La integración latinoamericana: una alternativa frente a los apetitos imperiales
Enviado por Danay Boligán Castillo
Resumen.
En el trabajo se aborda, de forma general, el intento fracasado de Estados Unidos de imponer a los pueblos de América Latina su propio modelo de "integración"- más bien absorción y recolonización – a través del ALCA, lo cual intenta ahora mediante los TLC. Asimismo, nos referimos a lo que significaría para nuestros países la imposición del dominio imperialista, con consecuencias nefastas no sólo en lo económico, sino también en lo cultural, lo social, lo ideológico, lo medioambiental, etc.
Ante ello, demostramos que la integración debe ser renovada y despojada del contenido neoliberal y exclusivamente comercial que ha caracterizado a los principales proyectos integracionistas de la región desde sus inicios hasta el presente siglo. Se plantea cuál debe ser el contenido de la nueva integración latinoamericana, lo que se resume en los objetivos y principios cardinales de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).
ABSTRACT.
In the work it is approached, in a general way, the unsuccessful attempt of United States of imposing to the peoples of Latin America their own "integration" model – rather absorption and recolonizing- trough the AFTA, which attempts now by means of the FTA s. Likewise, we do not only refer to what would mean for our countries the imposition of the imperialistic domain, with disastrous consequences not only in the economic ambits, but also in the cultural, the social, the ideological and the environmental ones.
Thus, we demonstrate that the integration should be renovated, and divested of the neo-liberal and exclusively commercial content that has characterized the main integrationist projects of the region, from their beginnings until the present century. It is state which the content of the Latin American new integration should be, what is summarized in the objectives and cardinal principles of the Bolivarian Alternative for the Americas (ALBA).
INTRODUCCIÓN.
En el mundo actual, de crecientes interdependencias de las economías nacionales dentro de los marcos de la Economía Mundial, a la vez que se fortalecen los lazos e intereses de dominación global de los principales centros de poder imperialistas, se acentúan sus contradicciones por ampliar sus influencias respectivas a nivel planetario y su interés particular en reafirmar su dominio regional en la competencia entre ellos. Es precisamente en ese contexto que Estados Unidos busca asegurar el control en su traspatio latinoamericano y caribeño frente a l avance de la Unión Europea y Japón. Esa política se enmarca en la concepción geopolítica estadounidense de hegemonismo mundial, para lo cual debe, ante todo, demostrar y asegurar su dominio hemisférico como aval para imponerse al resto del mundo.
Es en este marco que nace su proyecto de dominio continental conocido por ALCA, que no es nuevo, sino más bien constituye una reformulación, según las exigencias del momento actual, de su viejo panamericanismo y su Doctrina Monroe, en su tiempo analizada y criticada por nuestros próceres como Bolívar y José Martí.
El ALCA es parte esencial del neopanamericanismo de Estados Unidos, como propuesta de integración continental de todos los sistemas o procesos regionales o subregionales de integración existentes con un sistema regional hegemónico mayor bajo el dominio del imperialismo norteamericano; no se trata de un proyecto similar a la Unión Europea, sino de someter las economías más atrasadas de América Latina y el Caribe a las nuevas necesidades del imperialismo estadounidense en el mundo globalizado en que existe la tendencia entre los países desarrollados a formar bloques económicos con sus vecinos
DESARROLLO.
Con el ALCA Estados Unidos deseaba articular las economías de América latina y el Caribe a su poderosa economía por medio de acuerdos bilaterales y asimétricos, limitados solo al libre movimiento de capital, mercancías y servicios. Constituía un proyecto diabólico bajo la égida neoliberal, puesto que se plantea libre comercio entre la economía más poderosa del planeta, altamente competitiva, con economías subdesarrolladas, endeudadas, dispersas, sin integración interna, con un PIB diez (10) veces inferior al de Estados Unidos, por ello, entre otras razones, el ALCA no era una política de integración sino de anexión de países de economías débiles, de escasa competitividad tecnológica, sin condiciones reales para competir de forma equilibrada con el gigante norteño. Es, al decir del Dr. Osvaldo Martínez ".la integración entre el tiburón y las sardinas", que irían a parar a su estómago.
Con su aplicación Estados Unidos jamás pensó en una política de ayuda a los países menos desarrollados, ( por supuesto que dentro de los marcos de las desigualdades de las relaciones de producción capitalistas) antes de promover su integración. Esa actitud tiene que ver con los dos grandes objetivos que deseaba lograr con ese proyecto, a saber:
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