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Expresión socioreligiosa del rol femenino


Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Haciendo un poco de historia
  4. Las mujeres religiosas como gestoras de identidad y protagonismo comunitario en Villa Clara
  5. Bibliografía
  6. Anexos

El caso de la Regla de Ocha, desde las limitaciones hasta la gestión sociocultural

En la presente investigación nos propusimos resaltar la importancia de figuras femeninas religiosas practicantes de la Regla de Ocha con trascendencia sociocultural en sus respectivas comunidades como una necesidad en la lucha por reivindicar el alto papel social de la mujer y contra los prejuicios hacia el rol femenino. Para lograr nuestro objetivo nos trazamos metas específicas en función de arribar a conclusiones que respondan a nuestras preguntas científicas. Primeramente realizamos una revisión bibliográfica sobre el tema en cuestión, en segunda instancia efectuamos, a través de un estudio de figuras femeninas religiosas en la literatura y de entrevistas a creyentes de gran significación jerárquico-ritual, una caracterización en cuanto a la magnitud de la subordinación del rol femenino en la provincia. Los métodos que utilizamos para lograr la recopilación de información necesaria fueron la revisión bibliográfica, la observación participante y las entrevistas a expertos.

Las conclusiones de nuestra investigación pretenden revelar la necesidad de estrategias socioculturales que incorporen a la mujer religiosa a la sociedad desacralizada de forma protagónica y sistemática en función de su trascendencia social.

El hecho religioso en si no es un hecho aislado socialmente. La cultura humana, en cada época y lugar, asimila elementos, significados y contenidos provenientes de la religión y sus diversas manifestaciones. Es por ende fundamental la trascendencia sociocultural que poseen los elementos de origen religioso atendiendo a que su significación rebasa su sentido original específico.

Este proceso es entendible a partir de la capacidad que posee la religión, en sus diferentes acepciones, de dar salida a expresiones de la espiritualidad humana y de cumplir funciones que pueden no quedar satisfechas por otras vías en ciertos momentos (Martínez, 2007).

La religión brinda a sus practicantes conocimiento que le proporcionan a la vez la aceptación o no de la comunidad, nunca la indiferencia. Paralelo a esto ocurre un importante impacto de las figuras femeninas dentro de la religión misma y en el radio de acción de esta. Resulta curioso, a través de la historia, como determinadas figuras religiosas, lejos de quedarse restringidas a estos límites, han podido trascender estos y convertirse en gestores de transformación social. Este es el caso de figuras femeninas practicantes de religiones cubanas de origen africano.

Esta trascendencia en nuestra sociedad, religiosa por excelencia, esta dada no solo por la fuerza que la religión y sus manifestaciones han cobrado luego de la crisis económica de los años 90 en nuestro país sino además por la voluntad de muchas de estas figuras en función del trabajo sociocultural comunitario, trabajo que debemos decir no esta, en la mayoría de los casos, sustentado institucionalmente.

Esta situación esta patentada en el hecho de que la mujer cubana es parte importante de nuestra historia y cultura, como cualquier mujer en cualquier tiempo y contexto, pero de manera diferente y particular si entendemos que ha sido marcada por la necesidad de valerse ante una historia que la marginó, exigiéndole de la misma manera que fuera la columna de toda una sociedad sesgada por el racismo y la discriminación sexual.

La mujer cubana, negra, afrodecendiente, participó, como los hombres, del cimarronaje colectivo e individual, de las sublevaciones contra la esclavitud y posteriormente contra la explotación foránea en la isla. Jugó un papel primordial como conservadora y trasmisora de tradiciones, no solo hacia sus hijos negros, sino hacia los blancos a los que servía de "aya". (Gómez, 1985: 64-75) (Franco, 1990) (Rubiera, 1985: 309)

Ha jugado un papel fundamental en los procesos de transculturación de nuestra sociedad. Es parte de momentos esenciales en nuestra historia y formación como identidad nueva. Ejemplos como el de la esclava criolla de Remedios, que fue poseída por Lucifer y 35 legiones de demonios, induciendo así el surgimiento de una nueva villa, pudieran reafirmar lo anteriormente dicho. (Ortiz, 1975: 597-599).

Pretendemos con este breve trabajo enunciar algunas de las características del rol femenino desde el punto de vista socioreligioso, centrando nuestra atención en una contradicción fundamental que es el hecho de que independientemente de las limitaciones impuestas a la mujer creyente y practicante de la Regla de Ocha, existen un importante grupo de mujeres destacadas como gestoras de identidad y protagonismo comunitario en relación a un grupo menor de promotores hombres en este sentido. Esta contradicción merece la atención de las instituciones que pretendan estudiar a la sociedad cubana en su conjunto y de aquellas que presten atención a las singularidades aportadas por la religiosidad popular y sus efectos específicos.

Partes: 1, 2
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