El presente trabajo se iniciará con una cuestión la cual es muy fundamental para el desarrollo del mismo.
¿Por qué es importante este sacramento dentro de la vida cristiana?
Como conocemos por medio del catecismo de la iglesia católica, este sacramento es el fundamento de la vida cristiana. De la misma manera este sacramento da al hombre la posibilidad de entrar en una vida espiritual, dado a que este sacramento es una puerta que se abre para hacer posibles los demás sacramentos confiados a la iglesia por Jesucristo. Dentro del catecismo de la iglesia católica encontramos que el bautismo es el sacramento del nuevo nacimiento, que se da por medio del agua y de la palabra, cuando dice:
"Por el bautismo somos liberados del pecado y reengendrados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la iglesia y hechos participes de su misión" (Sede, 1992, pág. 384).
SIGNIFICADO
En el significado del bautismo nos encontramos con varios puntos importantes:
1. Nombre del Sacramento
El nombre de este sacramento proviene del termino griego "baptipzein", que quiere decir sumergir; introducir dentro del agua; o de igual forma la inmersión. A su vez podemos encontrarlo en la carta a Tito que lo definen como "Baño de regeneración y renovación del Espíritu Santo" (Tt. 3, 5), por lo que significa y es el hecho de significar y a su vez de realizar ese nacimiento del agua y del Espíritu sin el cual sabemos, nadie puede entrar en el reino de Dios.
"El Bautismo es el más bello y magnífico de los dones de Dios… lo llamamos don, gracia, unción, iluminación, vestidura de incorruptibilidad, baño de regeneración, sello y todo lo más precioso que hay. Don, porque es conferido a los que no aportan nada; gracia, porque, es dado incluso a culpables; bautismo, porque el pecado es sepultado en el agua; unción, porque es sagrado y real (tales son los que son ungidos); iluminación, porque es luz resplandeciente; vestidura, porque cubre nuestra vergüenza; baño, porque lava; sello, porque nos guarda y es el signo de la soberanía de Dios" (Nacianceno, pág. 36)
2. Dignidad del sacramento
El Bautismo como sacramento de la fe
Este sacramento es de vital significancia dentro de la vida cristiana, ya que el recibir este sacramento significa: Primero que se abre para el hombre la posibilidad a la vida y de igual forma al reino de Dios. Este es el primer sacramento de la ley, el mismo que es propuesto por Cristo para que aquel que lo reciba tenga la vida eterna y que luego lo confió a su iglesia juntamente con su evangelio, cuando dice: "Id y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, y del hijo, y del Espíritu Santo" (Mt. 28, 19).
Esta cita bíblica tiene mucho significado sobre todo para dar a entender la acción de la Trinidad en el sacramento de bautismo. Se debe tener cuidado en la frase propuesta por el evangelio, ya que uno de los errores algo complicados es separar a las tres personas de la Trinidad, de tal manera que no se puede decir: "Te bautizo en el nombre del Padre, en el nombre del Hijo, y en el nombre del espíritu Santo", de esta manera se estaría separando la acción de Un solo Dios que es Trino y uno.
El bautismo, incorporación a la Iglesia
Este es el sacramento por el cual los hombres son incorporados a la Iglesia, como se manifiesta en la Primera carta a los Efesios, "integrándose en su construcción para ser morada de dios, por el Espíritu" (Ef. 2, 22); y en la carta de Pedro "raza elegida, sacerdocio real" (1P. 2, 9). De tal forma que como se manifiesta en el Concilio Vaticano II: "es también vínculos sacramental de la unidad que existe entre todos los que esta marcados con él" (Concilio Vaticano II, Decreto sobre el ecumenismo, pág. n. 22)
3. Funciones y ministerios
La celebración del Bautismo es la cima de toda acción pastoral, en la cual se asume la colaboración de muchos responsables y se desarrolla en varias etapas sucesivas.
El pueblo de Dios
La preparación al bautismo y la formación cristiana, es considerada una responsabilidad del pueblo de Dios, es decir, a la Iglesia, la cual transmite y fortalece la fe que fue recibida por los Apóstoles. Por medio del ministerio de la iglesia los adultos son llamados al evangelio por el Espíritu, y los niños a su vez educados en la fe de la iglesia.
La presencia del pueblo de Dios en la emisión del sacramento es de vital importancia, ya que este hace presencia de la iglesia; pero también conlleva un gran compromiso, Ser testigos y colaboradores en la obra de Dios que se manifiesta por medio de la iglesia. Entonces el pueblo de dios no es solamente presencia de la iglesia, sino que se hace responsable del crecimiento de la iglesia ayudando a alcanzar la madurez y la plenitud de la vida a los integrantes de Cristo.
Los Padres
Dentro de este contexto debemos recalcar que el ministerio y las funciones de los padres acerca del bautismo de sus hijos está muy por encima que la del padrino, con esto se da por entendido la necesaria presencia de los padres en la celebración del renacimiento de su hijo por medio del agua y del bautizo.
Hay también algunos puntos importantes que los padres cumplen en la celebración de este sacramento, es por lo cual se les atribuye el término cumplidores de ministerios como:
-El pedir públicamente que sea bautizado el niño
-cuando lo signan en la frente después del celebrante
-La renuncia a Satanás y realizan la profesión de fe
-cuando la madre lleva al niño a la fuente bautismal
-el encender el cirio
– cuando reciben la bendición especial para las madres y para los padres.
Los Padrinos
Según costumbre antiquísima de la Iglesia, no se admite a un adulto al bautismo sin la presencia de un padrino, tomado de entre los miembros de la comunidad cristiana. Dicho padrino debe haberle acompañado durante la última fase de preparación al sacramento, y después de bauzado, lo ayudara en la perseverancia en la fe.
En el caso del bautismo de los niños, los padrinos son los encargados de profesar juntamente con los padres, la fe de la Iglesia en la cual es bautizado dicho niño. El padrino representa a la familia, como extensión espiritual de la misma, y cuando es necesario, es el encargado de ayudar a los padres en pasar la fe a su apadrinado.
El padrino debe tener las siguientes cualidades requeridas:
a) Madurez necesaria para cumplir con esta función
b) Haber recibido los tres sacramentos de iniciación cristiana (Bautismo, eucaristía y confirmación)
c) Pertenecer a la Iglesia católica y no estar incapacitado, por el derecho, para el ejercicio de la función de padrino
Sin embargo, si los padres del niño desean, pueden elegir a una persona bautizada que pertenezca a una comunidad separada, siempre y cuando este acompañado por un padrino o madrina católico. Es responsabilidad de los padres escoger a quienes ayuden a sus hijos en la fe.
Los ministros
Es ministro ordinario del Bautismo el obispo, el presbítero o el diacono. En caso de no estar ninguno de los ministros descritos, y la persona a la que se quiera bautizar se encuentre el peligro inminente de muerte, cualquier fiel, y aun cualquier hombre que tenga la intención requerida, puede, y algunas veces hasta debe, conferir el Bautismo. Si no es tan inmediatamente la muerte, se debe precisar que un file sea el que bautice y que tenga al menos la presencia, si es posible, de uno o dos testigos
El Lugar (Pila Bautismal)
La pila bautismal tenía doble significado, ambos sacados de textos bíblicos y en especial del evangelio:
O bien era el sepulcro en el que quedaba sepultado el hombre viejo como símbolo del pecado.
O era el seno materno del cual debería surgir el cristiano como nueva creatura, como una vida nueva, por las aguas y el Espíritu Santo.
En el bautismo se hacen presentes algunos símbolos y cada uno con su respectivo significado, de los cuales los más importantes son los siguientes:
LA SEÑAL DE LA CRUZ
Como la mayoría de los sacramentos, esta da inicio a la celebración del mismo y como plantea la doctrina de la iglesia Católica donde expresa que:
"La señal de la cruz, al comienzo de la celebración, señala la impronta de Cristo sobre el que le va a pertenecer y significa la gracia de la redención que Cristo nos ha adquirido por su cruz." (Ratzinger, 2006, pág. 7)
EL AGUA
El agua es el más importante de los signos bautismales, en este signo cabe recalcar que tiene dos significados, es decir, debe ser visto como símbolo de vida y de muerte
El agua como símbolo de muerte
El símbolo del agua es como el centro y resumen de los exorcismos: el sumergir en el elemento de muerte es el exorcismo radical. Hemos llegado finalmente a la "materia" del bautismo, a la que nos ha llevado espontáneamente el análisis de la palabra. El simbolismo del agua es significativo de la acción del Espíritu Santo en el Bautismo ya que el agua se convierte en el signo sacramental del nuevo nacimiento. Como dice Ratzinger:
"El agua, unida al proceso de la inmersión, es, por ahora, un símbolo de muerte. La salvación de las aguas abismales es una de las imágenes de la biblia, al igual que la imagen del mar como lugar de Leviatán opuesto a Dios. Y por tanto como expresión del caos, de la muerte; partiendo de este simbolismo dice el Apocalipsis que en el nuevo cielo y en la nueva tierra ya no existirá mar alguno (Ap 21, l). Dios domina solo y la muerte está definitivamente vencida. Así el agua del bautismo puede representar el misterio de la cruz de Cristo y, al mismo tiempo, asumir las grandes experiencias de muerte y salvación de la Antigua Alianza, especialmente el milagro en el Mar Rojo. Estas experiencias se transforman así en presentaciones anticipadas de la cruz de Cristo y la señalan como el misterioso centro de toda la historia de la salvación." (Ratzinger, 2006, pág. 8)
El agua como símbolo de vida
El hombre vive del agua. Desde muy pronto la Iglesia tomó expresamente el simbolismo vital de la fuente al prescribir que el agua para bautizar había de ser agua viva y corriente. Vida y muerte están paradójicamente unidas.
Tomados ambos puntos debemos concluir como lo hace Ratzinger:
"En este doble simbolismo del agua se percibe que sólo el sacrificio vivifica, que sólo el entregarse al misterio de la muerte lleva al país de la vida. Este único gesto simbólico proclama la unidad de muerte y resurrección." (Ratzinger, 2006, pág. 8)
También es necesario mencionar que:
"El ritual Bautismal admite dos formas de realizar el gesto del baño de agua: "tanto el rito de la inmersión que es el más apto como el rito de la infusión, pueden utilizarse con todo derecho. Ambas formas son Legítimas." (Aldazabal, 1990, pág. 124)
EL CIRIO PASCUAL Y EL FUEGO
Cada uno cumple con un significado similar el cual está inmerso por un único significado, el cual representa a Cristo resucitado que es la luz imperecedera además de significar también al espíritu santo.
Así como en las catequesis de San Juan Crisóstomo encontramos:
"Detrás de mi llega el que es más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su sandalia: Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego152. Y también por la misma razón el sacerdote, al bautizar, no dice: "Yo bautizo a Fulano", sino: Fulano es bautizado en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, dando así a entender que no es él quien bautiza, sino el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo, cuyos nombres se invocan." (Crisóstomo, 2002, pág. 47)
También lo evidenciamos en la enseñanza fundamental de la iglesia donde dice:
"El cirio que se enciende en el cirio pascual, significa que Cristo ha iluminado al neófito. En Cristo, los bautizados son "la luz del mundo" (Mt 5,14; cf Flp 2,15)." (Sede, 1992, pág. 234)
ORACIÓN DEL EXORCISMO
En el bautismo, el exorcismo que se realiza es básicamente una declaración de la victoria de Cristo sobre el poder de las tinieblas. No es una declaración puramente nominal o de deseo, pues forma un todo con el ritual mismo por el cual esa persona queda asociada a la Pasión redentora de Cristo. Y, sin embargo, la fórmula empleada no supone la posesión en el sentido estricto de dominico sobre la voluntad o la inteligencia de la persona que es bautizada. Por eso consideramos plenamente responsables de sus actos también a los no bautizados.
LA VESTIDURA BLANCA
Esta es la señal de la nueva vida que hemos recibido en cristo, donde incluso toman vida las palabras que dicen: "a la cena del cordero revestidos con blancas túnicas, atravesado el mar rojo, cantamos a cristo el señor" tomado del himno propio del tiempo pascual. También la Iglesia nos dice lo siguiente:
"1243 La vestidura blanca simboliza que el bautizado se ha "revestido de Cristo" (Ga 3,27): ha resucitado con Cristo." (Sede, 1992, pág. 238)
SANTO CRISMA
Este simboliza posesión, curación y fortaleza por el Espíritu Santo, además de simbolizar la unción también debemos tomar en cuenta que en su intervención en la sinagoga de Nazaret, Jesús se aplica a sí mismo el texto de Isaías que dice: "El Espíritu del Señor Yahvé, está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Yahvé" (Is 61,1). Como expresa también San Juan Crisóstomo:
"Ahora bien, la cruz se marca usando el crisma, y este crisma es a la vez aceite y perfume: perfume para la esposa, aceite para el atleta. Y repito: no es un hombre, sino Dios mismo quien te unge valiéndose de la mano del sacerdote; que es así, escúchalo de Pablo, que dice: Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios. Ahora bien, en cuanto esta unción haya ungido todos tus miembros, podrás someter sin miedo alguno a la serpiente, y nada malo te pasará." (Crisóstomo, 2002, pág. 51)
Los símbolos que he mencionado son los más importantes dentro de la liturgia bautismal, y en este caso cabe recalcar que ha estos los acompañan los signos comunes de todo sacramento como son la cruz, que es el árbol de la vida eterna; la incienso, signo de respeto y veneración, además de todos los signos generales de la iglesia en sí.
Aldazabal, J. (1990). Gestos y Símbolos. Barcelona : Centro de pastoral Litúrgica.
Concilio Vaticano II, Decreto sobre el ecumenismo. (s.f.).
Crisóstomo, S. J. (2002). Catequesis Bautismales. España: cruzgloriosa.org.
Nacianceno, S. G. (s.f.). Orationes.
Ratzinger, J. (2006). Bautismo, Fe, Iglesia. 11.
Sede, S. (1992). Catecismo de la Iglesia Católica. Ciudad del Vaticano: Librería Editrice Vaticana.
Autor:
Pablo Chumania,
Andrés Mejía,
Jefferson Villavicencio
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR
FACULTAD ECLESIÁSTICA DE CIENCIAS
FILOSÓFICO-TEOLÓGICAS
ESCUELA DE FILOSOFÍA
INTRODUCCIÓN A LA LITURGIA