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Culturas de Mercado, Rutinas de vida (página 2)

Enviado por Ingrid Salazar


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Estas mujeres no sólo venden MOTE, sino también huevos, verduras, hortalizas que ellas mismas siembran, aquí podemos referirnos nuevamente al caso de doña Luisa Quidel, que se preocupa sólo de comercializar el mote, delegando la venta de las verduras a su hijo.

Anteriormente hacíamos la distinción entre locatarios y vendedores ambulantes, a pesar de los conflictos que puedan tener estas mujeres para establecerse en un lugar, es posible hablar de un puesto medianamente fijo, donde los clientes habituales pueden encontrarlas.

Estas mujeres, son un ejemplo de constancia y dedicación, ya que ni la lluvia o malos días de venta, impiden la realización de su actividad laboral, por el contrario, siguen siendo constantes en su trabajo.

Estas mujeres como tantas otras, trabajan, pero además tienen la responsabilidad de una familia a la que le dedican poco tiempo, debido a que la mayor parte de este se va en la labor de feriante.

Un tema central que existe en nuestro ensayo es el tema indígena, cabe mencionar que gran parte de las mujeres que comercializan en la feria Pinto, pertenecen a la etnia indígena, eso si es conveniente precisar que también hay personas que no pertenecen a esta etnia.

Como análisis derivado de esta afirmación, creemos que no existe tal discriminación en cuanto a la proveniencia étnica, es decir, las mujeres indígenas no son menospreciadas en comparación de sus compañeras de trabajo no indígenas.

De alguna manera la cultura feriante ha adoptado ciertos términos del mundo mapuche, un ejemplo de la expresión anteriormente mencionada, es que a través de la observación y de los relatos se ha podido preciar la utilización del término cullin, (plata).

Otro ejemplo lo constituye que la gran mayoría de los feriantes se comunican con sus pares, con expresiones netamente derivados del mapudungun. Es por esto que presentamos a modo de conclusión, luego de esta tesis, que el mundo occidental y la cultura indígena se entre mezclan haciendo alusión claramente al fenómeno social denominado mestizaje.

A pesar de las diferencias existentes en la feria Pinto, en cuanto a los lugares de establecimiento para comercializar sus productos, es posible apreciar que se produce una especie de compañerismo, observable en la situación producida por algunas emergencia, que producen el ausentismo de alguna persona en su puesto de trabajo.

Es allí, donde intervienen sus vecinos de puesto, ejerciendo las labores del feriante ausente, preocupándose de esta forma de los dos puestos paralelamente.

El eje seleccionado para el análisis es el correspondiente a: "mote, habas y arvejas: trilogía de subsistencia". Como primer punto de análisis se debe mencionar que la venta de estos tres productos, se debe a la producción realizada por las mismas personas que mas tarde estarán a cargo de comercializar dichos productos.

Es necesario aludir que esta producción de alimentos es posible gracias a pequeños terrenos de la propiedad de estas familias y de acuerdo a lo que se es posible sembrar y cosechar, se obtendrán ganancias en función de lo producido, y más tarde comercializado.

Las condiciones socioeconómicas de estas familias feriantes, les permiten la posibilidad de comercializar sólo algunos días a la semana (los que ellos estimen conveniente, generalmente día por medio) esto es explicable a través de las ganancias que les permiten que esto ocurra, por lo demás la feria no es su única fuente laboral, ya que como se mencionó anteriormente, gran parte de estas mujeres provienen de sectores rurales, lo que las mantiene permanentemente ocupadas en un constante proceso de siembra y cosecha.

Como último punto a tratar en este ensayo, creemos relevante mencionar que es en este espacio físico, donde la cultura mapuche, no es discriminada, por el contrario, esta cultura está incorporada a la subcultura de la feria.

En los actuales procesos de homogeneización mundial, donde los países subdesarrollados se americanizan cada día más, encontramos a la feria Pinto, en la que este proceso, no tiene fundamentos validos, ya que se rescatan principalmente elementos originarios de nuestra región, donde la agricultura juega un papel primordial en la subsistencia y economía de estas familia, pero por sobretodo son los elementos principalmente indígenas, los ue se tratan de mantener a través del tiempo como rasgos fundamentales de la cultura propia de la región.

Bibliografía

 

Ingrid Salazar

Iván Bustamante

Alumnos de Segundo año de Trabajo Social de la Universidad de la Frontera.

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