Si el hombre o la mujer confiesa el asesinato, la pena ya no será de 25 a 40 años de cárcel, sino que puede llegar a ser de diez años o menos.
El grupo de investigadores que trabajan en la Unidad de Vida de la Fiscalía explican que cerca del 70% de los casos de crímenes pasionales que se registran, por lo menos en Bogotá, son ejecutados por el esposo. La razón es que normalmente la mujer toma un arma como símbolo de protección, pero rara vez con la intención de usarla" .[3]
Es claro que si no fuera por la legislación, la violencia contra las mujeres sería aún mayor, algo que María Isabel Rueda parece no comprender; por lo que yo agregaría que defender nuestros derechos y decírselo en una carta abierta, como lo ha hecho Florence Thomas, no significa que ella sea nuestra enemiga, ni que las feministas odiemos a las que no lo son; simplemente es hacerle caer en cuenta cuan ingenua puede ser su postura y cuanto análisis de la violencia de género le queda por hacer.
La violencia en contra de las mujeres no ha dejado de crecer, pero también es cierto que hoy en día es más visible de lo que era hace 10 o 30 años. Al menos en lo que concierne al mundo occidental, las mujeres cada vez toman más conciencia de sus derechos y por lo tanto las denuncias se han incrementado. Lo que antes se cubría con un velo en la familia, imponiéndose la ley del silencio, hoy esa ley comienza a resquebrajarse; el miedo hacia el violento que habita en nuestra propia casa, poco a poco da paso a una toma de conciencia por parte de la mujer y en algunos casos de los hijos, por lo que la mujer encuentra las fuerzas necesarias para buscar ayuda y denunciar a la pareja que la acecha y martiriza.
El sentimiento de inferioridad, tan arraigado en el género femenino, comienza a dar paso a un sentimiento de rebeldía ante la infamia de la que es víctima.
Sin embargo no puede decirse lo mismo de los países musulmanes o de la India; sin contar con los países de regímenes totalitarios como la China y Cuba, donde los delitos son celosamente guardados por el Estado, por lo que la opinión pública desconoce lo que verdaderamente pasa en su propio país y por supuesto sin que les llegue nunca información de lo que sucede en el resto del mundo; ya que la opresión política también es otra forma de discriminación hacia una población en general y hacia la mujer en particular.
Es el caso de Aung San Suu Kyu, la líder política del partido de oposición birmano. Desde 1990 ha estado prisionera en su casa, luego de haber ganado las elecciones con el 80% de votos a su favor. Desde entonces ha estado incomunicada, con algunas breves excepciones en las que ha quedado libre. En 1991 ganó el Premio Nobel de la Paz, pero la Junta Militar le negó la salida del país. Es también el caso de Benazir Butho, aparentemente asesinada en 2007 por órdenes expresas del presidente Musharraf, quien ayer mismo (18.08.08) debió demisionar, antes de exponerse a un juicio político en Pakistán.
[1] Datos publicados en: Las mujeres en Colombia: una situación de desventaja. [2]16 días de activismo contra la violencia hacia las mujeres. http://www.margen.org/wp/2007/11/25/16-dias-de-activismo-contra-la-violencia-hacia-las-mujeres/ [3]SUAREZ, Mariana y Diego Alarcón. El Espectador. Bogotá 16.08.08
Datos de la Autora
Berta Lucía Estrada E. realizó estudios de literatura en la Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá-Colombia), una Maestría y un DEA en el Institut des Hautes Etudes de l'Amérique Latine, Sorbonne III (París- Francia) y una Especialización en Docencia Universitaria en la U de Caldas (Manizales- Colombia). Se ha desempeñado como docente universitaria en las áreas de francés, de literatura y de historia del arte. Durante 10 años trabajó como funcionaria en la Unidad de Cultura adscrita a la Alcaldía de Manizales, dictando capacitaciones a las bibliotecarias y docentes de primaria en la animación de lectura infantil y juvenil. Publicaciones: Un regalo para la abuelita (literatura infantil), Las cuatro estaciones (poesía), un manual de lteratura infantil y juvenil titulado …de ninfas, hadas, gnomos y otros seres fantásticos, Léeme una poesía con la luz apagada (poesía infantil) y Féminas o el dulce aroma de las feromonas, seguido de Voces del silencio. Ha publicado algunos artículos en revistas. Es colaboradora asidua de Papel Salmón, del diario La Patria de Manizales. Actualmente colabora con monografias.com y con Letras Uruguay.
Autora:
Berta Lucía Estrada
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