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México: Primer Gobierno Centralista

Enviado por ivan_escalona


Partes: 1, 2

  1. Dificultades para el funcionamiento del nuevo país
  2. Nace una república
  3. La primera presidencia
  4. Fracasa el sistema republicano
  5. La primera presidencia de Santa Anna
  6. Rumbo al centralismo
  7. Empieza a funcionar la república centralista
  8. Entre dos repúblicas centralistas
  9. Bibliografía

Dificultades para el funcionamiento del Nuevo País.

La nación que se había hecho independiente en 1821, la vieja Nueva España, con sus cuatro y pico millones de Kilómetros cuadrados y, según cálculos de la época, 6.122.354 habitantes, los grupos humanos eran muy variados: había regiones de población criolla frente a grupos indígenas indómitos, que no asemejaban someter; en otros lugares el mestizaje era muy importante. Había costumbres, creencias y lenguas variadas, el país era un verdadero mosaico humano. No es, pues, de extrañar que México fuera una "nación" sólo en la mente de unos cuantos mexicanos, que se empeñaban en que aquella región, que contaba con la tradición de haber formado parte de un mismo virreinato y de estar unif7icado por la acción religiosa que mal que bien había llegado a los rincones. Lo que no veían aquellos hombres que creían también asegurado era que, además de la heterogeneidad humana, el contraste social y el económico eran fuerzas que dificultaran la fundación de un estado, porque los intereses de los diversos grupos no podían ser el mismo. Y para colmo la falta de capital, las grandes deudas pública heredadas de la corona española, la desorganización y el abandono de minas, campos e industrias y las dificultades de establecer un nuevo sistema fiscal hicieron insostenible la situación económica del país. El primer golpe contra la economía novohispana fue el real decreto de 1804, pero a partir de 1808 empezó la fuga por préstamos forzosos y voluntarios para independizar a la península de las garras de Napoleón. En 1810, con el principio de las guerras de independencia, la lucha afectó a la economía, al tiempo que empezó a acumularse una deuda pública. Para 1814, en que se normalizó la vida en la península con la victoria sobre los ejércitos napoleónicos, comenzó la salida de capitales españoles, que se había de incrementar en 1821 con motivo de la proclamación de la independencia. Por otra parte, los ingresos hacendarios disminuyeron gracias a diversos decretos de las cortes de Cádiz, que abolían algunas cargas fiscales, como el tributo personal que pagaban los indios. Y por si esto fuera poco, el gobierno independiente se vio obligado a rebajar impuestos para demostrar de manera palpable las ventajas del rompimiento con España. La falta de presupuesto para pagar los sueldos de los empleados y del ejército se traduciría en constantes amenazas de pronunciamiento y revuelta. Como decía una expresión popular de aquellos tiempos. Pero no fue ni con mucho el económico – social el único del estado fundado en 1821. La constitución de 1812 había iniciado una transformación drástica de instituciones con la federación del imperio español. Nueva España se dividió en cinco provincias que habían de elegir sus propias diputaciones provinciales. Estas elecciones iban a despertar el interés político en muchos grupos de la sociedad. El mito de que los novohispanos carecían de experiencia política resulta falso. Antes de 1823 no hubo oportunidad de elecciones de los Borbones permitieron que grupos con fuerza económica influyera en muchas decisiones y adquiriera cierta experiencia política.

Nace una República

El 1 de enero de 1823 Antonio López de Santa Anna se pronunció en Veracruz por la república. Iturbide despachó de inmediato tropas imperiales al mando del general Echavarri para aprehender al revoltoso. Pero el comandante, a su vez, se pronunció con el Plan de Casamata, que no apoyaba el levantamiento de Santa Anna a favor de la república, sino que pedía solamente elecciones para reunir un nuevo congreso. Iturbide se dio cuenta de que la situación estaba perdida, y el 4 de marzo de 1823 convocó al congreso que él mismo había disuelto meses antes, y ante él presentó su abdicación.

Cuando el Congreso empezó a reunirse se produjeron muestras de malestar. Algunos diputados salían de la cárcel y desconfiaban de los iturbidistas; otros veían con desagrado no haber cumplido la tarea para la cual habían sido elegidos, es decir, redactar la Constitución. Para el 29 de marzo se habían reunido ya unos 103diputados, y el congreso se consideró constituido. Por su reciente experiencia con Iturbide, temían más que nada a la tiranía, y por lo tanto decidieron dejar el ejecutivo, el supremo Poder Ejecutivo, en manos de tres personas: Los generales Pedro Celestino Negrete, Guadalupe Victoria y Nicolás Bravo. No fue sino hasta el 7 de abril cuando se discutió la abdicación del emperador. El congreso, herido por haber sido disuelto y algunos de sus diputados encarcelados, no pudo resistir la tentación de vengarse del emperador y declaró nula su abdicación, por haber sido producto de la fuerza Mientras esto sucedía en la capital, ene le interior la abdicación de Iturbide puso a la nación al borde de la fragmentación en pequeños países.

La fragmentación del país parecía inevitable por el deseo de autonomía de las provincias. El 16 de junio, el general Luis Quintanar, jefe político de Guadalajara, declaró que, ante la inexistencia de un gobierno nacional, la nación volvía a su "estado natural".

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