[LAS DIFERENTES PERSPECTIVAS DENTRO DEL MARCO DE LA TEORÍA SOCIOLÓGICA EN CUANTO A LO QUE REFIERE A LOS PROCESOS DE TOMA DE DECISIONES DENTRO DE UNA COYUNTURA ORGANIZACIONAL]
Como objetivo del presente trabajo pretendemos definir las diferentes perspectivas dentro del marco de la teoría sociológica en lo que refiere a los procesos de toma de decisiones dentro de una coyuntura organizacional. Concluido esto intentaremos reflejar los puntos endebles de cada una de estas perspectivas desde la óptica pertinente a los procesos de toma de decisiones en organizaciones participativas.
Una de las corrientes más clásicas dentro de la teoría sociológica de las organizaciones hace referencia a las organizaciones cuya estructura corresponde al tipo burocrático. Este tipo de organizaciones tiene una concepción de la organización como una estructura jerárquica piramidal en la que el poder se distribuye de manera desigual desde el vértice superior hacia la base. El individuo es concebido como un ser maximizador cuyas acciones emanan de un calculo costo-beneficio propio de una racionalidad instrumental. Weber, principal precursor de dicha postura teórica, infiere que cada individuo posee determinadas tareas dentro de la estructura llamadas "tareas oficiales" reguladas por reglas impuestas por la organización, esto es lo que Weber conceptualizara como un tipo de dominación "legal racional". Estos individuos desempeñan una u otra "tarea oficial dependiendo de sus capacidades técnicas, lo que a su vez define su "estatus" dentro de la estructura y su poder dentro de la misma. De aquí se deriva lo que Foucault identificara como una unión indisociable entre saber y poder. Los procesos de toma de decisiones ejecutados por los sujetos que ocupan los rasgos más altos dentro de la jerarquía organizacional están determinados por el cálculo propio de la racionalidad instrumental a la que están sujetos. Es decir, la decisión será producto de la resultante del cálculo de costo-beneficio practicado por los individuos que integren dicho directorio. Dicha decisión también estará orientada siempre a lograr una mayor eficacia por parte de la estructura como constructo racional.
Taylor es otro autor que adhiere a la corriente burocrática, y coincide con Weber en la idea la estructura jerárquica de poder en dicho tipo de organizaciones, con la diferencia que la autoridad no emana exclusivamente del lugar que el individuo ocupe dentro de la estructura, sino que se deriva específicamente de sus capacidades técnicas. Este tipo de habilidades cognoscitivas son usadas para dar un control al mundo social y el matearial.
Barnard, que también se encuentra dentro de dicha corriente, adhiere a la idea de jerarquía en la toma de decisiones, aun que considera que tales decisiones deben estar orientadas a fomentar cooperación entre los operarios formando un objetivo común que coincida con los objetivos de la organización. Dichas decisiones se elaboran en la cúspide pero repercuten también en la base, es decir que se elaboran en el directorio pero a su vez vinculan directamente a los operarios con estatus inferiores quienes, según este autor, necesitan que los guíen ya que la gente es maleable, dócil, sumisa, acrílica. La toma de decisiones en este caso no es participativa pero tiende a coordinar la decisión del directorio con la de los individuos ubicados en estratos inferiores. Se deriva de esta línea argumentativa que la función ejecutiva tiene como objetivo adaptar los medios de la organización a los fines particulares de los individuos.
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