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Error de percepción de la realidad por la psicología


Partes: 1, 2

    1. El mundo real y el mundo aparente
    2. Las ideas y los fenómenos
    3. Los nuevos sacerdotes
    4. Los defectos de la psicología
    5. Para una fundamentación teórica de la psicología
    6. Conclusión
    7. Notas

    El mundo real y el mundo aparente

    1.- Dos formas de percibir la realidad

    Cuando vemos a una persona con un defecto físico nos produce risa y, si nos veamos libres de los convencionalismos sociales, procedemos a ejercer la burla contra la persona que posee este defecto. Parece que se intenta culpar al individuo por la elección de su rasgo y parece que quien ejerce la burla, que no posee ese defecto, se conoce libre de las burlas ajenas, porque sabe que el resto de individuos, la masa humana de la que él es miembro, mostraría hacia él el mismo desprecio que él muestra hacia los demás. Y lo sabe por experiencia porque ha sufrido él mismo en sus propias carnes este "derecho" de los hombres contra los hombres.

    En ciertas circunstancias, los hombres amortiguan la expresión de su pensamiento y de su sentimiento. Pero en otras muchas ocasiones, no la contienen. Esto se produce cuando están rodeados "por los suyos", los que sienten igual que él o por los que, no sintiendo igual que él, están sometidos por su rango a aceptar sus valoraciones y sus conductas. Pocas de estas personas podrán mantener su criterio incluso frente a su consciencia y aceptan la decisión de su superior "convencidos" de que actúa en justicia. No aceptar esta consideración implicaría verse sometido a la contradicción entre su sometimiento a su superior y la falta de sometimiento a sus conclusiones.

    Sin embargo, cuando vemos a una persona con una grave tara, como el que padece síndrome de Down o el que está lisiado mutilado, mostramos un respetuoso distanciamiento y sentimos cierta consideración porque, también ahora, nos alegramos de estar libres de ese problema en el que reconocemos una imperfección o un perjuicio que puede sufrir la naturaleza humana de la que nosotros mismos no estaremos libres. Lo mismo nos ocurre cuando conocemos que alguien está próximo a morir.

    Esta percepción de los defectos del hombre como una terrible manifestación de la naturaleza de que está hecha al ser humano no se aplica a aquellos defectos que no constituyen un impedimento para la existencia. Digamos que los defectos estéticos adquieren una valoración distinta de aquellos que perjudican el desarrollo de su existencia.

    Pero todos los defectos no son otra cosa que una manifestación de la naturaleza por lo que debieran tener la misma valoración. De hecho, algunas de estas interpretaciones no son más que interpretaciones perspectivistss. No tenemos más que recordar cómo la imagen ideal de una mujer se ha mostrado de formas muy distintas a lo largo del tiempo y en las diversas culturas.

    La burla por los defectos de los demás no dice nada de los defectos de los demás sino de la actitud de quien ejerce la burla, baste considerar que hay gente que no nos burlamos. La evidente significación de este hecho ha pasado desapercibida a los más "sabios". Lo que muestra el hombre que se burla de otro es su consideración de ser superior sobre el que posee ese supuesto defecto que le desmerece, por lo que posee un derecho a perjudicarle, como un equivalente al derecho a destruir las formas imperfectas de la naturaleza. Este derecho no escrito se ha implantado precisamente porque el ser humano desea poseer derechos sobre los demás, porque necesita sentirse superior a alguien, porque necesita justificar su valía; lo que todo hombre inferior consigue percibiendo los efectos de su fuerza. Si un hombre es "más" que otro ya sea en fuerza o en inteligencia o en belleza o en astucia… entonces, está satisfecho de sí mismo, entonces, lo inferior queda subordinado, entonces, lo inferior, deleznable, debe ser castigado porque constituye una afrenta a esa forma "superior" de la naturaleza que se ha manifestado en ese ser que ejerce la acción. Y la justicia la ejercen estos hombres "superiores".

    La burla no es sino una forma sutil de ejercer el poder sobre otro para satisfacer la necesidad del animal hombre de dominio, lo que Nietzsche denominaba voluntad de poder. Pero la voluntad de poder del hombre es distinta de la voluntad de poder del animal hombre. Como no se han establecido estas diferencias se toma lo bajo por lo elevado, y la burla como gracia, para ejercer y disimular respectivamente un acto de violencia.

    Las ideas y los fenómenos

    El mundo como voluntad y representación significa que el mundo está formado por ideas y fenómenos. Pero ambos son la misma cosa, es decir toda idea se manifiesta en un fenómeno y todo fenómeno es la objetivación de una idea.

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