Mein Kampf, el secuestro anarquista. Episodios nacionales de Angelillo de Uixó
Enviado por Ángel Blasco
Mein Kampf, el secuestro anarquista. Episodios nacionales de Angelillo de Uixó
El barrio de Texas es lugar conocido en Vall d' Uíxo por ser cobijo de pequeños traficantes de droga, evangelistas, aspirantes a torero, capitalistas populistas en la ruina, y madres solteras menores de 15 años.
Es casi imposible de encontrar en una de cada dos familias una que no tenga una hija con tan desafortunada y pesada carga.
El barrio constituye un conjunto de casas destartaladas, construidas pobremente situadas a los pies de una colina erosionada en cuya cumbre se encuentra una cueva, y sobre la cúpula de la cueva un nido de ametralladoras del ejercito republicano.
Las viviendas ofrecen fachadas estropeadas, pintadas de colores vivos. Las ventanas siempre están abiertas y decoradas con alambres colocados en el exterior donde cuelga ropa tendida. Las calles están pobladas por farandules descamisados de gesto chulesco, tatuajes en la piel, mal carados, violentos, con la fisionomía característica patria: bajitos, delgados, de pelo negro ,cejas arqueadas muy pobladas y rencor en el alma. Las chicas semi desnudas, con mucho erotismo barato para agradar, largas melenas recogidas en moños , buscan por los parques protector que las domine para volverse al encontrarlo criaturas agrias, amargas, orgullosas y sumisas.
En una de esas casas vive la chica más hermosa de Vall d' Uixó, diferente al numen del barrio.
Canta alegre fregando los platos Bella Mari, mientras su hijo Cándido, llamado así por su ingenuidad, observa desde la ventana como unos gitanillos juegan a fusilar a un perrito con una carabina de aire comprimido.
Es ésta una vivienda de gente humilde, desempleada, y religiosa. Viven en ella Bella Mari que es madre soltera, su hijo cándido y sus dos padres.
El padre de Bella Mari observa a su hija con furia debido a que le despierta en él unos fuertes instintos sexuales sobre los que se siente culpable. En el sofá se mueve incomodo contemplándola, ama más a su hija que a su mujer. Su esposa debido a los disgustos de una vida repleta de calamidades, frustraciones y miserias la han afeado y convertido en un ser despreciable.
Bella Mari en ropa interior suda por el calor agostal sofocante, la humedad del agua y del ambiente humedecen su bello cuerpo escultural. Prepara unas torrijas, de lejos se escuchan ronquidos de la madre de Bella Mari que duerme agitada por los nervios al haber estado esa mañana arreglando unos papeles en el banco para que no les cortaran la luz.
La cocina es pequeña, con pocos electrodoméstico pero muy limpia. Un canario amarillo dichoso de contemplar la figura de bella Mari trina solo cuando ella canta o habla. El reloj de cocina marca algo más de las dos y media.
Cándido se acerca a su madre acariciando sus suaves piernas.
-Mama ¿puedo ir a jugar con los niños de abajo?
Bella Mari a parte de poseer una gran belleza, también tiene el resto de virtudes imaginables, sobre todo la de la complacencia, con todos los problemas que le han ocasionado, pues fue la causa de quedar embarazada del sacerdote de Uixó que estuvo a punto de suicidarse si no se acostaba con ella. Hasta tal punto llegó la desesperación del sacerdote que ésta tuvo que ceder quedando en tan desastrosa situación por que no muriera el caballero que le dio la comunión y el bautismo. Su suicidio jamas se lo habría perdonado, como tampoco lo habría hecho su familia, ni la sociedad de Vall d' Uixó.
Bella Mari sonriendo a su hijo y dándole un beso le permite bajar a jugar. Le prepara un delicioso bocadillo de torrijas y Cándido corriendo se une a sus amigos que han abandonado al pequeño perro por considerarlo muerto. Ahora van de cacería en busca de algún gato para quemarle el rabo.
Cerca del parque los gitanillos quedan quietos al ver una sombras humanas desconocidas.
Se plantan en medio de la calle oteando el horizonte en la posición que desde los tiempos más remotos han aprendido y la evolución ha perfeccionado. Su imagen semeja la de diminutos John Weynes esperando a los forasteros apuntando con la carabina.
Se van apreciando las figuras. Son gente alegre, van acompañados de perros. Avanzan juntos en grupo. Cantan, bailan, tocan guitarra, pegan patadas a los contendedores de basura, beben cerveza, se empujan. Los chillidos del grupo molestan por ser hora de siesta. Apáticos golfos se alzan de los sofás. Los beatos se santiguan observando la plaga que llega, los pequeños traficantes van hacia los calcetines y sacan bolas de hachís.
Los chiquillos se quedan atónitos ante las chupas de cuero llenas de imperdibles que se gastan los forasteros, las gruesas hebillas de los cinturones, pero sobre todo por los peinados de colores y enormes cretas semejantes a un pollo.
Los dos grupos quedan cara a cara a las 3 de la tarde. Los gitanillos están asustados, pero piensan que si algo les pasa los primos les vengaran. Un águila sobrevuela el lugar chillando sobre el cielo. El aire es seco y abrasador, un ligero soplo de aire levanta unas hojas que pasan por el lado de los gitanos sin que se muevan. Suena una armónica. De entre los pankis aparece desde el final un joven más alto que los demás. No va peinado con cresta, si no una larga melena a lo rasta semejante a los africanos de Jamaica. Viste de cuero, sin camisa, un enorme cinturón labrado en hierro con una hebilla esculpida en acero con una calavera y dos tibias adorna la cintura. Sobre su hombro izquierdo posa una enorme cacatúa que dice sin parar: hijo puta, hijo puta, hijo puta.
Lo más fascinante es que no le sigue un perro, si no un enorme carnero rojo tan grande como un asno. Los niños se quedan atontados con la presencia del animal, especialmente cándido. Un gitanillo mira la cacatúa pensando en disparar y asarla con manzana robadas.
Les hace la señal de la paz y les habla el panki:
-hola chavales, somos unos anarquistas que estamos de paso por Vall d' Uixó, venimos de ganarnos la vida en el rototom como perro flautas anarquistas y ahora queremos vender nuestro productos ecológicos en la feria medieval- tropical- renacentistas- futurista- alternativa de Vall d' uixo. Nos hemos quedado sin cerveza para hacer la revolución. Vosotros que tenéis caras de espabilados ¿nos podéis llevar donde pillar cosas básicas?
Cándido debido a su educación y haber heredado de su madre el gen del altruismo en seguida se presta a socorrer a los anarquistas.
-Señor si queréis podéis venir a mi casa, mi madre os dirá lo que necesitéis saber. ¿Puedo tocar el borrego?
-Claro tío tocalo, no me llames señor, no lo soy, mi nombre es Parua y esto no es un borrego, es un cordero tibetano. Este que tocas es muy especial, estuvo al cuidado del dálai lama . En el tibet los utilizan como animales de carga, para labrar, para cuidar las casas de los ladrones y como profesores de yoga.
-¿Y no se los comen o utilizan la lana ? – pregunta un gitanillo asombrado por los usos tibetanos.
-Pues no- responde Parua con gesto de caer en la cuenta de lo simples que son los tibetanos y él- seguramente no habrán descubierto esas propiedades. Yo he estado allí en par de veces, una en una feria medieval que montamos muy bonita para vender colonia ecológica, hicimos hasta una representación de la inquisición, quemamos a dos chinos, y otra en un festival que organizo el rototom de música jamaicana para que los tibetanos se interesarán por esa música, les quitaba mucho el estrés del monasterio. Puedo asegurarte que los corderos los utilizan solo para lo que te he dicho. Allí se alimentan solo con nutritivas bayas de boji y ya esta, no necesitan más, deberíamos aprender de ellos y no ser tan consumistas, esta sociedad da asco, es repugnante, me dan ganas de vomitar. Bueno chaval, llevanos a por provisiones que estamos de bajón por que se ha acabado el festival.
-¿Puedo acariciarlo?- Pregunta cándido pasando la mano sobre la lana de carnero.-Claro tronco y sube en él- le dice Parua cargando a cándido en su lomo.
-Es muy suave- le dice.
-¿Te gustan los sex pistol colega?- le pregunta Parua.
-No se que es eso-responde cándido.-Tío ¿ no sabes quienes son ?- exclama asombrado Parua- ¿que edad tienes?
-10 años señor.
-Colega yo a tu edad ya los conocía y había hecho el amor con más de 10 chicas¿eres virgen?
-No se- responde confuso cándido.
-Anda vamos que tengo mucho que enseñarte– le dice Parua pegándole un colleja.
Se acerca un joven rapado con la camisa de la sección de España al grupo. Levanta el puño en alto e invocando a la madre tierra les ofrece hachís.
-40 euros la bola.
-30- lanza una contra oferta una chica que viste con pantis rotos, la falda descosida, al igual que la camisa.
-Vale 30- responde el chico, agarra el dinero y se va con disimulo.
Cándido conduce a la horda anarquista hasta su casa. Queman por el camino varios contenedores, rompen cabinas de teléfono para sacar dinero e increpan a una anciana que les llama sinvergüenzas.
En la casa han terminado de comer y rezan el avemaría.
Cándido sube a los anarquistas.
toc- toc- llama, Bella Mari abre la puerta. Al hacerlo todos observan su hermosa figura. Su rostros es de santidad beata, la luz pasa por los contornos de su figura semejando una aparición angelical. Los anarquistas cegados por la luz de la ventana, los cantos del avemaría y el canario se sobrecogen. La cacatúa levanta el vuelo chillando: hijo puta, hijo puta.
Parua se queda conmocionado al ver el cuerpo de bella Mari, su largas piernas, su melena sedosa rubia cayéndole hasta la cintura, sus pechos voluminosos y tersos sobresaliendo del escote, su vientre plano y caderas redondas bien torneadas, sus labios abiertos por el asombro que son de una gran sensualidad, y sus ojos verdes claros que miran extrañados con una pizca de deseo a Parua. Este con su cuerpo escultural, fibrado, larga melena, barba de tres días, dotes de mando y unos pantalones muy ajustados que marcan paquete le hace palpitar el corazón a Bella Mari.
-Mira mama, tienen un borrego- exclama cándido abrazando a su madre.
El enorme carnero pasa a la casa y se empieza a comer el sofá.
-Ahh el sofá no cabestro del infierno, aquelarre satánico, lo acabo de tapizar- grita fuera de sí doña Rogelia, la madre de Bella Mari.
Doña Rogelia agarra una escoba y lanza el arma entre los cuernos del animal asestando un gran golpe.
El animal con un furioso beeee,beee, beeee se refugia en una esquina y observa a la maruja con los rulos sobre la cabeza, raspa el suelo con las patas y mientras blande la escoba sobre su cabeza ataca el carnero dándole con los cuernos en el estomago y tirando al suelo a Doña Rogelia.
-No me dejéis morir así, ayudadme- suplica moviendo los brazos por el suelo buscando la escoba y llorando mientra el carnero no para de embestir.
Los perros famélicos y hambrientos entran lanzándose sobre los platos vacíos rebañado y mordiendo el batin de doña Rogelia. El padre de Bella Mari, don Francisco, con la escopeta se dispone a abrir fuego pero la cacatúa se lanza a los ojos dando el tiro a la foto del rey Juan Carlos. Los anarquistas al grito abajo la iglesia y el rey cogen todas la a fotos de santos, del papa Juan Pablo II , Benedicto y prenden fuego a la casa tras desvalijarla.
Parua aprovecha para secuestrar a Bella Mari, la monta en el carnero y se la lleva, cándido sigue a su mama.
Los padres de Bella Mari consiguen salir de la casa entre toses y algo chamuscados de ropaje.
Al cabo de una hora llegan los bomberos ya que al ser un barrio humilde con mucha costumbre de arder las casas por venganzas o manipulación de petardos en las fiestas patronales se toman su tiempo.
Doña Rogelia contemplado como arde la casa le sugiere a su marido:
-Ya que la casa esta asegurada en Mafre y mi madre esta a punto de morir nos podemos quedar con su casa y vivir de lo que nos de el seguro. En cuanto a la chiquilla ¿has visto los ojos que tenia de gata en celo? Siempre ha sido una fulana, que se espabile con esos delincuentes. Es mejor no decir nada a la policía y que se la queden los anarquistas. Nosotros Paco podemos empezar de nuevo y ser felices.
Paco que tenía la costumbre a tener a bien los consejos de su mujer, pues aunque fea era sensata, le dice: Bueno cariño.
Los anarquistas prendiendo fuego a diversos contenedores, rompiendo escaparates de perfumerías, salen del pueblo. Cae la noche, llegan a un paraje desolado.
La horda se encuentra en un bosque de naranjos de troncos negros, ramas que crecen verticales repletas de hojas amarillas, las ratas huyen despavoridas ante su presencia. La luna ilumina sus rostros, la hierba esta mojada por la humedad del cercano mar, los sapos croan, murciélagos sobre vuelan sus cabeza devorando mosquitos, las lechuzas giran la cabeza 360 grados buscando a sus presas.
Parua manda a varios pankis que busquen huertas para proveerse de alimentos, su atención la centra en bella Mari.
-¿Como te llamas?- le pregunta.
-Bella Mari ¿Y tu?
-Mi nombre es Parua- le dice agarrando su mano.
-Sois gente muy extraña a mis ojos- le confiesa- ¿Quienes sois?
-Somos anarquistas, gente sin normas que lucha contra el capitalismo y por un mundo más justo, caminamos por la tierra viviendo de los festivales alternativos, haciendo conciertos y cuando no tenemos dinero atracamos. La vida es horribles y asquerosa, queremos destruir el orden establecido y de las ruinas hacer otro mundo.
Bella Mari abalanzándose sobre Parua gime entre sollozos con su suave voz, rodea con sus bracitos su cuerpo:
No digas eso tan horrible, ésta el amor, la paz, las flores, la vida es bonita, una caja llena de sorpresas y gente buena que quieren a las personas.
No Bella Mari, aquí solo hay miseria por culpa del capitalismo y los fascistas.
Los dos cuerpos se funden en uno, hacen el amor, cándido juega con el carnero, el resto de anarquistas bebe cerveza.
Al cabo de una hora regresa la expedición de avituallamiento con tomates y melones.
Camaradas, camaradas, hemos encontrado huertas de hortalizas que colectivizar y agua, adema son ecológicas, a lo lejos hemos divisado la carretera nacional 340 y luces de verbena de playa, hay una fiesta impresionante.
Hurra, hurra, fiesta a tope, fiesta a tope- gritan los anarquistas repletos de dicha.
Se dirigen a los campos, allí encuentran enormes extensiones plantadas con tomateras, lechugas,pepinos. Los perros entran destrozando los caballones, el carnero devora las zanahorias y el resto se lanza al ataque.
-¿No bendecís los alimentos?- pregunta ingenua Bella Mari- asustada de verlos comer como animales con las manos y destrozando toda a su paso sin que en ese lugar vuelva a crecer la hierba.
Los pankis se ríen de Bella Mari y ella siente una profunda pena por su falta de sentimientos.
Eh gente, un segundo, nosotros practicamos la tolerancia y el respeto, si la chica quiere rezar que rece, igual nos viene bien.
Bella Mari canta una oración y el resto al terminar dice Amen, se lanzan a los alimentos.
Una vez saciados se dirigen a la verbena.
Luces de colores en el aire lanzados por reflectores colocados desde los tablados convierten el cielo en un arco iris intermitente, la música ensordece el ruido de las olas que van y vienen, un humo denso surge de unos cañones envolviendo los cuerpos agitados como marionetas.
En la orilla el agua cubre los cuerpos de amantes desconocidos que hacen el amor sobre a arena. Las chicas ridículas danzan eróticas provocando miradas de chicos con el pelo engominado y camisa blanca de rostros rasurados, los cuerpos están cincelados de gimnasio. Vómitos en la puerta traseras de los chiringuito se mezclan con el olor a alcohol y carne asada.
A pocos metros de los tablados un inmigrante asa carne en un puesto ambulante de kebat. Los perros ante el olor van corriendo hasta el carrito, se suben a el y devoran salchichas. El inmigrante es un pakistaní delgado de hambres anémicas, barbas a lo talibán, mirar de resentimiento y soledad. Espantado el pakistaní e insensible a los derechos de los animales se lanza con el pincho a los perros, ensartando un tenedor enorme a uno de ellos en el hocico. Los pankis acuden corriendo a salvar a sus compañeros de cuatro patas.
Maldito burgués indio capitalista que trabajas hasta los festivos, ahora te vas a enterar- dice un panki pegando al pakistaní con la hebilla del cinto en el turbante.
El pakistaní cae desmayado, el resto de la tropa tira al suelo el carro ambulante. Los perros engullen la comida que cae. Se atragantan engullendo causando vómitos con bilis verdiamarillenta.
Al jaleo acuden unos cuantos seguratas con ganas de pelea. Tras ellos miembros pijos de nueva falange.
Vosotros perro flautas, vais a saber lo que es bueno- le dice un metro sexual homosexual falangista que trabaja de seguridad.
Parua sin decir nada, apunta y lanza su hebilla alcanzando un ojo del seguridad que cae hasta el carnero que se lo come. Sus compañeros se lanzan sobre los anarquistas . Un pijo llega a agarrar a Parua del cuello, pero este consigue derribarle y llevarlo de la cabeza hasta una cazuela con aceite hirviendo donde la mete.
Sin darse cuenta son rodeados en un inmenso circulo donde les lanzan sillas, botellas, piedras de la playa. Parua se defiende de los objeto que le lanzan con una enorme sarten. El resto con las tapas del carrito y el cuerpo del pakistaní han fabricado una barricada. A lo lejos ve Parua a su amor de rodillas con las manos juntas rezando por el.
Bella Mari ora:
Padre nuestro que estas en los cielos, salva a mi amor, librarlo de todo mal y perdona sus pecados si los tiene, no le dejes caer en la tentación, hágase tu voluntad por los siglos de los siglo amen.
Cándido acompaña el rezo de su madre, gruesas lagrimas caen de estas dos santas personas llenas de amor, agradecimientos y humanidad.
No Bella Mari, aquí no caeré- jura Parua y observa la situación. Habla a sus compañeros.
Rapa Nuí aun tienes el zipo, bakunin pasa esa botella de alcohol , y tu membrillo, dame tu camisa de Iggy pop rápido- exhorta Parua a sus compañeros- ¿Veis el flanco izquierdo? cuando os diga correr hacia allí, pero dadme lo que os digo.
Toma aquí esta la botella de whisky ,la lanza bakunin esquivando un vaso que le tira un falangista, va el zipo dice Rapa Nui y el membrillo tras besar la imagen de iggy pop le lanza la camisa.
Cuando os diga ya salir corriendo a la izquierda y abriros paso con las maderas del carro ¿Vale?.
Vale- le contesta la tropa constituida aun por más de 20 pankis, varios yacen derribados por botellazos.
Ya.
El grupo sale corriendo por el flanco más débil donde solo hay un par de anorexicas y un niño repipi con escayola en la pierna, les embisten dando golpes sobre todo en la pierna del tullido que empieza a sangrar mientras se desploma del dolor.
Parua prende el cóctel molotov y lo lanza sobre el butano provocando una gran explosión. El carrito se levanta muchos metros sobre el aire, semejante a cuando ETA voló el coche de Carrero Blanco. El carrito cae envuelto en llamas sobre los seguratas matándolos en el acto. La onda explosiva también mata a mucha chicas adolescente y mutila a la mayoría de personas. Restos de kebat, pollo, patatas, falapel caen en el mar, las doradas acuden al botín y las tintoreras que amputan los cuerpos de varios jóvenes que hacen el amor en el mar.
Los pankis se retiran a su cuartel, hacen un recuento. Han perdido a cinco compañeros y uno ha caído prisionero de los falangistas- pijos.
Vaya día que llevamos en Vall d ' uxió, creo que en este pueblo no somos muy bien recibidos. Deberíamos abandonar lo de la feria de agroecología medieval- dice uno de los pankis.
Eso nunca- le replica Parua- ahora que tenemos donde abastecernos de productos ecológicos, no será como en todas las ferias ecológicas que comprar productos del lidel y gastamos 10 céntimos por kilo de cebolla para revenderlos por 2 euros, esta vez el negocio sera redondo.
Por el camino, en un lugar recóndito y muy escondido escuchan un susurro muy extraño, frases en alemán mal pronunciadas, tiros de pistolas de juguetes. Los pankis se asoman a unos arbustos y observan a un grupo de personas vestidas con uniforme alemán.
Ostia- dice un anarca, ahora nazis ¿Que significa esto?
No lo se- dice Parua, quizás sea que la reforma laboral y los dictados de Alemania de reforma de la constitución Española hayan ido más lejos de lo previsto. Creo que nos invaden los alemanes. Salvemos España.
Los anarquistas se lanzan sobre ellos y les hacen prisioneros, son cuatro los capturados el resto huye. A un prisionero alemán le quitan el casco y bella Mari lanza un chillido de asombro.
Padre Damián-¿Que hace usted en este lugar desierto y disfrazado de alemán?
El padre Damián sorprendido y santiguándose le explica:
– Es que estamos recreando una batalla de la II guerra mundial.
Mentira- chilla una chica panki abofeteando al cura- Sois alemanes traidores nazis.
No hija mía no, soy sacerdote, el nazismo es lo más alejado del 3 mandamiento e incluso el 8. ¿Por lo tanto como voy a ser nazi?
Ese hombre es mi Papa- dice cándido.
Todos miran asombrado a Bella Mari. Parua siente una violencia extrema y la agarra de los hombros agitándola. La cacatúa sale volando de su hombro diciendo: hijo puta, hijo puta.
¿No es cierto que has tenido un hijo con un cura nazi verdad? -Le dice abofeteando a bella Mari.
Bella Mari llorando exclama:
Si Parua, pero fue por pena, por que quería morir si no hacia el amor conmigo, lo necesitaba.
No es cierto, soy virgen- exclama el cura santiguándose.
Ahora lo veremos- Parua desnuda al reverendo y todos quedan asombrado de que el cura este circuncidado, porta un piercing en el pene y un tatuaje en el pubis rasurado con un corazón, dentro están escritas las palabras "Bella Mari"
Santo cielo pero que cosa más enorme tiene el guarro del cura- exclama una panki.
Bella Mari mirando de reojo se cubre la cara.
Atadlo y al campamento- exclama Parua- El resto podéis iros si juráis no decir anda, de lo contrario contamos lo del cura.
El resto jura y se va.
Bella Mari llena de compasión pide gracia para el sacerdote. En el campamento lo atan con los perros.
¿Como te encuentras? le pregunta Mari pasando un paño por la cara al padre Damián.
Feliz de estar contigo, sabes que te amo con locura- exclama con mirar de enamorado.
No empiece padre- le replica Bella Mari sonriendo.
Sueño a todas horas contigo, esto para mi es una bendición, una liberación, he escrito un diario que guardo en mi bolsillo, se llama mi lucha, y narra todos los pensamientos que tengo contigo, te amo Bella Mari más que a la vida.
Padre, tranquilo que hablare para que le liberen- dice bella Mari dando un beso al sacerdote.
No hija mía, no hagas eso, dejame estar a tu lado, dejame cerca de ti o me mato, te juro que me mato, haz todo lo posible para que me retengan.
Pero padre, son anarquistas, todos ellos herejes excomulgados, no puede usted quedarse aquí, debe escapar.
Si puedo quedarme y debo, es voluntad del señor, quiero sufrir este divino cautiverio, intentare convertirlos a la Fe católica.
Los pankis hacen asamblea para decidir que hacer. Deciden quedarse en el bosque como bandoleros , pasar de las ferias medievales por el momento e ir a texas a por drogas una vez a la semana.
Entre tanto Bella Mari cuida al cura y por piedad hace el amor con el a escondidas.
Pero una panki llena de suspicacia abandona la asamblea y les observa. Se lo comunica a Parua que sospecha de bella Mari y al resto del grupo.
El dolor de Parua es intenso y desesperante, quiere morir por sobredosis.
Celebran un apartado para decidir que hacer con Bella Mari acusándola de religiosidad y trato con sacerdotes. Acuerdan mandarla a texas con los traficante de droga y levantar el campamento llevándose al cura como prisionero.
Bella Mari sufre mucho con la noticia pues ama sinceramente a Parua, le suplica que se quede con ella. Él, aunque la ama más que a su vida sabe que está destruido por el amor.
Atan a Mari con el cura y los perros.
Parua va a visitarla, la desata para liberarla y abrazando a Bella Mari le dice:
Renuncio en mi vida al amor, solo quiero destrucción, reducir todo a escombros, adiós Bella Mari, me olvidare de ti.
Bella Mari al oír esas palabras cae desmayada y muere.
El sacerdote al saber que iban a separarle de ella cae presa de una angustia tan grande que muere también.
Parua desconsolado a lomos de su carnero sube a una peña y se lanza al galope gritando:
Bella Mari.
Angelillo de Uixó, dedicado a la chica más hermosa de Uixó , Bella Mari.
Autor:
Ángel Blasco