El Capitán Alonso Bernárdez, al ver a los indígenas luchando por su libertad y por la defensa de sus tierras, y observando el agigantamiento del Dopootorü Guaicaipuro y de los demás jefes Taramaquas o Tarmas en noviembre de 1.563, señaló lo siguiente: "… La tierra de (Venezuela) tiene necesidad de cabeza que la gobierne, a causa de que los indios van cobrando grandes alas…".
El 24 de diciembre del 2.014, una vez sepultado mi hijo Leiditz Ilich Morales Kienzler en el Cementerio del pueblo de Tarmas, quien fue mandado a matar por unos sicarios contratados por su jefe en Pasaje Estudiantil en FONTUR–Vargas, el 23 de diciembre de ese mismo mes y año, y en donde hubo involucrados que son nativos de nuestro propio pueblo, quienes llevaron a efecto tan horrendo crimen en la vía que va desde La Curva de La Pantaleta a Las Tunitas en la Parroquia Carayaca del Edo. Vargas, siendo interceptado cuando conducía su vehículo por unos extraños motorizados que acabaron con su vida, la cual era promisoria, ya que partió a las excelsas moradas a la edad de 34 años y dejando dos niños y una niña huérfana, con 15 años de servicio en esa institución del Estado venezolano.
A él quiero dedicarle este trabajo histórico en donde participamos solamente sus familiares y por ser descendiente de los antiguos Taramaquas o Tarmas, de los Colonos de la Colonia Tovar, de canarios y vascos que llegaron a nuestras tierras en el centro del país, y de los africanos que llegaron con mi recordado abuelo don Manuel Morales ( zambo Adelo Rafael Morales) y mi madre María Hilaria González (Morales) al pueblo de Tarmas en 1.947, de orígenes surafricanos y que se aposentaron en el sitio de Tunapuna en la Isla de Trinidad y luego en oleada migratoria arribaron al pueblo de Guiria de la costa, y finalmente a la Hacienda Casupo González, entre las inmediaciones de los pueblos de Santa Lucía y Santa Teresa del Tuy en el Edo. Miranda.
Leiditz Ilich Morales Kienzler (*1.980 – +2.014)
La familia Morales-Kienzler esperamos que sus asesinos sean aprehendidos y no de estar protegidos por algunos soberanos escudados dentro de las instituciones del Estado venezolano, ya que hasta el presente aun no sabemos cómo van las investigaciones llevadas a cabo por el CICPC y los demás cuerpos de seguridad de la región varguista. Ha llegado la hora de comenzar a describir los momentos más resaltantes de la tarmeñidad aborigen en nuestro amplio espacio geográfico y marítimo a orillas del Mar Caribe.
Primeramente interviene mi nietecita Yolenny Morales-Kienzler y le hace la siguiente pregunta a su abuelo León Manuel Morales: ¿Cuales son los orígenes de nuestros antepasados Los Tarmas, abuelo León?
En ese proceso histórico se determinó que la Gran Civilización Kari´ña Tupic Guaraní (KATUGUA) de Señores y Señoríos de la Gran Confederación de Los Taramaquas, Taramas, Taramaynas o Tarmas fue producto de las fusiones de las familias arahuacas, tamanacos y caribes que invadieron al país en la tercera y cuarta migraciones de pobladores originarios provenientes desde la región de los Tupic-Guaraní en el Paraguay, y que en su milenario recorrido se establecieron en estas tierras. En un proceso migratorio que pasó por la región amazónica hasta alcanzar las vertientes del Orinoco, los llanos y las costas y serranías venezolanas. Históricamente debemos decir que el pueblo de Tarmas tuvo sus orígenes en los tiempos en que en estas tierras estaba asentada la Gran Confederación de los Taramaquas o Taramas, 500 años antes de la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI; quienes con el correr del tiempo fueron conocidos como "Los Tarmas".
Abuelo León, que yo sepa, mi madre Yonerlin Roquelina Morales Kienzler me ha dicho que ella apenas recuerda a nuestro tatarabuelo José Félix Tortoza Castillo, ya que ella tenía dos años de edad cuando murió con cien años a cuestas en ese mismo cuarto en donde duerme mi tía abuela Auristela Kienzler Bello en 1.986.
José Félix Tortoza Castillo (*1.886 – +1.986)
¿Qué le contó a usted mi tatarabuelo José Félix Tortoza Castillo sobre los orígenes tarmeños y cómo es que él descendía de los antiguos Tarmas, y como fue su muerte, abuelo León?
El señor José Félix Tortoza Castillo fue el último bisnieto vivo que tuvo el Cacique Hilario de La Caridad Tortoza en el pueblo de Nuestra Señora de La Caridad de Tarmas. Él nació en el sitio de Cangonga en La Fila de Jesús entre la Hacienda "Curiana" y La Macanilla en 1.886, cuando gobernaba a Venezuela el General en Jefe Dr. Antonio Guzmán Blanco, conocido como "Saludante" o "Manganzoncito".
Él decía que el Gral. Guzmán Blanco en ese mismo año dio a conocer a una figura enigmática en la historia venezolana, como lo fue el General en Jefe Joaquín Crespo Torres, a quien llamó "El Héroe del deber Cumplido", quien fue tan ladrón, que en el primer año del bienio de su primer gobierno 1.888-1.890, se robó 100 millones de bolívares de la época.
José Félix Tortoza Castillo nos narró en la casa de su hija Jovita Bello, casada con tu bisabuelo Bruno Antonio Kienzler Tortoza, que el Gral. Crespo era un hombre fuerte de contextura, pero muy confiado en sí mismo; y lo "del deber cumplido" fue un escrito que él le hizo al Gral. Guzmán Blanco, en donde le decía: " el deber cumplido ".
Ese hombre fue conocido por el pueblo como "El Hombre del deber Mal Cumplido", como recuerdo de esa era, el señor José Félix tenía una daga llamada "La Crespina", que usaban los soldados en esos tiempos del Liberalismo Amarillo y que ahora está en poder de tu tío abuelo Leonel Kienzler Bello.
José Félix Tortoza Castillo fue el personaje tarmeño que sin saber leer ni escribir, y haber sido toda su vida labrador y arriero de bestias por esos viejos y ancestrales camino a Carayaca, Los Teques, La Victoria, Maiquetía y Caracas, dio grandes aportes sobre los orígenes y la vida societaria de los antiguos TARMAS en estas tierras, como de su cultura, costumbres y tradiciones a partir del año 1.980.
El era hijo del tarmeño Narciso del Carmen Tortoza Saniel con Raymunda Castillo y nieto de José María Tortoza Ochoa con María Leona Saniel, y bisnieto del Cacique Hilario de La Caridad Tortoza Rodríguez con Juana Pascuala Ochoa Izquierdo, y tataranieto del indio tributario Gregorio Antonio Tortoza Carrasquel y la parda libre María de Jesús Rodríguez, hijo del indio tributario Juan Antonio Tortoza con Rosa Juliana Carrasquel. Eso nos indica que tu bisabuela Jovita Bello de Kienzler es familia directa de tu bisabuelo Bruno Kienzler Tortoza, ya que su bisabuelo Balbino Antonio Tortoza-Tortoza era sobrino del Cacique Hilario Tortoza.
José Félix Tortoza Castillo es quizás uno de los tarmeños más importantes nacidos en el siglo XIX y muerto casi a finales del siglo XX. Yo recuerdo que él siendo devoto de Nuestra Señora de La Candelaria de Tarmas y viendo que tenía varios días en agonía de muerte, en esas cruciales horas y minutos solicitó estando desnudo de cuerpo, que lo colocaran en el piso de dicho cuarto en la casa de su hija Jovita.
Roquelina Kienzler Bello de Morales en 1.980
Casa de la señora Jovita Bello de Kienzler y la última ventana del cuarto
en donde murió el indígena tarmeño José Félix Tortoza Castillo en 1.986.
Inmediatamente y por azahar del destino, sin ayuda de nadie se levantó de la cama y se acostó en el piso, luego se acercó el soplo de la muerte y yo tomé en mis brazos a tu madre Yonerlin Roquelina Morales Kienzler y le dije estas palabras: " Hija, vea morir al último de los descendientes de los antiguos Tarmas, al venerable anciano e indígena tarmeño JOSÉ FÉLIX TORTOZA CASTILLO ".
Muriendo con su dentadura completa y dejando una memoria muy completa y acabada sobre historia tar5meña de todos los tiempos y de esa manera hizo su transición a los albores de la Eternidad, como sombra viajera el último bisnieto del Cacique Hilario de La Caridad Tortoza Rodríguez. El ceremonial fúnebre estuvo a cargo del sacerdote francés Enrique Gallot Serín (FMI), párroco de nuestra iglesia. El señor José Félix Tortoza Castillo fue uno de los artífices en el rescate de la Danza de Los Diablos Danzantes de Tarmas en 1.980, y que ya llevan más de tres décadas danzando en tiempos de Corpus Cristhi ante el Santísimo Sacramento del Altar en mi pueblo natal, TARMAS, mi tierra querida, en donde le tenemos que dar un gran reconocimiento a mis compañeros de investigaciones maestro Alexi José Rojas Guerra, Culturólogo y Babalao Víctor González, y al artista plástico Luis Brea.
Yolernin Morales-Kienzler
Yolernin Morales-Kienzler, yo quiero decirte que tu tatarabuelo José Félix Tortoza Castillo fue quien primeramente nos dio a conocer la presencia de la Virgen de La Candelaria durante su aparición en tiempos de la colonia en el sitio de Anarigua o de Anare que fue propiedad de uno de sus parientes llamado Lope Tortoza, abuelo de la señora que fue dueña de la casa en donde yo nací en este pueblo en 1.950 y que aún se conserva en la subida de El Calvario, al lado de la casa de la señora Quintina Ladera, esposa del difunto "Pillao" y hermana de Cuyito Ladera y naturales de la desaparecida Hacienda "La Florida" en 1.958 con El Plan de Emergencia dictado por el Vicealmirante Wolfang Larrazábal Ugueto, a raíz del derrocamiento del gobierno del Gral. Marcos Evangelista Pérez Jiménez.
¿Hábleme de los orígenes de los Taramaquas (Taramas) o del pueblo de Tarmas, abuelo León Manuel?
Para ubicar los orígenes del actual pueblo de Nuestra Señora de La Candelaria de Tarmas y la de sus pobladores en la Parroquia Carayaca del Edo. Vargas en la República Bolivariana de Venezuela, es necesario remontarnos a las etapas históricas en donde se fue conformando la especie humana en este inmenso continente que desde los tiempos de la conquista española en el siglo XVI fue llamado América, quedando atrás el nombre original que los antiguos Aymaras y Quechuas que conformaron el mundo Incásico desde remotos tiempos, le habían dado antes de que esas huestes asesinas y genocidas hispánicas, inglesas, galas, lusitanas; quienes cristiana y muy católicamente cambiaron su glorioso nombre de Abya-Yala, por el nombre de un cartógrafo florentino llamado Américo Vespucio, para poder implementar sus formas de dominación a través de la Espada y de la Cruz a partir de la llegada del Almirante Cristóbal Colón en 1.494 a las Antillas de nuestro Mar Caribe y en sus incursiones con los capitanes y adelantados de Alonso de Ojeda (1.499) y Pedro Alonso Niño (1.500) en tierra firme de NUESTRA AMÉRICA SIEMPRE REBELDE, siendo el historiador y francmasón Dr. Manuel Vicente Magallanes y el Teniente de Navío Francisco Alejandro Vargas Ders (Cronista Vitalicio de la Marina de Guerra) quienes denodadamente defendieron la verdad histórica del lugar en donde se dieron ambos combates navales, ya que los mismos se suscitaron por los lados del Señorío de la Gran Confederación de Los Taramaquas o Taramas (TARMAS-TARAMAYNAS) al oeste de las tierras de MARE o del Cabo de Juan Blanco (Joao Branco) y que hoy conocemos como el pueblo de San Miguel de Chichiriviche en tierras del Gran Señorío de KARAI-ACÁ (Caraca-Llaca o Carayaca), dentro de los dominios de la Gran Civilización KATUGUA (Kari´ña-Tupic-Guaraní).
Los facinerosos de Alonso de Ojeda y Pedro Alonso Niño fueron derrotados por el Señor del Valle de Maya y Gran Doopotoru Charayma, quienes provenientes desde la lejana España de los Reyes Católicos don Fernando de Aragón e Isabel de Castilla y Portugal, quienes con sus políticas de despojos exterminaron a los aborígenes autóctonos de las Islas Canarias, quienes fueron conocidos como los Guanches, siempre bajo los señalamientos de que eran seres ateos e irreverentes hacia el Dios exterminador de pueblos bajo los estandartes reales de la España imperial dueña del mundo conocido en esos tiempos.
Pueblo de Chichiriviche de la costa, año 2.005
Esos mismos monarcas españoles expulsaron a moros y judíos sefardíes de toda la Península Ibérica, bajo el único y despiadado fin de despojarles de sus bienes inmuebles, riquezas y dineros obtenidos dentro del mercantilismo conocido en esos días, para ellos desmedidamente poder cubrir los costos que generaron los mal llamados viajes de descubrimiento geográfico. Se puede decir que la dominación de todo el Archipiélago Canario les sirvió de portaaviones para lanzarse hacia las aguas turbias y calientes que nacían en el Golfo de Guinea en el corazón del África milenaria, siendo de esa manera como nuestro imbatible guerrero de guerreros conocido como CHARAIMA, les propinó las dos primeras derrotas que los hispánicos conocieron en tierra firme de nuestra América, que fue antes de que nos cambiaran el nombre de nuestra territorialidad de Cur-Ha-Ná (Curi-Ha-Ná-Curiana-Coro) por Veneziola o Venezuela, perdiendo en la primera incursión las fuerzas españolas en 1.499, donde un soldado invasor resultó muerto y 20 salieron heridos en el primer Combate Naval de Chichiriviche de la Costa, denominando para la posteridad a ese señorío tarmeño como el "El Puerto Viejo de El Flechado", donde no pudieron abastecerse ni de agua y mucho menos de alimentos, y víveres; y aquellos ancestrales padres y madres de nuestra siempre querida tierra tarmeña, osaron con su arrojo e ímpetu temerario y bravío de expulsar a esos bastardos y miserables criminales de nuestra vastas costas y montañas, por casi 55 años, bajo los gritos victoriosos de: ¡Wazabara Naná Wayra! ¡En la Lucha Venceremos!
¡Naná Kari"ña Roote! ¡Solo Nosotros Somos Gente!
¿Háblenos un poquito más sobre ese navegante español llamado Alonso de Ojeda en ese viaje que hizo a nuestras tierras ubicadas en las costas del mar debajo de San Miguel de Chichiriviche en 1.499, abuelo León Manuel?
El muérgano Capitán Alonso de Ojeda no se lanzó esa aventura por capricho del Espíritu Santo, ese gran carajo para venir a echar vaina en estas tierras fue autorizado por los haraganes Reyes Católicos de Castilla, Aragón y León en 1.499. Nieta, tenemos que recordar que ese bandido de Ojeda le echó una gran vaina a Colón en el primer viaje que hizo a este continente en 1.492, ya que Ojeda se rebeló en contra de su Almirante y con una nave le picó adelante y llegó a España primero que su jefe.
Para lanzarse una aventura de regreso solo y sin conocer las rutas de navegación, nos indica que esos ladrones marinos habían surcado estos mares en épocas anteriores. Alonso de Ojeda se lanzó a una nueva aventura pero traía a dos afamados cartógrafos entre sus tripulantes, nada más y nada menos que al judío sefardí y vizcaíno don Juan de La Cosa y al francmasón florentino Américo Vespuccio. Ellos zarparon desde el puerto de Cádiz con cuatro navíos a su mando y se dieron a la mar, con la suerte de que encontraron muy buen tiempo en sus velas desplegadas, dejándose arrastrar por las corrientes del Golfo de Guinea, arribaron en menos de un mes al Golfo de los Pariagotos o Paria, fondeando sus naos en el Rio Guarapiche, en donde hicieron un reconocimiento en tierra firme. Con ese carajo es que en España se comienza hablar del Esequibo, que es en donde nace la patria venezolana, ya que el sol sale por el oriente. Así fue como ese mal parido español llegó a Venezuela y por ende a nuestras costas tarmeñas.
¿Y qué nos puede decir de ese otro navegante llamado Pedro Alonso Niño, quien también estuvo en estas tierras y costas tarmeñas en 1.500, abuelo?
El Capitán Pedro Alonso Niño vino también con Colón en su primer viaje a lo que hoy llamamos América. Él conocía las rutas, ya que había navegado anteriormente con Colón por estos mares, este miserable de poca monta se atrevió a lanzarse una aventura al mar abierto y que desde muchos años conocemos como el Océano Atlántico y en especial en el Mare Nostrum que es el Caribe. Entre sus adelantados trajo al Capitán Cristóbal Guerra, quienes zarparon del Puerto de Saltes en una carabela con treinta y tres marinos a su mando en el año 1.50.
La ruta que siguieron en su derrotero fue casi idéntica a la de Alonso de Ojeda en 1.499, arribando a la región de los Pariagotos en el naciente u oriente de Venezuela, y así fue como se fueron acercando a las tierras de Curiana en Chichiriviche de la costa, al oeste del Cabo de MARE o Joao Branco (Juan Blanco), en donde hubo un poblado muy grande de Los Taramaquas, cuyo Jefe de Jefes fue el valiente CHARAIMA, en donde sus naturales tenían marcados orígenes guaiqueries, iguales a los de la Isla de Paraguachoa o Margarita.
Allí los Tarmas le dieron hasta en la madre a esos grandes carajos españoles, quienes se habían apoderado de un gran acopio de perlas bajo engaños, usuras y trácalas de malas calañas; cuando trataron de aprovisionarse fueron atacados con gran arrechera y furia por nuestra gente y en especial tus ancestros Yolenny, quienes mataron a un tipo de esos y dejaron heridos como a unos veinte bichos españoles, quienes más rápido de lo que canta un gallo levantaron las velas de su nave y arrancaron hacia el occidente de esta amplia geografía nacional, hasta llegar al Lago de Coquivacoa en tierras del jefe MARA. Finalmente se supo que el degenerado de Pedro Alonso Niño con sus botines mal habidos zarpó el 13 de febrero del año 1.500 a España.
¿Por qué se dice que el Almirante Cristóbal Colón conoció esas rutas a través de un extraño Piloto Desconocido en estos mares y quien fue ese personaje, abuelo?
Ese piloto desconocido fue el Capitán Alonso Sánchez de Huelva, quien probablemente fue el único naufrago que sobrevivió a un hundimiento del buque en donde era uno de sus tripulantes y esa vaina acaeció antes de que el Almirante Cristóbal Colón viniera por estos lares. Los investigadores dicen que ese personaje murió en la casa de Cristóbal Colón en Porto Santo en Portugal, ya que él estuvo al servicio del Rey de Portugal en esos tiempos, debido a que su esposa era portuguesa y pertenecía a la familia Perestrello.
Capitán Alonso Sánchez de Huelva
Inclusive hay quienes sostienen que cuando Alonso Sánchez de Huelva iba con rumbo a España proveniente de la Isla de Paraguachoa o Margarita en 1.484, se encontraron que Cristóbal Colón venía en unos de sus viajes a las islas de Madeira, Azores y Canarias, y estando al servicio de la corona portuguesa. Inclusive hay quienes manifestaron que hubo un impase entre ambos capitanes, ya que Colón le estaba cobrando el diezmo de lo que llevaba Sánchez de Huelva, quien le manifestó a su archirrival "genovés" que él tenía muchos años navegando por estas rutas navieras, y que por eso no le paraba bolas a lo que él le tuviera planteando en esos momentos
Alonso Sánchez de Huelva era un hombre con las bolas bien puestas, ya que se atrevió a cruzar el mar océano en medio de una terrible tormenta y entrar en el Océano Tenebroso (Atlántico) en 1483, en donde encontró unas tierras que les eran desconocidas y que creemos era la tierra venezolana. De ser cierta esa aseveración, eso nos indica que realizó varios viajes y que finalmente se encontró con el ladronzuelo de Cristóbal Colón, sucediéndole lo que tenía que suceder, su inmediata y extraña muerte en 1.484.
Mi padre Francisco Santiago Sánchez Aranguren un día me contó que a él le enseñaron en la vieja Escuela Rafael Rangel en el pueblo de San José de Carayaca en la década de los años treinta del siglo pasado, que siendo él nieto del pescador canario Julián Sánchez, un día su abuelo le narró en una de sus casas en el sitio de Mare en El Brillante de Maiquetía, que el Capitán Alonso Sánchez de Huelva con su nave bien mermada por los fenómenos que produce el mar en los tiempos de tormentas y tempestades, arribó a la aldea de San Sebastián en la Isla de La Gomera, entre los silbidos de su población guanche; con solo seis tripulantes, entre ellos estuvieron Pedro Fernández, Juan Bermúdez, Pedro Francés, Franco Niño y Juan de Umbría. Don Diego García fue quien les dio cobijo y se lo presentó al Almirante Colón.
Allí fue en donde Colón se apropió de las cartas de navegación, bitácora y de los implementos de navegación que había a bordo de la nao de Alonso Sánchez de Huelva. El mal nacido de Cristóbal Colón quedó en hacerle entrega de los enseres de Sánchez de Huelva a su familia, una vez que arribara a la Península Ibérica, cosa que nuca jamás realizó. La historia tiene que ser nuevamente redimensionada, porque es casi probable que el Capitán Alonso Sánchez de Huelva sea uno de nuestros antepasados, porque sangre de marinos tenemos a sobra.
¿Por qué se habla de una civilización llamada Chchiribichense en toda la costa caribeña venezolana desde las islas de Aruba. Bonaire y Curazao hasta la Boca de Dragón o Serpiente en el delta del Orinoco, abuelo León Manuel?
Muy buena tú pregunta Yolenny, te diré que las islas de Aruba, Bonaire y Curazao fueron conocidas como las Islas de Los Gigantes, debido a la contextura y alturas de sus habitantes, quienes eran de orígenes arawacos y por ende TAINOS. Siendo esos los mismos aborígenes que poblaron las islas de Cuba (Juana), Borinquén (Puerto Rico) y Quisqueya (Santo Domingo), en donde fueron exterminados a partir de 1.492. La verdad es que el mismísimo Almirante Cristóbal Colón, quien de paso era judío sefardí, es quien da a conocer la tierra de los Chichiribichenses, ya que hay versados en la materia quienes alegan que él hizo un viaje desconocido en 1.496 y del cual hay muy poca información al respecto.
Luego intervino mi nietecito Rafael Figuera Morales, realizándome la siguiente pregunta: ¿Que significan esos nombres indígenas que usted le ha nombrado a mi prima Yolenny, abuelo León?
Si revisamos los siguientes toponímicos dentro de las lenguas de la Civilización KATUGUA, nos encontramos con lo siguiente:
Vocablo | Significado | Familia | |||||
Karai-Aká | Karai= Padre Creador de todas las cosas. Aká= Sede. Sede de Señorío | Arawaco. | |||||
Taramaquas | Tarama= Guerrero, Qua= Sitio. Sitios de Guerreros | Kari"ña. | |||||
Mare | Mare= Lugar o sitio. | Arawaco. | |||||
Chichiriviche | "Aquí si se puede vivir". | Arawaco. | |||||
Cur-Ha-Ná o Curiana | "Lugar cercano a tierra rica en perlas". | Arawaco. |
Pero para poder entender nuestros propios orígenes es necesario remontarnos a la antigüedad de los grabados o petroglifos que aún perduran y se encuentran conservados en las tierras de las antiguas hacienda coloniales de El Limoncito, La Macanilla, El Mamón (en las cercanías del pueblo de Tarmas), El Guire en la Parroquia Carayaca, como en otras regiones del litoral central varguista, aragüeño y mirandino. Todas esas escrituras rupestres nos reflejan las rutas migratorias de nuestros primeros padres por todo el Continente Americano y en especial por nuestra amplia geografía nacional; y en relación al caso de Carayaca, los grabados según las investigaciones realizadas en esas zonas por el artista plástico trujillano Jesús Mujica por casi 20 años, nos señaló que los mismos nos indican rutas migratorias, ya que allí podemos observar a algunas constelaciones que nos indican que pudieron venir desde el Cono Sur de nuestra América, y que en el caso nuestro usaron el Mar Caribe para llegar a estos espacios geográficos que habitaron por milenios, en donde visualizamos la presencia de algunos anímales que ya han desaparecido de nuestra zona.
Leander Figuera Morales
Luego apareció en el escenario mi nieto Leander Figuera Morales y me preguntó: ¿Hay piedras grabadas de los indios Tarmas en estas tierras, abuelo León?
Claro Leander, el señor Sebastián Kienzler Tortoza quien era tío de tu abuela Roquelina Kienzler Bello tenía entre sus documentos antiguos uno en donde en sacerdote Agustino Recoleto Manuel Acereda Lalinde hacía referencia a las famosas Piedras Labradas de Cuauro, cuando fue sacerdote a finales del siglo XIX en nuestro pueblo y más cuando adquirió esas tierras en nombre de la iglesia y de manera mal habida, que con el correr del siglo fueron vendidas fraudulentamente por Monseñor Francisco de Guruceaga Iturriza (2° Obispo de La Guaira) al Centro Simón Bolívar en Caracas en 1.976. Esos petroglifos fueron tapados por una familia que fueron dueños de las tierras de Buenavista, al otro lado de la Quebrada de Cuauro. En realidad la familia Pedrón siempre se creyeron dueños de esas localidades en donde anduvo el gran guerrero tarmeño Cuauro, cuya imagen se conserva en uno de esos grabados. Ellos dificultaban el acceso a esas tierras, ya que se autoproclamaron dueños de las tierras de la Hacienda "El Mamón", sin poner nunca en juego sus posesiones en relación a los despojos que se hicieron en nombre de la iglesia tarmeña en esos lejanos años de nuestra historia civil y eclesiástica.
Después su hermanito Rafael Figuera Morales me efectuó la siguiente pregunta: ¿En dónde se encuentran esos petroglifos y que crearon ustedes para poder construir la historia indígena del pueblo de Tarmas, abuelo León?
Los orígenes de la memoria histórica y la tradición oral del milenario pueblo de Tarmas están registrados en los petroglifos o piedras grabadas en donde nuestros pobladores originarios con sus férreas y ancestrales manos burilaron los hechos de su vida cotidiana como a su mundo cosmogónico, los cuales están bien registrados en los sectores carayaqueros de El Güire, La Macanilla, El Los Yánez, Plan de la Ansermera, La Lamendera, Camaticaral, Los Callejones, Fila de los Indios, Limón, El Limoncito, Caguita (Puerto Cruz), Plan de Ringui-ringui (Tirima), y Cuaro (Buenavista) y en otros lugares del Edo. Vargas, como en Carmen de Uria (Naiguatá).
Los registros y sistematizaciones que nuestros padres y madres ancestrales lograron en aquellos imborrables días de nuestra génesis nos dieron a entender en sus andares por estas tierras que en ellos no existían las leyendas y muchos menos los mitos; porque aceptar esos términos, sería negar la cotidianidad en su contexto civilizatorio, y de hecho su propio proceso cultural. Ciertamente en las piedras místicas están preservados los días que dieron comienzo a nuestro proceso civilizatorio en estas tierras de Nuestra América Siempre Rebelde, siendo el testimonio más reconocible de nuestra existencia, como pueblos que aún luchamos por nuestra libertad en pro de la justicia y la redención social, desde que los días y las noches se contaban como soles y lunas.
Rafael Figuera Morales
Conformar un grupo de personas para reconstruir nuestra historia no fue nada fácil, ya que yo nací en el pueblo de Tarmas en 1.950, pero me crié entre Pariata en Maiquetía y en Catia de La Mar, y mi juventud la viví en Piedra Azul en El Rincón de la misma Maiquetía. Mi primera etapa de adulto fue lo que me llevó a conocer a mi difunta madre María Hilaria Morales, una vez muerta mi abuela materna Carmen González en 1.965, quien fue sepultada en el Cementerio Municipal de La Guaira en julio de ese mismo año. A raíz de eso comencé a visitar a mi pueblo natal y después que hice servicio militar en San Juan de Los Morros dentro del Pelotón de Transmisiones en el Comando de la Primera División de Caballería (CODICAB 1) entre 1.969 y 1.970, al mando del General de Brigada (Ej.) Rafael Augusto Auge Guillén y el Coronel (Ej.) Víctor Manuel Molina Vargas.
Claro está, nosotros fuimos captando a los jóvenes estudiantes de primaria de la Escuela Básica Nacional Tarma en 1.980 y eso fue a causa de que dejé mi vida de atorrante dentro de los navíos de la marina mercante venezolana y contraje matrimonio con tú abuela Roquelina Kienzler Bello en enero de ese año. Así fue como nació Prohita, el Periódico Estudiantil "El Tarmeño", La Junta del Rescate Cultural y Ecológico de Carayaca (Jurceca), el Movimiento Ambientalista de Carayaca (Maca), el Equipo Local de Investigaciones Históricas "Carapaica" y el Equipo de Sistematización "Urimare" en Carayaca.
Desde las tierras andinas de Táriba, yo tengo que hacerles un cálido homenaje a quienes trabajaron conmigo en la fundación del Grupo de Protección de Historia Tarmense (PROHITA) en el pueblo de TARMAS en 1.980.
Nombres y apellidos | Nativo | Profesión | Observación | |||||
Alexi José Rojas Guerra | La Guaira | Maestro de Escuela | Escuela Básica Nacional "Tarma". | |||||
León Manuel Morales | Tarmas | Operador en Plantas Térmicas | Electricidad de Caracas. | |||||
Víctor González | Maiquetía | Culturólogo | Taller "Casa de los Pintores de Tarmas". | |||||
Ángel Pedrón León | Tarmas | Estudiante | Escuela Básica Nacional "Tarma". | |||||
Luis Fernando Lozano | Tarmas | Estudiante | Escuela Básica Nacional "Tarma". |
Los petroglifos encierran aquellas palabras que citó don Arístides Rojas sobre los escritos del historiador Brinton: " son los mudos y elocuentes epitafios de las pasadas generaciones ". (p.26), Arte Rupestre del Municipio Vargas, Alexi Rojas, Luis (Laffer) Tihanyi.
Ya que en sus grabados hay múltiples y diversos registros de sus saberes, los cuales son eternos e imperecederos como a bien lo manifestara nuestro primer padre, AMALIWAK o AMALIVACA, el creador de los Tamanacos por allá en la Guayana de Canaima, el "Dios de las Tempestades y los Truenos" o "Demonio de los Tepuys", cuando dijo estas palabras:
" Pero el huracán ni las lluvias cayendo sobre la montaña han logrado borrar los signos de la roca pintada que Amavalicá, Padre de las Gentes, grabó como señal de su paso por la tierra en la edad de las aguas ".
Amaliwak o Amalivaca fue un respetable anciano muy sabio quién nos legara sus palabras sobre la creación de nuestra propia existencia en la tierra mágica de Guayana, dándonos origen y genealogía, ya que él fue el Noé de nuestras civilizaciones en este mundo Indoamericano. Él es el artífice de la Gran Serpiente Generadora y que dichos relatos e historias están aún preservados en todas las comunidades aborígenes de nuestra patria y de la América en general.
Los tambores de Amalivaca quedaron petrificados entre las montañas que están en la Guayana milenaria y que los escritores don Alejo Carpentier en su obra literaria "Cuentos completos" y don Rómulo Gallegos en "Canaima" reflejan ese mundo cosmogónico de nuestros primeros padres Bochi y Amalivaca quienes siempre tuvieron presente al Gran Hacedor de todas las Cosas, El Gran KARAI. Sin embargo, hay varios arqueólogos suramericanos que mantienen en sus excavaciones e investigaciones que los petroglifos en toda Nuestra América son sitios de retornos originarios, dentro de lo que es el Arte Rupestre de nuestros padres y madres más remotos en esta inmensidad de tierra, desde el Polo Norte (Ártico) al Polo Sur (Antártico), en donde se reflejan historias y costumbres milenarias, que no es otra cosa que indicar la vuelta al espacio de partida o al mismo lugar en épocas determinas dentro del proceso migratorio y que nos dan pistas claras del tiempo recorrido y que para aquellos hombres y mujeres del pasado fueron o significaron sitios significativos en sus procesos culturales, y que siempre fue parte de su memoria popular colectiva y una forma de comunicarse con las nuevas generaciones del eterno presente, que para mucho es el futuro.
Las historias ancestrales nos refieren que AMALIWAK le quiso dar vida eterna a su gente o pueblo; y en los momentos en que se retiraba de sus dominios le dijo a su gente estas palabras: MOPICACHETPE MAPICATECHI = "Mudaran Únicamente la Piel". Siendo este un símbolo de resurrección constante, en donde la muerte no existiría sino la eternidad.
Petroglifos, Bochi y Amalivaca
Los creadores del mundo cosmogónico de los Tamanacos
Pero hay quienes dicen que una anciana dudando de sus palabras exclamó la siguiente expresión: "Oh! Y fue cuando AMALIWAK les dijo estas palabras: MATTAGEPTECHI = "Morirán".
Sin embargo, el Almirante Cristóbal Colón lo describe de esta manera en su bitácora naturales muy hermosas ". (p.21), Arte Rupestre del Municipio Vargas, Alexi Rojas, Luis (Laffer) Tihanyi.
De esa misma estirpe de viejos guerreros y combatientes originarios por la libertad y en defensa de nuestras tierras provino el gran jefe Carapaica. Cabe decir, que el fraile don Bartolomeus de Las Casas, sobre los petroglifos visto por él en estas tierras meridionales, dijo lo siguiente: "( ) muy amadores de su historia que escriben en grandes piedras de granito ( )".
Petroglifos de El Limoncito en Carayaca
Simultáneamente mi nieta Yolenny Morales-Kienzler me preguntó: ¿Coméntenos algo sobre la participación de nuestras familias en los hechos históricos que se han dado en Carayaca, abuelo León Manuel?
Esos conocimientos en formas de códigos y símbolos fueron heredados de nuestros anuános padres, desde los tiempos más remotos de nuestra propia existencia, cuando en aquellos ancestrales días en que nuestros primeros pobladores ocuparon todas estas tierras que hoy conforman el actual litoral central; cuya máxima expresión fue el desarrollo político, social, cultural y económico que tuvo la Gran Confederación de los Taramaquas (Taramas o Tarmas) con su último Jefe de Jefes Hilario de La Caridad Tortoza Rodríguez, artífice de las luchas de los Comuneros Indígenas de Tarmas (1.837-1.841) y doña Cayetana Barrios de Oropeza en primeras nupcias y de Gil en segundas nupcias y lideresa de los Comuneros Blancos de Petáquire (1.842), y del coloniero germánico en El Palmar del Tuy o Colonia Tovar (1.843); quienes fueron quienes tuvieron la m{as grande visión de los que fue las Guerras Campesinas desde 1.840 y la Guerra Federal entre los años 1.858 y 1.860, con el Generalísimo Ezequiel Zamora Correa, el Alma Viviente de la Federación venezolana.
A continuación intervino mi hija Yonerlin Roquelina Morales Kienzler y procedió a preguntar lo siguiente: ¿Cuáles fueron los aspectos principales de Los Tarmas dentro de la Civilización KATUGUA, papá?
Los Taramaquas o Tarmas fundamentaron su sociedad Arawaco–Caribe dentro de la Civilización KATUGUA en base a lo siguiente:
La colectivización de los medios de producción.
La distribución equitativa de las riquezas.
La eliminación de las clases sociales.
Y el reparto equitativo y por parte iguales de las tierras.
¿Cuál es el verdadero significado de la palabra TARMA, papá?
Según el difunto afro-indígena tarmeño NICANOR LEÓN MAYORA, esposo de tu difunta tía abuela materna Cayaya Bello y natural de la Hacienda "La Florida", quien llegó muy niño al sitio de "El Mulato" en las cercanías del pueblo de Tarmas y la Hacienda "Tarma Abajo" que en esos tiempos fue propiedad del hacendado de Mare en tierras del Aeropuerto de Maiquetía y cuyo nombre fue Valentín Candelario González Pérez, la palabra Tarma obedece al significado de un arma de combate parecida a una lanza o guaica pequeña, que con el correr del tiempo se convirtió en un "machete tarama de plata", que fue muy usado por los coroneles del ejército hasta la gran parada militar que se hizo en el centenario de la Batalla de Carabobo en 1.921, dejándose de implementar en Ejército Nacional; ya que fueron utilizadas comúnmente para el maltrato físico de los soldados en los cuarteles o en los ciudadanos que infringieran la ley en aquellos tiempos.
Yonerlin Roquelina Morales Kienzler
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