Las nuevas tecnologías de la información y los estilos de aprendizaje en la educación
Enviado por Mabel González Arró
Introducción
Las tecnologías de la información aplicadas a los ambientes educacionales han creado nuevos espacios de aprendizaje donde sobre el estudiante van a estar actuando y produciéndose a la vez, una serie de efectos desde el punto de vista cognitivo.
Para hablar de los estilos de aprendizaje del sujeto en el ámbito de las nuevas tecnologías debemos acercarnos al aprendizaje desde su significado, entendido este como el proceso de toma de decisiones consciente e intencional sobre conceptos, conocimientos y actitudes para seleccionar, poner en marcha, y alcanzar las metas de aprendizaje. También está relacionado con el desarrollo y utilización de las capacidades cognoscitivas aprendidas que le permiten al usuario del conocimiento, la autorregulación y explicitación de procesos de planificación, control ejecución y evaluación de su aprendizaje. FILIPPI, C. (2002).
Este proceso de aprendizaje a los que se hace referencia es resultado de una perspectiva constructivista de la enseñanza y el aprendizaje como un espacio de interacción social, que teoriza por construcción del conocimiento, al proceso mediante el cual el sujeto establece relaciones entre sus saberes, experiencias previas y la nueva información; de tal modo que le puede atribuir un sentido y un significado personal que se aproxime al significado cultural, gracias a la interacción con otros sujetos sociales significativos.
Según investigaciones realizadas algunos autores han señalado que las TICs fomentan la capacidad lógica constructiva del sujeto, influyendo sobre los estilos cognitivos y estrategias de pensamiento, lo que amplía las habilidades para el desarrollo de la creatividad. Esto nos lleva a pensar que puede darse un incremento del análisis y comprensión de los problemas, por lo que el estudiante será capaz de proyectar un mejor proceso de planificación y organización de los mismos en la búsqueda de una solución más eficaz SIGALES, C. (2001).
Murray-Lasso en: VARIS, T. (2003) afirma que las tecnologías no necesariamente están asociadas a un modelo particular en el proceso de enseñanza-aprendizaje, por el contrario las TICs se pueden adaptar a cualquiera de las teorías del aprendizaje que existen.
Coincidimos con los criterios expresados por los autores en el acápite anterior, teniendo en cuenta que las TICs y los EVA tienen el potencial de enriquecer la variedad de modelos didácticos para satisfacer a los diferentes usuarios del conocimiento, es decir, puede concebirse un diseño dirigido a determinado estilo de aprendizaje del alumnado, que potencie habilidades instaladas y minimice el impacto sobre la apropiación y manejo del conocimiento en el espacio intelectual que ha desarrollado el sujeto.
En esa misma dirección investigativa los trabajos desarrollados, han tratado de establecer una relación entre las diferentes tecnologías y los estilos de aprendizaje que esos autores describen; desde la óptica de cómo las TICs pueden apoyar, modificar o enriquecer el estilo de aprendizaje de los sujetos.
Birkey, por ejemplo, habla del estilo acomodador y convergente, donde los sujetos del conocimiento hacen uso de las tecnologías para las clases, programas técnicos y ocupaciones en general Terrell en sus estudios nos acerca a los estilos convergente y asimilador, explicando que estos usuarios prefieren el uso de las tecnologías para los coursework y programas de autoselección, según sea su interés Lord, describe a los usuarios que han desarrollado un estilo reflexivo y teórico y Currie a los dos últimos estilos agrega, el estilo activista y el pragmático ALONSO, C.M; GALLEGO D.J.; HONEY, P. (1999).
Considero que junto a los estilos de aprendizaje abordados por estos autores hay que tener en cuenta, el objeto para el cual se diseñó determinada tecnología y su espacio de aplicación .O sea, las categorías en que estas van a agruparse, según su diseño, el usuario final de las mismas y los ambientes donde van a ser aplicadas.
El objetivo de este trabajo, es hacer un análisis acerca de la relación que se establece entre el usuario del conocimiento, su estilo de aprendizaje y el uso de las nuevas tecnologías de la información, en la Educación a Distancia y también en las Filiales Municipales donde he desarrollado mis prácticas docentes.
Desarrollo
La modalidad de estudios semipresencial y a distancia ofrece una serie de ventajas que se han incrementado con el uso de las TICs, al mismo tiempo que aparecieron un grupo de limitaciones vinculadas a los estilos de aprendizaje de los usuarios del conocimiento.
Desde ese punto de vista apreciamos que todavía se observa una tendencia en los estudiantes de presentar dificultades para manejar e interiorizar las nuevas prácticas de estudio, y por lo tanto ser capaces de crear las condiciones que faciliten el proceso El mayor obstáculo desde nuestra óptica consiste en reaprender a aprender, dada la falta de autonomía y la dificultad de gestionar su propio aprendizaje. En ese sentido podemos afirmar que el manejo de las propias TICs, pasa a ser un problema de segundo orden, sin embargo, puede contribuir al cambio de mentalidad en los estudiantes de esta modalidad con respecto a sus prácticas de estudio
Al diseñar programas de aprendizaje a distancia o, simplemente, al introducir los medios de comunicación en una clase semi-presencial o a distancia debemos tener presente: primero cómo aprenden los sujetos, considerando su experiencia vital, que va a condicionar un estilo propio de aprender. Como paso previo es necesario entonces que nos preguntemos: ¿A quiénes van dirigidas las TICs?, ¿Cómo estudian los alumnos que van a utilizarlas?, ¿Cuál es su estilo de aprendizaje?, y si podemos encontrar en esas tecnologías, la inserción de metodologías que se adapten mejor a ese estilo de aprendizaje.
Es por lo tanto, el estilo de aprendizaje un elemento esencial que debe conocer todo profesor en este u otro modelo de enseñanza Debemos insistir en no aplicar métodos y diseños sin tener en cuenta antes la forma de aprender de los alumnos, sus intereses, necesidades.y habilidades instaladas para la explotación de los nuevos recursos que se ponen a su disposición.
La idea central que defendemos para trabajar los EVA en estos modelos educativos, es conocer o al menos intentar conocer el potencial cognitivo de los estudiantes vinculado a su estilo de aprender, para luego aplicar en correspondencia la didáctica adecuada que potencie el rendimiento académico.
Los estilos de aprendizaje se convierten entonces en elemento de referencia a la hora de diseñar un EV con esos fines. Por ejemplo, en las poblaciones de estudiantes trabajadas con anterioridad, un segmento considerable del alumnado se caracterizaba por tener un estilo reflexivo, lo cual nos colocaba frente a un grupo que era capaz de recibir información y analizarla antes de alcanzar una conclusión, estos eran por lo tanto estudiantes, receptivos y analíticos.
Otro grupo, no menos importante, eran los estudiantes de estilo teórico, los cuales presentan la tendencia de ser perfeccionistas en la clase, elemento que dificulta su participación. Se puede decir, que son en principio estudiantes lógicos y ordenados en cuanto al conocimiento,pero también serán alumnos menos activos y pragmáticos; por lo tanto, les costará trabajo poner en práctica los nuevos elementos del aprendizaje y actuar de forma inmediata y segura.Todo esto nos ratifica nuevamente la importancia de que como pedagogos observemos, conozcamos y facilitemos el aprendizaje de los estudiantes en los nuevos espacios virtuales como una forma de potenciar habilidades aprendidas desde una didáctica consecuente, pero más dinámica en su ejecución.
Por otra parte,no se puede pasar por alto que uno de los elementos que ha tenido un impacto negativo en este modelo educativo son las características del alumnado, donde un porciento importante no está acostumbrado al manejo y uso de las TICs, ya sea por la edad, el acceso a las mismas, la falta de práctica, o el tiempo que reservan al estudio independiente, que se traduce finalmente en determinada predisposición de aprender a través de los nuevos métodos y herramientas,provocando una resistencia para asumir su propio aprendizaje desde otra perspectiva Estos estudiantes sustentan la preferencia de aprender a través de la interacción social, es decir, aprender con el método tradicional de recibir clases frontales con un profesor conduciendo el aprendizaje,sin interiorizar la necesidad de involucrase como actores, mediadores y constructores de una forma de acceder al conocimiento, más flexible y desarrolladora de habilidades cognitivas, donde es el, el protagonista del modelo de estudios en estos nuevos espacios.
Consideramos teniendo en cuenta nuestra experiencia como docente, que los estilos de aprendizaje y los EVA ratifican la necesidad de diseñar una didáctica pedagógica en función del aprendizaje individualizado. Desde esa concepción las TICs pueden establecerse como un espacio que facilite el aprendizaje personalizado y desarrollador, siempre que integremos en ellas ,una visión de trabajo, consecuente con el destinatario final para el cual fueron diseñadas, como un elemento clave que no se aparte de las funcionalidades que nos permite este modelo educativo.
La Educación y la virtualidad se complementan en la medida en que la primera puede utilizar las posibilidades creativas de la segunda, para optimizar o transformar los procesos y acciones que se encaminen a mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. Mientras tanto los espacios virtuales como propuesta desarrolladora se benefician con la didáctica y metodología del trabajo educativo, más allá de la novedad tecnológica que puede representar estas nuevas formas de acceder al conocimiento FILIPPI, C. (2002).
Por otra parte, encontramos la realidad que enfrentamos los docentes en este modelo de estudios, donde el acceso a la tecnología es mínimo, por carecer, en la mayoría de los casos, de laboratorios informáticos, además de las características que implica el proceso de contratación de los profesores, que dificulta el seguimiento e implementación de la práctica docente, explotando los recursos tecnológicos disponibles; elemento que se extiende en cuanto al uso y explotación de recursos también a los estudiantes
Una vez expuestos y analizados algunos de los aspectos más recurrentes que existen entre la educación a distancia, las nuevas tecnologías, los estilos de aprendizajes y los espacios virtuales, estamos en condiciones de exponer nuestros criterios finales vinculados al tema, en la siguiente conclusión.
Conclusiones
Las tecnologías si bien es cierto, por una parte nos proporcionan la posibilidad de acceder a través de los sistemas de comunicación a nuevas formas de instrumentar el acto del conocimiento, que luego debería transformarse en dividendos sociales para el desarrollo individual y general, pero que en múltiples ocasiones se ha convertido en un elemento de exclusión, teniendo en cuenta los aspectos que abordamos en la parte final del acápite anterior, se han convertido en un reto, que debemos ir asumiendo en la medida que el propio modelo educativo sea capaz de operar de acuerdo a las exigencia de cada momento.
No obstante, la educación a distancia y semipresencial deben reacondicionar el campo de acción vinculado al uso de las TICs, para poder asimilar las oportunidades que se presenten, ponerlas a prueba, valorarlas y ofrecerlas a la comunidad estudiantil desde la óptica de un máximo aprovechamiento. Esto queda, por ahora, fuera de alcance teniendo en cuenta la situación de accesibilidad y la infraestructura que presenta el entorno educacional y universitario en general con respecto al tema. Lo más importante en estas modalidades, es entonces, facilitar la respuesta individual a las necesidades formativas de cada estudiante, poniendo a su disposición el uso racional todos los recursos y tecnologías disponibles
Los sistemas de educación a distancia mediados por las, TICs también pueden aportar aspectos relevantes desde el punto de vista de la personalización del conocimiento, no sólo en la oferta de planes de estudio, sino de su adecuación a sus competencias actuales y a los esfuerzos que cada docente desde lo curricular debe desarrollar en ese sentido.
La flexibilización que caracteriza al modelo y la demanda de necesidades formativas de grandes segmentos poblacionales, los convierte en ámbitos idóneos para el desarrollo de una construcción virtual del conocimiento desde las bondades que nos ofrecen las TICs, sin que lleguemos al punto de tratar de enmarcar esa flexibilidad como un concepto teórico. Debemos pensar más, en el destinatario final que se apropiará de este conocimiento y que demanda de un sistema que pueda adaptarse a su escenario desde lo personal, o profesional; un espacio que contraste con lo que más le motiva, que sea parte de sus expectativas; que este pensado para satisfacer las demandas cognitivas del mismo. Se continúa entonces ratificando la necesidad de desarrollar espacios curriculares virtuales que permitan elaborar materiales y recursos con altos niveles de interactividad desde las prácticas personales de aprender.
La educación a distancia y semipresencial deberán garantizar alternativas de formación para los estudiantes, además de continuar cumpliendo con los requisitos de rigurosidad científica y académica necesarios. Las mismas tendrán que enfocarse hacia un diseño centrado en la diversidad de estilos de aprendizaje que convergen en estos espacios. Estilos que se encuentran impregnados, en un alto grado, por la falta de motivación e interés ante una nueva forma de acceder al estudio, que los limita en el objetivo de que puedan apropiarse de una eficiente preparación que les permita finalmente actuar desde los saberes aprendidos y según las necesidades sociales imperantes, apoyados en el uso de las nuevas tecnologías y las novedosas propuestas que en ellas se dan para aprender.
Bibliografía
ALONSO, C.M; GALLEGO D.J.; HONEY, P. (1999): "Los estilos de aprendizaje. Procedimientos deDiagnóstico y Mejora". 4ª Edición. Ediciones Mensajero, Bilbao.
FILIPPI, C. (2002), Aprendizaje y educación a distancia. en:
http://www.edudistan.com/ponencias/claudio%20filippi%20paredo.htm
FILIPPI, C. (2002), Implicaciones educativas de los entornos virtuales en Educación a Distancia y nuevas tecnologías.
SIGALES, C. (2001) El potencial interactivo de los entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje en la educación a distancia. en:
http://www.uoc.edu/web/esp/art/uoc/sigales0102/sigales0102.html
VARIS, T. (2003). "Nuevas formas de alfabetización y nuevas competencias en el
e-learning".AEFOL.COM.457
Autor:
Lic. Mabel González Arró
La Habana, 30 de noviembre del 2012