Descargar

Judaizantes en el Nuevo Reino de Granada: siglos XVI y XVII (página 2)


Partes: 1, 2

-          Guardar el sábado.[11]

-          Desangrar la carne.[12]

-          No guardar la cuaresma católica.

-          Ayuno del Día del Perdón[13]

-          Ayuno de la Reina Ester[14]

-          Limpieza e higiene[15]

-          Pascua del pan cenceño o ácimo.[16]

-          Pascua de las Cabañuelas[17]

-          Fiesta de las candelillas[18]

-          Rezar oraciones de judíos y los Salmos sin Gloria Patri.[19]

-          Esperar al Mesías diciendo que este no había llegado.

-          Cuarentena de la recién parida.[20]

-          Circuncisión.[21]

-          Poner nombres de judíos.[22]

NACIONALIDAD PORTUGUESA

Ya se dijo que después de 1492, con la expulsión de España, muchos judíos partieron hacia Portugal, país donde tuvieron cierta libertad hasta el establecimiento de la inquisición en este hacia 1537, momento a partir del cual los que adoptaron el criptojudaísmo emigraron hacia las Provincias Unidas[23], formando algunos de esta manera redes de comercio y de correspondencia con aquellos familiares y correligionarios que habían dejado en Portugal, hasta que en 1580 con la unificación de las coronas española y portuguesa el criptojudaísmo evolucionado vio la oportunidad de volver a España o a sus territorios del Nuevo Mundo ampliando así las redes ya formadas hasta las Antillas, El Nuevo Reino de Granada, la Nueva España, el Río de la Plata, Perú e incluso, las Filipinas en el Pacífico y territorios fuera de la influencia española, como el Imperio Otomano[24]. Tenemos entonces que en casi cuatro generaciones se dio una evolución en las dos esferas de este sector de población: en la pública, la manera de comportarse en comunidad y enfrentarse a toda una vecindad de cristianos viejos esperando equivocaciones de los que en algunos casos eran rivales comerciales o de profesión, mientras que en la privada, la identidad se conservaba guardando costumbres[25] y sosteniendo reuniones de sinagoga en casa de alguno que estuviera iniciado en el ejercicio de rabino. En todo caso, el hecho de ser portugueses en ambiente español no era fácil aunque las coronas estuvieran unidas, lo que hacía que estos también estuvieran unidos, dándole cohesión a un sector económico como el comercio de esclavos que era compuesto principalmente por portugueses (navegantes, marineros, factores, tratantes y simples mercaderes) y que era uno de los sectores más lucrativos y de más importancia para el funcionamiento de la economía de las colonias.

OFICIO COMÚN

Desde antes del descubrimiento del Nuevo Mundo los portugueses ya tenían una presencia destacada en las costas del África negra por razones estrictamente comerciales en el tráfico de oro, especias y marfil, sin embargo durante la época de la colonia americana un "nuevo" mercado fue comenzando a explotarse: la trata de esclavos negros hacia el Nuevo Mundo. A comienzos del siglo XVI los españoles comenzaron la trata pero esta fue tomada y monopolizada por los portugueses, quienes poseían los contactos y el personal adecuados para este trabajo, desde los factores hasta marineros y tratantes en los puertos del Nuevo Mundo (para nuestro caso Cartagena), de esta manera muchos judeo-conversos de origen portugués se vieron involucrados en este negocio, bien sea como tratantes o factores, permitiendo la formación de grupos cerrados alrededor de este oficio comercial, además de favorecer la dinámica comercial en los puertos en el aspecto tanto legal como ilegal (contrabando), también favorecía el contacto entre coterráneos (y correligionarios) en los territorios pertenecientes a la Corona sin olvidar los contactos de los Países Bajos y de África formando así redes comerciales Judeo-cristianas[26].

ASPECTOS DIFERENCIADOS

Como factores diferenciados entre los conversos que habitaban en el Nuevo Reino de Granada, tenemos que no todos los pertenecientes a este sector eran prósperos comerciantes, por el contrario, estos comerciantes y mercaderes eran minoría mientras que el resto era compuesto por simples vecinos que no vivían de manera tan cómoda o hacían parte de la población indigente de la ciudad puerto. La mención de los conversos adinerados se hace principalmente a través de registros de la inquisición y es posible que su captura no haya sido precisamente por motivos meramente religiosos, sino también por sospechas de pertenecer a las redes de contrabando que estaban presentes ya en el comercio portuario de la colonia y en las que los marineros y comerciantes portugueses pudieron haber tenido alguna influencia desde los primeros años de la unión de las coronas de la península ibérica, provocando efectos perjudiciales para el comercio colonial.

Todo esto lleva a pensar que el motivo que llevaba a la captura de estos distinguidos conversos sería, sumado a la sospecha que aportaba el estereotipo de judaizante que tenía el portugués de la época, las confesiones hechas ente el tribunal inquisitorio por algún reo o testigo para salvarse de una pena terrible en las que alegaban haber visto al portugués en cuestión escupiendo una imagen o bulto, insultando a la virgen o reuniéndose con otros portugueses a altas horas de la noche; siendo todo un detonante para activar la cadena de dominó que resultaba ser una red marrana que operaba en el imperio y que se llevaba por delante a muchos de los acaudalados hombres de negocios de origen portugués en el Nuevo Reino y que no tenía nada que ver con la población de bajos recursos que culturalmente compartía su misma condición de portugueses y de nuevos cristianos. Pero si seguía existiendo una comunidad conversa de origen pobre, ¿por qué no sobrevivió su creencia? Tal vez la situación de miseria los llevó a debilitarse en un afán por sobrevivir, es una inquietud que queda para una investigación futura.

CONCLUSIÓN

Splendiani registra alrededor de 60 casos de judaizantes en el tribunal de Cartagena de Indias entre los años 1610 y 1660, pero es posible que ese número no sea un espejo de la realidad (que rara vez lo es ya que es tan sólo un registro) pues algunos conversos no confesaban su verdadera fe quizás por miedo a la confiscación de todos sus bienes y posterior expulsión del territorio del Imperio español. Algunos otros confesaban su herejía, mas no su fe, esto no los exoneraba de la expropiación de bienes, como nos lo muestra Itic Croitoru Rotbaum[27], también es posible que no fueran realmente judaizantes o herejes y que la desesperación los haya llevado a dar una falsa confesión y así poderse librar de la tortura de la inquisición. Así que aunque es claro que hubo presencia de judaizantes o conversos en este período colonial, los registros que se poseen hablan de su presencia en regiones que poseían un importante lugar en la economía colonial (Zaragoza, Antioquia, Cartagena, etc.), lleva a la conclusión que fueran o no reales conversos, su persecución pudo más por el motivo de búsqueda de un chivo expiatorio causada por el reflejo de dar un equilibrio a la sociedad o tal vez restablecer el orden social que había sido modificado por los advenedizos portugueses.

 

 

 

 

Autor:

Juan Camilo Aristizábal Gómez

Estudiante de Historia de la Universidad de Antioquia, ubicada en Medellín, Colombia. Este trabajo es la evaluación final del curso Historia de Colombia I, visto en el año 2007.

[1] Judaizante era como se le llamaba a aquel cristiano que predicaba la fe judía, a veces se confundía con los términos judeo-converso, criptojudío y marrano.

[2] Archivos del tribunal de la Inquisición de Cartagena de Indias y otras fuentes basadas en estos archivos. En cuanto a las citas bíblicas, se hacen usando la versión Nácar – Colunga.

[3] Navarrete, María Cristina. "Judeo-conversos en la audiencia del Nuevo Reino de Granada, Siglos XVI y XVII" en Historia Crítica No. 23. Diciembre de 2003. p. 73. en URL: , 20 de septiembre de 2008.

[4] Pirenne, Henri. Historia Universal, las grandes corrientes de la historia. Vol. I. 5ª edición. Barcelona. Editorial éxito. 1967. pp. 78-80.

[5] Orlandis, José. Historia Social y Económica, la España Visigoda. Madrid. Confederación Española de Cajas de Ahorros. 1975. pp. 51 – 53.

Liebman, Seymour B. Los judíos en México y América Central, Fe, Llamas, Inquisición. México. Siglo Veintiuno Editores S.A. 1971. pp. 37 – 38.

[6] Navarrete, María Cristina, op. cit.

[7] Navarrete, María Cristina. "Extranjeros Ilegales en el siglo XVII: Los Cristianos Nuevos de Cartagena" en Huellas, Revista de la Universidad del Norte. Nos. 58 – 59, Barranquilla, Ene – Dic 2000. p. 20

[8] Splendianni, Anna María et al. Cincuenta años de inquisición en el tribunal de Cartagena de Indias, 1610 – 1660. 1ª ed. Bogotá. Centro Editorial Javeriano. 1997. pp. 153 – 154.

Liebman, Seymour B. Op. cit. pp. 114 – 115.

[9] No olvidar la estadía de algunos sefarditas (judeo-españoles) en Portugal antes de emigrar, bien sea a Holanda, las Indias o el Imperio Otomano.

[10] Al menos, no se puede decir que lo eran en ese entonces ni mucho menos en la actualidad.

[11] El Sábado (Shabbat – שבת) se guarda desde la puesta del sol del viernes hasta la del sábado y consiste en comer en cada una de las tres comidas dos hogazas de pan (Jalá – חלה), prohibición de 39 actividades básicas (melajot – מהלך) que derivan en otras e incluyen no encender o manipular fuego, cosechar y lavar entre otras. Todo bajo el precepto consignado en éxodo 35:2.

[12] Levítico 7:26

[13] Fiesta del Yom Kippur (כיפור יום) Levítico 16:1-34

[14] La Fiesta de Purim era con la que más se identificaban y la que más celebraban los criptojudíos del Nuevo Mundo, puesto que la historia de la fiesta narraba una persecución y opresión sobre el pueblo judío en el Imperio Persa, reflejando así la similar situación que vivían. Ester 9:20-32

[15] Está contenida en casi todo el Pentateuco, principalmente en los libros del éxodo y el Levítico, contiene reglas de purificación tanto para las comidas como para la limpieza en la relación sexual.

[16] La Pesaj (פסח) o Pascua conmemora el momento de la salida de Egipto por parte del pueblo Hebreo y se denomina también fiesta del pan ácimo debido a que el pan (matzá – מצה) que se come durante la festividad no contiene levadura. éxodo 12:1-28.

[17] El Sukkot (סוכות), o Pentecostés se realiza cincuenta días después del primer día de Pascua y celebra la primicia de la cosecha. éxodo 23:16; 34:22, Levítico 23:15-21, Números 28:26 y Deuteronomio 16:9.

[18] La Januka (חנוכה) conmemora la restauración del culto en el templo por la época del Imperio Seléucida mediante el encendido de velas durante ocho días, esta fiesta coincide la mayoría de las veces con la fiesta cristiana de la Natividad por lo que era susceptible a ser "marranizada" o mimetizada con una cristiana. I Macabeos 4:36-57.

[19] Al ser los salmos cánticos para la alabanza de Dios comunes entre judíos y cristianos, la adición adrede de Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo al final de los salmos implicaba la pertenencia al credo cristiano, mientras que si un supuesto cristiano no lo añadía sería sospechoso de judaizante.

[20] Levítico 12:1-5

[21] Génesis 17:10-14

[22] Se refería a nombres bíblicos, como David, Salomón, e Isaac entre otros, aunque el nombre Alejandro (claramente griego) era un nombre frecuentemente utilizado por judíos, quizás por influencia de judíos con origen helénico.

[23] Israel, Johnatan. "Los Sefardíes en los Países Bajos" en Fontana, Josep y Pontón, Gonzalo. Los Judíos de España, La diáspora sefardí desde 1492. Barcelona. Ed. Crítica. 1992. pp. 195-219.

[24] Rodrigue, Aron, "Los Sefardíes en el Imperio otomano" en Fontana, Josep y Pontón, Gonzalo. Los Judíos de España, La diáspora sefardí desde 1492. Barcelona. Ed. Crítica. 1992. pp. 173-194.

[25] Con algunas excepciones, se daba que padres conversos daban a sus hijos educación cien por ciento cristiana, al punto que estos no se enteraban del origen judío de sus padres.

[26] Wachtel, Nathan. "Una América subterránea: redes y religiosidades marranas", en Carmagnani, Marcello et al. (coord.), Los Nudos (I), México DF. Fondo de Cultura Económica – El Colegio de México. 1999. pp 13-54.

Wachtel, Nathan. La Fe del Recuerdo, Laberintos Marranos. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica. 2006.

[27] Croitoru Rotbaum, Itic. Documentos Coloniales en De Sefarad al Neosefardismo, Tomo II. Ed. Nelly 1971. Passim

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente