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El problema de la realidad y la metafísica (página 2)


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«Por lo pronto, el Estado más perfecto es evidentemente aquel en que cada ciudadano, sea el que sea, puede, merced a las leyes, practicar lo mejor posible la virtud y asegurar mejor su felicidad» [Política. Lib. IV, Cap.2]

El mejor régimen será una mezcla de las virtudes de los tres gobiernos justos antes mencionados, y que Aristóteles llamará: POLITEIA o República, formado por ciudadanos. La clave está en lo que él considera ser "ciudadano", un concepto bastante restrictivo según veremos a continuación.

Ser ciudadano significa tener la capacidad de ejercer funciones "deliberativas (=judiciales, de gobierno) y de defensa" y sólo los ciudadanos tendrán derecho a la propiedad. Pero excluye de la ciudadanía a los obreros, labradores, artesanos y comerciantes, debido a que estos, más interesados en cuestiones materiales, no poseen la razón ni la educación para llegar a la verdad y a la virtud. Las mujeres y los esclavos tampoco son considerados ciudadanos.

«Hay, por tanto, indudablemente, diversas especies de ciudadanos, y sólo lo es plenamente el que tiene participación en los poderes públicos» [Política. Lib.III, 3]

«Nos quedan aún la clase de guerreros y la que delibera sobre los negocios del Estado y juzga los procesos; dos elementos que deben, al parecer, constituir esencialmente la ciudad.» [Política.Lib. IV, 8]

Aristóteles incluye entre los ciudadanos a los encargados de asuntos religiosos: los pontífices. Los ciudadanos, en cualquier caso:

«Se abstendrán cuidadosamente de ejercer toda profesión mecánica y de toda especulación mercantil, trabajos envilecidos y contrarios a la virtud. Tampoco se dedicarán a la agricultura, pues se necesita tener tiempo de sobra para adquirir la virtud y para ocuparse de la cosa pública» [Política.Lib. IV, 8]

«En cuanto al artesano, no tiene derechos políticos, como no los tiene ninguna otra de las clases extrañas a las nobles ocupaciones de la virtud, lo cual es una consecuencia evidente de nuestros principios. La felicidad reside exclusivamente en la virtud, y para que pueda decirse que una ciudad es dichosa es preciso tener en cuenta no a algunos de sus miembros, sino a todos los ciudadanos sin excepción. Y así las propiedades pertenecerán en propiedad a los ciudadanos, y los labradores serán necesariamente esclavos, o bárbaros, o siervos.» [Política.Lib. IV, 8]

Sólo estos "propietarios virtuosos y ociosos" podrán tener participación política. Durante la juventud es conveniente, según Aristóteles que se centren en funciones defensivas, y durante la madurez se alternen según su mérito en las labores de gobierno ejerciendo las magistraturas:

«Las dos funciones que les conciernen (deliberativa y defensiva), […]No hay más remedio que confiar todas esas funciones a las mismas manos, pero atendiendo a las diversas épocas de la vida, como la misma naturaleza lo indica; y puesto que el vigor es propio de la juventud, y la prudencia de la edad madura, deben distribuirse las atribuciones conforme a este principio, tan útil como equitativo, como que descansa en la diferencia misma que nace del mérito.» [Política.Lib. IV, 8]

Entre las magistraturas se encuentra incluida la capacidad legislativa cuya finalidad debe ser la de realizar leyes justas y duraderas para mantener la estabilidad necesaria para la prosperidad.

También considera, al igual que Platón, que un elemento fundamental para la buena marcha de la República es una educación minuciosamente establecida y a cargo del Estado:

«Como el Estado todo sólo tiene un solo y mismo fin, la educación debe ser necesariamente una e idéntica para todos sus miembros, de donde se sigue que la educación debe ser objeto de una vigilancia pública y no particular, por más que este último sistema haya generalmente prevalecido, y que hoy cada cual educa a sus hijos en su casa según el método que le parece y en aquello que le place. Sin embargo, lo que es común debe aprenderse en común, y es un error grave creer que cada ciudadano sea dueño de sí mismo, siendo así que todos pertenecen al Estado» [Política. Lib. V,Cap.1]

Para terminar, nos referiremos a la justificación de la esclavitud por parte del estagirita, para el que ser esclavo es algo "natural", es decir, el esclavo lo es por naturaleza: o bien porque no sirve para otra cosa más que para trabajar y ser mandado, o bien porque su entendimiento es limitado:

«Cuando es un inferior a sus semejantes, tanto como lo son el cuerpo respecto del alma y el bruto respecto del hombre, y tal que es la condición de todos aquellos en quienes el empleo de las fuerzas corporales es el mejor y único partido que puede sacarse de su ser, se es esclavo por naturaleza. Estos hombres, así como los demás seres de que acabamos de hablar, no pueden hacer cosa mejor que someterse a la autoridad de un señor; porque es esclavo por naturaleza el que puede entregarse a otro; y lo que precisamente le obliga a hacerse de otro es el no poder llegar a comprender la razón sino cuando otro se la muestra, pero sin poseerla en sí mismo.» [Política. Lib I, Cap. 2]

El esclavo es considerado como "una propiedad viva" "Es hombre de otro el que, en tanto que hombre, se convierte en una propiedad, y como propiedad es un instrumento de uso y completamente individual." Quien tenga oídos oiga, me abstengo de comentar.

Contra Platón

 A pesar de que Aristóteles fue discípulo y amigo de Platón, el estagirita mostró su desacuerdo con algunos aspectos de la filosofía platónica, nos centraremos en tres aspectos: su crítica a la teoría de las Ideas, la gnoseología y la política.

Comúnmente se dice que la diferencia fundamental entre Platón y Aristóteles reside en que, mientras el primero es un idealista: cree en la existencia de un mundo de las ideas separado del mundo físico; el segundo es realista al afirmar que no existe otra realidad que la que observamos, y la que podemos deducir de ella. El realismo y el idealismo se pueden referir tanto a una teoría metafísica como la que acabamos de exponer, como a una gnoseología. También en este último sentido se puede ver la oposición entre Platón y Aristóteles. Platón es idealista en su concepción del conocimiento porque considera que el verdadero conocimiento es el de Ideas. Aristóteles es realista porque cree que el conocimiento comienza por los datos suministrados por los sentidos.

Contra el dualismo platónico, Aristóteles afirma que no existe otro mundo mas que éste que captamos a través de nuestros sentidos. Los seres de este mundo no son ideas, sino substancias, y están compuestos de materia y forma. La materia es de lo que están hechos, y la forma es la esencia que los hace ser tal cual son.

Aristóteles está de acuerdo con la existencia de ideas (universales, esencias), pero no como realidades separadas de las cosas, tal como defendía Platón cuando postulaba la existencia de un mundo inteligible separado del sensible. Las ideas son, según el estagirita, conceptos universales formados por inducción y abstracción gracias a la actividad de nuestro intelecto agente, y no fruto de la reminiscencia, tal como defendía Platón con su concepción de la inmortalidad del alma que recuerda las ideas del mundo inteligible. También Aristóteles está de acuerdo con Platón en que la ciencia no puede versar sobre lo particular, sino sobre lo general y universal, intentando buscar la esencia común que se encuentra en las cosas mismas, las sustancias y no separada de ellas. Si separamos la esencia (lo que hace que una cosa sea tal cosa y no otra) de la cosa, dejan de existir la una y la otra. Según Aristóteles, Platón, intentando explicar este mundo lo duplica, lo cual, más que ayudar a conocerlo, lo dificulta.

Tampoco está de acuerdo en desprestigiar absolutamente el valor de los sentidos a los que considera imprescindibles en el proceso del conocimiento, dado que son el origen de la sensación que lo desencadena, y sin las cuales no habría modo de conocer nada. Aunque como ya hemos dicho, el conocimiento verdadero, la ciencia, debe centrarse en el conocimiento de lo universal.

En cuanto a la política, Aristóteles rechaza la utopía platónica. Considera que la política debe ser el arte de armonizar la vida pública con vistas al bien común y la felicidad fundada en la virtud (Platón habla de "justicia" pero no de felicidad") La familia y la propiedad son instituciones básicas de la polis, y no se debe atentar contra ellas como pretende Platón hacer en el caso de las clases de los guardianes y los gobernantes filósofos. Al igual que Platón critica los gobiernos injustos que tienden a buscar el bien particular y no el común. Sin embargo afirma que tanto la monarquía, como la aristocracia y la democracia son regímenes justos, y que son las leyes justas y su cumplimiento lo que es imprescindible para la buena marcha del Estado. Se muestra a favor de un régimen mixto: la Política o República, que reúne las virtudes de los regímenes justos. Considera ciudadanos a los que pueden, en razón de un nivel medio de renta y exentos de trabajos manuales, intervenir en asuntos políticos y en la defensa de la polis, y excluye a las clases productivas a los esclavos y a las mujeres. En cuanto a la educación también Aristóteles ve conveniente que el Estado se haga cargo de ella.

Por último hemos de llamar la atención sobre la diferencia de sus estilos expositivos: mientras que Platón presenta un estilo poético, lleno de imágenes, bellos mitos seductor, Aristóteles se muestra sistemático, y a veces se tiene la impresión de que no le daba demasiado interés por la forma, aunque es admirable lo prolífico y variado de su obra.

 

Enviado por:

Ing.+Lic. Yunior Andrés Castillo S.

"NO A LA CULTURA DEL SECRETO, SI A LA LIBERTAD DE INFORMACION"®

www.monografias.com/usuario/perfiles/ing_lic_yunior_andra_s_castillo_s/monografias

Santiago de los Caballeros,

República Dominicana,

2015.

"DIOS, JUAN PABLO DUARTE Y JUAN BOSCH – POR SIEMPRE"®

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