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Informe sobre ciegos

Enviado por gastibrigido


  1. Fernando Vidal Olmos, un "santo del infierno"
  2. La necesidad de crear un ser patológico

Fernando Vidal Olmos, un "santo del infierno"

 "Me llamo Fernando Vidal Olmos, nací el 24 de Junio de 1911 en Capitán Olmos, pueblo de la provincia de Buenos Aires que lleva el nombre de mi tatarabuelo. Mido un metro setenta y ocho, peso alrededor de 70 kilos, ojos grisverdosos, pelo lacio y canoso. Señas particulares ninguna."

"Soy un Investigador del Mal" .

 Así se presenta Fernando Vidal Olmos en su Informe sobre ciegos. Pero habría mucho más cosas que decir acerca del protagonista de este Informe. Antes que nada, huelga decir que Ileva la misma fecha de nacimiento que Emesto Sábato. Pero no es ése el único punto común entre el personaje y su creador. En efecto, de niño, ambos cazaron gorriones para luego pincharles los ojos con un alfiler. Ya subrayamos la opinión de Sábato acerca del carácter más o menos autobiográfico de toda novela, pero aparte de Abadón el exterminador, donde Sábato aparece como un personaje más, bajo el nombre de Sabato (sin acento), nunca la identificación autor-personaje fue tan obvia y clara.Fernando Vidal Olmos, doble literario de Sábato, es, como su creador, un ser desgarrado, turbado. Como Sábato, Ileva en sí mismo fantasmas que le acosan constantemente y le impiden aceptar la realidad. El argumento del Informe Sobre Ciegos es sencillo : Femando Vidal Olmos construye en su mente todo un sistema de secta secreta de ciegos conspirando a nivel universal contra la humanidad. Ya que nadie parece darse cuenta de nada, él, el gran rebelde no admite someterse a estos tiranos de las Tinieblas, y emprende indagar, ahondándose en las cuevas donde se supone viven los jerarcas ciegos, para arrojar luz por fin sobre este gran misterio.Que las cosas queden claras de una vez para siempre, esta pesquisa, esta búsqueda de lo desconocido, temática del Informe no constituye en ningún momento un ataque contra los ciegos. Este relato de Fernando tiene claramente un sentido metafórico. 0 sea que las quejas que Sábato recibió por parte de diversas asociaciones de ciegos, cuando publicó su novela no tienen ningún fundamento, si solamente "han visto" el odio de Fernando por los ciegos, es que no han ido más allá de lo superficial, y por consiguiente, confortan las ideas de Emesto Sábato que, con esta novela, pretendió, entre otras cosas, denunciar las apariencias falaces, nuestra tendencia a ver y creer solamente en lo que tenemos delante de los ojos. La situación de Fernando cuando empieza el Informe sobre Ciegos, en la parte central de la obra es la de un padre que según parece ama a su hija de un amor extraño, ilegítimo, no obstante este personaje que va a protagonizar el Informe es casi un desconocido para el lector. A lo largo de su relato, Fernando Vidal Olmos nos dará a conocer algunos detalles de su vida, algunas anécdotas. Pero no se nos presentará realmente, esto no le interesa ; el objetivo de Fernando no es que le conozcan los demás ni sepan quién es. Sólo quiere conocerse a sí mismo. He aquí por qué escribe : no Ileva a cabo una presentación sino una introspección. Solamente en la cuarta y última parte de la novela, tendremos la opinión de otro personaje acerca de Fernando. En efecto, Bruno, que le conoce desde la infancia presenta más ampliamente a este hombre que incluso (y sobre todo) al final del Informe resulta ser un misterio. Bruno reconoce que solamente conoció una parte de la personalidad de Fernando, "esa parte que, como la de la luna estaba vuelta hacia nosotros" .

La necesidad de crear un ser patológico

Según parece el Informe ofrece dos perspectivas : una primera centrada en el personaje de Fernando (o Sábato si se quiere) con un viaje a través de sus traumas personales, y otra más universal y subversiva que sería un como grave enjuiciamiento a nuestra sociedad, a la condición humana en general. Además, este Informe tiene la pretensión de ser aleccionador, didáctico. Esta vez la herramienta será la locura, o mejor dicho la neurosis : la paranoia del caso Fernando Vidal Olmos.En efecto, si uno quiere escaparse de la realidad, de lo establecido, de lo respetado por todos, para alcanzar nuevos horizontes, tiene dejarse llevar por la senda de la locura. Debe deshacerse del universo que ha sido decretado "normal", y dejar de compartir la misma visión del mundo que la mayoría de la gente, porque a lo mejor el loco ve cosas que somos incapaces de ver.

Sábato, como los miembros del movimiento surrealista, sabía que para llegar a conocer lo que desde siempre le atormentaba, necesitaba a un personaje distinto de la gente común, alguién extra-ordinario. Este personaje no podía ser sino neurótico. Aunque sea alguién despreciable, abyecto, Fernando Vidal Olmos, en su Informe, es un héroe por su carácter rebelde que le empuja a luchar, solo contra todos, contra tremendos enemigos que ponen en tela de juicio el futuro del hombre :

 "Me considero un canalla y no tengo el menor respeto por mi persona. Soy un individuo que ha profundizado en su propia conciencia ¿y quién que ahonde en los pliegues de su conciencia puede respetarse? AI menos me considero honesto, pues no me engaño sobre mi mismo ni intento engañar a los demás" (Cap. XIII, pag. 310).

Sea cual fuere la interpretación que se dé al Informe, no cabe la menor duda de que se trata de un relato puramente simbólico, los ciegos a los que persigue Fernando, no representan sino su concepción del Mal. Sabemos que desde niño, Fernando vivió obsesionado por el problema de los ciegos :"Los ciegos me obsesionaron desde chico y hasta donde mi memoria alcanza, recuerdo que siempre tuve el impreciso pero pértinaz propósito de penetrar algun día en el universo en que habitan".

Penetrar en universo de los ciegos para él es como llegar a entender su propia inclinación hacia el mal, objetivo fundamental que se viene materializando con la idea del descenso interior. El Informe sobre Ciegos hubiera podido ser una muy buena novela policiaca con el agente secreto Vidal Olmos que acorrala a los dirigentes de todopoderosa organización internacional que intenta controlar el mundo, pero no es así. Si Fernando acorrala a alguién, es a si mismo. Su pesquisa que empieza en la parte visible de Buenos Aires sigue su curso a través de "escaleras", "laberintos", "pasadizos"y "subterráneos", para terminar en las cloacas de la misma ciudad. Dicho de otra manera, pasa de la vida diurna a la vida nocturna, de la visión a la ceguera. Hemos empleado el término pesquisa porque pretende hacer una investigación en apariencia "cientifica", puramente racional, y anda en busca de algo. Lo que busca, ya lo hemos dicho es entender la vertiente maléfica de su personalidad, y para conseguir sus fines, necesita alcanzar otro tipo de visión que sólo la ceguera le puede proporcionar.Esta creencia que podrá parecer paradójica no es nada nueva. En efecto, ya se encontraba un modo de pensar similar entre los románticos y los poetas franceses de finales del siglo XIX, en su inclinación hacia el lado nocturno y el descenso a los infiernos. Según el romanticismo, los ciegos han trocado la visión de la realidad por una supuesta clarividencia privilegiada que hace de ellos unos magos. Evidentemente, Fernando no comparte tan elogiosa opinión. No siente tal respeto por ellos, sino más bien temor, pero precisamente porque les sabe superiores a él y al resto de la humanidad : no ven una realidad, que representaría solamente para Fernando las apariencias, pero en cambio, ven la realidad, la esencial, imperceptible realidad inacesible a los videntes.Este descenso interior, también nos hace pensar en los místicos del siglo XVI. Esta búsqueda

 del conocimiento mediante la ceguera, esta progresión en las tinieblas tienen claros aspectos de experiencia mística. Santa Teresa de Avila o San Juan de la Cruz no buscaban la Secta de los Ciegos, pero sí se hundían en profundas cuevas, en noches oscuras. Este descenso hacia las entrañas de la tierra simbolizaba su entrada en el alma, necesaria para llegar a conocerse. La oscuridad de la cueva facilita para los místicos el alejamiento del mundo y representa la única solución para ahondarse en el mundo interior. Recordemos la primera frase del Informe : "iCuándo empezó esto que ahora va a terminar con mi asesinato ?". Consciente de que se está jugando la vida, Fernando decide a pesar de todo investigar y ahondarse hacia el centro de la Secta, origen del mal, centro que alcanzará al final del Informe y aparecerá como un "gran Ojo Fosforescente", y que no es sino su propio centro o, si se quiere, su propio subconsciente.

Sábato respeta con este viaje hacia abajo el código, que según parece ha sido aceptado desde siempre, y según el cual en el cielo reside el Bien (el Dios de casi todas las religiones, incluso los Dioses Olímpicos moraban en el monte del mismo nombre, en medio de las nubes), y el Mal tiene su reino acá abajo, en las entrañas de la tierra. Fernando Vidal Olmos lo afirma claramente, se considera a si mismo como "un investigador del Mal". En su propio caso, este afán por descubrir el centro de la Secta – del Mal era -como vimos en los capítulos anteriores — en realidad un paso hacia el incesto con su hija Alejandra. Pero al bajar cada vez más, su búsqueda alcanza un carácter más universal y podemos dejar de hablar de un caso singular, los ciegos vienen a ser los deseos negativos u ocultos, los deseos nacidos de los verdaderos instintos naturales del hombre, o de los instintos adquiridos por las diferentes circunstancias personales.

Si seguimos la lógica de Fernando, esta secta de los ciegos domina el universo :"…esas logias y sectas que están invisiblemente difundidas entre los hombres y que, sin que uno lo sepa y ni siquiera llegue a sospecharlo, nos vigilan permanentemente, nos persiguen, deciden nuestro destino, nuestro fracaso y hasta nuestra muerte(…) cosa que en grado sumo pasa con la secta de los ciegos."

A1 identificar a los miembros de esta secta con el Mal : "Mi conclusion es obvia: sigue gobernando el Principe de las Tinieblas. Y ese gobierno se hace mediante la Secta Sagrada de los Ciegos. Es tan claro todo que casi me pondria a reir si no me poseyera el pavor" (III,pag.. 274).

Así que resulta ser el Mal quien a espaldas de todos (menos de Fernando) verdaderamente gobierna el universo. Con esta tremenda conclusión, Sabato a través de su personaje Femando expresa una cruda verdad que ya tuvo la ocasión de desarrollar a lo largo de sus distintos ensayos ; pone en tela de juicio los fundamentos de una sociedad que finge no ver estos instintos de maldad que cada uno de nosotros llevamos dentro. Cuán lejos estamos de las teorías de Jean-Jacques Rousseau que creía en la bondad natural del hombre… Ernesto Sabato no denuncia el Mal del Hombre, sino la política del avestruz adoptada por ese mismo Hombre.Uno de los blancos apuntados es el cristianismo. En efecto, para el mundo cristiano también, el hombre es un ser fundamentalmente bondadoso, acosado por todas partes por el pecado. No niegan la existencia del mal, pero su ceguera no les permite ver que el Mal es un fenómeno inherente al Hombre. Resulta que siguen ignorando el origen del Mal . Para que el hombre no caiga en el pecado, el clero tiene que predicar el Bien. Pero el Mal no necesita ninguna predicación, aparece solo. Sabato denuncia este encarnizamiento de los "jerarcas" cristianos que se empeñan en defender y promover un mundo en el cual reinaría el Bien, mientras que en el fondo, perfectamente saben que esta tarea está condenada al fracaso. No se puede luchar contra algo que, quiérase o no, todos llevamos dentro, y que dejamos (más o menos) expresarse consciente o inconscientemente. Puede resultar esto algo pesimista, pero por más que se absuelvan todos los pecados de los hombres, éstos volverán a pecar.

En el capitulo XI del Informe, Fernando va a tener una discusión relevante, o mejor dicho va a sostener un embate oratorio con la señorita González Iturrat, durante el cual va a ejemplificar con un cinico virtuosismo esta teoría. Cabe presentar previamente a esa señorita, cuya descripción no se puede disociar de sus ideas. Primero, la señorita Iturrat es "profesora de historia". Es el mentor de "un grupo de chicas muy unidas", que van a "exposicones y conferencias". Representa a la mujer moderna que trabaja, educada y culta, que tiene ideales. Confia en el Hombre en general, en su bondad natural, en su facultad para razonar que le concede las capacidades necesarias para progresar moral y cientificamente. En fin, tiene una visión muy optimista del mundo que según le parece va mejorando con el tiempo : "con gente como usted el mundo nunca habría ido adelante! (…)No me va usted a decir que la humanidad no tiene una moral superior a la de la sociedad esclavista." (XI, pag.. 302) . A lo que Fernando le contesta: "¿Y de dónde deduce usted que [el mundo] ha ido adelante ?"(XI, pag. 302). A cada argumento alegado por la señorita, Fernando opone otro todavía más convincente. Ambos se apoyan en la Historia para defender su respectivo punto de vista, pero evocan los mismos hechos históricos, y por consiguiente, la conclusión de cada uno es diferente. La senorita Iturrat, que piensa que el origen Mal radica en la ignorancia humana, afirma que esta tendencia maléfica del Hombre irá desapareciendo gracias a los adelantos científicos. En su opinión, el mundo es mejor en el Siglo Veinte que en remotas épocas, y es evidente que ha ido adelante porque se puede "Ilegar a Nueva York en veinte horas". Sin embargo,

Fernando se mantiene en sus trece : "Hasta ahora, señorita, el mal siempre ha prevalecido sobre el bien.[ …] Abra usted la Historia de Oncken por cualquier página y no encontrará más que guerras, degüellos, conspiraciones, torturas, golpes de estado e inquisiciones." (XI, pag. 30l) Con mucha razón, se podrá pensar que Fernando se muestra nihilista, cínico, que tiene una visión desesperada del mundo, pero no se le podrá negar cierto realismo, cierto pragmatismo, y una gran parte de verdad en su propósito. Ni los progresos cientificos, ni nada, podrán aniquilar el dominio del mal en la tierra, ni siquiera su existencia. En algunos casos, incluso pueden acrecentar su fuerza, y asentar este dominio : "Un jefe de Buchenwald es superior a un jefe de galeras. Es mejor matar a los bichos humanos con bombas napalm que con arcos y flechas. La bomba de Hiroshima es más benéfîca que la batalla de Poitiers" (XI, pag. 302).

Va más allá aún, en efecto, se atreve a avanzar la tesis de que el conocimiento, alcanzado gracias a la razón, tan benévolo y benéfico para el Hombre, es generador del Mal : "Alemania en 1933 era uno de los pueblos más alfabetizados del mundo. Si la gente no supiera leer, al menos no podría ser idiotizada día a día por los diarios y revistas. Desgraciadamente, aunque fuesen analfabetos, todavía quedarían otras maravillas del progreso : la radio, la televisión" (XI, pag. 303) .

Tesis que culmina con la tremenda conclusión siguiente :

"Habría que extirpar los timpanos a los chicos y sacarles los ojos. Pero éste sería ya un programa más dificultoso" (XI, pag. 303).

Esto pone de relieve el aspecto polifacético y contradictorio que tiene el tema de la ceguera en la mente de Sábato, y por lo tanto la dificultad para nosotros de expresar lo que representa y significa. Al respecto, no se puede adoptar una posición definida ni fija. En efecto, en este caso preciso de los chicos a los cuales habría que pinchar los ojos, la ceguera (y la sordera) vendría a ser el único recurso para que no se enteraran de lo que pasa a su alrededor, y por consiguiente impediría que se desarrollara en ellos todo instinto malo, o sea que la ceguera cobra aquí otro sentido más, y totalmente contradictorio con el que ya subrayamos. En efecto, habíamos Ilegado a la conclusión de que todos los miembros de la Secta de los Ciegos eran seres maléficos, adoradores de una divinidad que representaba el Mal. Y aquí, aparece otra eventualidad, tan válida como la otra, que da a entender exactamente lo contrario, a saber que la ceguera permite luchar contra el Mal…

 

 

Autor:

Gastibrigido