Una agente dice: estoy cansada por que he jugado futbol durante todo el día, sí la agente que emite la proposición realmente se siente cansada, es un enunciado verdadero que de forma implícita manifiesta el deseo de descansar, por lo tanto estaría describiendo un estado mental intencional intrínseco. Si el agente enunciara: estoy cansado como si hubiera jugado futbol durante 40 días consecutivos, esta descripción se expresa en sentido figurado puesto que es una ilustración de la intensidad del cansancio y no habría intencionalidad intrínseca en este caso. El estado intencional intrínseco es un fenómeno mental que implica siempre un estado mental intencional y un objeto sobre el cual ésta dirigido. A saber, el estado mental intencional dirigido sobre un objeto o estado de cosas en el mundo se da mediante una relación de representación. Esta es una imagen mental de un objeto, estado o una idea y sólo se da en la medida en que es representada por un agente, las condiciones de satisfacción que implica el estado mental intencional son simplemente inseparables de la representación si el agente no tiene conciencia de las condiciones de satisfacción la representación no deja de ser tal. El contenido intencional determina las condiciones de satisfacción que permiten entender la representación de la intención y su dirección de ajuste. "Mi creencia se satisfará sí y sólo sí las cosas son cómo yo creo que son, mis deseos se satisfarán sí y sólo sí se cumplen, mis intenciones se satisfarán sí y sólo sí se llevan a cabo." Si el estado mental posee un objeto intencional real, entonces el estado mental puede ser satisfecho. El estado mental no puede ser satisfecho por lo tanto no posee un objeto intencional real; si digo: los elefantes rosados vuelan por la mañana, esta creencia no posee un objeto intencional real por lo cual el estado mental no puede ser satisfecho, además tiene un contenido proposicional que rompe la relación mente-a-mundo o mundo-a-mente siendo ello una condición necesaria para satisfacer el estado mental intencional.
No obstante, algunas acciones aparte de los eventos y sucesos no están precedidas por el estado mental intencional, estas son las acciones voluntarias. La voluntad es un estado mental como la intención, las creencias o los deseos, pero la voluntad es una tendencia sin finalidad previamente establecida y difiere de la intención en la medida en que ésta alude a la tendencia de la voluntad hacia un objeto específico. Entonces, una acción intencional implica una premeditación, con el fin de lograr un propósito determinado, mientras una acción voluntaria no, cómo en el caso del movimiento físico. Por ejemplo, es voluntario que Juan alce el brazo, pero es intencional que señale a su madre que esta al otro lado de la calle, es voluntario colgar una valla en la pared, pero es intencional querer anunciar sobre una vacante; es intencional servir una taza de café, pero no es intencional derramarla sobre la mesa; es voluntario darle un golpe a un balón, pero es intencional hacer el gol. Es decir, una acción voluntaria puede ser intencional o no intencional pero una acción intencional necesariamente es voluntaria. La acción intencional implica una voluntad de hacerla, pues muchas veces hacemos cosas sin querer cómo cuando intentamos abrir una lata de atún pero accidentalmente nos cortamos el dedo o cuando estamos caminamos y accidentalmente tropezamos y caemos. Así, las consecuencias de la acción son las que permiten relacionarla con el contenido intencional.
Racionalidad practico-moral
La acción intencional se caracteriza porque posee una justificación ante la pregunta ¿Por qué? Es decir, el por qué muestra las razones que tuvo el agente para actuar. La descripción de la intención nos muestra "la situación futura que se menciona debe ser tal que el agente nos de a entender que piensa que puede producirla mediante la acción por la cual le hemos preguntado"[36] Ahora bien, el agente A al ejecutar una acción puede tener una intención primera W que desencadene una secuencia de acciones X y Y que lleven a la acción Z finalmente. En este caso las razones que describa el agente A cómo justificación de la acción puede ser tanto la descripción W cómo la Z, sólo que ésta ultima sería el fin último de la acción, entonces X y Y serían el cómo o el medio a través del cual logra determinada acción final. Entonces, el agente A que desea preparar el almuerzo para su hijo debe realizar una secuencia de acciones que lo llevaran a tal fin, de este modo, la intención es hacer el almuerzo por que cree que su hijo llegará del colegio hambriento, hacer el almuerzo es la acción final donde desemboca su creencia, sin embargo para tal fin necesita ejecutar una serie de acciones cómo: a) ir al supermercado, b) comprar los alimentos, c) regresar a la casa, d) mezclar los ingredientes de la forma adecuada y e) cocinarlos, las acciones a, b, c, d y e constituyen una serie de medios que pueden responder precisamente a la pregunta ¿Cómo? Esta serie de hechos al relacionarse entre sí se consideran cómo medios y el resultado de esta serie de acciones sólo por ser tal se consideran cómo fin. En consecuencia, el contenido de la intención del agente A, constituye una forma de conocimiento, pues si hace a, b, c, d, y e con el fin de lograr Z hay un conocimiento referente a lo que puede suceder. Así realizar Z establece no sólo una forma de conocimiento sino una acción intencional, Anscombe considera que"(…) El contenido de una intención puede ser un elemento en el que existe un conocimiento u opinión basado en la observación, la inferencia, un rumor, una superstición, o cualquier cosa en que se base el conocimiento o la opinión"[37]
Así que ¿en qué reside la intención? La intención reside en el estado mental, ahí es donde hay que buscarla, pues es el estado mental el que conduce al agente hacia un objeto o estado del mundo. Consideremos la siguiente demostración: La agente P esta sentada en las gradas de un parque totalmente inmóvil, esperando a la agente Q, ahora bien, esperar es la acción que la agente P ejecuta, esperar puesto que es un verbo es una acción, no obstante, P ejecuta dicha acción sin movimiento físico alguno, entonces ¿En que reside la acción? Es claro, esperar es una acción sólo por la intención que la produce, en este caso es la creencia de que la agente Q llegará, en términos más precisos, la intención es una explicación de un acontecimiento próximo, pero no a modo de predicción sino mediante razones que justifican el hecho. Más allá de razones que demuestren el hecho es la explicación del estado mental que la causó.
El razonamiento práctico más que mostrarnos la verdad nos muestra lo que más nos conviene hacer
Ahora bien ¿el razonamiento que conduce a la acción implica un conocimiento de sus consecuencias? El razonamiento es un proceso que permite la obtención de un juicio a partir de otros, como sucede por ejemplo con el silogismo. Cuando los medios que se emplean para realizar una acción final son susceptibles de no funcionar tal como se había previsto, entonces no se lleva a cabo la intención. "El razonamiento es un argumento que afirma que algo es verdadero" . Este procedimiento del pensamiento referido a la acción implica un razonamiento práctico, que responde a la pregunta ¿para qué? ¿Para qué lo deseas? ¿Para qué lo quieres? El razonamiento práctico se caracteriza por que el juicio está dirigido hacia un fin último, que es la acción final, por ejemplo, en el caso del agente que desea realizar la acción Z, para poder hacerlo debe realizar la serie de acciones a, b, c, d éstas últimas son el medio a través del cual se logra la acción final, las acciones a, b, c, d, si bien necesitan una forma de razonamiento previo al acto no constituyen para el agente un razonamiento con base en el razonamiento práctico, puesto que éste sólo se manifiesta dando una mirada a la totalidad de la acción de la siguiente manera: 1) el estado mental Intencional, 2) las acciones a, b, c y d cómo medios para lograr el fin último y 3) la acción Z cómo tal, que es donde converge el estado mental intencional. Las acciones a, b, c y d representan las múltiples alternativas o medios que puede usar un agente para llevar a cabo una acción más que una variedad de acciones.
¿El razonamiento práctico nos conduce necesariamente a una acción ética? El razonamiento práctico dicho de una u otra manera es la inserción de la razón en la acción, éste no implica necesariamente un razonamiento ético-moral, pues muchas acciones no poseen asuntos morales de ningún tipo. El razonamiento práctico más que mostrarnos la verdad nos muestra lo que más nos conviene hacer, un razonamiento en términos ético-morales tendría cómo producto una proposición de aquello que es lo más pertinente realizar. Las consideraciones morales remiten inmediatamente a una acción más que a emitir una proposición sin ninguna intención de llevarla a cabo, salvo en un razonamiento hipotético. Si por medio de un razonamiento práctico podemos deducir lo que deberíamos hacer, entonces, se establece una relación del razonamiento con la acción, en consecuencia la acción realizada producto de un razonamiento nos debe permitir inferir lo que el agente quiso con ello. De esta manera, se podría decir que el razonamiento práctico requiere una racionalidad para los medios y una racionalidad para el fin, siendo los fines de la racionalidad práctica lo que el sujeto desea o quiere.
Ahora bien, la intención de la acción se puede evaluar y justificar fácilmente cuando está dirigida hacia un objeto***concreto en un lugar determinado. Sin embargo, cuando tenemos un estado mental dirigido sobre una generalidad del objeto surge una gran dificultad para llevarlo a la acción, por ejemplo, un agente que desea casarse pero no conoce la mujer con la que desea hacerlo y no sabe donde encontrarla. El estado mental que está dirigido sobre un objeto en particular presupone un conocimiento u opinión de dicho objeto, de esta forma puede desembocar en la acción para satisfacerse "La acción intencional siempre presupone lo que podría denominarse "conocer el camino propio con respecto a" los asuntos incluidos en la descripción bajo la cual una acción puede llamarse intencional, y este conocimiento se ejerce en la acción y es práctico" así, un razonamiento práctico implica elegir dentro de múltiples alternativas el medio más apropiado para lograr un fin determinado, el agente sólo podrá elegir aquellos que considere más pertinentes así haya varias formas posibles de ejecutar la acción. "La característica del razonamiento práctico es que el objeto querido se encuentra a cierta distancia de la acción inmediata, y ésta es calculada como la forma de obtener, hacer o asegurarse el objeto querido" . Claro está, que el conocimiento de lo que puede suceder es independiente de la acción misma, pues una buena intención puede desembocar en una acción catastrófica o viceversa, como en el caso de un agente que se acerca con la intención de ayudar a alguien que fue atropellado por un carro y yace en el pavimento, pero a causa de su falta de conocimiento médico o de primeros auxilios, termina lesionando más al pobre moribundo. Así que, ¿si, el conocimiento de los medios que se pueden usar para realizar una acción producto de un razonamiento práctico, es susceptible de fallar, desencajar o alterar la acción prevista, entonces, cómo puede haber conocimiento práctico? En una observación detenida de la acción no se trata de ver la explicación física del conjunto de moléculas corporales que en movimiento ejecutan la acción misma, sino la causa misma que lleva al agente a realizar ese movimiento, éste se origina de modo psicológico, primero está el estado mental, seguidamente la direccionalidad de éste, y por último la acción donde converge el estado mental.
Ya esta claro que la acción parte de un estado mental intencional, ese estado mental sólo puede evidenciarse mediante la justificación o fundamentación que expone el agente en cuanto a su acción. Ahora bien, ¿la fundamentación de la acción que parte de la intencionalidad es un posible rasgo que permite evaluar una acción o juicio de carácter moral? "la moral se expresa característicamente en juicios, y los juicios reclaman una pretensión de fundamentación" pero ¿Por qué un agente debe fundamentar su juicio moral?
(..) La fundamentación de los propios juicios morales con respecto a los demás, por el simple hecho de que la moral consiste en la recíproca exigencia de determinadas acciones y omisiones. Cuando nuestras convicciones morales divergen, estamos ante el hecho de que exigimos a los demás que restrinjan su libertad de modo que no les perece evidente; por eso cuando no se nos someten simplemente, nos vemos abocados forzosamente a la cuestión de fundamentar estas exigencias. Y en el caso de que no haya de antemano convicciones morales comunes, la alternativa a la fundamentación será la fuerza.
A la hora de enfrentarnos a una decisión de carácter ético-moral el cuestionamiento que surge es ¿Qué debo hacer? la respuesta a esa pregunta estará influenciada por las creencias religiosas, filosóficas, políticas, culturales o ideológicas del agente, lo cual usualmente puede generar un dilema. Tradicional y teóricamente la moral se asocia al bien, a lo más bueno o a lo más conveniente para determinado fin o para generar un bienestar de forma objetiva, es decir, un bienestar que se pueda aplicar a cualquier caso bajo cualquier circunstancia. La ética en todas sus formas y manifestaciones, ideológicas, sociales, religiosas etc. posee un trasfondo que converge siempre en la conducta más apropiada.
Para dar mejor claridad sobre la intencionalidad como un rasgo que permite definir la justificación de la acción moral, daremos una mirada a lo que se considera como correcto o bueno: "Lo que hace a las acciones correctas es que produzcan más bien del que pudiera haberse producido por cualquier otra acción posible para el agente" se juzga como correcto o incorrecto a los hechos ya realizados, con base en las consecuencias, y no en los motivos que propiciaron la acción, así que lo correcto implica un buen fin. Pero ¿Que es un buen fin? ¿Que es lo bueno? lo bueno se caracteriza por qué sirve para un fin determinado de forma eficaz, es mejor que el promedio y además posee cualidades admirables por si mismas.
Entonces ¿si lo correcto implica un fin bueno, que implica lo bueno? Implica que sea bueno intrínsecamente y no por sus características o consecuencias "lo intrínsecamente bueno se define de la mejor manera posible como lo que es bueno con independencia de cualquiera de los resultados que produzca" es decir, lo bueno no podría ser bueno en relación con dos o mas cosas, entonces un acto moralmente bueno es el que procede de un buen motivo, éste, el motivo es lo que determina la elección del estado mental intencional además posee una relación con las razones para actuar, pero los motivos no causan la acción, pues ésta sólo es causada por el estado mental intencional. Un acto moralmente bueno o malo remite a los motivos por el cual se hace "La bondad de una acción depende de que brote de uno u otro de ciertos motivos conocidos; la bondad de una actividad intelectual de que sea un caso de conocimiento o de opinión bien fundada; la bondad de un estado afectivo, de que sea placentero."6 De esta manera, un acto moralmente bueno no depende de una acción correcta, sino del motivo que de una u otra manera remite al estado mental donde se origina la acción, en consecuencia, los motivos que generan la acción y la acción cómo factum constituyen dos componentes diferentes de la acción moral puesto que la acción moral y la intención moral son dos elementos ligados a la conducta moral.
Ahora bien, la dualidad bueno-correcto e intención-acción poseen una relación en la medida en que bueno e intención remiten al estado mental que posee el motivo, razón u origen de la acción; la acción representa el hecho en si mismo, que de una u otra manera es el medio que se usa en aras de lograr el fin propuesto intencionalmente, las consecuencias de la acción permiten inferir lo correcto o incorrecto. Un agente percibe lo moral en el momento en que las condiciones de la situación referentes a la acción le exigen actuar de una u otra manera, pues una acción intencional usualmente tiene consecuencias sobre otros agentes o sobre si mismo, así que lo que un agente decida hacer o no hacer requiere de una racionalidad previa a la acción que considere en alguna medida los derechos de los demás y los propios, así que, cuando un agente desea algo debe considerar moralmente los medios más propicios para conseguir eso que desea.
El juicio moral surge cuando los medios que se usan para satisfacer los intereses propios y las consecuencias del mismo vulneran los derechos de los demás o cuando el estado mental mismo del que parte la acción no posee fines benévolos. Como anteriormente aclaramos el razonamiento práctico nos puede mostrar la acción más pertinente para lograr un fin determinado, puesto que implica un conocimiento u opinión sobre el objeto o el estado sobre el que está dirigido el estado mental, entonces, el agente tiene la responsabilidad moral de buscar la vía correcta para obtener lo deseado o querido.
¿Cómo podemos evaluar una acción ético-moral partiendo de la intencionalidad y del razonamiento práctico?
Debemos dar una mirada a los siguientes elementos:
a) El origen de la acción se halla en el estado mental.
b) El estado mental evidencia el fin benévolo o malévolo de la acción.
c) La direccionalidad del estado mental desemboca en la acción.
d) las consecuencias de la acción permiten emitir un juicio judicativo sobre la misma.
Consideremos el siguiente ejemplo:
El agente P y el agente Q tienen el deseo de ser promovidos al siguiente año escolar, para ello necesitan aprobar el examen final de matemáticas cómo requisito. Para lograr tal fin, el agente P decide estudiar arduamente matemáticas durante los dos meses anteriores al examen, mientras que el agente Q, opta por hacer trampa en el examen y transcribe los temas a ser evaluados en una pequeña pieza de papel que esconde en el interior de su reloj previamente adaptado para ello. Ambos se encuentran en el salón de clases desarrollando el examen de matemáticas, a 10 minutos de terminar el examen, el agente P no ha resuelto una parte de las preguntas y el agente Q en un acto de generosidad le ofrece su reloj con el temario que guarda dentro y que efectivamente le servirán para responder la totalidad de preguntas del examen. Ahora bien, el agente P a pesar de tener el reloj en su poder decide no mirar lo que contiene y hacer un último esfuerzo mental por responder las preguntas apelando a su memoria y a su conocimiento. Posteriormente ambos logran su cometido, aprobar el examen y ser promovidos al siguiente año. En este ejemplo hay un caso de razonamiento práctico y por extensión de razonamiento moral. Ahora bien, la acción final es realizar el examen y aprobarlo, para lograr satisfacer el estado mental en este caso el deseo, se requiere de unos medios, tal como plantea la racionalidad práctica. Estos medios responden a la pregunta ¿cómo? el agente P elige cómo medio estudiar, el agente Q hacer trampa. p1. El agente P desea aprobar el examen para ser promovido al siguiente año.p2. El agente P cree que estudiar los temas sobre los que versa el examen le permitirá responder las preguntas y aprobar el
mismo. : El agente P decide estudiar denodadamente durante dos meses para aprobar el examen.
P1. El agente Q desea aprobar el examen para ser promovido al siguiente año. P2. El agente Q Cree que hacer trampa en el examen le permitirá responder las preguntas y aprobar el
mismo. : El agente Q decide hacer trampa para aprobar el examen.
¿Cual es la implicación ético-moral del asunto? El agente P tiene la oportunidad de hacer trampa para responder las preguntas faltantes de su examen, sin embargo decide no hacerlo, ¿por qué decide no hacer uso de la trampa? Creo que influye definitivamente los medios elegidos para lograr el fin último, pues poseen un valor intrínseco en si mismo – dos arduos meses de estudio-. Además es la forma más eficaz para aprobar un examen de eso no cabe duda, tal aseveración fue el motivo para que el agente P actuara así. "(…) la bondad de una actividad intelectual, – depende- de que sea un caso de conocimiento o de opinión bien fundada" evidentemente la vía que eligió el agente P para lograr su cometido es la más pertinente y efectiva para lograr el fin. Por otra parte, el agente Q a pesar de tener la misma intencionalidad que el agente P decide usar otros medios, -hacer trampa en el examen-. ¿Qué implicación posee el razonamiento del agente Q? Para dar respuesta a esta pregunta voy a partir de la definición de razonamiento, como el proceso interno por medio del cual obtenemos una información derivada de datos dados. Ahora bien, cuando el agente Q concluye que haciendo trampa logrará aprobar el examen ya que tendrá acceso a los temas que evaluará el profesor durante el examen, el agente Q ha hecho un razonamiento, no obstante, si nos detenemos a analizar las consecuencias de su acción, nos daremos cuenta que su acción no es la más pertinente, racionalmente ni moralmente, pues en el siguiente año escolar es posible que requiera de los conocimientos en matemáticas que no adquirió cognitivamente debido a la trampa, además engañó al profesor lo cual no evidencia una buena intención o un fin benévolo.
La racionalidad práctica es una argumentación que muestra una descripción teórica manifestada en una acción, ello implica necesariamente tener en cuenta las consecuencias del actuar de manera que no afecte el bienestar de los demás ni el propio. Son precisamente las consecuencias de la acción las que permiten emitir un juicio moral sobre las mismas en la medida en que nos remitimos al origen de la acción -estado mental intencional-. Así, la moralidad se da en la medida en que el sujeto reconoce en su acción algo bueno o algo malo y más aún en el criterio que use para elegir el medio a través del cual realizará la acción. Se podría decir, grosso modo, que la racionalidad práctica es la inserción de la razón en la acción, de esta manera, si deseo o quiero el fin, debo querer o desear los medios que me dicte la razón para conseguirlo, querer el fin pero no aceptar los medios en orden a la racionalidad cualquiera que estos sean, equivale a algo irracional, y una acción irracional usualmente puede tener consecuencias graves para otros o para si mismo lo cual genera un problema ético-moral para el agente.
En resumen, la intencionalidad y la direccionalidad del estado mental sobre objetos o estados de cosas en el mundo externo, posee unas condiciones de satisfacción mediáticas que requieren usualmente de una o varias acciones para ser llevadas a cabo, la racionalidad práctica nos muestra la forma más pertinente para satisfacer el estado mental, y más aun la racionalidad practico-moral, pues esta permite satisfacer el estado mental de forma completamente exitosa. En esta medida la intencionalidad puede ser un rasgo que define los eventos que pueden ser evaluados moralmente, puesto que permite determinar la relación de los estados mentales con el mundo externo. Cabe aclarar que, la justificación, los motivos o razones que expone el agente cómo causa de su acción permiten comprender la intencionalidad moral de la misma, entendiéndose moral en su sentido más amplio, es decir, cómo la noción de bien, bienestar o conveniencia que cada uno prefiere y que puede aplicarse en cualquier circunstancia.
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Autor:
Isabel cristina Londoño Acevedo
Licenciada en filosofía, Universidad Tecnológica de Pereira
[1] SINGER, Peter. Compendio de ética. Madrid: Alianza,1995 p 67
[2] ibíd., p 68
[3] CORNMAN, J.W. PAPPAS, G.S. & LEHRER, K. Introducción a los problemas y argumentos filosóficos. México: Universidad Nacional Autónoma de México, 1990. 438 p
[4] Deuteronomio 7:9-10
[5] Ley Judía
[6] SINGER. ob. cit., p 134
[7] Deuteronomio 6:18
[8] CORNMAN, J.W. PAPPAS, G.S. & LEHRER, K. ob.cit., p 144
[9] SINGER, ob.cit., p 166
[10] Ibíd., p. 174
[11] Ibíd., p. 189
[12] Ibíd., p. 187
[13] SINGER, ob.cit., p 638
[14] Ibíd., p. 642
[15] Uno de los métodos para evaluar un juicio moral de gran trascendencia para la teorización ético-moral, la planteó el psicólogo Lawrence Kohlberg. Es un estándar que permite clasificar la conducta moral en diferentes niveles de desarrollo, nivel pre convencional, convencional y post convencional.
[16] SINGER. ob.cit., 624 p
[17] Ibíd., p. 542
[18] KANT, Manuel. Crítica de la razón práctica. México: Porrúa, 2004. 112 p
[19] CORNMAN, J.W. PAPPAS, G.S. LEHRER, K. ob.cit., 478 p
[20] MILL, Jhon Stuart. El utilitarismo. Buenos Aires: Aguilar, 1968. 29 p
[21] ROSS, William David. Lo correcto y lo bueno. Salamanca: Sígueme, 1994. 16 p
[22] Ibíd., p.43
[23] Ibíd., p.57
[24] CAMPS, Victoria. Historia de la ética. Barcelona: Critica, 1989. 195p (Victoria Camps, es filósofa teórica en cuestiones éticas, catedrática de filosofía moral de la universidad de Barcelona )
[25] VON WRIGHT, G. Henrik. Sobre la libertad humana. Barcelona: Paidós, 2002. 17 p
[26] Ibíd., p 18
[27] Ibíd., p 14
[28] VON WRIGHT. ob.cit., p 28
[29] SINGER. ob.cit., p 715
[30] Ibíd., p 713
[31] DAVIDSON, Donal. Mente, mundo y acción. Barcelona: Paidós, 1992. 130p
[32] Ibíd., p.156
[33] VON WRIGHT. ob.cit., p 31
[34] HAACK, Susan. Evidencia e Investigación. Madrid: Tecnos, 1997. 28p
[35] TUGENDHAT. ob. cit., p 96
[36] Ibíd., p 96
[37] ANSCOMBE, Elizabeth. Intención. Barcelona: Paidós, 1991. 15 p
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