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Estudio microbiológico del tracto respiratorio superior

Enviado por Eric Caballero J


Partes: 1, 2

    1. Microbiota habitual de las vías respiratorias altas
    2. Patogenia de las infecciones de las vías respiratorias altas
    3. Patología de las infecciones del Tracto respiratorio superior. Faringitis
    4. Colección de muestras del Tracto respiratorio superior
    5. Evaluación del cultivo bacteriano en infecciones del TRS
    6. Bibliografía de interés
    1. INTRODUCCIÓN

    Las infecciones del tracto respiratorio superior ( TRS ) son en su conjunto la patología más común a nivel mundial, y aunque las afecciones adquiridas en la comunidad no son causa de alta mortalidad, su amplia morbilidad la coloca en la de mayor consulta médica, especialmente por la faringoamigdalitis aguda, la otitis media aguda y la sinusitis aguda.

    Un problema particular de éstas infecciones radica en el uso y abuso de antibióticos utilizados para tratar de controlar la infección, estimándose que el 75% de los antibióticos utilizados en forma ambulatoria no corresponden al tratamiento correcto, por lo que el errado tratamiento de ésta patología es la mayor causa de la posterior resistencia a los antibióticos. En éste sentido el trabajo del microbiólogo al reportar un cultivo ha de ser de gran ayuda en el control del abuso de los antibióticos.

    Una de las particularidades del tracto respiratorio es que se trata de orificios abiertos en los que la microbiota contempla en muchos casos el conocimiento de los agentes etiológicos saprofitos, por lo que el tomar en cuenta la microbiota del área es requisito indispensable en la evaluación del cultivo.

    Por lo anterior, ponemos a la disposición de los microbiólogos el presente protocolo que pretende orientar sobre las patología asociadas a las infecciones del tracto respiratorio superior, como la de establecer las pautas de la correcta evaluación y reporte de los cultivos de las vías respiratorias alta.

    2. MICROBIOTA HABITUAL DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS ALTAS

    El sistema respiratorio se divide arbitrariamente en vías altas o superiores, que comprenden las áreas anatómicas anteriores a la laringe, incluyendo la nasofaringe, orofaringe, laringe, epiglotis, oído externo y medio, y los senos paranasales, y en vías bajas o inferiores que incluyen todas las estructuras posteriores a la laringe.

    En ocasiones es difícil separar la etiología y la clínica en muchos de estos procesos que finalmente acaban involucrando a ambas áreas comportándose en la práctica como un único cuadro microbiológico y clínico.

    Una cantidad importante y variada de microorganismos forman parte de la microbiota normal de las vías respiratorias superiores. Esta microbiota está influenciada por multitud de factores, como la edad, el estado inmunológico, la antibioterapia, la hospitalización, y últimamente la inmunización con las nuevas vacunas frente a Haemophilus influenzae y Streptococcus pneumoniae. Sin embargo debe quedar establecido que la gran mayoría de las infecciones del tracto respiratorio superior (TRS ) , son producidas por virus.

    La microbiota bacteriana habitual de la cavidad oral la coloca en la tercera área más contaminada del cuerpo y puede estar habitada hasta por 10 ¹² UFC/ml de Enterobacteriáceas, Anaerobios estrictos gramnegativos y grampositivos (Porphyromonas, Prevotella, Fusobacterium, Veillonela, Peptostreptococcus, Actinomyces ), Neiserias, Estreptococcus sp, Estafilococos coagulasa negativa, virus, e incluso organismos con capacidad patológica como Streptococcus pneumoniae, Haemophilus sp y S. aureus, incluso Meticilina resistentes ( MRSA ) y N. meningitidis, los cuales mientras se mantenga el equilibrio en el hábitat, no han de causar problemas, gracias a la relación comensal de adaptación de los microorganismos y el huésped.

    La microbiota del tracto respiratorio superior ( TRS ) está influenciada por muchas variables tales como la edad y salud del huésped, el estado del sistema inmune, el ambiente, la hospitalización y la previa exposición a los antibióticos.

    Las fosas nasales pueden contener Estafilococos coagulasa negativa, Micrococcus sp. y Corynebacterium sp, Candida sp y ocasionalmente se pueden encontrar bacilos gramnegativos en personas sanas.

    El oido externo puede contener Estafilococos coagulasa negativa, Micrococcus sp, Bacillus sp.

    Los senos paranasales y el oído medio normalmente son zonas estériles.

    3. PATOGENIA DE LAS INFECCIONES DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS ALTAS

    El aire que respiramos está cargado con virus y otros agentes patógenos. Por eso existen muchos mecanismos de defensa, para prevenir que esos microorganismos colonicen el tracto respiratorio. Entre estos mecanismos están:

    El sistema mucociliar de la nasofaringe.

    La acción de arrastre de la saliva en la orofaringe.

    La acción del tejido linfático que forma un anillo en el tracto respiratorio.

    Debido al fenómeno de la ventilación, el pulmón y las vías aéreas están continuamente expuestos a microorganismos ambientales que, en ocasiones, alteran o superan las barreras anatómicas naturales con las que cuenta el sistema respiratorio. Barreras como la nariz, y su intrincada estructura, hacen que se formen corrientes de aire que favorecen el depósito de partículas en la mucosa nasal.

    El TRS es atacado constantemente por organismos que al invadir, dañan el epitelio respiratorio como resultado de su ataque o por la elaboración de substancias químicas, como es el caso de las peroxidasas por el M. pneumoniae o las exotoxinas por los grampositivos. La destrucción del epitelio provoca eritema, edema, hemorragia y hasta exudados, los cuales posteriormente dan lugar a efectos sistemicos como inflamación, dolor, fiebre, tos, leucocitosis y linfadenopatías, entre otras.

    El aparato mucociliar o la tos eliminan los microorganismos que ingresan en el tracto respiratorio y también actúan substancias con acción antimicrobiana, (lisozima, complemento, interferón e inmunoglobulinas).

    4. PATOLOGÍA DE LAS INFECCIONES DEL TRACTO RESPIRATORIO SUPERIOR

    La enfermedad clínica se manifiesta cuando un patógeno se introduce burlando las defensas del organismo, cuando se rompe el delicado equilibrio entre la microbiota normal y el huésped por traumas en el tejido o cuando ocurren cambios en la salud y/o en la respuesta inmune del huésped.

    4.1 Faringitis :

    Se define la faringitis como la inflamación y/o la infección de la faringe y/o área periamigdalar. Puede estar afectada tanto la orofaringe como la nasofaringe, adenoides y amígdalas. El término amigdalitis se refiere a la inflamación de las amígdalas y puede utilizarse indistintamente junto con el de faringitis. En ocasiones la faringitis es parte de un síndrome, como el resfriado común o la gripe.

    Los signos y síntomas de la faringitis causada por virus o por bacterias son inespecíficos. Los hallazgos clínicos que suelen acompañar a la faringitis aguda causada por S. pyogenes son dolor de garganta, a menudo con aparición brusca, fiebre, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y dolor abdominal, inflamación y/o presencia de exudado amigdalar y adenitis cervical. La aparición concomitante de conjuntivitis, coriza, tos, exantema, estomatitis, pequeñas lesiones ulceradas y diarrea se asocia más frecuentemente con la etiología vírica.

    Los virus ( Rhinovirus, adenovirus, virus syncitial respiratorio, virus de la parainfluenza y varios herpes virus ) son la causa de la gran mayoría de las faringitis. Sin embargo, es reconocido el papel del Streptococcus pyogenes ( Estreptococos betahemolíticos del grupo A ) como principal causante de la faringitis bacteriana. En gran parte debido al antígeno de superficie, proteina M, que le ayuda a evitar la fagocitosis y sobrevivir en el huésped. Todo lo anterior envuelve a su vez un complejo proceso de adherencia, invasión celular y producción de toxinas.

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