- Puno
- Puno Milenario
- Chucuito
- Las iglesias cerca del cielo
- Melgar
- Tras los pasos de un Yaravi
- Bibliografía
Introducción
El presente trabajo mostrará tres circuitos turisticos realizados tomando como base al Qapaq Ñan (Camino Inca) en su recorrido por la región Puno. Esta vetusta red vial discurre rodeando el lago titicaca y confluyendo en una sola ramificación de penetración hacia la región Cusco.
Ubicada en la Meseta del Collao, al sur del Perú, la región Puno se encuentra ubicada en la frontera con Bolivia. La ciudad de Puno, capital de la región, está ubicada a más de tres mil metros de altura. Su clima es más bien frío y su territorio alberga al lago navegable más alto del mundo: el Titicaca, en cuyas islas flotantes habitan comunidades andinas enteras. Se caracteriza por celebrar cada año uno de los más tradicionales y atractivos carnavales y fiestas religiosas, donde el despliegue de danzas y bailes típicos, atrae a miles de turistas. Entre sus principales atractivos se encuentra el Lago Titicaca, la Reserva Nacional del Titicaca, la comunidad de los Uros y las islas de Taquile, Amantani, Anapia y Esteves. También guarda vestigios de culturas preincas, como los restos arqueológicos de Sillustani, Cutimbo, Inca Uyo y Pucará.
La elaboración de los circuitos turísticos aquí presentados tomara en cuenta estos atractivos y presentará además una serie de nuevos y fascinantes recursos. Asi, esperamos incentivar una mayor afluencia de turismo hacia la zona en cuestión.
Para iniciar nuestro viaje a través de la región Puno por los camino del Qhapaq Ñan (Camino Inca) , primero debemos definirlo, este constituye el medio de integración de las condiciones ambientales, económicas, socio culturales y politico administrativas de la cultura andina durante el Tawantinsuyo. El Qhapaq Ñan aglutinó en un solo sistema la infraestructura previa de los diferentes territorios que pasaron a formar parte del estado Inca, constituyéndose en un instrumento vital para el funcionamiento del estado en todas sus dimensiones.
A decir del cronista Pedro Cieza de León, "… una de las cosas que yo más admiré contemplando y notando las cosas deste reyno fue pensar como y de qué manera se pudieron hazer caminos tan grandes y sobervios como por él vemos y qué fuerças de honbres bastaron a lo poder hazer y con qué herramientas y estrumento pudieron allanar los montes y quebrantar las peñas para hazerlos tan anchos y buenos como están; porque me pareçe que si el Enperador quisiese mandar hazer otros camino real como el que va del Quito al Cuzco sale del Cuzco para yr a Chile, çiertamente creo con todo su poder para ello no fuese poderoso ni fuerças de hombres lo pudieran hazer, si no fuese con la horden tan grande que para ellos los Yngas mandaron que oviese …"
El camino inca en la región Puno, discurre alrededor del lago Titicaca y ambos camino confluyen en un unico canal de penetración hacia la región Cusco. A lo largo de su recorrido, el camino inca recorre las provincias de Chucuito, El Collao, Puno, San Román, Azángaro, Moho, Huancané, San Antonio de Putina, Melgar y Carabaya.
Mencionaremos una breve reseña sobre cada una de las provincias antes mencionadas:
Chucuito: su capital, Juli, a casi 4000 msnm, fue conocida como la Roma Aimara por haberla convertido los jesuitas en un centro de difusión religiosa y cultural durante los casi dos siglos que duró su permanencia en el lugar. A este periodo pertenecen los templos de San Pedro, de estilo renacentista, de San Juan de Letrán, de la Santa Cruz y de la Asunción. Hoy Juli es una dinámica ciudad comercial.
Pomata, a 24 km de Juli, cuenta igualmente con un templo notable, el de Santiago Apóstol, provisto de catacumbas. A 10 km de la ciudad, las playas de Chatuma nos ofrecen sus finas arenas blancas.
También Zepita se halla en la provincia de Chucuito, a poca distancia de la frontera con Bolivia. Su templo de San Pedro es de Piedra y fue edificado por los dominicos en los albores de la colonia. De la época prehispánica, conserva el templo Tanka Tanka, que comprende chullpas y fortificaciones.
El Collao: tiene como capital a Ilave, a orillas del río del mismo nombre. El Collao cuenta con la mayor población de llamas del altiplano y una importante producción agrícola. Ilave es una ciudad comercial que tiene entre sus atractivos a los templos coloniales de San Miguel y Santa Bárbara.
Puno: entre las ciudades de la provincia de Puno destacan Chucuito y Ácora. La primera – por una ironía de las demarcaciones políticas, Chucuito ha quedado fuera de la provincia del mismo nombre – fue durante los primeros años de la colonia el principal centro poblado del Collao y sede de las cajas reales, donde se recaudaba el quinto del rey, impuesto sobre la producción minera. Todavía sobreviven algunos restos de su pasado prehispánico, como el Inca Uyo, santuario de la fertilidad en el que se levantan numerosos falos de piedra en diversos tamaños, y, por supuesto, también de la época colonial, entre los cuales están los templos de la Asunción y de Santo Domingo. Chucuito cuenta con una hermosa vista sobre el titicaca y en sus proximidades se ha instalado una estación de cría de truchas.
Ácora, por su parte, ubicada a 33 km de Puno, cuenta entre sus atractivos con los templos de San Pedro y de San Juan, y a 5 km de la ciudad, con el conjunto arqueológico de Molloco, integrado por chullpas de planta cuadrada y circular. También ofrece arena blanca y fina de su playa Charcas y los baños termales de Kenko.
San Román: sin duda, la mas dinámica de las provincias puneñas y el destino mayor de la migración interna. Su capital, Juliaca, es ahora el gran centro comercial del altiplano y nudo de comunicaciones. Cuenta con aeropuerto, universidad y una relativamente buena infraestructura de servicios.
Azángaro: rumbo a la cordillera oriental, alejándose de la influencia del lago, se halla en la provincia, la tercera en población del departamento. Su producción es básicamente agropecuaria y sus recursos turísticos no son aún suficientemente explotados. Entre los atractivos de la capital hay que mencionar a la iglesia de la Asunción, también conocida como el Templo de Oro por su interior profusamente adornado con pinturas de Francisco de Moncada, de mediados del siglo XVIII. De la misma fecha es la iglesia del pueblo de Santiago de Pupuja, a 23 km al suroeste de Azángaro, toda de piedra y de imponente solidez. Y hablando de iglesias, la de San Gerónimo, en Asilo, sorprende por su portada, de las mas hermosas del Collao, bordada de ángeles y sirenas de piedra.
Moho: también de reciente creación (1991), la penúltima en extensión y la segunda en densidad poblacioal de las provincias puneñas, se ubica al sur de Huancané. Su capital es la villa de Moho. Cuenta con abundantes vestigios arqueológicos, todavía no bien estudiados, como los monolitos de Huatta, en el distrito de Conima; las ruinas de Siani, en el distrito de Silali, o la necrópolis de Huancarani, en el de Huayrapata. En el distrito de Moho se hallan la fortaleza de Quenquerani y las ruinas del cerro Merkemarka, y en la villa misma, las iglesias de Santiago Apóstol y San Pedro. Entre los atractivos de Moho se cuentan, así mismo, los naturales, como los manantiales de la Aguita de Supuyuyo, las playas de Keyahuasi o la isla Soto.
Huancané: los pobladores de esta provincia, ubicada en la orilla oriental del Titicaca, son de un aspecto diferente y de una talla promedio bastante superior a las de los otros grupos humanos del Collao. Nadie ha podido explicar la singularidad, pero ella es una muestra del crisol de razas que era el altiplano ya antes de la llegada de los europeos.
La ciudad de Huancané sufrió mucho durante la rebelión de Túpac Amaru, pero se ha conservado algo de su aspecto tradicional. A 9 km de ella se encuentra el distrito de Vilquechico, con diversos restos arqueológicos, como ls chullpas de Keñalata o de las piedras esculpidas de Tambolaccaya.
El distrito de Taraco, por su parte, ofrece en su plaza de armas siete monolitos preincas, y en su campiña es posible ver los putucos, casas de barro y champas, de forma cónica y típicas del altiplano.
San Antonio de Putina: provincia de reciente creación (1989). Ubicada al norte de la de Huancané, es famosa por sus baños termales que poseen propiedades curativas.
Melgar: en los límites con la región Cusco, es una provincia eminentemente ganadera, el centro de la producción de alpacas y ovinos del altiplano. Su capital, Ayaviri, sede de obispado desde 1959, cuenta con una magnífica catedral que en su estado actual viene a mediados del siglo XVIII. En sus cercanías en las faldas del cerro Kolkeparque, se hallan los baños de Pojpoquella, y a 30 minutos de la ciudad, el cañón de Tinajani, gigantesco bosque de piedra en el que la erosión ha labrado espectaculares figuras.
A casi 4000 mestros de altura, el poblado de Umachiri, donde en 1815 fueron derrotadas las huestes de Mateo García Pumacahua y fusilado el poeta Mariano Melgar, con cuyo nombre fue bautizada la provincia, ofrece su templo colonial y mas hacia el norte, en el distrito de Santa Rosa, se halla el nevado de Kunurana, ideal para el andinismo. También hacia el norte se encuentran el pueblo de Ñuñoa y las ruinas de Maucallacta.
Carabaya: esta provincia mira en su mayor extensión hacia el altiplano, pero, remontando la cordillera oriental, también desciende hacia la selva del Madre de Dios. Su capital, Macusani, a 4326 metros de altitud y sobre la margen derecha del río San Gabán, se extiende bajo la mirada del Allin Ccapac, imponente cumbre nevada de 5850 metros de altura.
Es la provincia puneña de más promisorio desarrollo, pues posee un enorme potencial minero, del cual hoy se explotan, en forma artesanal, solamente los lavaderos de oro.
El potencial turístico de Carabaya no es menos alentador. Dentro de sus límites se halla parte de la zona reservada de Tambopata – Candamo, paraíso de vida animal y vegetal. El andinismo y el turismo de aventura también tienen el suyo en los nevados de Allin Ccapac. En el poblado de Ollachea se hallan las fuentes termales de Aguas Calientes, y en Tantamico, las pinturas rupestres de Qquilli Qquilli, andenes y chullpas.
En suma, apreciamos que la Región Puno cuenta con un sinfín de atractivos y potenciales turísticos principalmente naturales y culturales. A su vez, la riqueza folcklorica y de costumbres invita a redescubrir este hermoso paraje teniendo al desarrollo sostenible como objetivo fundamental.
En vista de esta inquietud y necesidad de un mejor desarrollo de esta zona del Perú, proponemos tres atractivos circuitos turísticos, mismos que tienen como base fundamental al desarrollo sostenible y manejo responsable de los destinos. Estos se desenvuelven dentro de las provincias de Puno, Chucuito y Melgar.
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