Conflicto entre intimidad y libertad de expresión en la TV
Enviado por Mario Víctor Herrera Ciurlizza
- Doctrina sobre el derecho a la intimidad
- Efectos sociales de la televisión
- Libertad de expresión en la TV entredicho
- Naturaleza de la televisión: su carácter masivo, funciones y efectos
- Conclusiones
- Referencias bibliográficas
Introducción
El presente trabajo describe el derecho a la libre expresión como fundamental, ya que es esencial a la lucha para el respeto y promoción de todos los derechos humanos. Sin la habilidad de opinar libremente, de denunciar injusticias y clamar cambios – el hombre está condenado a la opresión.
La colisión entre estos dos derechos fundamentales, la intimidad y la libertad de información, consagrados por la generalidad de los ordenamientos jurídicos occidentales, es motivo de permanente análisis por el derecho, por el periodismo y por la opinión pública.
Sobre la doctrina en torno a la libertad de información, nos hemos fijado primero en su evolución histórica, señalando etapas que hacen comprensible también su desarrollo conceptual.
El conflicto entre intimidad y la libertad de expresión en la TV es tema de gran actualidad y trascendencia, por estar en juego tanto el respeto a la intimidad de la persona humana, como el derecho a la libertad de información, base fáctica del pluralismo sobre el que se sustenta el Estado democrático, derechos que frecuentemente entran en colisión.
De allí la necesidad de contar con criterios uniformes en su resolución, que aún están ausentes en la experiencia internacional, generándose un vacío que atenta contra la seguridad jurídica, sin la cual no puede desarrollarse adecuadamente la vida humana de relación en una sociedad como la actual cada vez más globalizada.
En cuanto a los contenidos que forman parte de nuestra pesquisa, hacemos una valoración de las formas de resolución del conflicto. Para ello ofrecemos algunos criterios que permiten una correcta ponderación de los derechos en disputa.
CAPÍTULO I
Doctrina sobre el derecho a la intimidad
Es notorio el conflicto existente entre la libertad de información y el derecho a la intimidad, más aún si diariamente somos testigos, a través de programas periodísticos televisivos, sea de investigación o de espectáculos, que nos informan sobre la esfera íntima de personajes de notoriedad pública, como los políticos, funcionarios públicos, artistas, deportistas, empresarios, etc., donde se suscitan divergencias en torno a los límites de la libertad de información y el derecho a la intimidad.
1.1. Aspectos históricos y conceptuales:
1.1.1. Evolución e importancia:
Señalamos tres momentos significativos en la evolución de nuestro concepto, que de alguna manera definen también su propia configuración y perfiles.
1.1.2. Antigüedad y medioevo. Los antecedentes:
Aranguren cree que la intimidad es una construcción moderna, en tanto el hombre antiguo veía transcurrir su vida toda en el espacio de lo público, en el ágora, el mercado o la calle, mientras las viviendas carecían de divisiones. En efecto, las sociedades antiguas, de carácter rural y estructura patriarcal, desconocieron una estera privada en el individuo. Una cierta concepción colectivizada de la vida afirmaba, ante todo, el espacio de lo público, en el que se desenvolvía el trabajo, el culto y el ocio. Es la cultura citadina moderna la que admite una cierta reserva en la vida de las personas.
La sociedad helénica no parece haber hecho diferencia entre la vida pública y la privada. El reconocimiento del llamado derecho a la intimidad es consecuencia de una prolongada evolución, cuyos hitos más remotos pueden encontrarse recién en la sociedad romana. Allí se busca un principio privado en oposición a otro público. Es también en el derecho romano donde encontramos una protección jurídica del honor, concepto históricamente ligado a la intimidad y cuya autonomía sólo se produce contemporáneamente.
Es con el cristianismo que el hombre alcanza un estado de individualidad, donde "…cada hombre singular tiene un destino personal independiente…".
La idea de intimidad también tiene alguna manifestación durante el medioevo. La noción de persona estuvo presente en la filosofía de la época y la escolástica distinguió entre sus bienes externos y aquellos que le son inherentes. Asentaba en el ascetismo religioso de raíz cristiana, la noción de persona engendró un espacio para lo íntimo, enriquecido también por la herencia grecorromana. Quizá la más notable expresión de la idea de intimidad en aquella época fue el reconocimiento de la inviolabilidad del domicilio.
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