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Los Kichwa de Leguízamo – Tras las claves de los Runas del Antisuyu


Partes: 1, 2, 3

    1. Algunas breves reflexiones a manera de introducción
    2. ¿Por qué Kichwa y no Inga? Algunas notas para el debate
    3. Distribución aproximada de las comunidades del pueblo Kichwa amazónico en Ecuador, Perú y Colombia
    4. Las voces de nuestros mayores
    5. ¿Quiénes somos los Kichwa? Aprendiendo de nuestras comunidades hermanas del otro lado del río
    6. De cómo nace el idioma de los Kichwa Runas
    7. Breve descripción de algunas comunidades del pueblo Kichwa de Leguízamo

    "(…) Nuestra memoria histórica nos señala claramente nuestro origen amazónico (…) Nosotros estamos diciendo que somos Kichwa y que el nombre de Inga con que se nos viene identificando es a todas luces equivocado. Identificarnos con un nombre ajeno ha llevado a extraviarnos del sendero de nuestros mayores (…) Es claro que nuestro proceso histórico, al igual que nuestra cultura tradicional, es muy diferente a la de los Inga. Nuestro pasado, presente y futuro es Kichwa (…)".

    CHIBIW WAMANI PWKAINCHI (EUSEBIO GUAMÁN COQUINCHE)Presidente

    Organización del Pueblo Kichwa de la Amazonía Colombiana (OPKAC)

    "(…) Se hicieron en tiempos pasados encuentros con los Inga del Alto Putumayo en los que participamos nosotros. Allí nos dimos cuenta de las grandes diferencias que nos separan de los Inga. Los Inga son andinos mientras que nosotros tenemos un proceso histórico que nos une a la Amazonía (…) En el encuentro con los Inga se puso de manifiesto que nosotros no hacíamos parte de ese pueblo, que nosotros éramos un pueblo diferente, que nosotros éramos Kichwa (…)".

    MIGUEL MACANILLA GREFA.VicepresidenteOrganización del Pueblo Kichwa de la Amazonía Colombiana (OPKAC)

    "(…) Hay que señalar que la autoidentificación como pueblo Kichwa se inscribe en un proceso de recuperación colectiva de nuestra historia que aún está en marcha. En ese contexto, el autoidentificarnos como Kichwa no es el fin de un proceso, sino más bien el comienzo de una nueva etapa, en la que la elaboración de nuestro Plan de Vida adquiere una inusitada vigencia. El nombre Inga con el que hemos sido conocidos no es adecuado. Ese no es nuestro nombre. Nuestras comunidades son Kichwa".

    RAMIRO MUÑOZ MACANILLA Consejero CoordinadorAsociación de Cabildos Indígenas de Leguízamo y Alto Resguardo Predio Putumayo (ACILAPP)

    "(…) A partir de la fecha, y como parte del proceso de recuperación colectiva de nuestra historia, las comunidades indígenas que en Leguízamo venimos siendo llamadas erróneamente como Inga, queremos expresar que esa denominación que se nos ha acuñado no se apega a la realidad de lo que hemos sido y de lo que hemos vivido (…) Nosotros somos Kichwa y así deseamos que se nos identifique (…)".

    De la "Declaración del Pueblo Kichwa de Leguízamo"La Apaya, 22 de noviembre de 2002.A la memoria de Jumandi y Juan Santos Atawallpa Apu Inka, héroes de la resistencia en el Antisuyu.Honor y gloria a los que con su valeroso ejemplo de guerreroscubrieron con dignidad la historia del pueblo Kichwa amazónico.

    ALGUNAS BREVES REFLEXIONES A MANERA DE INTRODUCCIÓN

    La Amazonía siempre ha sido considerada como una región que posee una inmensa diversidad étnica, cultural y biológica, que configura un paisaje de belleza exuberante y de inconmensurable valor. Los ancestrales habitantes de la Amazonía, a lo largo de miles de años, configuramos civilizaciones complejas, con avanzados niveles de desarrollo espiritual e intelectual, que permitieron el establecimiento de relaciones armónicas con los ecosistemas de la región.De esta manera, los pueblos indígenas amazónicos creamos sistemas culturales, políticos, sociales y productivos, adaptados apropiadamente a las condiciones especiales de los ecosistemas propios de la selva húmeda tropical. Durante miles de años los pueblos indígenas amazónicos hemos venido usando de manera sostenible los recursos naturales y de la biodiversidad, sin agotarlos ni extinguirlos.Sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo XIX con el inicio de una presencia más sostenida de los blanco-mestizos en la región amazónica, la situación principió a cambiar abruptamente: Las selvas fueron profanadas y nuestras milenarias culturas perseguidas. Definitivamente los pueblos indígenas dejamos de ser los mismos, como quiera que se truncara violentamente el desarrollo de nuestras civilizaciones propias. De sociedades autónomas y prósperas, los pueblos indígenas pasamos a ser sociedades dependientes y empobrecidas. Con todo, los pueblos indígenas aún no hemos sido conquistados ni derrotados totalmente. Testimonio de ello es que hoy, pese a la historia de violencia contra nuestras culturas, los pueblos indígenas amazónicos continuamos vivos y seguimos resistiendo. Más aún, hoy en día, como evidencia de nuestra perseverancia, los pueblos indígenas amazónicos estamos adelantando procesos de revitalización étnica y de recomposición territorial que son necesarios para nuestra pervivencia.Actualmente cuando en Colombia se habla del Putumayo, se habla de violencia, de guerrilla, de desplazamiento, de narcotráfico, de indios y de selva. Pero el Putumayo no es solamente eso. Es mucho más. Es una dinámica de un ciclo de vida propio. Es un proceso social de subsistencia y de resistencia, de un embrujo agradable que invita a compartir un mundo misterioso. Más allá del folklorismo y de un sinnúmero de estereotipos, el Putumayo es, sobre todo, el escenario que ha posibilitado el desarrollo de las civilizaciones de la yuca, de la ayawaska, del ambil y del jibia; En términos generales, en la región amazónica colombiana se destacan dos épocas trascendentales para los pueblos indígenas amazónicos.

    El primero, se remota a la época de principios del siglo XX, que nos recuerda la tristemente célebre empresa cauchera peruana, llamada Casa Arana, que mancilló, explotó y esclavizó a innumerables pueblos indígenas de la región. El segundo momento se presenta en las dos últimas décadas del siglo pasado, donde la bonanza de los cultivos de uso ilícito propició un giro radical en la dinámica productiva, económica, social y cultural de los pueblos indígenas del Putumayo, como quiera que nos insertara en el mercado en condiciones de sujeción y sometimiento.Estos antecedentes de desplazamientos y migraciones son los que actualmente validan la necesidad de avanzar en el proceso de recuperación cultural e histórica en que estamos empeñadas en estos momentos las comunidades ancestrales Kichwa que habitamos la región, como quiera que nos brinda elementos no sólo para conocer nuestro pasado lejano e inmediato, sino que nos aporta elementos relevantes para consolidar la apropiación de los actuales territorios que ocupamos.Mientras hasta mediados del siglo XIX los pueblos indígenas amazónicos no presentamos prácticamente contactos con los blanco-mestizos, logrando mantener sus dinámicas sociales y culturales de manera autónoma, esta situación principió a cambiar radicalmente a partir del inicio de la explotación de la quina, de las pieles, del caucho, de las maderas finas, que desencadenaron procesos de reducción y esclavización de varios pueblos indígenas de la región.El auge de estos ciclos extractivistas en toda la Amazonía derivó en desplazamientos de diversos pueblos indígenas. Fue así como en las décadas finales del siglo XIX y primeros años del siglo XX, grupos familiares Kichwa emigraron de la Amazonía ecuatoriana y, en menor medida de la Amazonía peruana, a Leguízamo y a varias regiones del departamento del Amazonas.Hoy, algo más de un siglo después que se iniciara este proceso de aculturación causado por diferentes actores, iglesias, caucheros, madereros, quineros, buscadores de oro, los pueblos indígenas que hemos sobrevivido a este etnocidio de grandes proporciones, nos hemos visto en la necesidad de buscar la ruta histórica que nos permita identificarnos como poblaciones con arraigo y tradición en el municipio.Preocupados por saber sobre nuestros ancestros, hemos cuestionado nuestro origen: "¿quiénes somos?", "¿de dónde venimos?", "¿para dónde vamos?", lo que ha permitido que todas y cada una de nuestras comunidades Kichwa busquemos antecedentes que nos permitan conocer nuestras raíces y de esta forma lograr recuperar parte de los conocimientos históricos que hasta hoy yacían inmersos en el olvido.

    El pueblo Kichwa, que habita el municipio de Leguízamo, mediante un proceso colectivo de recuperación histórica, empieza a ver con claridad su pasado y reconoce que el presente es una consecuencia del arduo caminar en busca de nuevas alternativas de vida y que, si bien, hoy existen muchos vacíos en nuestra memoria, aún se puede recordar y armar el rompecabezas que al final nos conduzca a un futuro mejor, donde no sólo se rescaten nuestros valores étnicos, culturales y nacionalitarios sino, sobre todo, nuestra opción civilizatoria, es decir, nuestro sistema de vida milenario, de manera que nos permita esgrimir con orgullo la bandera que en el pasado llevaron nuestros ancestros, no en estas tierras pues hoy ocupamos un territorio que otrora perteneció al pueblo Siona, sino en la amazonía ecuatoriana de donde provenimos casi todas las comunidades Kichwa de Leguízamo.Consecuentes con nuestros valores identitarios como pueblo Kichwa, se ha mantenido viva la tradición de nuestro pueblo y la imagen de un pueblo próspero, donde la base fundamental de nuestra organización social son los grupos familiares, donde el respeto por la tradición es un condicionante para mantener la armonía familiar y comunitaria, pues basado en ella compartimos la vida laboral a través de las mingas, o la vida social a través de diversos ceremoniales, rituales y reuniones animadas por la asua o chicha. Con esto no queremos decir que seamos superiores, solamente pretendemos ser nosotros mismos, vivir una vida digna y justa, amparados por nuestros principios culturales, sociales y espirituales.Finalmente, hay que señalar que la autoidentificación como pueblo Kichwa se inscribe en un proceso de recuperación colectiva de nuestra historia que aún está en marcha. En ese contexto, el autoidentificarnos como Kichwa no es el fin de un proceso, sino más bien el comienzo de una nueva etapa, en la que la elaboración de nuestro Plan de Vida adquiere una inusitada vigencia.El nombre Inga con el que hemos sido conocidos no es adecuado. Ese no es nuestro nombre. Nuestras comunidades son Kichwa.

    RAMIRO MUÑOZ MACANILLAIndígena del Pueblo KichwaConsejero Coordinador

    Asociación de Cabildos Indígenas de Leguízamo y Alto Resguardo Predio Putumayo (ACILAPP)

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