Versículos que influyeron en la redacción de tratados demonológicos supersticiosos, muy perseguidos por la Inquisición en los siglos XVI y XVII [los más célebres fueron Malleus Maleficarum, Demonomanie des sorciers, Demonolatreiae, Compendium Maleficarum, Fortalitium Fidei, Fuga Daemonum, Disquisitionum Magicarum, entre otros]. Varios miles de personas inocentes, de una manera absurda, fueron cruelmente encarceladas, torturadas y quemadas en la hoguera.
Efesios, 6,11-12: "Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las acechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra carne y sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes".
1 Pedro 5,8: "Porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar".
1 Juan 5,19: "Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero yace en poder del Maligno".
La "redención divina" es una farsa
Según algunos pasajes bíblicos, Dios quiere que todos los humanos se "salven":
Juan 3,16-17: "Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquél que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenarlo, sino para que el mundo sea salvado".
Romanos, 5,19: "Así pues, como el delito de uno solo atrajo sobre los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno solo procura toda la justificación que da la vida".
Romanos 6,3-14: "¿No sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?… Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él… Porque en cuanto murió, el pecado murió de una vez por todas… Ahora el pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no estamos bajo la ley sino bajo la gracia".
1 Timoteo 2,5-6: "Porque hay un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien se entregó a sí mismo como rescate por todos".
Pero según la misma biblia, esta "redención divina" no es para todos, sino sólo para unos pocos que son "predestinados"; el resto de la humanidad no cuenta:
Romanos 8,29-30: "Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo… Y a los que predestinó, a estos también llamó… justificó y glorificó".
Efesios 1,4-5: "Según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo".
Apocalipsis 7,1-3: "Después de esto vi cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol… y clamó a gran voz a los cuatro… No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios".
Sobre el apocalipsis de Jesucristo
La obsesión del Jesús apocalíptico por el oro; cabe recordar que el valor del oro como metal es una idea netamente humana ¿Por qué se le da tanta importancia al oro en estas "visiones"? ¿Realmente le serviría el oro al Cristo divino?
Apocalipsis 1,12-16: "Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinturón de oro".
Apocalipsis 3,18: "Te aconsejo que me compres oro acrisolado al fuego para que te enriquezcas".
Apocalipsis 4,4: "Vi 24 tronos alrededor del trono, y sentados en los tronos, a veinticuatro Ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro sobre sus cabezas".
Apocalipsis 5,8: "Los cuatro Vivientes y los 24 Ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso".
Apocalipsis 8,3: "Otro Ángel vino y se puso junto al altar con un incensario de oro".
Apocalipsis 9,13: "Tocó el sexto Ángel. Entonces oí una voz que salía de los cuatro cuernos del altar de oro que está delante de Dios".
Apocalipsis 14,4: "Y seguí viendo. Había una nube blanca, y sobre la nube sentado uno como Hijo de hombre, que llevaba en la cabeza una corona de oro y en la mano una hoz afilada".
Apocalipsis 15,6-7: "Salieron del Santuario los siete Ángeles que llevaban las siete plagas, vestidos de lino puro, resplandeciente, ceñido el talle con cinturones de oro. Luego, uno de los cuatro Vivientes entregó a los siete Ángeles siete copas de oro llenas del furor de Dios".
Apocalipsis 21,15-20: "El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muralla… El material de esta muralla es jaspe y la ciudad es de oro puro semejante al vidrio puro… Y las doce puertas son doce perlas, cada una de las puertas hecha de una sola perla; y la plaza de la ciudad es de oro puro, transparente como el cristal".
Dios… el de los 7 espíritus, 7 cuernos y 7 ojos… obsesión con el número 7
Apocalipsis 4,5: "Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios".
Apocalipsis 5,6: "Y miré y vi que en medio del trono… estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra".
Apocalipsis 1,4: "Juan, a las siete Iglesias de Asia. Gracia y paz a vosotros de parte de Aquel que es, que era y que va a venir, de parte de los siete Espíritus que están ante su trono".
Apocalipsis 1,12; 1,16: "Me volví a ver qué voz era la que me hablaba y al volverme, vi siete candeleros de oro… Tenía en su mano derecha siete estrellas".
Apocalipsis 5,1-3: "Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos".
Apocalipsis 8,2-6: "Vi entonces a los siete Ángeles que están en pie delante de Dios; les fueron entregadas siete trompetas… Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas".
Apocalipsis 10,3: "Y cuando gritó, siete truenos hicieron oír su fragor".
Apocalipsis 12,3: "Y apareció otra señal en el cielo: un gran dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas".
Apocalipsis 15,1: "Luego vi en el cielo otra señal grande y maravillosa: siete ángeles, que llevaban siete plagas, las últimas, porque con ellas se consuma el furor de Dios".
Apocalipsis 16:1: "Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios".
Solamente hombres vírgenes tienen derecho a ser elegidos por Dios; cualquier varón que ha tenido relaciones sexuales con mujeres es alguien "manchado". Ningún hombre de familia jamás podría aspirar a ser "elegido"
Apocalipsis 14,1-5: "He aquí el Cordero, que estaba en pie sobre el monte Sión, y con él 144.000, que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre… Cantan un cántico nuevo delante del trono… Estos son los que no se mancharon con mujeres, pues son vírgenes… Han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero… no tienen mancha".
El "amor" de Dios hacia su creación
Apocalipsis 6,1-8: "Y salió un caballo bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros… Miré, y he aquí un caballo pálido, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra".
Apocalipsis 9,2-18: "Abrió el pozo del Abismo y subió del pozo una humareda como la de un horno grande, y el sol y el aire se oscurecieron con la humareda del pozo. De la humareda salieron langostas sobre la tierra… Se les dijo que no causaran daño a la hierba de la tierra, ni a nada verde, ni a ningún árbol; sólo a los hombres… Se les dio poder, no para matarlos, sino para atormentarlos durante cinco meses. El tormento que producen es como el de la picadura del escorpión. En aquellos días, buscarán los hombres la muerte y no la encontrarán; desearán morir y la muerte huirá de ellos… El primer ¡Ay! ha pasado. Mira que detrás vienen todavía otros dos… Y fueron soltados los cuatro Ángeles que estaban preparados para la hora, el día, el mes y el año, para matar a la tercera parte de los hombres… Y fue exterminada la tercera parte de los hombres por estas tres plagas: por el fuego, el humo y el azufre que salían de sus bocas".
Apocalipsis 12,9: "Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él". Apocalipsis 13,7: "Y se le permitió hacer guerra contra los santos y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación".
Apocalipsis 14,9-11: "Si alguno adora a la Bestia y a su imagen, y acepta la marca en su frente o en su mano, tendrá que beber también del vino del furor de Dios, que está preparado, puro, en la copa de su cólera. Será atormentado con fuego y azufre, delante de los santos ángeles y delante del Cordero. Y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche".
Planeando guerras imposibles. Aunque la "visión" se simbólica, ¿en qué cabeza a alguien se le ocurre enfrentar a Dios? ¿Acaso creían posible alcanzar la victoria?
Apocalipsis 16,13-21: "Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos… hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos en batalla aquel gran día del Dios Todopoderoso… Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón… Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo… y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande".
Apocalipsis 19,11-21: "Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba… estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: El Verbo de Dios… De su boca sale una espada aguda… Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta… Fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de la carne de ellos".
Dios encadena al Diablo, pero luego decide soltarlo; en esto demuestra el gran "amor" que le tiene a la humanidad
Apocalipsis 20,1-3; 7-10: "Y vi un ángel que descendía del cielo… Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró… Cuando los mil años se cumplan Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones… a fin de reunirlos para la batalla; el número de ellos es como la arena de mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos".
¿Por qué la "Ciudad Santa" necesariamente debe estar adornada con piedras preciosas? Evidentemente el autor del texto intentó demostrar lo que a su juicio debería ser una "ciudad de Dios", es decir, adornada con piedras preciosas de mucho valor
Apocalipsis 21,10-21: "Y me mostró la Ciudad Santa de Jerusalén, que descendía del cielo de parte de Dios… Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal… El material de su muro era jaspe; pero la ciudad era de oro puro… Y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con piedras preciosas… jaspe… zafiro… ágata… esmeralda… ónice… cornalina… crisólito… berilo… topacio… crisopraso… jacinto… amatista… Las doce puertas eran doce perlas… Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como el cristal".
¿Lucifer y Jesucristo son uno y el mismo?… ambos son la "estrella de la mañana"
Isaías 14,12-15: "¿Cómo caíste del cielo oh Lucero [alusión clara a Lucifer], estrella de la mañana? ¿Cómo tú, el vencedor de las naciones, has sido derribado por tierra?… Tu que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo".
Apocalipsis 22,16: "Yo, Jesús, he enviado a mi Ángel para daros testimonio de lo referente a las Iglesias. Yo soy el Retoño y el descendiente de David, la resplandeciente estrella de la mañana".
FIN
Autor:
Allan AAA
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |