La superación del profesor con función tutorial inmersos en la universalización
Enviado por Elisabet Sanabria Santos
Introducción
La figura del profesor con función tutorial adquiere gran relevancia en la Universalización en lo referente a su Superación de Profesional.
La tutoría como función del profesor universitario es reconocida desde el surgimiento mismo de la universidad en el siglo X. El profesor es el tutor del estudiante en tanto acompaña y guía su formación, sin embargo la comprensión de cómo el profesor ejerce su función tutorial varía en dependencia de:
La tutoría se limita a la atención de aspectos específicos e independientes de la formación del estudiante universitario: la formación científica, profesional, personal. Ello condujo a la concepción de los tutores en un sentido estrecho: tutores para la actividad investigativa, profesional o para el desarrollo personal.
La concepción de la tutoría al margen del proceso de enseñanza-aprendizaje,
La tutoría se entiende como la actividad que realizan determinados profesores fuera del contexto de la clase. Los tutores son aquellos profesores encargados de orientar al estudiante en aspectos específicos de su formación: en el desarrollo de las tareas de investigación (tutores científicos), o de las tareas vinculadas a la práctica profesional (tutores para el desarrollo de las prácticas laborales), o al desarrollo personal (tutores para el desarrollo de cualidades personales: autoestima, independencia, competencias sociales; para la orientación en el proceso de adaptación a la Universidad, el desarrollo de habilidades de estudio).
La concepción de la tutoría como una actividad individual.
El profesor-tutor acompaña al estudiante, en el proceso de su formación y lo orienta de acuerdo a sus necesidades, por lo que constituye una atención personalizada.
En el proceso de Universalización de nuestra enseñanza universitaria los profesores- tutores adquieren una nueva característica, son universitarios graduados de una amplia gama de especialidades, que no necesariamente deben ser especialista de la carrera que estudia su tutorado, por lo que su tarea está dirigida a la educación de la persona en los valores que le son inherentes a un estudiante universitario, revolucionario y comprometido con la labor que realiza, así como a lograr en él habilidades propias de este tipo de enseñanza que les permita combinar de manera acertada las diferentes funciones que el estudiante realiza desde el punto de vista académico, laboral, social y familiar.
Desarrollo
La superación del profesor con función tutoral esta muy vinculado con la comunicación que esta a su vez se manifiesta como un proceso complejo de carácter social e interpersonal, en el que se lleva a cabo un intercambio de información verbal y no verbal, ejerciéndose una influencia recíproca estableciéndose en contacto racional y emocional entre los participantes.
Para lograr una buena comunicación se debe tener en cuenta:
La empatía: Capacidad para ponerse en el lugar del otro, ver un asunto desde su punto de vista, esto no implica que se tenga que aceptar la visión de esta persona, solo si se quiere entender su posición es necesario, tratar de ver el asunto como ella lo ve.
La congruencia: Es la integridad coherencia que debe existir en nuestro pensar, sentir y comportarnos en relación con los demás.
La aceptación: Intolerancia y la madurez para aceptar que una persona es como es y no como uno quisiera que fuera.
Otros aspectos que el profesor-tutor debe tener en cuenta para una buena comunicación son:
Limitar al máximo los juicios de valor, respecto a tu interlocutor.
Si tiene que hacer un señalamiento hacerlo en positivo.
No lamentarse por todas partes.
Interesarse por los otros sinceramente.
Emplear un tono de voz adecuado y siempre de acuerdo con las circunstancias.
Sonreír cuando la ocasión lo requiera.
Hablar con sencillez adaptando tu lenguaje al de tu interlocutor.
Conservar la calma en todo momento.
Ser buen oyente.
Una de las cuestiones que más contribuyen a establecer una adecuada comunicación, es la de ser un buen oyente. Escuchar con todo el cuerpo tratando de realizar un esfuerzo por seguir y comprender lo que nos está planteando la otra persona.
Principios a tener en cuenta para la escucha activa.
Tener en cuenta la razón o propósito de la conversación.
Suspender todo juicio crítico.
Resistirse a los "ruidos" y otros elementos de distracción, concentrándose en quien habla.
No apresurarse a responder.
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