LA INICIATIVA DEL GOBIERNO FEDERAL PARA FORTALECER A PEMEX
"En México no es posible separar nacionalismo de petróleo." Lorenzo Meyer.
"Si uno es estricto, la difusión en los medios del "tesoro en aguas profundas" es equivalente, científicamente hablando, a la afirmación, hace cien años de que la luna, por verse amarilla y con agujeros, era de queso." Nicolás Domínguez Vergara.
Este trabajo está dedicado a todos aquellos mexicanos -especialistas o no en la materia– que están verdaderamente preocupados por el futuro del petróleo en nuestro país, poniendo énfasis en que Pemex debe de seguir siendo una empresa nacional que sea realmente de todos los mexicanos y no solamente de sus administradores en turno, los cuales nunca han sabido dar una explicación clara, didáctica, creíble, transparente y concreta a toda la sociedad, la cual nos permita avalar que se hayan hecho las cosas de la mejor manera posible.
Resumen
El objetivo de este trabajo es establecer que el problema real para llevar a cabo una Reforma Energética en nuestro país, no se reduce a cómo sea planteada ni a su contenido, sino a la falta de liderazgos generadores de consensos. Al parecer, solamente existen dos alternativas:
1) El Ejecutivo se "encapricha" con la aprobación de su Reforma, consiguiendo que los opositores a lo más logren acordar que se discuta algo muy parecido a lo que se tiene sobre el escritorio, pareciendo que se planteó lo mismo pero a base de sinónimos. Siendo así, indirectamente logra la aprobación a su gusto pero un poco diferenciada.
2) Una mayoría significativa de legisladores consigue imponerse, rechaza frontalmente la Reforma, propone algo bastante distinto y no acorde a los intereses del gobierno, se obstina en ello, y el Ejecutivo emplaza a la Suprema Corte a deliberar sobre toda una serie de aspectos legales. En este plano, podríamos incluso llegar a las elecciones del 2009 sin tener aún nada resuelto.
INTRODUCCIÓN
En relación a la Iniciativa para fortalecer a Petróleos Mexicanos que entregó recientemente el Poder Ejecutivo Federal en el Senado de la República, en estos tiempos nos preguntamos acerca de quiénes son realmente los actores políticos relevantes y su posible influencia, en el desenlace de lo que finalmente se asumirá en la práctica como el fortalecimiento de PEMEX, o dicho sea de otra manera, la reforma energética que a fin de cuentas se adoptará en nuestro país.
Para ello, deberíamos ser capaces de identificar los distintos conflictos -en la arena política– que se presentan y los que puedan llegar a presentarse alrededor de este tema, junto con los posibles esquemas o rutas claras que nos conduzcan a una sana deliberación. Se puede hablar de planear cómo lograr acercamientos entre los líderes de las distintas fracciones en la Cámara de Diputados y el Senado, y algunos legisladores que han demostrado tener peso y presencia. No obstante, esto nos lleva a plantear varias estrategias, pero no un plan ni una planeación estratégica de la comunicación, para que esto fuese viable necesitaríamos en primer lugar que Pemex estuviese enmarcado en un régimen fiscal adecuado -como empresa pública o privada- con un sindicato abocado estrictamente a lo que le corresponde y limpiar los distintos problemas de corrupción que no han sido saneados.
Una vez que esto suceda, será clarísimo cómo establecer una misión compartida y comunicada con todos sus empleados, los valores de la empresa y todo un planteamiento estratégico para alcanzar una visión -incluso bastante ambiciosa- y establecer en serio algún diagnóstico FODA que permita tener un mejoramiento continuo en todas sus actividades. Existen trabajos interesantes en torno a estrategias de comunicación de las empresas petroleras, uno de ellos -bastante ilustrativo- es el de Margarito Palacios[1] de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), donde al referirse a las empresas Shell Oil, Amoco Corporation y Chevron Corporation, nos dice que "estas tres compañías petroleras presentan los cuatro aspectos básicos de la comunicación organizacional: formulan comunicaciones esenciales que fortalecen su identidad cultural, desarrollan programas de comunicación estratégica en forma paralela a su estrategia empresarial, hacen un uso efectivo de los distintos medios de comunicación para difundir sus ideas (medios impresos, audiovisuales y electrónicos) y están atentos a la voz del cliente y de la sociedad para anticiparse a los cambios del entorno". Claramente, una buena comunicación organizacional debe de ser el antecedente claro para la aplicación concreta de algún buen modelo de planeación estratégica de la comunicación.
DIAGNÓSTICO
En un análisis comparativo entre la actual Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo y el texto propuesto en la reciente iniciativa del Ejecutivo, realizado por Víctor Rodríguez-Padilla[2] y publicado en mayo de 2008[3], este autor concluye -de manera preocupante- lo siguiente:
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