico de arriba), otro 19.2% por ingresos por trabajo independiente, el 12.4% por transferencias, el 4% por renta de la propiedad y el restante 1% de otros ingresos. Lo que nos demuestra es que si la mayoría tiene un trabajo donde recibe un salario, significa que tiene un servicio de salud por parte de la empresa al afiliarse al IMSS, ISSSTE y otros. Si las personas destinan una parte de su ingreso a la salud, es probable que no le alcance para cubrir otras necesidades, en este caso estamos hablando de una falla de mercado, ya que el gobierno no es capaz de dar a su población los servicios de salud a los que tienen derecho.
Fuente: INEGI Resultados ENIGH 2006
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