"Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive: es ponerlo al nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote, es preparar al hombre para la vida".
José Martí
Introducción
La vida de la humanidad contemporánea es muy compleja. La economía, la política, la ciencia, el arte, el Estado, el individuo, constituyen la diversidad de las singularidades de la sociedad. De ahí dimanan las múltiples y diversas ciencias sociales, unas de las cuales estudian diferentes "partes" del organismo social, mientras que otras lo investigan en su conjunto. Todo lo cual estriba en que se tenga un conocimiento y dominio cada día más cabal de los eventos políticos, sociales, culturales y económicos que acontecen a nuestro alrededor.
Existe una máxima antigua y sabia: "No hay nada más práctico que una buena teoría". Tales palabras se pueden atribuir con toda certeza también a la Política, y más a la Cultura Política vista desde el punto de vista marxista-leninista, la cual actúa como una poderosa arma para conocer y transformar la sociedad en beneficio de los trabajadores. Pero como todo, esta cultura necesita aprehenderse, cómo única forma coherente de entender las causas y posibles consecuencias de los problemas del mundo actual, la elaboración de un punto de vista propio respecto al desarrollo de la sociedad así como la incorporación consciente en la lucha de las fuerzas progresistas contra la injusticia social y la opresión.
Con el presente trabajo se pretende esbozar de forma gerenal el concepto cultura política, sus orígenes y manifestaciones. Igualmente se hace énfasis en la importancia que para los ciudadanos y la sociedad en general, tiene la adquisición de una sólida cultura política.
Desarrollo
ACERCA DE LA POLÍTICA Y LA CULTURA POLÍTICA
El concepto de Política, de su unidad o variedad, pero siempre como ciencia, no es un concepto discutido. Hay muchos escritores y científicos que afirman que la Política no es una ciencia y que únicamente puede ser una especie de "doctrina o prudencia, o de arte", una especie de catecismo de regla para la vida y obrar de los hombres que intervienen en el Estado. Podría muy bien hacerse la objeción de que, precisamente, la Doctrina del Estado, o sea, la investigación de la efectividad existente en el Estado, debía llevarnos al conocimiento de cómo se ha de obrar en el Estado y con relación al Estado. La ciencia y la doctrina del Estado consisten en poner en claro las leyes según las cuales se realiza la vida del Estado, su nacimiento y marcha. Considerada la Política en su unidad básica o en cualquiera de sus ramificaciones es una ciencia moral de carácter social que se refiere a la organización y funcionamiento de la sociedad Política para la consecución de sus fines. Del resumen histórico precedente cabría deducir diversos criterios para formular el concepto de la Política como ciencia.
Trátese de la vida internacional, de la economía o de la moral, del empleo de la ciencia o los destinos de la cultura, de la educación y la ideología, del pasado, el presente o el futuro de la sociedad, siempre tropezamos con los problemas de la Política.
¿Y qué es la Política? Es el arte de gobernar y dar leyes y reglamentos para mantener la tranquilidad y seguridad públicas y conservar el orden y las buenas costumbres. Sistema particular que adopta un gobierno o un partido. Sistema general que resulta de las diferentes relaciones que tienen los Estados entre sí. El grupo social al que la Política hace referencia es el Estado.
Lenin decía que es "la participación en los asuntos del Estado, la dirección del Estado, la determinación de las formas, de las tareas y del contenido de la actividad del Estado[1]La Política, enseñaba Lenin, debe ser la obra de la clase obrera, de todo el pueblo. Y eso es realmente la Política en la sociedad socialista. Por consiguiente, para enjuiciar con conocimiento de causa la Política, saber orientarse en la compleja trama de los acontecimientos sociales y participar activamente en la edificación de la nueva vida se requiere un conocimiento cada vez más amplio y profundo de las leyes que rigen el desarrollo social, de las principales tendencias del curso histórico de la sociedad y el mundo. Sin embargo, no es suficiente conocer los fundamentos teóricos de la Política: lo importante es apreciar la Política en acción, sus objetivos y sus resultados. De ahí la importancia de que nuestros estudiantes conozcan de estos temas que tan ligados con nuestro quehacer cotidiano y nuestra profesión están, para que sirvan de poderosas armas de combate práctico e ideológico en el terreno jurídico en el que nos desempeñamos, porque el jurista es ante todo político, y porque el Derecho es inherente, desde su nacimiento por necesidad histórica, al Estado.
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