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Desarrollo del patrón vascular del aparato genital masculino (página 2)

Partes: 1, 2

Figura 1. Secciones transversas de embriones durante la cuarta semana que muestran el cambio de posición del mesodermo intermedio que resulta de la doblez del embrión en el plano transverso.

Aunque el sexo génico (sexo cromosómico) de un embrión, se determina durante la fertilización por el tipo de esperma que fertiliza el óvulo, no hay indicaciones morfológicas de masculinidad o femineidad hasta la séptima semana. El periodo inicial del desarrollo genital se llama  etapa indeiferente de los órganos reproductores, porque el sistema genital es similar en ambos sexos.

Ahora se tiene el desarrollo de los genitales internos y externo; de los cuales analizaremos con preponderante interés desarrollo de los genitales masculinos.

Desarrollo genital interno

Las gónadas son los primeros elementos que se desarrolla en el sistema genital. Las gónadas primitivas se derivan de partes de las cordilleras urogenitales (fig.1C), conocidos como cordilleras genitales o gonadales (fig. 2A). Las gónadas en ambos sexos son similares al principio y se presentan como engrosamientos del epitelio celómico (mesotelio que recubre la cavidad peritoneal). Cada cordillera genial crece y se libera del mesonefros mediante el desarrollo de un mesenterio, el cual se transforma en mesorquio en el varón (fig.2B),  y mesovario  en la mujer (fig.2E). Entre tanto el epitelio celómico que cubre las gónadas primitivas prolifera y forma cordones de células llamados  cordones sexuales primarios,  que crecen e el mesénquima de las gónadas en desarrollo (fig.2A).

    Las células germinales se originan en la pared del saco vitelino,  emigran hacia el embrión y entran los cordones sexuales primarios (fig.2A). Tarde o temprano dan lugar a óvulos espermatozoides.

Figura 2. Esquema tridimensional de la región caudal de un embrión de cinco semanas, que muestran las cordilleras gonadales.

    Desarrollo de los testículos.- (Fig.2B, 2C y 2D). En embriones con cromosoma Y, los cordones sexuales primarios que contienen las células  germinales primordiales, pronto se separan del la superficie del epitelio mediante una capa de tejido conectivo denso llamado túnica albugínea. A partir de está se desarrollan los tabiques que crecen en dirección profunda y dividen los testículos en compartimientos. 

    Los cordones sexuales primarios se diferencian en  cordones seminíferos (fig.2B) que más tarde se canalizan para formar túbulos seminíferos. Dentro de los cordones seminíferos, las células germinales primordiales se diferencian en espermatogonias, precursores de los espermatozoides (fig.2D). Las células que aún permanecen en estos cordones, se denominan células sustentaculares (células del sertoli).  Los grupos de células intersticiales se diferencian del mesénquima entre los túbulos seminíferos en desarrollo. Estas células empiezan a secretar  testosterona  y otras sustancias antes del final  del periodo embriológico. Dichas hormonas  son responsables de la diferenciación de los conductos genitales masculinos y los conductos genitales externos. 

    La diferenciación de gónadas hacia testículos en gran parte depende de la acción del andrógeno H-Y del cromosoma Y. Los externos centrales de los túbulos seminíferos en desarrollo, convergen y se funcionan para formar una red de conducto llamada rete tesis (fig.2C). La rete tesis conecta con varios túbulos mesonéfricos que aún persisten, los cuales se transforman en  conductos eferentes de los testículos.

    Desarrollo de conductos genitales masculinos.- (fig.3A). Los andrógenos, secretados por los testículos fetales, son responsables de la diferenciación de los conductos genitales masculinos. La sustancia inhibidora milleriana,  también secretada por los testículos, suprime el desarrollo de los conductos paramesonéfricos . El conducto mesonéfrico se transforma en epidídimico, conducto deferente y conducto eyaculador.

    La vesícula seminal se desarrolla en un divertículo que nace en el extremo distal del conducto mesonéfrico (fig.3A).

La mayor parte de los conductos paramesonéfricos  degenera, pero sus extremos craneales y aquellos de los conductos mesonéfricos, persisten como apéndices testículos y epidídimos, respectivamente.

Figura 3. Representación esquemática del desarrollo de los genitales externos

 

Desarrollo de genital externo

    El desarrollo temprano de los genitales externos es similar en ambos sexos. Las características sexuales que los distinguen, comienza a aparecer durante la novena seman, pero los órganos genitales externos aún no están diferenciados por completo, sino hasta la doceava semana.

   Los genitales externos indiferentes al principio de la cuarta semana se desarrollan un tubérculo genital en el externo craneal de la membrana cloacal.

    Pronto se desarrollan engrosamientos labioescrotales y pliegues urogenitales en cada lado de esta membrana. El tubérculo genital se alarga para formar un falo el cual es similar en ambos sexos.

    Desarrollo de los genitales masculinos externos (fig.4C a E)la masculinización de los genitales externos indiferentes, se produce por andrógenos formados en los testículos fetales. Mientras que el falo se desarrolla para formar el pene , los pliegues urogenitales se fusionan en la superficie uroventral del pene para dar lugar a la uretra esponjosa. Los engrosamientos labioscrotales, crecen hacia el plano medio y se fusionan para formar el escroto  (fig.4E). La línea de difusión de los pliegues labioescrotales, se indica en forma clara mediante el rafé escrotal.

   Descenso de las gónadas se da mientras se degeneran los riñones mesonéfricos, las gónadas descienden  desde el abdomen a la pelvis. Mientras esto ocurre, un divertículo del peritoneo, llamado proceso vaginal, emerge a través de la pared abdominal anterior para formar el primordio del conducto inguinal. El proceso vaginal está unido por detrás al gobernáculo, ligadamente, que se extiende desde el polo caudal de la gónada hasta el engrosamiento labioescrotal.

   En el varón, los testículos permanecen cerca de dos anillos inguinales profundos hasta alrededor de la semana 28. Pronto descienden a través de los conductos inguinales y por lo general entran al escroto antes del nacimiento. La parte distal del proceso vaginal persiste como túnica vaginal de los  testículos . El resto de este proceso por lo general desaparece.

    En la mujer, el gobernáculo se une al útero y forma el ligamento ovárico cerca de su unión (fig.3C), y el ligamento redondo distal a él. Por lo regular, el proceso vaginal se oblitera por completo.

Anatomía y fisiología del aparato reproductor masculino

A. Testículos

a. Situación, forma y relaciones

Los testículos son dos órganos situados en el exterior de la cavidad abdominal, el izquierdo un poco más bajo, debajo del pene y alojados en las bolsas escrotales, el escroto tiene la función de mantener los testículos a una temperatura ligeramente inferior a la del cuerpo, puesto que las células germinales, generadoras de espermatozoides, son muy sensibles a los cambios de temperatura y ligeros incrementos producen esterilidad.

En su origen, en la vida embrionaria, los testículos se encuentran en el interior de la cavidad abdominal. La anormal permanencia de esta situación se denomina criptorquidia.

Tienen forma ovalada, con un diámetro mayor de unos 4 cm, una anchura de 3 cm y un espesor de 2,5 cm, y cada uno de ellos pesa alrededor de 20 g. La superficie del testículo es lisa y brillante, de color blanco, formada por una cubierta fibrosa denominada albugínea, muy tensa, lo que le confiere una consistencia dura.

En su polo superior se aprecia una pequeña formación correspondiente a un resto embrionario denominado hidátide sésil de Morgani. Por su cara posterior, el testículo está en contacto con el epidídimo, una estructura que forma parte de las vías espermáticas y en la que se distinguen tres porciones: cabeza, cuerpo y cola. La cabeza del epidídimo emerge del polo superior del testículo, y el cuerpo y la cola descienden adosados a su cara posterior. El testículo y el epidídimo están envueltos por una serie de capas que constituyen la bolsa escrotal. Hemos de recordar que el testículo ha descendido desde el abdomen y, en ese trayecto hacia el exterior, ha arrastrado las diferentes capas de la pared abdominal; por lo tanto, las envolturas testiculares serán equivalentes a las capas musculares y aponeuróticas que constituyen la pared abdominal. Entre ambos testículos, las diferentes capas (excepto la piel) forman un tabique escrotal que llega hasta la raíz del pene. En la piel, entre los dos testículos, hay un rafe escrotal que se continúa hacia el ano para formar el rafe perineal. Desde el testículo hasta la piel queda un resto de gubernáculo embrionario que arrastró el testículo fuera de la cavidad abdominal: es el ligamento escrotal.

b. Estructura interna

La cápsula fibrosa que envuelve el testículo, la albugínea, tiene un engrosamiento en la parte posterior del testículo, el cuerpo de Highmore. Por esta zona salen las vías seminales hacia el epidídimo. Desde el cuerpo de Highmore parten unas láminas fibrosas hacia el interior del testículo, dividiéndolo en unos 300 compartimientos que constituyen los lóbulos del testículo. En cada lóbulo hay 2 o 3 conductos de forma contorneada denominados tubos seminíferos, en los que se forman los espermatozoides. Los tubos seminíferos constan de unas células de sostén, las células de Sertoli, que sirven de soporte a los espermatozoides y las células precursoras.

El espermatozoide se origina en una célula denominada espermatogonia, situada en la periferia del tubo seminífero, es decir, junto a su lámina basal. Las espermatogonias dan origen, por mitosis, a los espermatozoides primarios de los cuales, se generan luego, mediante una nueva mitosis, los espermatozoides secundarios. Cada uno de ellos se sitúa más próximo a la luz del tubo seminífero, siempre entre las células de Sertoli, las cuales nutren a los espermatozoides en desarrollo. Por último los espermatocitos secundarios se transforman en espermatozoides, los cuales disponen de un flagelo que les da movilidad; éstos están situados ya en la luz del tubo seminífero, con la cabeza en contacto aún con las células de Sertoli.

Los tubos seminíferos de cada lóbulo se dirigen hacia el cuerpo de Highmore, pero antes de entrar en él se unen en un tubo recto también formado por células de Sertoli. Por lo tanto, hay tantos tubos rectos como lóbulos testiculares. Estos tubos entran en el cuerpo de Highmore, donde forman un entrelazado de tubos anastomosados entre sí, denominado red de Haller o rete testis, de donde salen de 10 a 15 vasos eferentes muy plegados sobre si mismos, adoptando una forma cónica, que reciben el nombre de conos eferentes. Estos vasos eferentes salen del testículo desembocando sucesivamente en la cabeza del epidídimo de la que forman parte.

Entre los tubos seminíferos se encuentran las células intersticiales de Leydig entremezcladas con los capilares del testículo y el tejido conectivo. Son células poliédricas que producen la testosterona, hormona sexual masculina, la cual vierten a los capilares. Las células de Leydig, por lo tanto constituyen la parte endocrina del testículo.

c. Funciones de los testículos

Como ya se ha mencionado, el testículo tiene funciones espermatogénica y hormonal (secreción de testosterona).

La espermatogénesis comienza en la pubertad por estímulo de las hormonas gonadotrópicas de la hipófisis. Aunque las etapas de la espermatogénesis ya se han mencionado, a continuación se detallan algunos aspectos:

– Las espermatogonias situadas en la periferia de la pared de los tubos seminíferos proliferan continuamente y se diferencian hasta dar lugar a los espermatozoides.

– En primer lugar cada espermatogonia se transforma en un espermatocito primario, el cual duplica sus cromosomas y se divide en 2 espermatocitos secundarios, con 46 cromosomas agrupados en 23 pares.

– Los espermatocitos secundarios se convierte, por división meiótica, en dos células denominadas espermátides. Estas contienen, por lo tanto, 23 cromosomas no emparejados. Uno de estos cromosomas determinará el sexo; es decir, los espermatocitos secundarios contienen un par de romosomas XY y, al dividirse en dos espermátides, cada una de ellas tendrá el cromosoma X (determinante del sexo femenino) o el cromosoma Y (determinante del sexo masculino). Al madurar las espermátides se convertirán en espermatozoides sin cambiar su dotación cromosómica, por lo que habrá espermatozoides X (hembras) y espermatozoides Y (machos). Según cuál de ellos fecunde el óvulo, el sexo del hijo será hembra o varón, respectivamente.

– La maduración de la espermátide origina el espermatozoide, que consta de cabeza, cuello, cuerpo y cola. En la cabeza hay una estructura denominada acrosoma, que interviene en la penetración del espermatozoide en el óvulo. La cola le permite moverse a través de los fluidos mediante movimientos similares a los de un reptil, con una velocidad de unos 30 cm/hora. Una vez que ha alcanzado el óvulo y lo ha fecundado, solo la cabeza penetra en él.

– El espermatozoide sólo puede vivir 2 o 3 días en los productos de la eyaculación, pero se mantiene vivo durante mucho más tiempo en los conductos testiculares y el epidídimo.

– En su función como células de sostén de los espermatozoides y de sus precursoras, las células de Sertoli aportan material nutritivo a dichas células.

B. Vías espermáticas

En realidad, las vías espermáticas comienzan en los tubos seminíferos del testículo, pero en la estructura interna de este órgano ya se han descrito los tubos seminíferos, los tubos rectos, la red de Haller y los conductos eferentes, por lo que se describirá el resto de las vías espermáticas: epidídimo, conducto deferente, vesículas seminales y conductos eyaculadores.

a. Situación, forma y relaciones

Los conductos o conos eferentes que emergen de la red de Haller desembocan en el conducto epididimario, también muy plegado, y constituyen con la primera porción de este último la cabeza del epidídimo, situada en el polo superior del testículo. En ella se puede apreciar una pequeña formación, la hidátide pediculada de Morgagni, resto embrionario situado junto a la hidátide sésil del

testículo. Una vez que el conducto epididimario ha recibido los conos eferentes, continúa descendiendo dentro de la bolsa escrotal, adosado a la cara posterior del testículo y constituyendo el cuerpo y la cola del epidídimo. Estas dos porciones, cuerpo y cola, están envueltas íntimamente por la hoja visceral de la túnica vaginal, continuación de la que cubre la cara posterior del testículo y que dibuja el fondo de saco subepididimario.

El epidídimo mide unos 5 cm, aunque el conducto epididimario, muy replegado, tienen en realidad una longitud de unos 6 cm. La cola del epidídimo se continúa con el conducto deferente, más ancho y menos sinuoso; asciende hacia el polo superior del testículo a lo largo de la cara interna del epidídimo y sale de la bolsa escrotal hacia el conducto inguinal. En este trayecto forma parte del cordón espermático, junto con los vasos espermáticos, arteria deferente, linfáticos y fibras nerviosas, todo ello envuelto en fibras del músculo cremaster.

El conducto deferente tiene una consistencia dura y una longitud de unos 40 cm. Entra en la cavidad abdominal con el cordón espermático por el conducto inguinal, pasando por delante de la rama pubiana, junto a la espina del pubis. Dentro de la cavidad abdominal el conducto deferente se separa de los demás componentes del cordón espermático y se dirige hacia atrás por debajo del peritoneo, cruza los vasos iliacos externos por delante y se adosa a la cara lateral de la vejiga. Cruza por encima del uréter y busca la cara posterior de la vejiga, entre ésta y el recto, descendiendo por debajo del uréter hacia la próstata, sobre la cual contacta con la vesícula seminal. En este último trayecto forma la ampolla del conducto deferente.

Las vesículas seminales son dos bolsas con función secretora que aportan el líquido seminal en la eyaculación. Contienen también espermatozoides, como el resto de las vías espermáticas. Están situadas entre la vejiga y el recto, por encima de la próstata y por fuera de la ampolla del conducto deferente. El fondo de saco de Douglas cubre el extremo superior de la vesícula seminal, es decir, el fondo de ésta. La abertura de la vesícula se halla hacia abajo y adentro y desemboca junto con la ampolla del conducto deferente en el conducto eyaculador.

El conducto eyaculador es un tubo corto (de 2,5 cm) que atraviesa la próstata. Termina al desembocar en la uretra prostática o tramo de la uretra que atraviesa la próstata.

b. Estructura interna

Los conductos eferentes tienen un epitelio cilíndrico simple con células ciliadas y células con micro vellosidades. Este último tipo contiene además gránulos de secreción. La capa muscular de fibra lisa es delgada. Tanto los cilios como las fibras musculares facilitan la progresión de los espermatozoides hacia el conducto epididimario. Este se caracteriza por poseer un epitelio de tipo seudoestratificado, con vellosidades y una capa muscular fina.

El conducto deferente mantiene la morfología epitelial del conducto epididimario, pero su capa muscular es mucho más gruesa y está formada por tres láminas de fibras: una interna (longitudinal) otra media (circular) y una lámina externa donde las fibras musculares vuelven a adoptar una disposición longitudinal. Rodeando a la capa muscular existe una adventicia de tejido conectivo denso. La estructura de la ampolla es la misma que la del resto del conducto deferente.

Las vesículas seminales se caracterizan por una capa muscular más fina y un epitelio sin células ciliadas pero con abundantes gránulos de secreción, cuyo contenido vierte hacia la luz de la vesícula para formar parte del líquido espermático.

Los conductos eyaculadores tienen un epitelio cilíndrico simple, son vellosidades ni gránulos de secreción. Su capa muscular es muy fina, entremezclada con el tejido conjuntivo y el propio tejido prostático.

c. Función de las vías espermáticas

A lo largo de la exposición se ha mencionado la función de las vías espermáticas, que mediante la contracción de su capa muscular ayudan a los espermatozoides en su trayecto hacia el exterior, en el momento de la eyaculación. Por otra parte, las células secretoras de los conductos deferentes

y epididimario y de las vesículas seminales producen una secreción mucosa que forma parte del líquido seminal que nutre a los espermatozoides y les proporciona un medio protector.

C. Próstata

a. Situación, forma y relaciones

La próstata es una glándula de secreción exocrina que se sitúa debajo de la vejiga, rodeando la uretra y los conductos eyaculadores que desembocan en la uretra. A partir de la pubertad crece hasta el tamaño del adulto 3 cm de altura, 4 cm de anchura y 2 cm de grosor.

Por su forma, tamaño, color y consistencia, es semejante a una castaña. La base se orienta hacia arriba, bajo la vejiga; el vértice hacia abajo, apoyado en el diafragma urogenital (músculo transverso del perineo). Por detrás, está en relación con el recto, lo cual permite su exploración mediante el tacto rectal. Por delante está la sínfisis del pubis, de la que la separa la grasa y las venas prostáticas. La uretra sale de la próstata por su vértice, después de atravesar la glándula en sentido vertical. La próstata está envuelta en una aponeurosis que engloba también el plexo venoso prostático. Los engrosamientos de esta aponeurosis constituyen los ligamentos de fijan la glándula a las paredes pelvianas.

b. Estructura interna

Las estructuras que atraviesan la próstata, la uretra y los conductos eyaculadores dividen la próstata en cuatro lóbulos: uno medio, otro anterior y dos laterales. El espacio triangular formado por ambos conductos eyaculadores y la uretra es el lóbulo medio; a ambos lados de los conductos, los lóbulos laterales, unidos por una zona central por delante de la uretra, que es el lóbulo anterior.

También puede distinguirse una región craneal, donde asienta el adenoma prostático, y una región caudal, donde se desarrolla el carcinoma.

Su estructura consta de glándulas tubuloalveolares que desembocan en la porción de uretra que la atraviesa, donde vierten su secreción. Estas glándulas están formadas por un epitelio cilindrico simple, con gránulos de secreción que vierten a la luz, irregular y de tamaño variable.

Entre las glándulas hay tejido conectivo, fibras musculares lisas, vasos sanguíneos y linfáticos y fibras nerviosas.

c. Funciones de la próstata

La próstata, como se ha señalado, es una glándula que secreta un líquido blanquecino hacia la uretra, el líquido prostático, que se une a las secreciones de las vías espermáticas y los espermatozoides para constituir el semen. El líquido prostático es alcalino, por lo que neutraliza la acidez de los demás componentes del semen, aumentando la motilidad y fertilidad de los espermatozoides.

Durante la eyaculación, la próstata se contrae junto con el conducto deferente y las vesículas seminales, expulsando su contenido a la uretra.

D. Pene

a. Situación, forma y relaciones

El pene es un órgano cilíndrico que pende sobre las bolsas escrotales, por debajo de la sínfisis pubiana. Está unido a la región anterior del perineo. Su tamaño y consistencia varían según se halle en estado de flaccidez o de erección: en estado fláccido mide unos 10 cm y en erección se vuelve rígido y mide unos 15 cm. Está formado por tres elementos que constituyen los órganos eréctiles: dos cuerpos cavernosos y un cuerpo esponjoso.

Los cuerpos cavernosos de fijan en las ramas isquiopubianas formando la raíz del pene; en este tramo están recubiertos por el músculo isquiocavernoso. Se unen bajo la sínfisis del pubis, desde donde emergen, y forman la porción dorsal del pene. El cuerpo esponjoso se fija bajo el músculo transverso profundo del perineo en un ensanchamiento denominado bulbo. A partir de este punto recibe la uretra, que recorre toda su extensión hasta el extremo anterior, constituyendo la uretra peneana. El bulbo está recubierto por el músculo bulbocavernoso. El cuerpo esponjoso se dirige hacia delante para unirse, bajo la sínfisis del pubis, con los cuerpos cavernosos, a los que se adosa formando la porción ventral del pene. En su interior está la uretra, que desemboca en la punta del pene. El extremo anterior del cuerpo esponjoso, más dilatado que el resto, se denomina glande y cubre también el extremo de los cuerpos cavernosos. El borde del glande constituye la corona. En su vértice, el glande tienen la abertura hacia el exterior de la uretra; es una hendidura vertical, el meato uretral.

El pene está recubierto por varias capas; la más interna es una envoltura fibroelástica, la fascia peneana, que se continúa con la fascia superficial del escroto y perineo. Esta envoltura se una a la sínfisis del pubis por el ligamento suspensorio del pene.El músculo dartos del escroto se continúa también por el pene formando otra de sus envolturas, entremezclándose con el tejido celular.

La piel, con un tejido celular muy laxo, está adherido al pene en toda su longitud, excepto en el glande, con el cual sólo se une mediante una línea por su cara inferior denominada frenillo. El resto de la piel del glande está libre, cubriéndolo únicamente en estado de flaccidez. Esta porción de piel es el prepucio, que se retrae descubriendo el glande durante la erección. Cuando su orificio anterior es cerrado, no permite la salida del glande, lo cual constituye la fimosis.

b. Estructura interna

Los tres componentes eréctiles del pene, cuerpos cavernosos y cuerpo esponjoso, están rodeados, cada uno de ellos, por un albugínea fibroelástica, densa, de la cual parten tabiques hacia el interior de los cuerpos (trabéculas), formando un entramado como el de una esponja, cuyos huecos forman lagos sanguíneos. Los capilares sanguíneos rellenan estos huecos. Están dotados de dispositivos musculares que permiten o cierran el paso de la sangre a los lagos sanguíneos. Cuando la sangre pasa a estos lagos, los cuerpos cavernosos y esponjosos se hinchan y se endurecen.

c. Función del pene

El pene tiene una doble función. Al contener en su interior parte de la uretra, interviene en la micción. Por otra parte, es el órgano copulador en el acto sexual.

Por estimulación parasimpática, los cuerpos cavernosos y esponjoso se llenan de sangre, con lo cual, el pene aumenta de tamaño, se endurece y se pone rígido durante la erección, necesaria para la realización del coito. En este proceso intervienen varios factores; en primer lugar, la dilatación de las arterias produce el llenado de los cuerpos cavernosos y esponjoso; por otra parte, la musculatura de la raíz del pene, músculos isquiocavernosos y bulbocavernoso, se contrae, impulsando aún más la sangre hacia el pene; el músculo transverso profundo del perineo, diafragma urogenital, se contrae, dificultando la salida de sangre ya que comprime las venas que pasan a través de él.

Por otra parte, la uretra posee numerosas glándulas en su recorrido por el cuerpo esponjoso, las glándulas de Littré, que elaboran una secreción mucosa que favorece la lubricación, aunque a ello contribuyen en mayor medida los órganos sexuales femeninos. También producen secreción mucosa las glándulas bulbouretrales o glándulas de Cowper, que se verán más adelante.

Por último, las contracciones del músculo bulbocavernoso impulsan el semen en la eyaculación a través de la uretra peneana.

E. Uretra masculina

Desde la vejiga urinaria, la uretra desciende verticalmente, atravesando la próstata desde su base hasta el vértice: es la uretra prostática. En este tramo presenta un relieve en su pared posterior, el veru montanum, donde desembocan los dos conductos eyaculadores y, entre ellos, el utrículo prostático, que es un pequeño divertículo de aproximadamente 1 cm de longitud. A ambos lados del veru montanum desembocan las glándulas prostáticas; hay unos 20 o 30 orificios correspondientes a estos conductos de desembocadura. La uretra prostática tiene una longitud de unos 3 cm.

Por debajo de la próstata, la uretra atraviesa el músculo transverso profundo del perineo (diafragma urogenital), recibiendo el nombre de uretra membranosa. En este tramo está rodeada por las fibras musculares del esfínter estriado (voluntario), y por detrás, entre las fibras musculares del esfínter, las dos glándulas de Cowper o glándulas bulbouretrales, que aportan una secreción mucosa lubricante, tienen forma redondeada, del tamaño de un guisante. Desembocan en la uretra un poco más abajo, cuando ésta atraviesa el bulbo esponjoso del pene. La uretra membranosa mide aproximadamente 1 cm. Por debajo del músculo transverso del perineo, la uretra entra en el bulbo esponjoso; traza una curva hacia delante siguiendo ya todo el trayecto del cuerpo esponjoso hasta el glande, donde se abre al exterior. En este tramo se denomina uretra peneana o uretra esponjosa. Al nivel del bulbo tiene un pequeño ensanchamiento: el fondo de saco bulbar. Bajo la sínfisis del pubis, siguiendo la posición del pene en estado de flaccidez, describe otra curva hacia abajo hasta el orificio de salida: el meato uretral. Inmediatamente antes del meato, en el glande, hay un ensanchamiento, la fosa navicular. En la uretra peneana desembocan pequeñas glándulas mucosas, a lo largo de todo el trayecto: las glándulas de Littré, con acción lubricante.

La uretra peneana mide unos 15 cm de longitud; por lo tanto, la longitud total de la uretra es de unos 20 cm. El epitelio de la uretra es de tipo urinario en su comienzo, como continuación del epitelio de la vejiga; por debajo del veru montanum se hace cilíndrico estratificado hasta la fosa navicular, donde se convierte en pavimentoso estratificado, similar al del glande. La capa muscular al principio forma el esfínter liso, que se continúa con la musculatura de la vejiga.

En la uretra prostática las fibras musculares se entremezclan con las de la próstata, y en la uretra membranosa son sustituidas por fibras estriadas del esfínter voluntario.

El riego sanguíneo lo recibe a cada nivel de las arterias que riegan los respectivos órganos por donde pasa: arterias vesicales inferiores, hemorroidales inferiores, bulbar y dorsal del pene. Las venas terminan en la vena dorsal profunda del pene o directamente en el plexo periprostático.

Los linfáticos de la uretra prostática y membranosa desembocan en los ganglios iliacos internos, y los de la uretra peneana, fundamentalmente en los ganglios inguinales.

El nervio pudendo interno recoge las sensaciones de la uretra. Sus fibras motoras actúan sobre el esfínter voluntario, regulando la micción.

Irrigación del aparato genital masculino

Con respecto a la irrigación del aparato genital masculino (parte fundamental del tema expuesto), se tomará una división de los órganos para analizarlos mejor, además que se adjuntara al mismo la innervación correspondiente a cada órgano por considerarlo de importancia fundamental para el esclarecimiento y desarrollo del tema.

Los genitales masculinos los vamos a dividir en genitales externos y genitales internos.

  • Los genitales internos :
    • El testículo
    • La vía espermática
    • Las glándulas anexas
  • Los genitales externos :
    • El pene
    • El escroto

A) Irrigación de los órganos genitales internos

La vía espermática comienza en el epidídimo.

En las glándulas anexas están: la próstata, las vesículas seminales, las glándulas de Cooper o bulbo uretrales.

1. Irrigación del testículo

Esta dada por una arteria que viene de la aorta y nace a la altura deL2 esta por debajo de las arterias renales y por arriba de la mesentérica inferior son las arterias espermáticas o gonadales, estas arterias están acompañadas por venas espermáticas que tienen diferentes finales en cada lado; la del lado izquierdo termina en la vena renal y la del lado derecho termina en la vena cava superior.

Plexo venoso espermático anterior que también se llama plexo venoso pan piniforme que esta en la celda anterior del cordón espermático; todos estos se van a unir y van a formar la vena espermática.

Plexo venoso espermático posterior esta en la celda posterior del cordón espermático, este termina en la vena iliaca externa, va a acompañar a la arteria funicular que es rama de la epigástrica inferior e irriga estructuras del cordón espermático.

 

Aclaración: La arteria espermática cuando llega al testículo se va a dividir en dos ramas terminales una que va a la cara lateral del testículo y otra que va a la cara medial, pero también tiene ramas colaterales que van a hacer anastomosis con otras y eso es importante.

La arteria espermática da dos ramas para el epidídimo la epididimaria anterior y la arteria epididimaria posterior; esta última se anastomosa con la arteria deferencial y con la arteria funicular.

"En conclusión el testículo no solo esta irrigado por la arteria espermática sino también por la deferencial y la arteria funicular."

En cuanto a lo linfático, el testículo va a drenar linfáticamente a los grupos pre – aórticos y a los latero – aórticos; los vasos linfáticos acompañan a las arterias espermáticas.

La innervación simpática y parasimpática, la innervación que llega hasta los testículos va a estar dado por el plexo renal, el plexo hipogástrico, y el plexo espermático.

2. Irrigación de las vías espermáticas

2.1. Irrigación del epidídimo

Esta irrigado por las arterias epididimarias que son ramas colaterales de la arteria espermática

El drenaje del epidídimo es el mismo que el del testículo tanto venosa como linfática y la innervación también es la misma que la del testículo.

2.2. Irrigación del conducto deferente

La irrigación del conducto deferente esta dado por la arteria deferencial que es rama de la vesical superior y esta a su vez es rama de la arteria iliaca interna.

El drenaje linfático del conducto deferente es hacia los ganglios iliacos internos 

La innervación es dada por el plexo hipogástrico.

Los conductos eyaculadores desembocan en el verumontanum pero por fuera del utrículo prostático.

2.3. Irrigación de las glándulas anexas

a. Próstata

La irrigación de la próstata esta dada por la arteria vesicoprostática que da dos ramas la vesical inferior y prostática esta última es la que irriga a la próstata pero no es la única.

El drenaje de la próstata esta dado por el plexo venoso prostático que a su vez termina drenando en la vena iliaca interna.

El drenaje linfático de la próstata es hacia los ganglios iliacos internos.

La innervación esta dado por el plexo hipogástrico inferior

b. Vesícula seminal

La irrigación es por una rama de la arteria iliaca interna

El drenaje es hacia la vena iliaca interna

La innervación esta dado por el plexo hipogástrico

El drenaje linfático es hacia los ganglios iliacos internos.

B) Irrigación de los órganos genitales externos

1. Irrigación del pene

La vena dorsal profunda del pene termina drenando en los plexos prostáticos.

Las arterias dorsales del pene son una de las dos ramas terminales de la arteria pudenda interna.

Y los nervios ramas terminales del nervio pudendo interno que son los nervios dorsales del pene.

La arteria iliaca interna da dos troncos uno posterior y uno anterior;del tronco anterior va a ver una tronco isquiorectal que da dos ramos:

Una que es la arteria pudenda interna y la otra que es la hemorroidal media

Esta arteria pudenda interna lo que va a hacer es dividirse para dar la arteria dorsal del pene y otras que son las arterias profundas y uretral.

La innervación parasimpática que produce la erección del pene se origina de las metámeras S2, S3, S4 y a través del plexo nervioso hipogástrico va a llegar hasta el pene por medio de los nervios pudendos internos formando un nervio (nervio erector de Edgar).

En el drenaje linfático,las estructuras profundas: el cuerpo esponjoso, los cuerpos cavernosos van a drenar a los ganglios inguinales profundos que son los que están por debajo de la fascia superficial de la región inguinal. en cambio la piel del pene, el glande y el escroto también esta compartido su drenaje linfático no solo son los ganglios inguinales profundos sino también por los superficiales.

Ahora analizando de una manera mas profunda lo mencionado, tenemos:

Arterias penianas

La irrigación arterial del pene se lleva a cabo a través de las arterias pudendas internas (ramas terminales de las arterias hipogástricas), las que en su segmento terminal dan origen a las arterias penianas. Existen casos en los que las arterias intrapenianas son vicariantes que provienen del territorio femoral, escrotal o epigástrico. Las arterias pudendas internas tienen un trayecto de considerable longitud, pues salen de la pelvis y reingresan a través de la escotadura ciática menor, lo que las hace vulnerables en caso de traumatismos pelvianos. A la salida del periné dan tres ramas, la bulbouretral, destinada al bulbo y al CE distal (arteria uretral), la arteria dorsal del pene que irriga el glande y la arteria cavernosa (la responsable del mecanismo de la erección), que irriga el CC homolateral.

Las arterias dorsales corren entre la túnica albugínea y la fascia de Buck, a ambos lados de la vena dorsal profunda del pene. Según Khodos son de aspecto tortuoso con el pene fláccido y se elongan durante la erección. Terminan ramificándose en el glande, antes de lo cual dan ramas terminales que perforan la túnica albugínea distribuyéndose en la parte periférica del tejido eréctil, o anastomosándose con la arteria dorsal profunda como se observa con bastante frecuencia durante los estudios de imágenes con el eco-Doppler color, o aun reemplazando parcial o totalmente alguna arteria cavernosa. Emiten 4 o 5 ramas colaterales a ambos lados del CC que terminan en el CE y se denominan arterias circunflejas. En el glande se puede establecer una circulación anastomótica con las ramas terminales de las arterias uretrales.

Las arterias cavernosas o profundas del pene penetran a nivel del hilio peniano y transcurren longitudinalmente en el eje del CC hasta el glande. Pueden dar ramas que atraviesan el septum, conectándose con las contralaterales o reemplazando un trayecto de ellas. Suministran pequeños ramos nutrientes a los elementos vasculonerviosos intracavernosos. Desprenden a lo largo de su trayecto una gran cantidad de ramas de aspecto espiralado que Müller denominó en 1835 arterias helicinas o helicoidales. En el pene fláccido su aspecto es sinuoso y se rectifican durante la erección. Se dividen como ramas de un árbol en 3 pequeños vasos o más, cuyo calibre interno varía entre el estado de reposo y su máxima dilatación. De cada uno de ellos nacen las arteriolas terminales, cuyo extremo ampular se abre en el espacio cavernoso. éstas son las arterias penianas de resistencia, que tienen una luz de 200 a 800m y una delgada pared caracterizada por una respuesta miógena pronunciada al estiramiento, capaz de desarrollar una presión transmural 3 o 4 veces mayor que el resto de las arterias de resistencia. Cada segmento peniano depende de las ramas de las arterias helicinas que emergen (circulación terminal), lo que ante una amputación parcial de pene permite conservar la plena irrigación de este órgano hasta su segmento más distal, y con ello la erección.

Drenaje venoso del pene

La erección peniana no es otra cosa que la plétora sanguínea de los CC que alcanzan una presión similar a la presión arterial sistólica, originada por un balance positivo entre el ingreso de sangre arterial y la restricción del flujo de drenaje venoso. No depende como se creía de un sistema activo de venoclusión ni de la existencia de un sistema valvular (aunque la vena dorsal profunda del pene posee válvulas) erróneamente conocido como polsters o almohadillas. La venoclusión, o mejor dicho corporoclusión, es un mecanismo por el cual la sangre acumulada en los CC ve dificultada su salida hacia los sistemas venosos profundos por la compresión que las venas emisarias y perforantes sufren entre el tejido eréctil y la albugínea. Otro factor secundario restrictivo del vaciado venoso es la elongación de las venas circunflejas y de la vena dorsal profunda. Las venas emisarias son canales cortos que atraviesan tangencialmente la albugínea (se originan a partir de la confluencia de pequeños canales venosos de 30 a 50 m de diámetro, que drenan los sinusoides cavernosos). Su oclusión se ve facilitada por la turgencia cavernosa y drenan en 5 a 8 vasos venosos arciformes que rodean a cada CC y que llevan la sangre venosa directamente a la vena dorsal profunda (VDP) del pene.

La VDP nace de un plexo venoso retrobalánico superior, transcurre por el surco intercavernoso superior entre las dos hojas del ligamento suspensorio del pene y debajo de la sínfisis pubiana y desemboca en el plexo de Santorini. La VDP mide de 3 a 5 mm de diámetro, sus paredes musculares son delgadas, puede ser única, doble o bifurcada y dentro de ella transcurre un sistema valvular evidenciable anatómica y radiológicamente. La sangre venosa también puede drenar a través de las venas emergentes del hilio cavernoso o de las venas de las crura en la extremidad de los CC. éstas representan un sistema de drenaje de menor cuantía que el de la VDP y recogen principalmente la sangre de los segmentos posteriores. Se había descrito una vena central de los CC, que corría en el interior de ellos a través de toda su longitud. Estudios ultramicroscópicos posteriores demostraron que se trata de un canal formado por el aumento de diámetro y la interconexión de los sinusoides centrales, lo que crea una corriente intracavernosa con sentido proximal (que se puede observar en estudios dinámicos con eco-Doppler color) y que se canaliza hacia las venas del hilio cavernoso y las venas de las crura (sistema venoso profundo).

 

Finalmente existe un sistema venoso superficial que transcurre por encima de la fascia de Buck y que drena a través de vasos únicos o múltiples la sangre de las cubiertas penianas (sin ningún valor en el mecanismo de la erección) hacia los territorios safeno, femoral o epigástrico.

Inervación del pene: Otros elementos anatómicos del pene son los nervios del paquete dorsal, cuyas fibras (mielínicas aferentes y sensitivas) transcurren debajo de la fascia de Buck por fuera de la ADP. El nervio dorsal del pene nace del canal pudendo como la primera colateral del nervio pudendo, que se forma a partir de las ramas anteriores de las raíces sacras 2, 3 y 4. Los nervios erectores están constituidos por fibras del sistema nervioso autónomo provenientes del plexo simpático hipogástrico (segmentos torácicos 12 y lumbares 1 y 2). Estos nervios discurren adosados a la superficie posterolateral de la próstata, perforan el diafragma endopelviano y se ubican por fuera de la uretra membranosa. De allí se introducen en cada CC a nivel de las crura y se distribuyen a lo largo de ellos, acompañando el recorrido de las arterias. Algunas ramas emergen a nivel del hilio peniano, transcurren con las fibras del nervio dorsal del pene y cumplen una función vasomotora extraalbugínea con las arterias circunflejas. De la misma forma, fibras del nervio dorsal del pene se adentran en el tejido cavernoso y recogen información de terminaciones dolorosas o barorreceptivas. El tronco principal del nervio pudendo, el nervio perineal, inerva estructuras musculares perineales como el esfínter del ano, el transverso del periné, el elevador del ano y los músculos isquiocavernosos y bulbocavernosos.

2. Escroto

La irrigación esta dado por las arterias pudendas externas que son ramas de la femoral común.

El drenaje venoso son por las venas pudendas externas que drenan a la vena safena interna.

El drenaje linfático es hacia los ganglios inguinales superficiales.

La innervación del escroto esta a cargo por 4 ramas nerviosas:

La rama genital del nervio ilioinguinal

La rama genital del nervio genito femoral

Las ramas escrotales del nervio perineal que a su vez es rama del nervio pudendo interno.

Por ultimo el nervio cutáneo dorsal del muslo que posee una rama perineal.

Si hablamos de las metámeras de estos nervios u orígenes de los dos primeros son L1 que inervan el 1/3 anterior del escroto y S3 para los otros dos que inervan los otros 2/3 posteriores.

CONCLUSIONES

  • El desarrollo del Aparato Genital masculino en su etapa embrionaria es importante para su desarrollo posterior en etapas tales como la niñez y adolescencia.
  • El desarrollo del patrón vascular del aparato genital masculino debe ser entendido desde los puntos de vista morfológicos, tales como la anatomía, histología y preponderantemente la embriología con la genética.
  • El Aparato genital masculino en génesis esta muy ligado con el aparato urinario y a su vez para su diferenciación este necesita tener factores que intervengan para desarrollarse de distinta forma al aparato genital femenino.
  • La irrigación del aparato genital masculino no sólo sirve para el intercambio de sus nutrientes a través de sus capilares sino también es importantísimo en la erección del pene. 

BIBLIOGRAFÍA

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http://sas.editorialcep.com/muestra/muestra_matronas.pdf http://www.ucsg.edu.ec/catolica/secundarias/html/facultad_medicina/carrera_medicina/tutoria/materias/embriologia/datos/embriologia12.htm http://www.portal.reduaz.mx/histo/MorfoEmbrio/PDF/S21_UG_GarciaM.pdf http://www.monografias.com/trabajos14/aparato-reproduct/aparato-reproduct.shtml

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T. W. Sadler, Langman Embriología Médica con orientación clínica 9ª Edición, Editorial Médica Panamericana, Madrid septiembre 2004

Moore K, Persaud TVN. Embriología clínica. 6ª edición. México (DF): McGraw-Hill Interamericana

 

 

 

 

 

Autor:

Ramirez Obeso, Carlos Raúl

owen_dark[arroba]hotmail.com

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

FACULTAD DE MEDICINA

ESCUELA PROFESIONAL DE  MEDICINA HUMANA

DEPARTAMENTO DE MORFOLOGIA HUMANA

AREA EMBRIOLOGIA                                                                    

TRUJILLO – PERÚ

Julio del 2008

Partes: 1, 2
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