Sin embargo presente unos puntos cruciales como la entrada en el campo y la negociación del propio rol del observador, el establecimiento de relaciones en el contexto que se observa, la identificación de informantes claves, las estrategias de obtención de información y ampliación de conocimiento, y el aprendizaje del lenguaje usado en el contexto que se observa. Debido a esto, la observación es participante cuando para obtener los datos el investigador se incluye en el grupo, hecho o fenómeno observado, para conseguir la información "desde adentro", recogiendo información numerosa, directa, rica, profunda y compleja; tratando de conocer los significados y sentidos que otorgan los individuos a sus acciones y prácticas, para de ésta forma, influir en la vida del grupo.
Atendiendo a lo planteado, el objetivo fundamental de la técnica de observación participante es la descripción de grupos sociales y escenas culturales mediante la vivencia de las experiencias de las personas implicadas en un grupo o institución, con el fin de captar cómo definen su propia realidad y los constructos que organizan su mundo. Así, la observación directa de eventos relevantes ha de realizarse durante la interacción social en el escenario con los sujetos del estudio, unida a entrevistas formales e informales, registros sistemáticos, recogida de documentos y materiales, de forma flexible según la dirección que tome el estudio.
Por otra parte, se encuentra la observación no participante, en la cual se recoge la información desde afuera, sin intervenir para nada en el grupo social, hecho o fenómeno investigado. En este tipo de observación el investigador no participa de manera activa dentro del grupo que observa, sólo se limita a mirar y a tomar notas sin relacionarse con los miembros del grupo. Al contrastar, la observación participante puede dar una idea más clara acerca de lo que sucede dentro de un grupo, puesto que si los sujetos ven al observador como un miembro más del grupo se comportarán normalmente. En cambio, aplicando la observación no participante, probablemente no se comportarán normalmente.
Por otro lado, es probable que el investigador, al no participar en la vida del grupo observado, pueda mantener más fácilmente su objetividad.
En relación a esto, el investigador no forma parte del grupo a estudiar, no participa ni modifica, la presencia de éste es desconocida por el grupo o por algunos de sus miembros, así como también trata de no dejarse afectar por las percepciones de las personas a quienes observa. Se trata de una observación con propósitos definidos, ya que el investigador se vale de ella para obtener información y datos sin participar en los acontecimientos de la vida del grupo que estudia, permaneciendo ajeno al mismo.
Con respecto a la observación estructurada, según Iñiguez y Vitores (2004): "Es la que recurre a los instrumentos para la recopilación de datos o hechos observados, es decir, establece de antemano los aspectos que se han de estudiar." Osea que el investigador tiene un plan referente a qué variables debe observar y por tanto qué tipos de datos deben ser recolectados. Entonces, se realiza cuando el problema se ha definido claramente y permite un estudio preciso de los patrones de comportamiento que quieren observar y medir.
Por tal razón, es la que se realiza con la ayuda de elementos técnicos apropiados, por lo cual se le denomina también observación sistemática. También, es aquella que se lleva a cabo cuando se pretende probar una hipótesis, o cuando se quiere hacer una descripción sistemática de algún fenómeno.
Los métodos de observación estructurada imponen una serie de limitantes al observador, con el propósito de incrementar su precisión y objetividad, y a fin de obtener una representación adecuada del fenómeno de interés. La recolección de datos suele realizar con herramientas diseñadas para registrar la ocurrencia o frecuencia de comportamientos o eventos y sus características, mediante las que el observador califica los fenómenos con base en una escala de clasificación en una serie de dimensiones, por lo cual no es indispensable la incorporación del investigador a la vida del grupo, motivo de observación para obtener la información necesaria.
Seguidamente, se encuentra la observación no estructurada, en la cual el investigador no tiene un esquema o plan premeditado referente a qué variables debe observar con mayor énfasis; y recoge todo tipo de información sin discriminar si tiene o no un carácter relevante para el análisis del problema de investigación. Aquí el investigador participa en algún grado de la vida del grupo que origina el hecho o fenómeno social motivo de observación.
A su vez, es llamada también simple o libre, puesto que se realiza sin la ayuda de elementos técnicos especiales y generalmente se lleva a cabo en un estudio piloto, cuando no se conoce muy bien la muestra que se va a estudiar. Los métodos de observación varían según su estructura, pudiéndose emplear el procedimiento de la "observación participante" en la que el investigador actúa como observador y se familiariza con el lugar para posteriormente volverse participante activo, desarrollar un plan de muestreo de eventos y seleccionar las posiciones para llevar a cabo la observación. Asimismo, la observación no estructurada generalmente se utiliza como una técnica de recolección de datos para estudios exploratorios que permiten definir con más precisión el problema, las hipótesis y variables a investigar.
Como resultado de los diversos tipos de observación, se deben tomar en cuenta los instrumentos de registro como lo son: la listas de cotejo, que marcan la ocurrencia o no ocurrencia de las conductas del individuo; la cartilla de participación, la cual registra las actividades que realiza el sujeto; la escala de calificación, que combina las anteriores y agrega una ponderación según el comportamiento observado; el cuestionario, el cual plantea un formulario con interrogantes que requieren de respuestas breves para conocer actitudes ante determinado tema; la entrevista, que es una conversación directa para favorecer la expresión de ideas; el inventario, el cual constituye un auto-informe sobre rasgos de personalidad, intereses, actitudes y problemas que afectan al individuo en la observación; el registro anecdótico, que es una descripción escrita de un incidente en la conducta de un individuo o en el trascurso de un proceso de forma objetiva; y la guía de observación, la cual consiste en un instrumento detallado de lo que se desea observar y la forma o condición en que se hará.
En conclusión, el papel de la observación como técnica conductual es fundamental, puesto que permite al orientador asumir el rol de observador con todas las personas que requieran y necesiten de su asistencia, permitiéndole adecuarse al tipo de observación que considere más adecuado para tratar a sus orientados, en consonancia con el objetivo primordial del área de la conducta, el cual es modificar esos comportamientos no operativos y lograr que las personas los cambien hacia pensamientos, actitudes y conductas adaptativas consigo mismo y con su entorno (familia, trabajo, amistades), generando así el propósito de la técnica conductual en pro de una mejor calidad de vida de los individuos que ameriten orientación.
Bibliografía
AGUIRRE, A. (1995). Etnografía. Metodología Cualitativa en la Investigación Socio-Cultural. Barcelona. Editorial Boixareu.
BISQUERRA, R. (2005). Marco Conceptual de la Orientación Psicopedagógica. Revista Mexicana de Orientación Educativa N° 6. 2da Época. Vol. III
HURTADO, J. (2000). Metodología de la Investigación Holística. 3era Edición. Caracas. Editorial Sypal.
IÑIGUEZ, L., VITORES, A. (2004). Curso de Investigación Cualitativa: Fundamentos, técnicas y métodos.
RINCÓN, D. (1995). Técnicas de Investigación Social. Madrid. Editorial Dykinson.
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