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Félix Luna: ¿Narrador de la historia o historiador? (página 2)


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Con respecto a la narración, el historiador, ¿no tiene que ser un buen narrador para poder transmitir y llegar a su público? Sí así fuera, ¿le quita rigurosidad científica a la investigación histórica? Creo que es oportuno citar a Jacques Le Goff ya que nos daría una respuesta a estos interrogantes:

"La historia empezó siendo un relato, el relato de quien puede decir: vi, sentí. Este aspecto de la historia-relato, de la historia-testimonio, nunca dejó de existir en el desarrollo de la ciencia histórica. Paradójicamente, asistimos hoy a la crítica de este tipo de historia mediante la voluntad de sustituir la explicación a la narración […]".[3]

Lo que caracteriza a Félix Luna es su forma de narrar, de contar la historia; y él mismo se preocupa por el receptor, por el que lee sus libros. Es por eso que en una cita en la introducción  de su libro Breve Historia de los Argentinos, dice lo siguiente:

[…] "Este libro está escrito en tono coloquial de mis charlas y conferencias. Preferí hacerlo así para que quienes lo lean puedan imaginar que estoy conversando con ellos mano a mano, como realmente me gustaría."…  […]. Pues se trata, en suma, de una historia narrada, contada, dicha." […].[4]

Esta preocupación suya de ser comprendido por el público a través de su forma amena de narrar, también la manifiesta en otro de sus libros,  Perón y su tiempo I. La Argentina era una fiesta, en donde dice:

[…] "Por eso, ni ésta ni las anteriores obras han sido concebidas como una pura investigación académica. Mi propósito ha sido escribir libros ilustrativos y amenos; historias que cualquiera pueda leer y comentar con su vecino. Respeto la historia erudita, la considero indispensable, cosecho y utilizo permanentemente sus frutos, saludo a quienes avizoran sus alquimias a través de un celaje de estadísticas y sobre un lastre de notas de pie de página, o a aquellos que componen redoblando las teclas de la computadora. Pero esta no es mi cuerda. Trato de prescindir de los marcos teóricos, para hacer accesible a todos la evocación de procesos que son de todos y a todos atañen."…  […].[5]

En sus libros no se evidencia ningún tipo de poca rigurosidad histórica ni mucho menos; la diferencia que encuentro quizá con otros historiadores argentinos, es la forma de narrar la historia.

Por otro lado hemos visto ya en la primera cita, que Félix Luna habla de seleccionar, de que existen varias maneras de narrar la historia, y esta es una de las tantas funciones del historiador. Ranke con respecto a esto dice: "El propósito del historiador depende de su punto de vista".[6]  Es lo que sustenta Félix Luna, siempre hay una manera de mirar el pasado, cada historiador tiene su manera de mirarlo, estudiarlo e investigarlo.  

Por otra parte hay varios autores que al hablar de la tarea del historiador refieren a la multiplicidad de conocimientos que este debe adquirir a la hora de realizar una investigación histórica. Por ejemplo, Miguel Artola dice:

[…] "…la necesidad de un cambio radical en las capacidades requeridas del historiador, a quien el nuevo y multiplicado material que ha de manejar le exige, no una memoria feliz que le permita acumular información, sino una preparación suficiente en muy diversas materias (geografía, matemáticas, economía sociología, etc.) para interpretar las informaciones disponibles, por cuanto no es la naturaleza de los datos lo que hace al especialista, sino la manera como los trata. […] El desarrollo y control de las capacidades del historiador impone […] la necesidad de un entrenamiento que sólo puede practicar enfrentándose directamente con textos y documentos originales."[7]

Aquí estaríamos haciendo referencia al entrenamiento que debe poseer el historiador para escribir historia y por otra parte y en relación a su entrenamiento, a la multiplicidad de conocimientos que debería tener el mismo.

Ante ello, André Burguiére dice:

"La investigación histórica se refiere hoy a aspectos tan variados y requiere competencias tan especializadas que ningún historiador, ni siquiera el más culto, podría pretender dominar, por sí solo, su conjunto."[8]

Si hay algo que caracteriza a Luna, es la gran amplitud para poder escribir sobre los diferentes aspectos que hacen a un proceso histórico porque da la impresión que no deja nada sin analizar, desde lo social, cultural, económico hasta la cosmovisión, el contexto en general, etc. De todas maneras desde mi lectura no creo, como manifiesta Burguiére, que Luna tenga todos los conocimientos o los transmita todos en su conjunto ya que implica una tarea muy compleja. Pero sí manifiesta dentro del campo dedicado a  la historia argentina un amplísimo manejo de fuentes, datos, procesos que hacen de él un "especialista", un referente.

Ya que hemos caracterizado a grandes rasgos la tarea del historiador, es preciso volver a la capacidad que posee Félix Luna en lo que respecta a la narración.

En la nota periodística que expusimos al principio, el periodista le pregunta en forma muy directa cómo hizo para encontrar el tono justo para contar la historia. él respondió que, en primer lugar hay que amar la historia; en segundo lugar, hay que ponerse en el lugar del lector, aquello que le gustaría saber y cómo contarle la anécdota;  en tercer lugar, escribir bien, hay que ser buen prosista. Algo que lo ha ayudado mucho para lograr esta forma de narrar es haber leído mucho ya que contribuye a mejorar el estilo.

En esta misma nota periodística dice algo que ayuda a finalizar la investigación que venimos haciendo con respecto a la pregunta inicial: Félix Luna: ¿Narrador de la historia o Historiador?  El mismo nos contesta:

"Yo hago narrativa histórica, que no es una divulgación cualquiera, porque hay que saber historia y hay que saber contarla para ponerse en manos del público común."[9]

Conclusión

Creo que a partir de la lectura de algunas de sus obras pude comprobar que Félix Luna es un historiador que posee el don de escribir la historia de una manera entendible y que llega a una amplia variedad de público.

Que haga "narrativa histórica" no quiere decir que no sea historiador, ya que posee todas las condiciones para serlo: investiga a través de diferentes documentos, realiza análisis de ellos, escribe, los divulga, ha enseñado historia, vive de la profesión, y por si fuera poco ha sido reconocido por sus pares al ser incorporado como miembro de número a la Academia Nacional de la Historia. Ha escrito numerosos libros, ha ejercido la docencia en varias universidades, ha ocupado cargos públicos, etc. Todos estos son rasgos que bien podrían caracterizar su pertenencia al campo historiográfico.

Su larga trayectoria, da cuenta de que no importa a pesar de que se discuta cómo cuenta a la historia, su narración; sino lo que importa es que hace y ha hecho historia.

La forma de narrar la historia, es su sello distintivo. Pareciera que al leer sus obras, el autor está delante de uno explicándole y contándole lo que en realidad escribe. Creo que ello no le quita rigurosidad histórica ya que no hay nada mejor que leer y comprender sin tener que releer.

Queda claro en esta conclusión lo que hoy le respondería al vendedor de libros, es más me atrevería a aconsejarle que lea algunas de sus obras y allí podrá verificar más claramente lo que en este trabajo se está exponiendo: que Félix Luna es historiador.

Bibliografía

  • ANTOLA, M. (1985). Textos fundamentales para la historia. s/d. Madrid, Alianza.
  • BURGUIéRE, A. (2005). Diccionario Akal de Ciencias Históricas. s/d. Madrid, Akal.
  • LE GOFF, J. (2005). Pensar la historia. Modernidad, presente, progreso. s/d. Barcelona, Paidós.
  • LUNA, F. (1995). Breve historia de los argentinos. 8º ed. Bs. As., Planeta.
  • LUNA, F. (1985). Buenos Aires y el país. 6º ed. Bs. As., Sudamericana.
  • LUNA, F. (1993). Confluencias. 2º ed. Bs. As., Sudamericana.
  • LUNA, F. (1975). De Perón a Lanusse. 10º ed. Bs. As., Planeta.
  • LUNA, F. (2000). Perón y su tiempo. I La Argentina era una fiesta. 8º ed. Bs. As., Sudamericana.
  • Peréz Sarmenti, Iván. "Félix Luna". Diagonal, s/d. 2005.
  • VON RANKE, L. s/d. Historia de los pueblos latinos y germánicos. s/d.

 

 

 

 

 

Autor:

Ana Laura Benítez

Argentina

Noviembre de 2007

[1] Luna, Félix. Buenos Aires y el País. 6º ed. Bs. As. Sudamericana, 1985. p p 8-9.

[2] Luna, F. Idem. p 10.

[3] Le Goff, Jacques. Pensar la historia. Modernidad, presente, progreso. s/d. Barcelona. Paidós, 2005 p 9.

[4] Luna, Félix. Breve Historia de los Argentinos. 8º ed. Bs. As. Planeta, 1995 p 7.

[5] Luna, Félix. Perón y su tiempo. I La Argentina era una fiesta. 8º ed. Bs. As. Sudamericana, 2000 p 7.

[6] Von Ranke, Leopold. Historia de los pueblos latinos y germánicos. s/d. p 37.

[7] Artola, Miguel. Textos fundamentales para la historia. s/d. Madrid. Alianza, 1985 p 14.

[8] Burguiére, André. Diccionario Akal de Ciencias Históricas. s/d. Madrid. Akal, 2005 p 7.

[9] Pérez Sarmenti, Iván. "Félix Luna". Diagonal. s/d. 2005.

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