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Influencia extranjera en la plástica argentina del siglo XIX

Enviado por Liliana Duran


Partes: 1, 2

    1. Marco Histórico
    2. Biografía de Emeric Essex Vidal
    3. Obra de Emeric Essex Vidal
    4. Conclusiones y recomendaciones
    5. Anexos
    6. Bibliografía

    Obra de Emeric Essex Vidal (1791-1861)

    ¿A dónde irá mañana con peregrina planta

    la Europa con las joyas de su pasada edad?

    América es la virgen que sobre el mundo canta,

    profetizando al mundo su hermosa libertad.

    "La América" (Fragmento), de "El peregrino"

    José Mármol

    Introducción

    La influencia extranjera en la pintura latinoamericana -específicamente argentina- presenta variadas vertientes, principalmente la de proveniencia europea, anglosajona, entre otras y, en segundo lugar, la producción interna de los artistas argentinos. En este caso, se estudiará la influencia extranjera específicamente de la zona austral así como el contexto de Argentina en el siglo XIX incluyendo un poco la literatura producida para poder comprender un poco más tal influencia.

    Asimismo, se tomará como ejemplo de esta influencia la obra a Emeric Essex Vidal por ser el primer artista en representar paisajes rurales y urbanos que visitó Argentina en dos ocasiones: entre 1816-1818 y 1828-1829. Poseía conocimientos cartográficos por ser oficial de la marina. Podemos deducir entonces su espíritu científico y su afán por plasmar la naturaleza tal y como se presentaba a sus ojos, otorgando un aire figurativo a sus obras que en ocasiones se han catalogado de costumbristas.

    En este orden de ideas, se presenta una pequeña biografía del autor y se analizarán tres de sus obras desde el punto de vista formal -aunque someramente- para distinguir tales elementos costumbristas que, de alguna manera contrastan con el espíritu romántico nacionalista argentino de ese momento. Seguidamente, en las conclusiones se resume substancialmente el contenido de esta monografía.

    1.- Marco Histórico

    1.1.- Las Artes Plásticas en la Argentina del siglo XIX

    Antes de tratar el tema plástico en Argentina, se dará una breve idea de lo que se representaba en la literatura romántica argentina del siglo objeto de este estudio. El romanticismo argentino es completamente diferente del surgido en Alemania y Francia respectivamente sin negar, claro está, su influjo. Hartzenbusch Lee nos habla de un cuento de Esteban Echeverría donde el imaginario indio cumple un papel protagónico, de él expone:

    "Descriptivo y naturalista, fruto de la observación directa del poeta, evidentemente influido por Chateaubriand y Heredia, el autor inicia un viraje maestro, un importante golpe de timón en las letras argentinas: pintar su aldea, escribir de lo que se sabe, comenzar a bogar hacia nuestros propios temas, nuestra propia naturaleza, nuestra propia sociedad. Con ‘La cautiva’ quedarán atrás las lamentables imitaciones de autores extranjeros, las reformulaciones de los clásicos y los refritos de españoles y franceses: con ‘La cautiva’ el arte poético se vuelve, por primera vez, arte genuinamente nacional."

    Aun cuando se trata de una aseveración evidentemente nacionalista, se formula de manera paralela, una visión prejuiciada por parte de Hartzenbusch acerca de la producción poética de Echeverría y la ideología que éste representa, pudiendo constatar que un autor en su obra comulga con una identidad diferente de la que auspicia su cosmovisión socio-política, tenemos así:

    "La ideología política de Echeverría, empero, tiñe con algunos defectos morales la obra en cuestión: como haría también el gran José Hernández en el futuro, la mirada del poeta hacia el indio siempre está preñada de hostil animosidad. Es antiindígena. Es proexterminio. Es la mirada de un europeo, no la de un argentino para quien los aborígenes debieron haber sido sus hermanos y connacionales en vez de sus enemigos jurados. Tal conducta es opuesta a la de los demás poetas y escritores latinoamericanos, en especial los de la costa pacífica

    del subcontinente, y el débil argumento de que nuestros pampas y tehuelches eran más agresivos que los indios de otras latitudes es discriminatorio y no merece discusión ni resiste el menor análisis. La cruda realidad del en-frentamiento del poeta con el indio queda desnudo en una lamentable frase propia: ‘El desierto es nuestro, es nuestro más pingüe patrimonio, y debemos poner conato en sacar de su seno no sólo riqueza para nuestro engrandecimiento y bienestar, sino también poesía para nuestro deleite moral y fomento de nuestra literatura nacional’. Completamente de acuerdo todos con la segunda parte, mas: ¿quiénes son los ‘nosotros’ que dicen que el desierto es ‘nuestro’? No los pampas, no los indios. Por boca de Echeverría hablan los argentinos blancos de origen europeo, educados en Europa, admiradores de Francia e Inglaterra -e incluso de España– y ansiosos por convertir a la Argentina en un país europeo transplantado, como por obra de magia, a lo más profundo del Cono Sur. Para ello, por supuesto, es necesario negar la existencia de los indios, retratarlos negativamente y, si es posible, eliminarlos de la realidad nacional. Lo que hombres como Echeverría y Hernández preconizaron, enemigos jurados como Sarmiento y Rosas lo consensuaron (el primero intelectualmente y el segundo con las armas) y el deleznable Roca lo concluyó en los hechos."

    Argentina es, precisamente, un país europeo transplantado; sin embargo, no se debe olvidar que, de alguna manera, la imbricación de culturas es tal que en oportunidades es muy difícil definir qué es lo "europeo" o lo "indígena" e, "indigenista."

    Partes: 1, 2
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