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Yo soy el mensajero (Markus Zusak) (página 3)


Partes: 1, 2, 3

Después de un juego de barajas cotidiano, pongo en acción respecto a Marv. El está probando ligar su coche pero como siempre no funciona. Me voy y le digo:

  • Marv, necesito una ayuda tuya

  • Que Ed., quieres que arreglo algo?

  • Yo debía de saber mismo, vos eres el tacaño mas hija-de-puta que conozco ni a los amigos puede prestar algo de dinero.

Salgo de ahí, quedo esperando, el viene y me dice:

  • Ed., enserio, no tengo la plata.

  • Como no?, no tenias los 40 mil guardados.

  • Es que yo use.

  • Usaste donde?, y no hay nada, ni para emergencia?

  • No Ed. ni para emergencia, yo investí en un fundo y no puedo agarrar nada durante unos años, yo gano por los juros.

  • Y porque hiciste esto Marv?

.

Ahorra las cosas comienzan a andar bien, Marv entra su coche y atrapa el volante y comienza a llorar. Entro y pregunto

  • Marv, está todo bien?

  • Entra aquí.

  • Después de unas probadas el Ford comienza a andar y salimos, y el me cuenta, llorando me cuenta su vida secreta.

    Marv tiene un hijo con una mujer que el ama, pero, la familia de ella ódia a Marv, cuando la familia quedo sabiendo de la existencia del niño se mudaron y Marv nunca más vio la mujer, y nunca miro el niño.

    El saca un trozo de papel de su cartera

    "Calle Cabramatta, 17, Auburn"

    • Esta es la dirección, pero nunca tuve coraje de irme.

    Ahora me da una lástima por Marv, nunca hablamos este tipo de cosa, pero debe de ser terrible para él.

    • Ya hace 3 años Marv, 3 años que yo vivo con esto.

    • Y nunca, nunca viste el niño?

    • No nunca, ni sé si es barón o mujer.

    • Tienes que irse allá Marv, es la única solución.

    El no dice nada, solo acepta. Ya estamos en mi casa y salto del coche.

    • Ei Marv, me voy con voz.

    El cierra los ojos. Hace que va a hablar, pero no sale nada. Mejor así.

    • edu.redOJO EN EL OJO Mañana es el día.

    Después de entrar, me voy a la sala y cinco minutos después Marv me llama. Ni habla hola y ya va diciendo:

    • Vamos mañana.

    • Unas seis horas?

    • Te paso recoger.

    • – No. Vamos con mi taxi.

      funciona.

      • Buena idea. Así si me golpearen es bueno tener un coche que

      • Llega la hora y nos vamos a las seis. Llegamos en Auburn cerca las siete. Paro mi taxi en Cabramatta, Nº 17. Estamos en el otro lado de la calle, típica clase de mensajero.

        Marv mira el reloj.

        – Voy a entrar a las siete y cinco. – Dice Marv.

        Las 7:46 Marv sale del coche. Toma un coraje y golpea la puerta. Pasan unos 30 segundos y el está siendo tirado puerta afuera por el señor Henry Boyd, papa de Suzanne, que tiene un hijo con Marv.

        Marv está tirado en el pasto de la casa y el señor Boyd, que es una miniatura del tipo de la Calle Edgar esta le retando todo. Me acerco de Marv para ayudarle a levantar, el está sangrando.

        • Y vos que puto eres?

        Mierda, pienso, muy nervioso, creo que el eta hablando conmigo, respondo rápidamente bien firme.

        • Solo estoy ayudando mi amigo.

        • Buena idea.

        Ahora veo Suzanne en la puerta esta atajando a un lindo bebe, es niña. El viejo ya rabioso grita para ella entrar y continúa por retar Marv.

        En un impulso que ni yo sé de dónde vino, me aproximo del señor Boyd.

        -Yo se que Marv trajo vergüenza para tu familia, pero… El tuvo el coraje de venir hasta aquí enfrentar el señor: esto es respecto. Mejor que esto imposible. – Continuo… – El sabia que esto iba acontecer, pero acá esta el señor. – Ahora le miro bien en los ojos – Vos conseguiría hacer lo mismo señor?

        El hombre habla despacio ahora.

        – Por favor – el pregunta. Siento una tristeza en este hombre. El tiene sufrido. – Salgan de mi casa.

        No me voy.

        Quedo mas unos minutos ahí diciendo: piense bien en esto.

        En el coche percibo que estoy solo.

        Estoy solo porque un joven con la boca ensangrentada dio unos pasos más. Ando para frente, en dirección a la casa, y quien esta allá es la chica con quien el se encontraba por escondidas.

        Están se mirando. Ojo en el ojo.

        • edu.redLAS HAMACAS DEL PARQUE Pasa una semana.

        Estoy condiciendo mi taxi, cuando llego en la compañía la secretaria viene corriendo y dice que tengo agarrar alguien.

        • Donde es?

        • Era una mujer, Ed., o una chica, ella me pidió que fueras vos, específicamente. Las doce horas hoy.

        Yo siento y se.

        • Calle Cabramatta? Auburn?

        • Sí, exactamente.

        Pienso en llamar Marv para irse conmigo, pero decido que es mejor no. Llego, y Suzanne viene con su hijita en los brazos y entran en el taxi.

        • Este es Ed. Kennedy – la madre dice. – Decí hola para él, linda.

        • Hola Ed. Kennedy. – dice la niña.

          • Cual es tu nombre? – pregunto a ella. Tiene los ojos de Marv.

          • Melinda Boyd – la niña tiene una linda sonrisa.

          Llevo las chicas en un parque que hay en la ciudad y dejo ellas allá, salga rápido de ahí y atrapo Marv que estaba trabajando.

          Llegamos, yo quedo en mi coche mirando Marv irse en dirección a las chicas.

          No escucho nada, pero veo que ellos están conversando. Veo Marv dando la mano para la niña y se nota el deseo que él tiene de abrazarla, pero él se controla.

          Marv esta allá, empujando su hijita en la hamaca, y cuando me doy cuenta, Suzanne esta a mi lado.

          • Tiene pinta de padre – ella dice suavemente.

          • Sí, tiene. – Yo sonrío por mi amigo.

          Ahora escuchamos la voz de la niña.

          • Mas alto Marvin Harris! Mas alto, por favor.

          Cuando La niña se cansa de la cosa. Ellos vienen hacia aquí. Se percibe de lejos la sonrisa y las lagrimas en los ojos de Marv.

          La sonrisa y las enormes lágrimas estampadas en el rostro de Marv están en una de las cosas más bellas que ya he visto.

          • AUDREY, PRIMERA PARTE: TRES NOCHES DE ESPERA

          edu.red

          Después de la aventura en el parque, no consigo dormir en aquella noche. A cada rato veo Marv empujando su hijita en la hamaca. Cerca de la media-noche escucho Marv en la puerta, cuando abro, el está parado , aparentando exactamente lo que está sintiendo.

        • Beni aquí – cuando salgo, mi amigo Marv Harris me abraza. Me abraza tan fuerte que da hasta para sentir el olor a alegría que el esta transpirando.

        • Entonces es esto. Tarea terminada con Ritchie y con Marv. Entregar de mejor manera estos mensajes es imposible.

          Ahora solo falta más una. Audrey.

          No quiero perder tiempo, ya cuide de 11 mensajes, y esta es la ultima. La más importante.

          En la noche siguiente me voy y quedo en frente a casa de Audrey solo espinando. Paso allá unas tres noches seguidas, Simon siempre aparece de noche y sale antes de amanecer.

          Ellos comen.

          Hacen relaciones sexuales. Toman.

          Hacen relaciones sexuales.

          Me recuerdo de que yo y el conversamos en el natal en su taxi. Yo sé que tengo que dar para Audrey.

          Audrey no ama nadie. Ella se recusa a amar. Pero ella me ama.

          Ella me ama y va llegar un momento en que ella va tener que aceptar por completo.

          En la tercera noche, yo pienso.

          Mañana. Es esto.

          Voy hacer la cosa toda mañana.

          J MARV LLEGA A SUS CONCLUSIONES

          edu.red

          Un poco antes de yo salir para la casa de Audrey en la noche siguiente, Marv aparece nuevamente aquí en casa, de esta vez con una pregunta.

          • Todavía estas necesitando aquel dinero Ed.? – el me mira todo preocupado – discúlpame Ed. es que me olvide esto.

          • Tranquilo hermano. Creo que no voy mas necesitar.

          Estoy con un toca discos viejo y poco roto debajo del brazo. El me mira todo concentrado, y habla:

          • No Marv, no necesitaba.

          • Entonces porque…?

          Y le cuento toda la historia, hasta Ritchie.

          • Y donde yo?

          Callado. Espantado.

          Marv queda parado en mi jardín. – pero parece feliz. Cuando ya estoy lejos, el grita.

          • Audrey es la ultima?

          Le miro y no digo nada.

          • Buena suerte Ed.!

          De esta vez sonrío.

          Q AUDREY, SEGUNDA PARTE: SOLO TRES MINUTOS

          edu.red

          Todo está como de costumbre. Cuando estoy por dormir esperando escucho Simon golpeando la puerta y saliendo. Un minuto se pasa y percibo que agoar es el momento.

          Golpeo. Nadie viene.

          Cuando voy golpear nuevamente, la puerta se abre.

          • Olvidaste algo… – su voz para.

          • Soy yo – digo.

          • Ed.?

          • Exactamente.

          • Que estas…

          • Estoy aquí por vos.

          Audrey la niña, la mujer, está usando una remera rosada.

          Ella abre la puerta, agarro su mano y la trago hacia afuera. Pongo el toca discos en el pasto y presiono play.

          Entonces comienza una música linda que no voy decir el nombre. Imagínate la música más linda, más suave y más fuerte que conoces, y tendrás una idea.

          • Ed., que…

          • Shh.

          Ahora la agarro, y bailamos. Siento olor a sexo en ella, mi única esperanza es que ella sienta olor del amor en mi. Una hora le giro, y cuando vuelve ella me da un besito en el cuello.

          Da ganas de decir: "Yo te amo", pero no es necesario.

          La música termina, pero bailamos un poco más, creo que bailamos unos tres minutos.

          Tres minutos para decir que yo la amo.

          Tres minutos para ella admitir que también me ama.

          Ella me habla cuando nos soltamos, pero ninguna palabra de amor sale de su boca, apenas dice:

          • Quien imaginaria, Ed. Kennedy, éh?

          Doy una sonrisa.

          Ella apunta para mí y dice:

          • Pero, es solo vos, vera?

          • Sí.

          Ella se permite me amar por tres minutos.

          Sera que tres minutos pueden durar para siempre?, me pregunto, pero ja sabiendo la respuesta.

          Ciertamente no, respondo. Pero tal vez duren tiempo suficiente.

          K EL FIN

          edu.red

          Agarro el toca discos y quedamos allí parados unos instantes. Ella no me invita para entrar y yo también no pregunto.

          Lo que tenía que hacer está hecho, y le digo:

          • Entonces es esto Audrey. Hasta luego. Tal vez nos vemos en el próximo juego de cartas.

          • Vamos nos ver en seguida – ella garantiza, y con el toca discos en manos comienzo mi caminada de vuelta a casa.

          Entregue 12 mensajes. Cuatro ases completitos.

          Este es el mejor día de mi vida.

          Estoy vivo, pienso. Yo vencí. Siento libertad por primera vez en meses. Y una alegría me acompaña hasta en casa. Llego en casa doy un beso en Portero, hago un café para nosotros.

          Cuando ya estamos casi acabando, la cosa cambia completamente. No sé porque pero la alegría desaparece inmediatamente cuando escucho algo allá afuera que conozco.

          Salgo bien despacio por la puerta y veo mi correo, levemente inclinado. Mi corazón dispara.

          Sigo adelante y abro el correo.

          Ah, no, pienso. No, no. No!

          Mis manos atrapan el último sobre. Veo mi nombre escrito. Hay una última carta.

          Una última dirección.

          Cero los ojos y me arrodillo ahí mismo.

          Una última carta.

          Sin pensar, abro el sobre y veo la dirección, todos mis pensamientos son cortados y abandonados.

          Está escrito:

          Calle Shipping, numero 26 Esta dirección es mía.

          Este último mensaje es para mí.

          edu.redPARTE CINCO

          El comodín

          edu.red

          edu.red

          J LA SONRISA

           

          La calle esta vacía y silenciosa. El comodín se ríe para mí.

          El único sonido presente aquí es de la sonrisa silenciosa del payaso en mis manos.

          Con esfuerzo sigo en dirección a mi casa, seguro de que hay alguien alla, voy directo en la cocina.

          – Hay alguien aquí? – grito.

          Pero.

          No hay nadie.

          En.

          Mi cocina.

          En realidad, no hay nadie en mi casa, solo Portero, yo y el comodín.

          Cada persono que agarro en mi taxi, no hablo nada, quedo quieto, no estoy con ganas de conversar sobre nada.

          Este es el primer día. El segundo es igual.

          En el tercero, algo muda.

          Estoy volviendo a casa, cuando casi golpeo contra una furgoneta. Paron apenas a algunos centímetros de la placa del furgón.

          El comodín estaba en el banco de pasajeros.

          En este instante sale volando y para en sl suelo del coche. Se ríe de mí.

          J LAS SEMANAS

           

          Estoy me sintiendo mal mientras trabajo y espero el comodín rebelarse. Que va ocurrir en mi casa, en la Calle Shipping, numero 26?

          Quien va llegar?

          En el día 7 de febrero, alguien golpea la puerta, yo casi corro, paro antes de abrir la puerta. Sera que es ahora?

          Es Audrey.

          Ella entra y dice que estoy sumido y que no doy las caras más.

          • Ando trabajando mucho – le digo.

          • Y que mas?

          • Esperando.

          Ella se sienta y pregunta:

          • Esperando que?

          Y le repaso sobre los 4 ases, y que hice todo bien. Y le cuento del comodín.

          • Por favor Audrey, decime que eres vos que estas haciendo esto.

          • Ed. no soy yo.

          Casi le imploro mas unas veces pero ella responde. Ella dice la verdad.

          • No, Ed., nao fui yo. Perdóname Ed., antes fuera eso, pero… Ella no termina la frase.

          • J EL FIN NO ES EL FIN

            Las semanas parecen meses y yo quedo solo esperando.

            Estoy conduciendo por la madrugada cuando alguien hace señal y le cojo. El se sienta atrás.

            Como siempre. Pregunto donde el va. Como siempre.

            Entonces él responde:

            • Calle Shipping, numero 26.

            Esta es nueva.

            Las palabras me paralizaron y yo casi paro el coche.

            • Seguí adelante Ed. – Pero el no muestra su cara.

            Quedamos callados todo el viaje, hasta cuando estamos llegando cermi mi casa, entonces el muestra su cara.

            • Es vos!

            • Sí.

            Es aquel tipo que fue preso en el comienzo de la historia.

            Pasamos por mi casa, y el manda irnos en todos los lugares que entregue mensajes. Mientras voy pasando voy recordando de cada uno. Hasta que llegamos en mi casa nuevamente.

            • Te acuerda que yo te dije antes de irse del tribula Ed?

            • Sí, que yo era un hombre muerto.

            Ahora el saca un pequeño espejo del bolsillo, y me da.

            • Todavía ves un hombre muerto Ed.?

            Y ahora me recuerdo de cada cosa que hice para aquellas personas.

            • Entonces Ed? – el pregunta nuevamente.

            • No – respondo.

            • Y el criminoso habla:

              • Entonces valió la pena… Adiós Ed., mejor entrar.

              J LA MALETA

              Con el máximo de calma posible entro en casa. La puerta del frente estaba abierta.

              En mi sofá, esta un tipo nuevo, tranquilo y contento, acariciando Portero.

              • Quien eres…

              • Hola, Ed. Es bueno conocerte finalmente.

              • Ud. Es…

              El hace que sí con la cabeza.

              • Ud. Mandaste…

              El hace que si nuevamente con la cabeza. Cuando él se levanta, dice:

              • Llegue en esta ciudad hace un año atrás, Ed. Mas o menos un año vi su papa muerto, vos, su mama. Quedaba te mirando así como vos ando haciendo. – el da una pausa, me mira casi como avergonzado – yo mate tu padre Ed., yo organice el asalto al banco para que vos fuera alla, yo mande aquel hombre violentar a su esposa.

              Ahora el se levanta.

              • Hice todo esto con vos Ed. Transforme vos en un taxista incompetente, y, por qué?. Yo hice esto porque vos es un verdadero símbolo de modelo. Y si un tipo como voz consigue hacer lo que hiciste, todos pueden hacer… hasta yo.

              El retorna al sofá.

              Tengo la sensación de que esto es todo falo.

              • Esta todo aquí Ed. – el habla. – Todo que escribí para vos. Todas las ideas que tuve. Cada persona que ayudaste, peleaste o encontró.

              • Pero… – las palabra parecen que no quieren salir – como?

              • Hasta esto – el responde – está ahí adentro: esta discusión.

              Quedo ahí, chocado, paralizado.

              Después de un tiempo, consigo volver a hablar.

              • Yo soy real?

              • Mira en la maleta. En el final. Veis?

              En unos papeles amasados, veo bien en el fondo un papel escrito: "Claro que es real – como cualquier pensamiento o historia. Es real si participa"

              • Mejor irme, creo que encontraras todas tus respuestas en la maleta.

              El queda más un rato, creo por el estado en que me encuentro: en choque. El tipo se va. No sé ni su nombre.

              Estoy seguro de que este boludo escribió sobre todo esto.

              No será mi nombre en la capa de todas estas palabras, sino la de el. Es el quien lleva el trofeo.

              O la mierda, si este trabajo fracasar.

              Pero recuerda que fui yo – no el – quien dio vida a estas páginas.

              Paso el día pensando en estas cosas. Miro la maleta, y encuentro todo como el dijo. Todas las ideas están escritas ahí. Inicios y finales se misturan.

              Las horas pasan. Los días siguen.

              Por un tiempo, me pregunto qué estoy esperando, pero entiendo. Es para toda la vida, mucho más que estas páginas.

              J EL MENSAJE

              En una tarde escucho lo que parece ser la última golpeada en mi puerta: es Audrey. Ella pregunta si puede entrar.

              • Puedo quedar Ed.?

              • Claro que puedes pasar la noche Audrey. – Pero ella me contraria y se aproxima.

              • No solo esta noche Ed. Para siempre.

              Allí mismo Audrey me besa, siento ella, siento su calo, siento amor. Quiero más. Quedamos más o menos una hora ahí. Que espectáculo.

              Entonces digo:

              • La maleta!

              Salgo corriendo en dirección a la maleta, Audrey no entiende que estoy haciendo. Busco y busco dentro la maleta.

              • Que estás haciendo – ella pregunta.

              • Esto aquí – respondo. – Estoy buscando por nosotros juntos.

              Audrey se acerca más hacia mí.

              • Creo que no está ahí Ed., yo creo – ahora ella segura mi rostro – que esto solo importa a nosotros.

              Ya oscureció, y estamos nosotros tres – Audrey, yo y Portero – tomamos un café y Portero duerme como siempre, cafeína no le hace mucha cosa.

              Los dedo de Audrey atrapan mi mano, entonces recuerdo de las palabras que el tipo me dijo hoy por la mañana.

              "Si un tipo como vos puede hacer esto, cualquiera puede Ed." Es entonces que comprendo.

              En un bello, doce y cruel momento de clareza, yo sonrío y digo para Portero adormecido y Audrey. Digo lo que estoy le diciendo:

              Yo no soy el mensajero. Yo soy el mensaje.

              Opinión Personal

              El libro, Yo Soy el Mensajero me pareció óptimo todo, me atrapo del inicio al fin de la obra. Es de sencilla comprensión porque las palabras no usan eufemismos, además el modo como se cuenta la historia también me gusto. El autor en la obra nos dice con todas las palabras que, nosotros podemos hacer todo y no pensar que no podemos o no vamos a conseguir. Es un libro muy bueno dedicado a los jóvenes.

              Conclusión

              Leer obras literarias te da un conocimiento y una cultura más amplia, Markus Zusak en el libro Yo Soy el Mensajero nos muestra la vida de muchas personas que piensan que son fracasados o que no pueden ser nada en su vida. Pero el mensaje que nos da el autor es que todos podemos.

              Gracias a este trabajo pude comprobar que es bueno leer y tener un conocimiento mas amplio.

              Bibliografía

              ZUSAK, Markus. Yo Soy el Mensajero. / Markus Zusak Primera Ediccion, Intrínseca. Pág. 318

               

               

               

              Autor:

              Ralph Immich Krampe

              Santa Rosa del Monday – 2008

              Partes: 1, 2, 3
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