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ORGANIZACIÓN DE LA VIDA

Enviado por gapj25


     

    TEORÍA CELULAR.

    El concepto unificador y trascendental de la biología moderna –la teoría celular– se basa en que todo ser viviente está formado por células, la unidad fundamental de la vida.

    La teoría celular de nuestra época contiene los siguientes postulados:

    1. Todos los seres vivos están formados por al menos una célula.
    2. Todas las reacciones químicas del organismo ocurren dentro de células.
    3. Toda célula se origina de una célula preexistente.
    4. Cada célula contiene la información hereditaria del organismo del cual forma parte; esta información genética se transmite de la célula madre a la célula hija.

     

    CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS CÉLULAS.

    La membrana molecular y los compartimientos con membrana.

    Todas las células poseen una membrana que las envuelve llamada membrana citoplasmática, que las protege aislándolas del medio externo y seleccionando las sustancias que entran o salen de las células a través de un mecanismo denominado permeabilidad selectiva.

    Es importante destacar que gracias a la formación de compartimientos en el interior de las células, es más rápida la velocidad de reacción en las mismas, ya que las moléculas de reacción se encuentran más rápido gracias a que se concentran en un espacio pequeño del volumen celular total. La membrana celular también posee un mecanismo llamado transducción de energía, a través del cual se almacena la energía cuando se produce un cambio en la concentración de una sustancia en cualquier lado de la membrana.

    Células Procarióticas y Eucarióticas.

    La célula procariótica. Las células procarióticas derivan su nombre del griego pro = antes de, y karyon = núcleo, es decir, célula sin núcleo.

    Esta célula procariótica es evolutivamente anterior a la eucariótica. Fue la única forma de vida que habitó la Tierra durante unos 2.000 millones de años hasta que surgieron los eucariotas.

    Su material genético consiste en una única molécula circular y de gran tamaño de ADN –ácido desoxirribonucleico– que se encuentra libre dentro del citoplasma. La membrana celular está rodeada por una pared celular externa. En el citoplasma se encuentran algunos ribosomas encargados de ensamblar las proteínas.

    La célula eucariótica. Deriva su nombre del griego eu = verdadero, y karion = núcleo, es decir, célula que posee un núcleo verdadero. A pesar de la enorme diversidad de las células existentes, su similitud es notable. Cada célula es una unidad individual e independiente, en gran medida autosuficiente, capaz de controlar la entrada y salida de diversas sustancias gracias a su membrana celular.

    El tamaño de la célula eucariótica varía entre 10 y 30 micrómetros de diámetro. Son células de mayor tamaño que las procarióticas y sus organelos son más numerosos y complejos; a menudo están rodeados por una membrana. El ADN de estas células se asocia con proteínas en estructuras complejas denominadas cromosomas. Los cromosomas se encuentran rodeados por una envoltura doble, la membrana nuclear. Todos los organismos pluricelulares son eucarióticos.

     

    CÉLULAS VEGETALES Y ANIMALES.

    Aunque las células animales y vegetales son eucarióticas, las células vegetales difieren de las células animales en varios aspectos:

    1. Las células vegetales son membranas rígidas, mientras que las células animales son flexibles y desnudas.
    2. Las células vegetales son inmóviles y las animales son móviles.
    3. Las células vegetales tienen clorofila y las animales no.
    4. Mientras que las células vegetales utilizan directamente la energía solar, las células animales están imposibilitadas de utilizar la energía solar directamente.
    5. Las células vegetales son autótrofas, las células animales son heterótrofas.
    6. Las células vegetales son productoras y las animales son consumidoras.
    7. Las células vegetales tienen un crecimiento ilimitado y en las células animales el crecimiento es limitado.
    8. Las células vegetales poseen membrana de secreción celulósica y membrana plasmática y las células animales tienen sólo membrana plasmática.
    9. En las células vegetales se da el citoplasma con vacuolas grandes y numerosas, mientras que en las células animales el citoplasma es casi sin vacuolas.
    10. Las células vegetales tienen condriosomas y plastos y en las células animales sólo hay condriosomas.
    11. Las células vegetales no tienen centrosomas en la mayoría de los casos y las células animales si poseen centrosoma.
    12. Tanto las células vegetales como las animales están constituidas por un núcleo.

     

    INTERIOR DE LAS CÉLULAS EUCARIÓTICAS.

    El núcleo celular. Es un cuerpo grande y esférico definido por la membrana nuclear. En la membrana hay poros que permiten el intercambio de sustancias desde el interior del núcleo hacia el citoplasma y viceversa. Posee, por lo general, dos nucléolos, lugares de construcción de subunidades ribosómicas. Contiene los cromosomas, la información genética, y ejerce el control sobre todas las actividades de la célula.

    Membrana celular. Mide entre 7 y 9 nanómetros de espesor. Consiste en una bicapa formada por moléculas de fosfolípidos y colesterol que orientan sus colas hidrofóbicas hacia adentro; en el centro de esta bicapa se encuentran proteínas globulares. En la cara orientada hacia el exterior hay cadenas cortas de carbohidratos unidas a algunas moléculas de proteínas y fosfolípidos; en la casa orientada hacia adentro, hacia el citoplasma, hay proteínas adicionales.

    Los carbohidratos presentes en la parte externa de la membrana intervienen en procedimientos de reconocimiento y adhesión entre una célula y otra, células y anticuerpos, células y hormonas y células virus.

    Algunas proteínas de la membrana son enzimas que regulan determinadas reacciones químicas y otras forman parte del sistema de transporte desde y hacia el interior de la célula.

    Los Cromosomas. Cada uno de los elementos esenciales del núcleo de una célula que al teñirse con los colorantes básicos pueden ponerse en evidencia durante la división celular. El número de cromosomas es distinto y fijo para cada especie vegetal o animal. En el hombre hay 46 cromosomas, distribuidos en 23 pares, de los que un par o heterocromosomas está formado por los cromosomas sexuales. Están constituidos esencialmente por ácido desoxirribonucleico (DNA) y contienen los genes, por lo que su función en los mecanismos de herencia es fundamental. La estructura de cada cromosoma es distinta y conocida; su estructura, en un cariotipo, puede permitir el hallazgo de alteraciones tanto de la forma como del número de los cromosomas, que normalmente se traduce por algún defecto o enfermedad. El cromosoma Y es el heterocromosoma característico del sexo masculino; el cromosoma X es propio de ambos sexos. La dotación XX es propia de las mujeres, mientras que la XY lo es de los hombres.

     

    SISTEMAS DE MEMBRANAS INTERNAS.

    Retículo endoplasmáticos y ribosoma. Red de sacos aplanados, túbulos y conductos comunicantes, mayor o menor según la actividad de la célula. Existen dos tipos de retículos. El rugoso, predominante en células que elaboran gran cantidad de proteínas de uso extracelular. El liso, predominante en células que intervienen en la síntesis de lípidos (como células glandulares que producen hormonas esteroides).

    Los ribosomas. Son orgánulos aproximadamente esféricos que se observan en toda la célula. Están formados por proteínas y ácido ribonucleico (RNA), en proporciones más o menos iguales.

    La síntesis de proteínas en la célula es producida por agrupaciones de ribosomas aislados, que trabajan conjuntamente como si fuesen máquinas de una cadena de producción. Estas agrupaciones son llamadas polirribosomas. El polirribosoma no es tipo corriente de producción: en una cadena de este tipo, el producto avanza a lo largo de la línea de ensamble y se van añadiendo partes adicionales. En esta línea los polirribosomas y los ribosomas se mueven a lo largo y cada uno de ellos fabrica un producto completo.

    La clave genética de la célula, la cual veremos más adelante, constituye la información para la síntesis de las proteínas celulares y está formada en una hélice molecular de doble cadena de ácido desoxirribonucleico (DNA). La clave la constituye el orden en que se agrupan cuatro tipos diferentes de unidades llamadas bases: (timina, citosina, adenina y guanina).

    Las proteínas están formadas por cadenas lineales de subunidades de aminoácidos. Las cadenas proteicas se construyen con alrededor de 20 clases diferentes de aminoácidos.

    Cada cadena tiene los aminoácidos unidos en un orden determinado y con sentido.

    Ahora bien, el DNA participa de manera indirecta en la síntesis de proteínas. Esto se realiza cuando es transcrito a moléculas más cortas de RNA de una sola cadena que transporta la información necesaria, del núcleo al citoplasma, para sintetizar una o varias clases de cadenas polipeptídicas (formadas por gran número de aminoácidos). Debido a que estas moléculas de RNA llevan la clave genética a los lugares en donde se sintetizan las proteínas, se le conoce con el nombre de RNA mensajero. (RNA M).

    Por otra parte, es importante señalar que para que se forme la proteína, los aminoácidos que la van a conformar, deben "activarse" y este trabajo lo realiza el adenosín trifosfato (ATP), una sustancia de alto contenido energético. Una vez activado el o los aminoácidos, éstos son reconocidos por el RNA disuelto en el citoplasma llamado de transferencia (RNAt). Para cada aminoácido existe un RNA. El aminoácido es unido al RNA por la acción de una enzima específica; entonces este RNA actúa como un adaptador para ubicar un determinado aminoácido en la cadena polipeptídica, así como lo dice o la especifica el RNA. La selección del aminoácido viene determinada, por débiles enlaces químicos entre un grupo ordenado de bases en el RNA y otro grupo complementario de bases en el RNA. De esta manera, la información genética contenida en el RNA, se traduce a una cadena polipeptídica mediante el concurso del ribosoma.

    Aparato de Golgi. Sacos membranosos aplanados cuya función es recibir vesículas procedentes del retículo endoplásmico, modificar sus membranas y procesar su contenido para luego distribuirlas a otras partes de la célula. En los cuerpos de Golgi tiene lugar el ensamblaje final de las proteínas y los carbohidratos. Las células animales contienen entre 10 y 20 cuerpos de Golgi, mientras que las vegetales pueden contener varios centenares.

    Los lisosomas. Bolsas o vesículas de enzimas hidrolíticas que intervienen en la degradación de polisacáridos, lípidos y proteínas. Su contenido es suficiente para digerir a la misma célula, y continúa siendo aún un misterio por qué las enzimas no digieren las membranas de los lisosomas que las contienen.

    Vacuola. Pequeña vesícula del citoplasma, que generalmente contiene pigmentos, nutrientes, sales y productos de desecho.

    Peroxisoma. Vesículas de enzimas encargadas de la degradación de purinas (bases nitrogenadas constituyentes del ADN).

    Glioxisoma. Contiene enzimas y convierte los lípidos de las semillas de las plantas en azúcares.

     

     

    ORGANELOS TRANSDUCTORES DE ENERGIA.

    Las Mitocondrias. Son los organelos más grandes de la célula. Aquí las moléculas energéticas liberan su energía, que es reempacada por las mitocondrias. Están rodeadas por dos membranas, de las cuales la interna se pliega hacia adentro formando crestas, lugares donde ocurren las reacciones mitocondriales. La actividad de una mitocondria se mide en relación directa con el número de crestas que posea. En la mitocondria se desarrolla el ciclo de Krebs.

    Los plástidos. Organelos membranosos que sólo están presentes en las plantas y en las algas. Los hay de tres tipos. Leucoplastos, que almacenan almidón y a veces, proteínas y lípidos. Son muy numerosos en las raíces y los tubérculos; cromoplastos, que contienen pigmentos anaranjados y amarillos; y cloroplastos, que contienen la clorofila, estructura de las células vegetales y de las algas, donde se lleva a cabo la fotosíntesis.

    Los cloroplastos son orgánulos con forma de disco, de entre cuatro y seis micrómetros de diámetro. Aparecen en mayor cantidad en las células de las hojas, lugar en el cual parece que pueden orientarse hacia la luz. Es posible que en una célula haya entre cuarenta y cincuenta cloroplastos, y en cada milímetro cuadrado de la superficie de la hoja hay 500.000 cloroplastos. Cada cloroplasto está recubierto por una membrana doble.

    El cloroplasto contiene en su interior una sustancia básica denominada estroma, la cual está atravesada por una red compleja de discos conectados entre sí, llamados lamelas. Muchas de las lamelas se encuentran apiladas como si fueran platillos; a estas pilas se les llama grana. Las moléculas de clorofila, que absorben luz para llevar a cabo la fotosíntesis, están unidas a las lamelas. La energía luminosa capturada por la clorofila es convertida en trifosfato de adenosina (ATP) mediante una serie de reacciones químicas que tienen lugar en los grana. Los cloroplastos también contienen gránulos pequeños de almidón donde se almacenan los productos de la fotosíntesis de forma temporal.

    En las plantas, los cloroplastos se desarrollan en presencia de luz, a partir de unos orgánulos pequeños e incoloros que se llaman proplastos. A medida que las células se dividen en las zonas en que la planta está creciendo, los proplastos que están en su interior también se dividen por fisión. De este modo, las células hijas tienen la capacidad de producir cloroplastos. En las algas, los cloroplastos se dividen directamente, sin necesidad de desarrollarse a partir de proplastos. La capacidad que tienen los cloroplastos para reproducirse a sí mismos, y su estrecha similitud, con independencia del tipo de célula en que se encuentren, sugieren que estos orgánulos fueron alguna vez organismos autónomos que establecieron una simbiosis en la que la célula vegetal era el huésped.

    Citoesqueleto. Determina la capacidad de la célula de moverse y su morfología. Consiste en una red muy dinámica y en constante cambio, formada por filamentos como: los microfilamentos, los microtúbulos y el filamento intermedio.

    Microfilamentos. Fibras sólidas compuestas por una proteína, actina, y proteínas asociadas a ella. Cuando la actina se asocia con la miosina forma estructuras contráctiles que intervienen en algunos movimientos celulares y en la división celular en los animales , durante la cual la contracción de un anillo de actina y miosina provoca la constricción de la célula con lo que se forma la célula hija.

    Microtúbulos. Estructuras cilíndricas y huecas, que actúan en el movimiento de los cromosomas durante la división celular y sirven de carril para el movimiento de los organelos dentro de la célula; son el principal componente de cilos y flagelos cuyas estructuras son iguales pero difieren de su longitud. Los cilos son más cortos y numerosos que los flagelos y sirven para la locomoción y el arrastre de diversas sustancias. Los flagelos son más o menos largos en proporción con el tamaño de la célula y cumplen casi con las mismas funciones de los cilos. Las estructuras de los cilos y flagelos consta de nueve pares de microtúbulos fusionados a manera de anillo alrededor de dos microtúbulos centrales.

    Filamentos intermedios. Filas fuetes, muy estables, formadas por polipéptidos que varían ampliamente en tamaño de una línea celular a otra . Su función principal es la de fortalecer el esqueleto.

    Enrejado microtrabecular. Es una red de fibras muy finas mediante la cual se conectan los filamentos primarios del citoesqueleto.

    Matriz extracelular. Recubrimiento secretado que se extiende mas allá de la superficie celular. En el caso de las células vegetales, éstas se encuentran rodeados por una gruesa pared celular que contiene capas múltiples de un polisacárido llamado celulosa. Las células animales carecen de una pared celular rígida, sin embargo, poseen el glucocáliz, que es un recubrimiento formado por cadenas laterales de polisacáridos de lípidos y proteínas integrantes de la membrana plasmática. En muchos casos los recubrimientos aumentan la resistencia mecánica de los tejidos multicelulares y contribuyen al contacto reconocimiento celular.

     

    GIL, PEDRO