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Cuba ante el problema global de la energía


Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo
  4. Conclusiones
  5. Bibliografía

Resumen

La humanidad se enfrenta en la actualidad a la problemática de la energía. Las fuentes se agotan y el precio del petróleo crece cada día más. Desde el comienzo del proceso revolucionario en Cuba, el país ha tenido que enfrentar, de una u otra forma, el problema relacionado con el suministro de los portadores energéticos. Los cubanos han desarrollado un conjunto de habilidades para enfrentar la carencia de estos recursos y el elevado costo de los mismos en la época actual. En Cuba están ocurriendo una serie de transformaciones muy profundas, contenidas dentro de un programa que se ha denominado Revolución Energética en Cuba. La revolución energética cubana asegura un consumo racional y eficiente de los combustibles y un ahorro considerable de recursos financieros que la nación puede destinar al desarrollo de otros sectores económicos y de importantes programas sociales.

En este trabajo se recogen algunos momentos importantes en la evolución del problema de la energía en Cuba durante el período revolucionario, haciendo énfasis en las medidas adoptadas para enfrentar las dificultades presentadas.

Introducción

En el mundo actual los problemas globales engendran preocupación e incertidumbre por la magnitud de su alcance y por la gravedad de su incidencia en la vida planetaria. La educación, desde una posición relativamente económica y con la perspectiva de formar un hombre capaz de enfrentar de forma inteligente los retos del mundo actual, debe abordar, sin lugar a dudas, los denominados problemas globales, considerando todas las exigencias que requiere la sociedad moderna en el marco de la Década de la Educación para un Futuro Sostenible.

Las Naciones Unidas declararon el decenio 2005-2014 como la Década de la Educación para un Futuro Sostenible. Este reclamo de la comunidad internacional concede a los procesos educativos un significativo papel en la formación del ciudadano que se necesita en el planeta en correspondencia con la seria situación global existente, denominada ya por algunos científicos como una "emergencia planetaria". Señalado por la UNESCO, "El Decenio de las Naciones Unidas para la educación con miras al desarrollo sostenible pretende promover la educación como fundamento de una sociedad más viable para la humanidad e integrar el desarrollo sostenible en el sistema de enseñanza escolar a todos los niveles. El Decenio intensificará igualmente la cooperación internacional a favor de la elaboración y de la puesta en común de prácticas, políticas y programas innovadores de educación para el desarrollo sostenible." 1

No pretendemos discutir aquí el hecho de que en una década sea posible concluir felizmente la extraordinaria meta propuesta. Lo trascendental de la idea es que se cifran grandes esperanzas en los procesos educativos para formar los recursos humanos necesarios que permitan enfrentar con diligencia la problemática global actual. Hoy más que nunca se le exige a los procesos educativos de los diferentes programas docentes que contribuyan decisivamente en la comprensión de los problemas globales y en la búsqueda de soluciones para asegurar la existencia de la vida en todas las formas conocidas hasta ahora. El tiempo para lograrlo es cada vez menor y los problemas que debemos resolver se agudizan cada segundo.

Un problema emblemático de nuestra época es el problema energético. El empleo de la energía para satisfacer un conjunto de necesidades humanas es tan viejo como la existencia del propio hombre, el cual, en los primeros momentos de su desarrollo, aprendió a dominar los secretos del fuego. Al mismo tiempo que el hombre aprendió a utilizar el fuego, también hizo uso de otras fuentes de energía para garantizar la subsistencia, entre ellas la energía de sus músculos y de otras fuentes primarias.

La satisfacción de las necesidades energéticas cada vez más crecientes de la humanidad ha propiciado el tránsito por diferentes etapas donde han predominado ciertos portadores energéticos. De la utilización de la madera como combustible primario para mantener el fuego se pasó al empleo del carbón. A finales del siglo XIX el petróleo, el gas natural y sus derivados comenzaron a jugar un papel importante en el balance de portadores energéticos del planeta. A finales de la primera mitad del siglo XX se comenzó a utilizar la energía procedente de los procesos de fisión nuclear. En cada etapa han existido los promotores y los detractores de cada fuente primaria de energía. Nuestra época no es ajena a estos debates: hoy nos encontramos ante grupos que defienden continuar la explotación de los denominados combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural) hasta su final agotamiento; otros se empeñan en propiciar el uso de la fisión nuclear y por último existen los que promueven el empleo intensivo y extensivo de las fuentes renovables de energía.

Partes: 1, 2
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