- Introducción
- Características generales de los trastornos de ansiedad en niños
- Indicadores de la ansiedad clínica infantil en la etapa escolar
- Manifestaciones clínicas
- Conclusiones
La ansiedad es una emoción que surge cuando la persona siente un peligro o amenaza sea real o no, que prepara al organismo para reaccionar ante esta situación de peligro. Es el estado psíquico que presenta manifestaciones de síntomas y/o emocionales, neurovegetativos, motores, vinculares y cognoscitivos, con predominio de los primeros, no secundarios a otra enfermedad y con una evolución progresiva, dinámica de los mismos, con tendencia a la estructuración en la medida que no se atiende al menor, limitando temporalmente el eficaz desenvolvimiento del niño al menos en dos contextos de interacción social y se expresan en determinada intensidad al menos durante 1 año, en correspondencia con la influencia de factores potencialmente psicopatógenos de repercusión negativa en la esfera familiar, escolar o social.
Estos trastornos de ansiedad clínica aparecen muy vinculados a la timidez y a la presencia de lazos afectivos familiares inadecuados en particular la sobreprotección, destacando que si las frustraciones son abundantes en la vida del niño, son capaces de producir angustia y es lógico suponer que este tendrá que utilizar un mecanismo de adaptación que puede ser transitorio en la medida en que sea capaz de actuar cada vez mas conscientemente. Cuando el intento patológico de adaptación se cronifica el niño esta definitivamente neurótico. Los temores en esta edad se convierten en la niñera del crío cuando éste comienza a alejarse de la madre y empieza a explorar el mundo por sí solo.
Hay ocasiones en que las respuestas de ansiedad no desempeñan una función adaptativa, se disparan de forma totalmente incontrolada y son causa de sufrimiento para los niños que las experimentan. Surgen, en estas circunstancias, como un "miedo sin saber de qué". En el caso de los trastornos de ansiedad, las respuestas de temor previene de un peligro inexistente, en este sentido la madurez emocional del niño y las diferentes experiencias de aprendizaje en el curso del desarrollo contribuyen a suprimir los miedos y a controlarlos voluntariamente.
Desarrollo:
Características generales de los trastornos de ansiedad en niños
Este trastorno de la ansiedad (F- 90 por el CIE -10) se ha visto desde diferentes niveles de significación, además de su función activadora que facilita la capacidad de respuesta del individuo ante los peligros o demandas vitales exigentes, también es vista como una estado de inquietud interior, resultante del equilibrio inestable entre el impulso y la retención. Estado crónico que se funda en la propia existencia y que se expresa por signos fisiológicos y psicológicos.
Cuando es excesiva esta varía de acuerdo a su intensidad, estructuración, frecuencia e identidad en el proceso de desarrollo psicológico del menor.
Aparece asociada a estímulos que no representan una amenaza real para el funcionamiento del niño.
El niño no acude a consulta voluntariamente a solicitar tratamiento al no considerarse enfermo y no ser consciente de dicha alteración, por lo que frecuentemente son llevados por sus padres por recomendación del maestro o de cualquier otro adulto.
El niño presenta un gran conflicto de lealtad hacia sus padres. Aunque conozca la responsabilidad parental y familiar en lo que ocurre se sentirá obligado a protegerlos ofreciendo una imagen positiva de ellos.
Etiopatogenia(
La sintomatología ansiosa en este caso, está asociada a la influencia negativa de factores socioculturales, que influyen en el desarrollo infantil, por tanto los síntomas tienen una evolución histórica y adquieren una estructuración en correspondencia con las potencialidades que posee cada individuo.
Debe tenerse en cuenta la vulnerabilidad de la personalidad en formación de niños y adolescentes para recibir la influencia negativa de disfunciones familiares, del manejo pedagógico y otros eventos vitales de carácter social o personal que resulten desagradables. Es importante valorar el sentido personal que puedan tener estas contingencias para el menor. Un mismo estímulo puede ser psicopatógeno en una edad e inofensivo en otra.
Aurora García-Morey expresa que los factores potencialmente psicopatógenos pueden ser concebidos como actitudes, comportamientos, acontecimientos y eventos que se producen e inciden de una manera sostenida o no, en el entorno del sujeto y que potencialmente pueden resultar psicológicamente nocivos, dada una edad y un sujeto y un contexto determinado.
La génesis de la sintomatología ansiosa según la Dra. Vivian Guerra en el 2003 encontró que se vincula directamente con eventos vitales estresantes con perdurabilidad temporal, asociados fundamentalmente al contexto familiar y con menor incidencia al escolar. En este estudio se pudo caracterizar a las familias de estos niños por su tendencia a la disfuncionabilidad, manifestándose una participación desigual de las parejas en la dinámica familiar, dicotomía de funciones, sobrecarga de roles ejecutados bajo el estereotipo sexual tradicional, centrado particularmente en las madres, en quienes descansa la responsabilidad educativa.
En dicha investigación también se pudo verificar que en el contexto familiar las dificultades en la comunicación entre sus miembros, la ausencia física y/o emocional de los padres, las dificultades en las relaciones interpersonales con padrastros, generan gran conflictividad y se pueden focalizar como unos de los aspectos responsables de la presencia de ansiedad clínica infantil.
Se pudieron identificar además en los menores con ansiedad clínica necesidades insatisfechas de afecto, seguridad, comunicación, independencia y aprobación por los demás como eje central en la formación de la subjetividad infantil. Se manifestó un predominio de vivencias conflictivas y contradictorias de carácter negativo para el desarrollo de la personalidad en esta etapa evolutiva.
Por tanto se puede afirmar, teniendo en cuenta la investigación antes citada, que la combinación de estilos educativos de sobreprotección, inconsistencia y conflicto, unido a la presencia de psicopatología parental, se constituyen en importantes factores psicopatógenos en la desestabilización de la salud mental infantil.
En la ansiedad clínica se pudo identificar necesidades insatisfechas de afecto, seguridad, comunicación, independencia y aprobación por los demás como eje central en la formación de la subjetividad infantil. Además, se manifestó un predominio de vivencias conflictivas y contradictorias de carácter negativo para el desarrollo de la personalidad en esta etapa evolutiva.
Indicadores de la ansiedad clínica infantil en la etapa escolar
Deben existir evidencias clínicas de afectación en el menor (síntomas emociónales, neurovegetativos, motores, vinculares, cognitivos, trastornos de los hábitos y del sueño).
Alguna daño causado por los síntomas están presentes al menos en dos contextos.
Perdurabilidad de la sintomatología en 1 año como mínimo.
Evaluación dinámica y paulatina hacia l manifestación de un síndrome más estructurado, en la medida que no se atienda al menor.
Otros síntomas no secundarios a otra enfermedad.
Diagnostico diferencial(
Trastorno de adaptación: en estos hay presencia de salud mental, se instaura de forma brusca, más intenso en su sintomatología, se afecta el contexto específico, sin gran estructuración en el cuadro clínico, generalmente dura 6 meses aunque en algunos casos puede llegar al año.
El stress es un estado de alerta, su manifestación negativa es el distress, caracterizado por la ansiedad.
Dificultades en el aprendizaje. En ocasiones niños con ansiedad clínica infantil se diagnostican erróneamente como portadores de dificultades en el aprendizaje pues en la sintomatología del trastorno de ansiedad aparece secundariamente un marcado déficit atencional, distractibilidad, dificultad mnémica y una disminución e inestabilidad del rendimiento intelectual.
Miedo evolutivo: es un sentimiento producido por un peligro presente o eminente, la ansiedad a una anticipación del peligro venidero, indefinible e imprevisible. Se relaciona con una causa vaga y menos comprensible. En determinadas etapas de la vida los miedos que se presentan son normales dada la edad en que se encuentra el sujeto.
En la ansiedad clínica infantil coexisten en mayor o menor medida una serie de síntomas descritos por varios investigadores entre ellas los mas frecuentes son(
Esfera emocional ( miedo, preocupaciones excesivas, tristeza, irritabilidad en el estado de animo.
Esfera neurovegetativa ( cefalea, nauseas, vómitos, dolor precordial, hiperhidrosis, dolor abdominal recurrente, trastornos digestivos, cólicos, taquicardia, tensión muscular, salto epigástrico, diseña, entumecimiento, dermatitis, alopecia y trastornos del sueño. (pesadillas e insomnio).
Esfera formación de hábitos( inapetencia, encopresis y eneuresis.
Esfera cognitiva( dificultad en el aprendizaje, disminución y rendimiento del rendimiento intelectual, distractibilidad, dificultad mnesica.
Esfera motriz( sobre intranquilidad y retraimiento social.
Esfera vincular( dificultad en las relaciones interpersonales con los padres, adultos y coetáneos, agresividad.
Características de niños ansiosos
Tienden a responsabilizarse excesivamente de los fracasos, sin tener en consideración los componentes de la situación.
Presentan dificultades para generar alternativas de actuación y discriminar las que son afectivas de las que no lo son.
Suelen ser lentos en la toma de decisiones
Preocupaciones excesivas que llegan a no ser realistas.
Atención excesiva a sus propias reacciones.
Pronóstico
El pronóstico de estos trastornos de ansiedad se toma más favorable en niños que en adultos y depende en gran medida del manejo que se le de por parte de los distintos agentes socializadores.
Tratamiento de los trastornos de ansiedad en niños:
Las técnicas terapéuticas más utilizadas son las mismas que las que se usan en el tratamiento de los adultos. Más que en aspectos conceptuales, las diferencias radican en la adaptación del procedimiento a la edad y a las características del niño. Las técnicas más frecuentes son las siguientes:
Técnicas de exposición
Relajación
Técnicas de modelado
Práctica reforzada
Escenificaciones emotivas
Técnicas cognitivas como la terapia racional emotiva
Tratamientos psicofarmacológicos
La exposición a los estímulos fóbicos puede hacerse en imaginación o en vivo y constituye el tratamiento psicológico más eficaz para hacer frente a las conductas de evitación que aparecen en las fobias específicas. En niños menores de 11 años se recomienda no utilizar la imaginación. También se recomienda esta técnica en los trastornos obsesivo-compulsivos puesto que en los casos adultos tiene un gran éxito.
La relajación es un medio de aprender a reducir la ansiedad inespecífica y obtener control de la mente. Es una técnica terapéutica útil en la ansiedad excesiva y la ansiedad de separación. El método más utilizado es la Relajación progresiva de Jacobson consistente en tensar y relajar los principales grupos musculares del cuerpo al tiempo que el sujeto se concentra en las sensaciones relacionadas con la tensión y relajación. A pesar de no ser adecuado por debajo de los 8 años, se ha establecido un programa de adaptación para niños menores de estas edades.
Las técnicas de modelado están fundamentadas en el papel tan importante que desempeña en el aprendizaje, facilitación y modificación de conductas, la observación en un modelo de comportamientos adecuados por parte de un observador.
La práctica reforzada está enfocada en la adquisición de conductas nuevas adaptativas más que en la eliminación de las respuestas de ansiedad. La terapia tiende a hacer perder al estímulo su valor ansiógeno enseñando a la persona una nueva conducta que le permita hacer frente a la situación lo más eficazmente posible. Está indicada en el tratamiento de la fobia escolar y el trastorno de evitación.
Las escenificaciones emotivas son la combinación de la exposición en vivo, el modelado participante y la práctica reforzada. Con esta aplicación conjunta se trata de potenciar los resultados terapéuticos que se pueden obtener con cada uno de ellos por separado. Muy útil para tratar fobias específicas en niños muy pequeños.
Las preocupaciones de un niño pueden derivar del modo, no siempre correcto, en que percibe la realidad y de los recursos que cree disponibles para afrontarla. Los pensamientos generados pueden guiar la conducta e incluso las emociones del niño. Si están distorsionados, pueden dar lugar a pensamientos negativos muy a menudo presentes en los niños con trastornos de ansiedad. De ahí la utilización de las técnicas cognitivas para su tratamiento puesto que con ellas podemos conseguir modificar dichos pensamientos y sustituirlos por otros más adecuados o adaptativos. Su utilidad, sin embargo, está limitada a los niños mayores.
Los psicofármacos son una ayuda complementaria al tratamiento psicológico y no deben utilizarse en niños menores de 6 años.
Autor:
Dalena C. Hernández Urbay. (Lic. en Psicología)
Gernier Rojas Carrazana. (Dr. en Medicina)
Yisel López Mesa. (Lic. en Psicología)