La función de la educación es promover en los estudiantes virtudes democráticas con el propósito de crear ciudadanos con fuertes convicciones personales. Entre ellas tenemos:
Tolerancia: representa el grado de comprensión y respeto que tenemos para con las demás personas. Esta actitud se demuestra con la apertura al diálogo, la escucha y la comprensión de los intereses, deseos y necesidades de las personas con la que convivimos.
Responsabilidad: ser una persona responsable es tener la disposición de cumplir con rectitud todos los compromisos que se asumen en la casa, el colegio, el trabajo y la comunidad. Además, la responsabilidad implica responder por nuestras acciones ante la sociedad.
Amor a la patria: esta es la manifestación de los más nobles sentimientos hacia el país en el cual nacemos. Expresamos amor a la patria al honrar a los símbolos patrios, al izar la bandera y al cantar el himno nacional, también se demuestra amor por la patria al respetar sus leyes y al cuidar su patrimonio histórico, cultural y ambiental.
Honestidad: una persona demuestra honestidad cuando sus acciones, sus pensamientos y sus palabras no se contradicen. Es decir, se es honesto cuando los actos se realizan con claridad y rectitud, procurando el bien para los demás.
Solidaridad: la solidaridad es una manifestación de empatía hacia una causa que es común a otras personas. Se es solidario cuando se ayuda a otros en el plano material, pero también cuando se comparte la pena y el sufrimiento de otros seres humanos. Pero algo muy importante de la persona solidaria es que su proceder es desinteresado, pues no espera nada a cambio.
Paz: todos los seres humanos podemos contribuir con la paz entendida como un sentimiento de amistad entre personas, grupos o naciones que no se guardan rencor. Un requisito fundamental para que haya paz en nuestros hogares, en el colegio y en la comunidad es que cada uno cumpla responsablemente con sus deberes y que cuando se presenten diferencias, se solucionen mediante el diálogo, el respeto y la tolerancia.
Libertad: todos los panameños somos libres y nada nos impide desarrollarnos plenamente. No obstante, ser libre también implica ser responsables de nuestros actos y entender que "nuestra libertad llega hasta donde empieza la libertad de las demás personas".
Autoridad: el principio de autoridad se refiere a las personas que tienen el poder de dirigir y ordenar
a un personal a su cargo.
Normas de Conducta
Para vivir dentro la sociedad, del ser humano debe respetar las normas y los procedimientos que se han establecido para su adecuado funcionamiento. Para ello, en todos los grupos en los que se desenvuelve una persona, siempre encontrará disposiciones reglamentarias que cumplir.
En el hogar: se establecen reglas para el comportamiento de sus miembros; por ejemplo respetar las horas de las comidas, comportarse adecuadamente en la mesa, la hora de llegada en las noches, el uso del teléfono, cuidar de los menores. También hay normas de higiene como lavarse las manos antes y después de las comidas, bañarse todos los días, peinarse, cepillarse los dientes, vestir en forma limpia y ordenada.
En el colegio: también se rige por un reglamento interno. Este reglamento debe ser acatado por todos los estudiantes, sin excepción. El primer compromiso que se asume es usar el uniforme. Además, respetar y seguir el horario de entrada y salida de clases, y presentar justificación cuando se llega tarde o cuando se falta. Durante las clases, cada estudiante que desea preguntar algo, debe levantar la mano y esperar a que el educador le conceda la palabra.
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