Los chinos tienen un proverbio que data del siglo VII a.n.e que plantea: ¨sí das un pescado a un hombre, se alimentara una vez, si le enseñas a pescar, se alimentara toda su vida¨, esta frase expresa un propósito fundamental en el desempeño pedagógico del profesional de la educación.
Hoy en día el papel del profesor no es tanto enseñar conocimientos, sino ayudar a los estudiantes a ¨ Aprender aprender¨ de manera autónomo y promover su desarrollo mediante actividades críticas y aplicativas que tengan en cuenta sus características y les exijan un pensamiento activo de la información, del conocimiento para que construyan el propio.
La variedad de las fuentes de ingreso y de las situaciones educativas que pueden darse, exigen a los profesores recurrir de manera científica a las variadas formas ya estudiadas y establecidas por la pedagogía, sin dejar de crear con los recursos que están disponibles para hacer del momento de formación un momento personalizado, desarrollador, significativo, logrando en los estudiantes una cualidad que le servirá para la vida: ¨ un saber utilizar ¨.
El profesor como facilitador de este proceso adquiere mayor importancia pues la visión de formar al nuevo profesional está en sus manos. Esta cualidad de facilitador debe necesariamente poseer características que lo acompañen siempre en su desempeño pedagógico:
Habilidades para planificar de forma flexible siendo un experto del contenido que imparte.
Habilidades para seleccionar los métodos y medios de enseñanza que propicien el desarrollo de competencias que implica preparar al estudiante para utilizar el conocimiento en la solución de problemas.
Habilidades para atender las diferencias individuales.
Habilidades para desarrollar cualidades morales y valores.
Habilidades para comunicarse con los estudiantes.
Habilidades para potenciar cada vez más sus capacidades, desarrollando la creatividad y la curiosidad intelectual.
La universalización de la universidad, ha permitido la creación y desarrollo de las sedes universitarias en el municipio, las cuales deben garantizar la gestión del conocimiento a nivel local, con calidad en la formación de profesionales revolucionarios, humanistas e integrales.
Estas sedes universitarias tienen la misión no solo de esta formación sino también de defender la cultura, la investigación y la innovación de la localidad para su desarrollo sostenible.
Existen claustros de profesores de diversas profesiones que imparten docencia en dichas sedes. Ellos han materializado la noble idea surgida al calor de la batalla de ideas y que hoy se supera a través de diferentes modalidades.
En nuestra sedes existen los libros de textos de las asignaturas, las guías de estudio, materiales en CD, videoconferencias, libros electrónicos, páginas Web, paquetes de software educativos que permiten que la preparación del docente así como la formación del estudiante sea de calidad.
Ahora, ¿Podemos creer que con todo este equipamiento material bastara para lograr esa calidad?
¿El profesor se puede sentir satisfecho con remitir a los estudiantes a su uso sin tener en cuenta cómo es y debe ser su proceso de formación?
Dentro de la pedagogía encontramos su sistema didáctico compuesto por Objetivo, Contenidos, Métodos, Procedimientos, Medios, Evaluación y Forma Organizativa de la Actividad que científicamente demuestran cómo debe concebirse las formas de enseñar y educar. Si uno de estos componentes se altera o no está relacionado con los demás el proceso no es exitoso, ellos forman una unidad dialéctica.
En la universalización de la universidad (SUM) estos componentes no cambian sino que se adaptan a las nuevas formas organizativas de las actividades (clase – encuentro) en donde cómo se explica anteriormente el profesor juega un papel de facilitador que diseña estilos de aprendizajes actuando como mediador social y cognitivo, diseña situaciones que eduquen para la comprensión e incluye el desarrollo cognitivo a través de la potenciación de las capacidades.
Uno de los métodos más utilizados en esta modalidad semipresenciales es el trabajo independiente .Su importancia se extiende a otros aspectos del proceso de formación, es decir, comprende tanto el proceso de asimilación y profundización del conocimiento, como el proceso de formación de rasgos de la personalidad a partir de la formación de valores.
El trabajo independiente se ha definido como método de enseñanza, como procedimiento y forma de organización de la actividad docente. También, como medio de inclusión de los alumnos en la actividad cognoscitiva independiente, como medio de su organización lógica y sicológica. Esta definición implica la utilización de métodos, procedimientos y formas organizativas de trabajo independiente que se corresponda con su esencia, o sea, que a través de ello se incluya a los alumnos de manera afectiva en la activa independiente.
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