Nace en 1920, en Uruguay, el departamento de Treinta y Tres.
Su obra pertenece al género narrativo, predominando la escritura en prosa.
En ella ha reflejado personajes y anécdotas del medio rural. Publicó tanto cuentos como novelas.
Entre los libros de cuentos se encuentran:"Cuesta arriba" (1952), "De sol a sol" (1955), "Camino adentro" (1959). Entre sus novelas se encuentran: "Juan de los desamparados" (1961) y "Recuerdos de Treinta y Tres" (1961).
Es considerado discípulo de Juan José Morosoli. La crítica literaria ha acentuado el carácter realista de sus cuentos y novelas, pero se trata de un realismo optimista que frecuentemente soslaya los aspectos más negativos de la vida. De esta manera, en su obra aparece con frecuencia la nota humorística o una leve ironía.
Apela constantemente a los sentimientos nobles del ser humano, poniendo en segundo plano la miseria humana.
Desde el punto de vista formal, se ha consumado como cuentista. Para los críticos, su prosa contiene un tono coloquial bien dosificado. Sus personajes son expresivos, hablan con gracia, poniendo de relieve sus caracteres.
Ha dicho Mario Benedetti del autor: "Los personajes de Da Rosa son espontáneos, pero es el autor el que administra su carácter y su trayectoria, el que construye (con manifiesto arte) su espontaneidad".Pertenece a la Generación del 45 o también llamada "Generación crítica".
Esta generación se caracteriza por el cuestionamiento a la realidad. Surge entre 1938-40 y se decide llamarla "Generación crítica" por considerar que la postura cuestionadora fue su rasgo esencial. Se genera en el Uruguay post-batllista y 'europeizado'. En ese momento el Uruguay transita una democracia política relativamente estable, con una tradición civilista, una aparente estabilidad económica y una apertura a las influencias culturales del exterior.
La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y luego la de Corea (1950-1953) va a beneficiar la economía uruguaya a través del alza en las exportaciones. En este contexto se ampliarán las clases medias que se benefician de la cultura creada para ella por el Estado. Precisamente de esta clase van a surgir los críticos que sacarán a luz los rasgos de la crisis que se manifestará en décadas posteriores.
Ángel Rama describe ciertas características que representan a esta generación literaria:
- Cuestionamiento de las formas establecidas y la lucha por su destrucción, a través de una conciencia crítica.
- Rechazo de los valores literarios estatuidos.
- La inclusión en el tiempo; el volver al pasado para interrogarlo y entender el presente.
En la década del '40 existen dos tradiciones narrativas en la literatura uruguaya: una caracterizada -por lo ciudadano, por lo urbano, y la otra referida al campo o al pueblo del interior, entre la cual ubicamos a Da Rosa.
"Juan de los desamparados" constituye un texto literario de trama narrativa que adquiere la forma de una novela.
La novela tiene una trama narrativa más extensa, al contrario del cuento, la fábula y la leyenda. Este género presenta personajes con una definición más acabada, y variedad de ambientes con descripciones. En ella se presentan diálogos y se realiza un análisis psicológico-social de los personajes.
Esta novela no contiene prólogo, epígrafes, ni epílogo. Los hechos se desarrollan en distintos pueblos del interior del Uruguay. Aunque no se realiza una descripción precisa de la ubicación de los lugares en donde se desarrolla la acción los paisajes descriptos nos indican que se desarrolla en un medio rural.
Constituye un relato realista en donde es un narrador el que relata las acciones en 3a persona, por lo tanto, se trata de un narrador externo.
La acción se sitúa a mediados del siglo XX, y se desarrolla en el interior del Uruguay.
Al comenzar, el narrador presenta al protagonista de la misma (Juan Carmona), que previamente el lector pudo haber inferido mediante el título de la novela. Inmediatamente el narrador presenta a otro de los personajes, el doctor Céspedes. Lo describe como el guía de Juan, el protector.
Es así que el primer apartado de la novela ofrece una síntesis de lo que se desarrollará posteriormente: describe la relación Juan-doctor, presenta personajes y principales acciones. Este primer capítulo también anuncia lo que será el desenlace de la novela.
En el apartado siguiente se retrocede en el tiempo hasta llegar al momento en que Juan y el doctor Céspedes se conocen. Podemos deducir que se retrocede al menos diez años, puesto que el narrador informa que el doctor Céspedes permaneció en aquel pueblo esa cantidad de tiempo. Con un tono un tanto humorístico, el autor presenta algunos caracteres de estos personajes.
A Juan Carmona lo había llevado hasta el hospital un problema con uno de sus "amparados", Bienvenido Soria, donde conoce a Céspedes. El encuentro citado un rato después entre Juan y el doctor ( a través de los datos que recibe el lector se puede predecir que es psiquiatra) produjo una conversación prolongada, licor mediante, en donde Juan le contó la historia de su vida hasta ese momento. En los apartados siguientes, retrocediendo aún más en el tiempo, hasta sus orígenes, conoceremos la vida de Juan.
Nace en una estancia del interior del Uruguay, hijo de madre soltera llamada Dominga Carmona. Apenas él nace su madre queda despedida de la estancia donde trabajaba. Sin protestar emprende camino y encuentra a un hombre, solitario y generoso (Anarolino Sena) quien será su compañero. Vivirán los tres juntos en una chacra, en las afueras del pueblo, rodeados de cerros y en armonía. Anarolino Sena será un gran referente en la vida de Juan. La solidaridad de éste con su madre y con él lo habrán de marcar en su posterior proceder.
Le decía Anarolino Sena que ser hombre significaba "…ser amigo de toditos los otros hombres…". Tiempo después este hombre enferma y muere. Unos "individuos entrajados " los desalojan del lugar a él y a su madre que saldrán al camino. Juan quedará conchabado en una estancia como peón y su madre seguirá camino.
En los años transcurridos en esa estancia, Juan será solidario con los más necesitados.
Ya siendo un muchacho, un día de elecciones, sale al camino con su caballo para dirigirse al centro de votación, cuando de repente, a orillas de un arroyo, se le atraviesa una mujer negra con un bebé en brazos de cinco meses de edad. Ésta le suplica que se lleve al niño, pues había quedado despedida por su causa. De lo contrario lo tiraría en el arroyo. Juan Carmona, sin dudarlo mucho y temiendo que la mujer cometiera alguna locura, se hace cargo del niño.
El patrón de la estancia en donde trabajaba Juan, no aceptando la responsabilidad que éste había asumido y sobre todo por prejuicios raciales, lo despide De esta manera Juan recoge sus cosas, ensilla a su caballo, toma al niño, y se larga a la inmensidad del campo. En honor de quien supo ejercer de padre para con él, Juan inscribe al niño como Anarolino Carmona. Con este acto procede igual que Anarolino Sena lo había hecho con él. Luego de la inscripción se va a dirigir hacia un pueblo llamado "Las Ranas", en donde Juan tenía una familia amiga, los Duarte. Éstos lo van a recibir muy bien, pero algo Juan presentía que algo no andaba marchando en aquella familia.
Al día siguiente, se entera que una de las muchachas, Olimpia, estaba embarazada de "padre desconocido". La vergüenza de aquella familia por lo sucedido había apagado los ánimos. Juan Carmona, queriendo sanar la angustia de aquella familia amiga, decide casarse de forma legítima con Olimpia, hecho que la familia acepta de muy buenas maneras.
Un mes después contraen matrimonio y al mes siguiente nace un niño rubio, al cual llamaron Aligio Carmona Duarte. Durante los seis años siguientes, Aligio y Anarolino se criarán como hermanos entrañables. Al poco tiempo de casados, las relaciones con Olimpia empiezan a ser cada vez más tirantes. Aunque Juan pone todos sus esfuerzos por mantener aquella relación, Olimpia escapa un día con un amante llamado Jiné Olivera.
Decidido a mantener y cuidar de sus dos hijos, comienza a trabajar la tierra del terreno de los Duarte. Cuando al año siguiente el suelo ya había comenzado a dar sus frutos, esta familia le pide el terreno para trabajarlo ellos, y le ponen como condición que él y su hijo negro se fueran del lugar, dejando a Aligio.
A los pocos días Juan se marcha a la ciudad con Anarolino, a quien deja por un tiempo al cuidado de una conocida, mientras él sale a buscar de qué vivir. Con el dinero ahorrado compra una hectárea en la zona suburbana, que comienza a trabajar como lo había hecho en "Las Ranas". Era la primera vez que tenía algo suyo y por ello estaba orgulloso.
Construye un rancho y compra una carretilla que será su fuente de trabajo, pues con esto consigue vender su producción en el pueblo. Mucho de lo producido se lo regalará a los más necesitados.
Uno de los días en que Juan iba para el pueblo a repartir su mercadería se encuentra con un hombre entrado en años "… duro de alcohol y de frío…".
Este señor llamado Bienvenido Soria será uno de sus "amparados" ya que sin dudarlo lo subió en la carretilla y lo llevó a su rancho.
Al poco tiempo Juan se dio cuenta de que Soria tenía algunos trastornos psiquiátricos, sobretodo por la forma desdeñosa en que trataba a Anarolino. Preocupado por su adicción al alcohol, Juan se lo ofrece en raciones hasta que, un día se entera de que Soria no bebe más. Bienvenido Soria guarda en silencio el asco que le provoca Anarolino, hasta que un día explota y sufre un ataque de nervios, que lo llevará al hospital varias veces.
Poco tiempo después Juan encuentra en el camino a otra de sus "amparadas": Rosa. Esta mujer, encontrada casi muerta, va a ser en quien Juan centre todos los cuidados y la atención. Rosa no puede caminar ni hablar, por lo que modifica el ritmo de la casa. Juan por su parte, le habla, la anima, se ocupa de su higiene.
En estos tiempos se va a producir un cierto enamoramiento de Juan hacia ella, ya que ocupará un lugar privilegiado en su vida. Luego llegará al rancho Olimpia, con el propósito de pedirle el divorcio a Juan para casarse con Jiné. Le informa también sobre la situación crítica que estaban viviendo en el rancherío de Las Ranas, lo que preocupa a Juan. Un tiempo después estaban viviendo junto a él toda la familia Duarte, lo que llevó a construir tres cuerpos de casas más, ya que dicho hogar había aumentado el número de integrantes.
La producción empieza a crecer, pues son más manos para trabajar la tierra, pero también crece mucho más el consumo. Las relaciones entre el viejo Duarte y Bienvenido Soria comienzan a desgastarse, por lo que debe intervenir el doctor Céspedes, llevándose consigo a Soria para evitar más riñas.
En esos diez años el pueblo comienza a agrandarse. Las calles de asfalto, las plazas de deportes y hasta edificios, comienzan a transformar el paisaje local. El ritmo de aquel lugar también comienza a cambiar, acelerándose cada vez más, desconectado del ritmo natural de los habitantes de allí. Poco a poco, se iba transformando la idiosincrasia del lugar. La chacra de Juan también comienza a tener más habitantes venidos del rancherío de Las Ranas, a los cuales éste abre sus puertas.
Un día Rosa enferma y al poco tiempo muere. Con este hecho Juan va a sentir que todo se derrumba, y van a ser sus dos hijos quienes lo van a sostener.
Tres años después de la muerte de Rosa su gran amigo, el doctor Céspedes, se va del pueblo hacia la capital del país. La noche antes de la despedida, Juan y el doctor se proyectan hablando sobre planes a futuro. Nunca más se vieron, pero Juan cumple con uno de los últimos consejos de su amigo, conseguirse una mujer que lo acompañe. De esta manera Juan eligió una mujer que el narrador describe como "…la que más necesitaba ser elegida".
Pasaron unos cuantos meses, hasta que un día llegan al lugar unas personas con apariencia de hombres urbanos, que les hacen unas preguntas sobre el terreno. Más tarde les harán firmar unos papeles por los cuales quedan desalojados del lugar, con la promesa de recibir algún dinero que nunca llegó.
Juan Carmona, sintiéndose atropellado, no logra encontrar quien lo ayude, y por otra parte, no entiende la indiferencia de la gente frente a aquello. Piensa que el único que podría ayudarlo a resolver este problema pudiera ser e doctor Céspedes, quien ya no se encuentra en el lugar, Juan decide ir a Montevideo a buscarlo.
Después de tres días de incesante búsqueda regresa al pueblo sin haberlo ubicado. Al regreso se encuentra con su chacra ardiendo en fuego, y a todos los seres que lo acompañaron contemplando aquella catástrofe. Los últimos rostros que visualiza son los de su hijo Anarolino y Aligio Carmona, entre los cuales cae muerto.
El personaje protagónico por excelencia es Juan Carmona. A través de la acción lo vemos como a una persona solidaria, honesta, optimista, protectora, espontánea y a veces un tanto inocente. Se denota en él una vocación de servicio y una fuerza emprendedora que lo hace constantemente ayudar a los demás.
En uno de los pasajes, el narrador lo describirá de esta manera: "… Juan era uno de esos individuos que sirven para todo: para "sancochar" un guiso, o para sujetar un potro de las orejas. Aguantador como paciencia de chacrero; duro como talón de negro; sufrido como mano de lavandera".
Se podría decir que otro de los personajes principales de esta novela es el doctor Céspedes. Fiel amigo y sostén de Juan, se asemeja a éste en su solidaridad. Con una gran vocación de servicio, su aspecto físico parecería no encajar con su rol de médico. Muchas veces será un sostén para Juan, aconsejándolo o resolviéndole problemas.
Como personajes secundarios se ubicarían su madre, sus hijos, Anarolino Sena, Bienvenido Soria, Rosa y la familia Duarte.
La madre de Juan, Dominga Carmona, se presenta como una mujer luchadora que no se rinde ante el primer obstáculo. Aparece como una mujer tranquila y sufrida.
Anarolino Sena, compañero de ésta, aparece como un gran referente en la vida de Juan por lo que se presenta con algunos rasgos parecidos a este. Hombre callado, tranquilo y sufrido, a quien Juan comparará con un árbol por las características ya citadas así como también por lo firme, por lo manso, y sobretodo por la sombra que les proporcionaba a él y a su madre, es decir, la protección.
Los hijos de Juan, Anarolino y Aligio Carmona, no aparecen caracterizados más allá de su apariencia física. Sin embargo, tienen una fuerte presencia en la novela ya que serán uno de los motores de la vida del protagonista.
Otro de los personajes importantes va a ser Rosa. Se la presenta como a una persona "incapaz", la cual será una de las principales "amparadas" de Juan, tanto por el tiempo como por la dedicación que éste le profesa, así como también por el lugar que ocupará en su vida.
A Bienvenido Soria se lo presenta como a un hombre que ronda los sesenta años, alcohólico y con bastantes alteraciones psiquiátricas. Al principio aparece como un hombre depresivo y sin ganas de vivir, pero poco a poco se irá reponiendo y sintiéndose útil, aunque mantendrá las alteraciones psiquiátricas.
Por otra parte, se podría caracterizar a la familia Duarte, sin hacer una diferenciación entre sus integrantes ya que contienen caracteres muy similares. En su presentación inicial aparecen como gente afable y solidaria, pero, poco a poco, sacarán a luz otros sentimientos más negativos como la envidia, el utilitarismo y la haraganería.
Esta obra destaca los sentimientos más nobles de un ser humano, que se brinda a los más necesitados, o como lo subraya el título de la novela, a los desamparados. Durante toda la novela el autor trata de hacer hincapié en los prejuicios y discriminaciones que sufren los personajes, ya sea por su raza, pobreza, o condición de madre soltera.
Paralelamente hace una descripción de la modificación que sufre el medio rural mediante la urbanización, el "progreso", y el consecuente desplazamiento de su población. En esta realidad, que se torna por momentos cruel, aparece un hombre, Juan Carmona, que es capaz de batallar de forma noble con esa realidad.
Una de las acciones que caracteriza al protagonista más claramente es el haberse hecho cargo de un niño ajeno, dándole protección, amor, y defendiéndolo ante el prejuicio de los otros hombres por su condición de negro. Casi sin vacilar, asumirá la responsabilidad de ser padre, aunque para esto deberá renunciar a su propia estabilidad, ya que con esta acción perderá su empleo y deberá darle otro rumbo a su vida.
Esto demuestra que Juan es un hombre nacido para brindarse a los demás, aunque esto signifique perjudicarse a sí mismo.
En la novela se muestra a un individuo tan noble y transparente que parecería no poderse encontrar en la realidad contemporánea, por lo menos así se indica al comenzar la novela.
El mundo en el que nos tocó vivir está sufriendo una transformación en sus valores, en donde se destaca el individualismo, el éxito (prioritariamente económico), la indiferencia, la "belleza", etc., como valores en sí mismos. Al contrario, los valores que presenta este personaje son la solidaridad y el amor hacia el otro.
Por lo tanto, concebir la existencia de más individuos así, nos hacen soñar con un mundo diferente, en donde las relaciones humanas y los prejuicios pueden cambiar
Prof. Jorge Sapka