Desafíos en la implementación de la etnoeducación afrocolombiana en el Municipio de Santiago de Cali
Enviado por JOSÉ MAURICIO ARROYO
Somos descendientes de Reyes, Faraones, Príncipes, Mensajeros de Dios, Arquitectos, Artistas, Juristas, Científicos, Maestros, Médicos, Filósofos, Matemáticos, Orfebres, Agrónomos, Agricultores y Guerreros.
Nuestra Historia va mucho más allá
del puerto negrero de Cartagena de Indias.
Quien crea que es únicamente descendiente de esclavos,
podrá seguir siendo esclavo
Sobre la enseñanza de la historia, es responsable proponer una reflexión desde los aportes del pueblo afrocolombiano a raíz de la celebración del bicentenario de nuestra independencia nacional. Es justo reconocer en la lucha de nuestros ancestros, sus antiquísimos gritos y rebeliones de independencia materializadas en los Palenques, más allá de las desigualdades sociales y económicas evidenciadas después de estas confrontaciones.
Los Palenques son los grandes precursores de la independencia en la Nueva Granada, constituyen los primeros territorios libres de esclavitud, representando el bosquejo histórico sobre el cual se escribe la lucha libertadora de manera formal a partir del 20 de Julio del año 1810, con nuestro grito de independencia, que es el primer acto patriótico y administrativo que da origen a nuestra gran nación.
La Ley 21 de 1851, Ley de Manumisión o de Libertad de Esclavos, es la materialización del compromiso entre el libertador Simón Bolívar y el presidente del sur de Haití – Alexandro Pétion, quien proporcionó ayuda en más de ochocientos hombres negros y municiones a la causa libertadora. Así mismo, la conformación de nuestra bandera nacional, parte del compromiso de que las naciones libertadas llevarían los colores de la bandera de Haití (Azul y Rojo).
Esta historia explica la presencia del Azul y el Rojo en nuestro tricolor y por qué compartimos con Ecuador y Venezuela iguales colores y secuencia. Es el producto de la invisibilización histórica de los aportes de los negros a la nación y no corresponde con la historia que nos enseñaron, ni la que se enseña a nuestra niñez. No se enseña el origen étnico del libertador Simón Bolívar y se invisibiliza que el Almirante José Prudencio Padilla y el Coronel Rondón eran negros y que nuestros lanceros en el desarrollo del combate empleaban técnicas africanas.
Procurando construir una relación textual que permita enlazar los elementos que desde la educación han propiciado transformaciones importantes al interior de nuestras aulas, en las vivencias curriculares de las instituciones educativas y la forma en que éstas se han relacionado con sus contextos, es importante considerar inicialmente algunos referentes pedagógicos que han influenciado el trabajo educativo.
Juan Amós Comenio (1592- 1670), desde su obra cumbre en educación "La Didáctica Magna", establece una orientación frente a lo que debe ser la escuela. No plantea diferencias para la educación de los niños y niñas, deben estudiar juntos, son el centro del proceso educativo, el aula o los espacios para impartir la enseñanza deben ser espacios que permitan sentirse en casa.
Jean Jacques Rousseau (1712- 1778), altamente influenciado por todo el proceso previo a la revolución francesa, fija una posición frente a la manera en que la escuela de su época, como reflejo de la sociedad del momento, antes de formar, deforma al individuo y lo refuerza en su apreciación de que " el hombre es bueno pero la sociedad lo corrompe". Desde el aula y para el medio social sostiene que debe existir libertad del hacer a partir de la individualidad, no se debe contaminar al niño, a éste debe dejársele hacer. El único hábito que debe aprender el niño es ningún hábito. No concibe la escuela para la formación de los niños, ésta debe ser personalizada, orientada por el maestro sin que se le contamine.
Johann Heinrich Pestalozzi (1746- 1827), considera que el niño aprende a través de la práctica y la observación y por medio de la utilización natural de sus sentidos. Pestalozzi concibe al niño como poseedor de un potencial innato que debe ser desarrollado en tres dimensiones: la intelectual, la moral y la artística. Planteando una educación para la cabeza, el corazón y las manos. Insistió en la educación popular, que hace menos pobre a la gente. Resalta el papel educador de la madre y la escuela como la continuación de la educación de la familia.
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