- Los sucesos de julio de 1947 en Roswell
- Las repercusiones del incidente Roswell
- Los avistajes aéreos en Monte Rainier
- El testimonio de Arnold en los medios
- Una oleada de apariciones aéreas inexplicadas
Los sucesos de julio de 1947 en Roswell En las cercanías de Roswell, en Corona, estado de Nuevo México, el 3 de julio de 1947 un objeto desconocido explota produciendo extraños escombros en una finca rural propiedad de Mac Brazel, el área es inspeccionada días después por militares de la Base Roswell y mas tarde bloqueada, el Coronel William Blanchard participa a la prensa del hallazgo de un platillo volante; pocas horas después cuando ya la noticia ha trascendido internacionalmente, un desmentido oficial es emitido desde la comandancia de Fort Worth exhibiendo otros restos e identificándolos como pertenecientes a un globo metereológico. Décadas mas tarde el oficial de inteligencia Jesse Marcel, subordinado de Blanchard, revelara la verdad de los hechos. Las noticias sobre el suceso son reproducidas por los principales diarios del mundo.
Entretanto nuevos hechos se suceden bajo secreto militar; horas mas tarde son descubiertos mas restos de la nave y su tripulación, un funcionario federal y varios civiles se convierten en incómodos testigos. Los nuevos escombros y los cadáveres son llevados finalmente al Hospital Militar de Roswell y de ahi mas tarde por avión a la Base de Forth Worth y luego a Dayton, Ohio para ser sometidos a exámenes que eventualmente incluirían sus autopsias. En Roswell durante el depósito transitorio y reconocimiento de los cadáveres otros civiles entre ellos un proveedor de servicios fúnebres y una enfermera de la base han sido involuntarios testigos de los hechos y se verán comprometidos por la inteligencia militar, sus testimonios ganarán estado público nuevamente en 1991. La reconstrucción y divulgación de estos hechos es extraoficialmente impedida bajo distintos tipos de presiones, no obstante trascenderán décadas mas tarde por medio del testimonio de testigos directos y obtendrán una difusión limitada a través de medios de prensa alternativos.
Las repercusiones del incidente Roswell La denominación de 'platillos volantes' reportada por Kenneth Arnold y el desconocimiento del público sobre sus aparentes características favorecen la trivialización del suceso a través de los medios de prensa y despiertan incredulidad. El fenómeno parece extenderse a otras partes del mundo y moviliza al público estadounidense. Se ofrecen recompensas de entre 1.000 y 5.000 dólares a quienes aporten pruebas o capturen un platillo, presentándose distintos ejemplares algunos de ellos de unos pocos centímetros de diámetro y de los mas variados materiales. En Hollywood es reportado ante las autoridades el 'hallazgo' de un pequeño disco con componentes electrónicos encontrado en el jardín de una residencia, el intruso que es investigado por el FBI, ha chocado aparentemente con el techo de la casa a pesar de carecer de aptitudes para volar. La tripulación de un avión cuatrimotor volando al servicio de la Oficina Gubernamental de Conservación de Suelos se jacta de haber triturado con las hélices a un platillo de pequeñas dimensiones y con componentes de plástico que lo perseguía, ensayándose una nueva denominación para describir el fenómeno, la de yo-yo volante, que por supuesto no prosperará. Pocos meses atras las diferencias políticas entre los aliados y los rusos han propiciado un nuevo y tenso escenario en el mundo que se conocerá con el nombre de Guerra Fría. La carrera armamentista ha incrementado el espionaje, en este contexto la prevención de que las apariciones de platos voladores pudiesen ser una nueva arma secreta se reflejan en opiniones tan respetables como la del mismo Orville Wright uno de los pioneros de la aviación. Rusia desmentirá toda vinculación con el episodio a traves de su embajador en Washington. Harry Truman, presidente de los EE.UU. ha preferido atribuirle connotaciones sensacionalistas al suceso. La sistematización de observaciones de objetos voladores de origen desconocido (ovnis) durante las próximas décadas en base a sus velocidades y trayectorias aparentes descartará definitivamente la posibilidad de atribuirles un origen militar. El incidente de Roswell seguirá siendo investigado por las máximas autoridades militares quienes a pesar de contar con información de avistajes de ovnis desde años atras parecen haberse visto inicialmente sorprendidas por el suceso. El enigma para la mayoría continuará, los que han visto y saben, callan.
Jesse Marcel
El día 3 de julio , pocas horas antes de los sucesos de Roswell un avión C-54 del Ejercito de los EE.UU. que ha partido en un vuelo nocturno desde las islas Bermudas con destino a Miami desaparece sobre el océano. La amplia búsqueda que inician horas más tarde unidades militares y guardacostas no arrojará resultados postivos y una semana mas tarde la nave y su tripulación serán dadas por perdidas. Un mes antes otro avión C-54 militar se ha perdido misteriosamente en la zona de Mount Rainier y las autoridades han ofrecido una recompensa de 5,000 dólares a quienes puedan aportar información sobre la nave. Kenneth Arnold quien se ha dedicado a esa búsqueda además de no poder resolver el enigma ha abierto las puertas a otro aún más grande.
Los avistajes aéreos en Monte Rainier Pocos días antes de los sucesos de Roswell, el 24 de junio el piloto civil Kenneth Arnold ha reportado el avistaje en vuelo de varios objetos voladores no identificados en las cercanías del Monte Rainier en el estado de Washington, su testimonio sera corroborado por el avistaje de un fenómeno similar pocos dias mas tarde por parte de la tripulación de un vuelo de United Airlines. Arnold describe la apariencia de los objetos como la de 'platos voladores', la denominación hará historia pero no justicia al tamaño y comportamiento de los mismos que volando inteligentemente en formación responden en apariencia a un objeto líder que supera largamente el tamaño de un avión.
Las observaciones de Kenneth Arnold sobre el Monte Rainier a fines de junio de 1947.
Los sucesos del 24 de junio de 1947 Kenneth Arnold, de 32 años, experimentado piloto civil observa desde su avioneta Callair mientras vuela cerca del monte Rainier en el estado de Washington (EE.UU.) en horas de la tarde del 24 de junio de 1947 el desconcertante fenómeno del vuelo de nueve objetos voladores no identificados desplazándose a unos 10.000 pies de altitud y a una velocidad estimada de más de 1.200 millas por hora. Arnold, que trabaja para el servicio forestal estatal, intenta reportar a su regreso el avistaje de inmediato en la oficina del FBI local de Pendleton, Oregon. La circunstancia de encontar transitoriamente cerrada la oficina lo lleva a compartir la noticia con el editor del diario local East Oregonian. Su testimonio obtiene de este modo una rápida e inesperada trascendencia que horas más tarde logra alcance nacional. Arnold reportará oficialmente el incidente ante las autoridades con 'espíritu patriótico' en la inteligencia que los objetos voladores de origen desconocido pudiesen representar un riesgo para la seguridad nacional. Además describe la apariencia de los objetos como la de 'platos voladores', la denominación hará historia pero no justicia al tamaño y comportamiento de los mismos que volando inteligentemente en formación responden en apariencia a un objeto líder que supera largamente el tamaño de un avión. El incidente tiene caracteristicas difíciles de explicar para Arnold dado que sus velocidades de desplazamiento aparentes superan las de cualquier avión conocido, lo cual en base a su estimación es confirmado oficiosamente por voceros militares. Las observaciones de Arnold son relacionadas poco más tarde con otros avistajes simultáneos, realizados por otros testigos civiles, aparentemente del mismo fenómeno en las cercanías de Cascade Mountain. Un cable de Associated Press desde Oregon da cuenta del reporte de Arnold PENDLETON, Ore. — (AP) — Nueve objetos brillantes con forma de 'plato' volando a increíble velocidad a una altura de 3.000 metros (10.000 pies) fueron reportados ayer [Junio 24, 1947] por el piloto Kenneth Arnold en Boise, Idaho quien desestimó especular acerca del origen de los mismos. Arnold, empleado del Servcio Forestal de los EE.UU. se encontraba abocado a la búsqueda de un aeroplano perdido cuando observo los misteriosos objetos el día jueves a las 15:00 hs. Los objetos volaban entre el Monte Rainier y el Monte Adams en el estado de Washington, según afirmó, y parecían hacerlo en formación. Arnold indicó haber cronometrado su vuelo y estimó que se desplazaban a una velocidad de cercana a los 2.000 kilómetros (1.200 millas) por hora. Interrogado en Yakima (Washington) acerca del suceso manifestó estar perplejo pero añadio haber conversado con una persona que no identificó procedente de Ukiah (California) quien le aseguró haber visto objetos similares el 22 de junio sobre las montañas de Ukiah. 'Parece imposible, añadió Arnold, pero asi es'. En Washington el Departamento de Guerra manifesto no contar con información acerca del misterioso suceso. Un vocero del Ejército, sorprendido por el reporte de Arnold acerca de objetos volando a 2.000 kilometros (1.200 millas) por hora declaró, 'Por lo que se ningún objeto vuela tan rápido, a excepción de los cohetes V-2 que lo hacen a una velocidad cercana a los 6.000 kilómetros (3.500 millas) por hora y eso es demasiado rápido como para poder ser vistos.' El reporte de Arnold despierta el interés de la prensa nacional que propaga la noticia con los más diversos matices e interpretaciones comenzandose a popularizar la expresion de 'platos voladores' para describir el fenómeno. Paralelamente la inteligencia militar tambien demuestra su interés en el suceso, que esta llamado a iniciar una serie de históricas controversias sobre este tipo de apariciones y también sobre la persona del propio Arnold cuyas observaciones no tardarán en ser cuestionadas y rebatidas por expertos de la Fuerza Aérea y descreditadas por algunos medios de prensa.
El testimonio de Arnold en los medios Pendleton, Oregon East Oregonian. Junio 26, 1947. Kenneth Arnold Sticks To Story of Seeing Nine Mysterious Objects Flying At Speed Of 1200 Miles An Hour Over Mountains. El testimonio de Arnold atribuyendo una velocidad cercana a las 1.200 millas por hora a los objetos observados horas antes produce incredulidad en medios aeronáuticos y llega incluso a ser ridiculizado. La velocidad mencionada solo es desarrollada por algunos misiles militares. La posibilidad de una eventual confusión al respecto es descartada por un vocero del Ejercito quien niega la realización de pruebas en el área el día del suceso, no obstante lo cual el suceso informado por Arnold no será inicialmente comentado ni aludido en forma oficial por fuentes militares. Portland Oregon Daily Journal – Junio 26 , 1947 Flying Disk Mystery Grows – 2 Midwest Men Support Boise Flyer – Descriptions Tally on Fast-Flying Pie Pan Objects Las declaraciones de Arnold comienzan a recibir respaldo. Un testigo, de nombre Savage, en Oklahoma City declara haber observado desde tierra el desplazamiento en el cielo a increíble velocidad de objetos similares, mencionando en su testimonio un particular zumbido que supone proveniente de los objetos, los que además han dejado trazas visibles al desplazarse por el cielo. Savage ha descartado inicialmente reportar el suceso. Su caso no sera el único. Seis días mas tarde el Oregon Daily Journal publica otro testimonio calificado. En Bakersfield, California, Richard Rankin, un veterano aviador con más de 7.000 horas de vuelo en su haber se revela como uno de los primeros testigos del fenómeno; un día antes que Arnold ha observado una formación de entre 7 y 10 discos voladores. Conocedor de la tecnología aerea militar actual no duda en afirmar de que se trata de naves no convencionales y nunca vistas. Rankin ha decidido finalmente brindar testimonio con motivo de la trascendencia que esta adquiriendo el caso. (Oregon Daily Journal – Julio 2, 1947 – Rankin Report Adds Credence to 'Disks')
Una oleada de apariciones aéreas inexplicadas Durante los siguientes días comienzan a acumularse nuevas y desconcertantes apariciones de características similares especialmente a lo largo de la costa oeste e incluso en Canada llegando a contabilizarse más de 100 casos. La repercusión de los mismos los convierte en noticia de tapa de la mayoría de los diarios y el tema comienza a preocupar a la opinión pública. La situación progresará durante las próximas semanas hasta límites impensados multiplicándose las apariciones y obligando a militares y científicos a recurrir a las más diversas explicaciones para responder a los interrogantes del público a través de los medios. Entretanto mayores enigmas se avecinan, en las cercanías de Corona, en Nuevo México durante los primeros días del mes julio han comenzado a producirse una serie de extraños hechos presuntamente relacionados con los fenómenos observados que trascienden a partir del 7 de julio en lo que se conocerá como el incidente Roswell. La inquietud por los fenómenos aéreos no identificados da paso imprevistamente a una preocupación mas tangible con el presunto hallazgo en tierra de los restos de una nave de origen desconocido y de su tripulación.
Monte Rainier Estado de Washington
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Oregon Journal – Junio 26, 1947 Carpenter Reports 'Discs' in Midwest Associated Press reproduce las declaraciones de un testigo en Kansas City que informa haber avistado pocas horas después de los sucesos de Monte Rainier nueve objetos similares a los descriptos por Arnold. Los nuevos testimonios amplifican la inicial trascendencia del avistaje de Monte Rainier y ganan la atención del público que comienza a requerir una explicación sobre el suceso. Entretanto la posibilidad de desacreditar a Arnold comienza comienza a tomar cuerpo en círculos aeronaúticos al adjudicar su visión a reflejos producidos por el sol en su propio aeroplano.
Boise, Idaho Statesman – Junio 27, 1947 Harassed Saucer-Sighter Would Like to Escape Fuss A pocas horas de empezar a trascender a nivel nacional el avistaje de Monte Rainier su repercusión comienza a tener efectos indeseados para Arnold quien es acosado por la prensa en busca de nueva información y por personas que creen ver en el suceso presagios apocalípticos o evidencias de extraterrestres. Las observaciones de Arnold no encuentran respaldo en ningún registro de radar, tal cual ocurrirá con las demas apariciones que se sucederán durante las próximas semanas. Sin embargo la posibilidad en el futuro de rastrear y fotografiar estos objetos será bastante frecuente y constituirá una de las más inconstratables y objetivas evidencias del fenómeno.
The Oregonian – Junio 28, 1947 Flying Saucer Story Grows – Reports Pour In From Wide Area. Algunos cuestionamientos publicados en el períodico Oregonian sobre el propio Arnold llegan a adjudicarle problemas visuales, lo cual lo obliga a un desmentido formal sobre el particular. La imposibilidad de aportar un fotografía del avistaje ha sido la principal contrariedad de Arnold, sin embargo un testigo de Eugene logra una toma fotográfica con una máquina de bajo costo de un nuevo avistaje en la zona de Oregon.
El revelado muestra sólo pequeños puntos de una supuesta formación aérea que el laboratorio desestimará adjudicándolos a defectos del negativo. Para entonces el suceso comienza a dejar de ser un caso local para adquirir una nueva dimensión, durante estas horas comienzan a sucederse apariciones en los estados de Oregon y Washington, algunas de ellas nocturnas, hay reportes desde Bellingham, Yakima, Portland y Wenatchee, en este último caso es reportado un platillo oscilando a muy baja altura. El fenómeno excede las controversias sobre el avistaje en Monte Rainier y comienza a comprometer a autoridades militares, civiles y a los científicos quienes inicialmente prefieren atribuir su origen a efectos ópticos producidos por el reflejo del sol en aviones en vuelo.
Carolina