El tratado de los objetos musicales y la enseñanza del análisis conjunto de la imagen y el sonido (página 2)
Enviado por Claudio Eiriz
Este segundo problema no sólo tiene como propósito clasificar y describir el universo sonoro, además, persigue describir los mecanismos a partir de los cuales ese ordenamiento se realiza. Habría entonces, dos sub – problemas:
Uno plantearía la pregunta acerca de la posibilidad de clasificar y describir el universo de los sonidos, que podemos denominar teoría del Objeto sonoro.5
El otro, está en relación a la pregunta acerca de los mecanismos de la percepción sonora y musical, es decir una teoría de las posiciones de escucha, a partir de "escucharse escuchar" como diría Schaeffer.6
El tercer problema musicológico es el problema del valor. Es decir, los estados posibles que un objeto sonoro adquiere a partir de su marco de referencia en un sistema musical. En otras palabras, toda música implica un género de objetos musicales, esto es, objetos que comparten características comunes y en virtud de ello, hacen posible la emergencia de cierto valor. La música de la tradición occidental se ha conformado con objetos cuyo carácter fundamental es su alto grado de tonicidad, al tiempo que sus otras variables quedan relativamente neutralizadas. Esto hace que se haga posible la percepción de las diferencias de altura y en consecuencia la construcción de un determinado tipo de sistema de referencia.
Cada sistema musical presupone, por lo tanto, la elección de cierto género de objetos musicales. Es posible confrontar objetos de un mismo género (distintos de los objetos utilizados por la tradición) para verificar qué valores ponen de relieve. Como resultado de esta última operación se hace posible imaginar nuevas formas de organización sonora y musical.
Taxonomía es la ciencia que estudia, explica y ordena entidades de algún tipo. La taxonomía schaefferiana constituye el ordenamiento jerárquico de la diversidad de "objetos sonoros". Las "categorías" que Schaeffer utiliza para su taxonomía son las siguientes: Tipo, clase, género y especie
Una lectura pedagógica
Otro modo de entender el trabajo de Schaeffer, tal vez menos usual, es como herramienta para enriquecer la percepción sonora, es decir una suerte de aplicación pedagógica de la tipología y la morfología. Beatriz Ferreyra, en el prefacio al Solfeo del objeto sonoro escribe:
"La clasificación del solfeo no es en sí una finalidad, sino una herramienta de trabajo que afina, amasa y hace consciente, la percepción de lo sonoro y por extensión, la percepción del fenómeno musical" (Schaeffer; 1998: prefacio)
- 5 El objeto sonoro es un la unidad de análisis sonora elemental. Esta noción hace referencia al sonido en tanto "aquello que se oye", con independencia de la fuente que lo produce, el sentido y los datos físicos.
- 6 P. Schaeffer realiza una reflexión acerca de las posiciones de escucha. Este es un asunto complejo y enrevesado. Sin embargo para que el lector se haga una idea, podemos decir que existirían tres posiciones de escucha. La escucha causal hace referencia a la fuente que produce el sonido; la escucha semántica está relacionada al sentido, es decir el sonido, en este caso, funciona como el soporte de un discurso; y la escucha reducida atiende a las cualidades intrínsecas del sonido. Los continuadores de la obra de Schaeffer han enriquecido el inventario de posiciones de escucha. Según creo esto puede dar origen a una suerte de antropología de la escucha.
En un sentido similar, Michel Chion plantea:
"Nuestra hipótesis es que la exigencia de precisión verbal activa es un medio primordial de afinación y cultivo de la percepción"(Chion; 1999:378).
Así mismo, Delalande, en su libro de pedagogía "La música es un juego de niños", titula un capítulo con el nombre de "Palabras para describir sonidos". Allí nos dice que si nuestro vocabulario para describir sonidos es acotado escuchamos pobremente, es decir, se necesitan palabras para escuchar. Más adelante agrega:
"En el comienzo de la música concreta Schaeffer se encontró con colecciones de ruidos grabados, con los cuales quería hacer música y confrontado a un problema de clasificación y de descripción. Entonces buscó palabras que permitieran analizar todos los sonidos…" (Delalande; 1995: 58)
Es claro que en estas tres citas existe algo en común. Y eso es que el trabajo de Schaeffer, puede ser entendido como un medio para maximizar la escucha.
Y en este sentido es que interpreto como una consecuencia del trabajo de Schaeffer su aplicación pedagógica. De hecho la tipo- morfología schaefferiana ha derivado en una pedagogía musical. Los trabajos de F. Delalande en Francia (Delalande; 1995) y Carmelo Saitta en Argentina, son prueba de ello (Saitta; 1997).
Enseñanza de un análisis conjunto de la imagen y el sonido
El trabajo de Schaeffer además de su derivación pedagógica, ya comentada, ha impactado en el ámbito del audiovisual. Toda la obra de Michel Chion es una prueba de ello (Chion; 1993; 1999 ). En nuestro medio Carmelo Saitta también ha publicado trabajos de inspiración schaefferiana relativos a la banda sonora en el audiovisual (Saitta; 2002).
Tanto la derivación pedagógica como la del audiovisual son las que en el contexto de esta publicación resultan de interés para nosotros.
El análisis del audio- visual tiene, entre otras funciones, un valor didáctico. Los ejercicios analíticos nos enseñan a deconstruir la obra con el objeto de comprender su estructura y su funcionamiento, captar las leyes de composición y adquirir una mirada y una escucha atentas. (ver Casetti; di Chio; 1991: introducción).
Sólo como ejemplo, uno entre otros, haré mención a un ejercicio cuyo propósito es comprender las múltiples relaciones entre la imagen y el sonido. Este ejercicio, que además de ser una técnica de investigación funciona muy bien como técnica de enseñanza, es la que Chion denomina método de los ocultadores (ver Chion; 1993: 174). Esta técnica consiste en reiterar una secuencia determinada, viéndola unas veces con sonido e imagen, otras ocultando la imagen y otras cortando el sonido. De este modo se puede ver la imagen tal como es y escuchar el sonido tal como es "sin proyectar sobre las percepciones lo que se sabe de antemano". Y así poder desmontar la ilusión audiovisual (ver Chion; 1993:15). Una de las fases más delicadas de este procedimiento es el momento de la escucha del sonido solo. Escribe Chion:
Escuchar sonidos, sobre todo sonidos que no son – o no son sólo- musicales, no haciendo nada más que escuchar, ¡ es una cosa a la que estamos tan poco acostumbrados! (Chion; 1993:175)
También es posible atribuir la dificultad del procedimiento a las escasas herramientas que tenemos a disposición para describir esos sonidos, que en el ejercicio en cuestión quedan descontextualizados. En general oímos visualizando la fuente que produce el sonido o bien, infiriendo la procedencia del mismo a partir de la información suplementaria que nos da el contexto.
Escuchar sonidos sin ver su causa e intentar hacer una descripción de sus cualidades intrínsecas, requiere de un entrenamiento. Si acordamos que una de las condiciones de un análisis conjunto de la imagen y el sonido, es una rigurosa descripción de cada una de las dimensiones del audiovisual, se hará necesario entrenarse en la descripción de los fenómenos sonoros.
Considero que un trabajo de escucha atenta en términos schaeffereanos se hace imprescindible en las clases de sonido en el audiovisual. Al establecer las relaciones entre imagen y sonido, disponemos de una cantidad considerable de términos para describir la imagen y apenas unas pocas palabras para describir lo sonoro.7
Se hace necesario, en consecuencia enriquecer el vocabulario de descripción sonora. La incorporación de la tipo- morfología schaefferiana a la enseñanza del audio-visual es por demás adecuada para ello.
7 Además suelen confundirse categorías de la acústica con categorías de la percepción. Los datos físico- acústicos hacen referencia al estremecimiento del aire y los datos perceptivos a aquello que los sujetos dicen oír. Si bien se pueden poner en relación, y esa es la tarea de la psico- acústica, no hay razón para confundirlos.
Bibliografía
– CASETTI, F; DI CHIO, F. Como analizar un film. (Tit original. Analisidel film). Trad de Carlos Losilla. Paidos ediciones. Barcelona. 1991 (Instrumentos Paidos)
-CHION, MICHAEL. Guide des objets sonores. Pierre Schaeffer et la recherche musicale. Paris: Buchet/Castel, 1983. (Bibliothéque de recherche musicale)
-CHION MICHEL. El sonido. Mùsica, cine y literatura… (Título original. Le son). Trad. Enrique Folch González. Barcelona, BA, Mexico: paidòs. 1999 (Paidòs comunicaciòn; 107)
-CHION MICHEL.La audiovisiòn. Introducciòn a un anñalsis conjunto de la imagen y
el sonido. (título original L"audiovision). . Trad. Antonio López Ruiz. Barcelona. ¡ra ediciòn. BA, Mexico: paidòs. 1993 (Paidòs comunicaciòn; 53)
-DELLANDE, FRANCOISE. La Música es un juego de niños. Trad. de Susana G.Artal.
.BA: RICORDI, 1995.
–KLIMOVSKY, GREGORIO.Las desventuras del conocimiento científico. . una introducciòn a la epistemologìa. Buenos Arees. A-Z editora, 1994 (serie la ciencia y la gente; )
-PRIEBEG, FRED. K. Mùsica de la era técnica. Trad. Dr. Jorge O. Pickehayn. BA Edueba, 1961.(temas de eudeba/MUSICA)
-SAITTA, CARMELO. Trampolines musicales. Propuestas didácticas para el área de M en el EGB. BA: Novedades educativas, 1997. (Recursos didácticos)
-SAMAJA, JUAN. Semiótica y dialéctica (Seguido de la Logica breve de Hegel). Primera versión en castellano. BA, JVE editores, 2000. (Colecciòn episteme )
-SCHAEFFER, PIERRE – REIBEL, GUY. Solfége de l"objet sonore. Trad de Laura Acuña. CIUDAD ,EDITORIAL, 1998.
-SCHAEFFER, PIERRE. ¿Qué es la Música concreta? (Tìtulo del original en francés: A la recherche d"une musique concréte") Trad. Fcès. Elena Lerner. 1ra.ediciòn en castellano. BA: Nueva visiòn, 1959. Colecciòn Mùsica contemporánea, )
-SCHAEFFER, PIERRE. Tartado de los objetos musicales.(Traité des Objets Musicaux Version abregée) Version reducida al español. Trad del fcès de Araceli Cabezón de Diego.Madrid:Alianza, 1998. (Alinaza Mùsica)
Autor:
Claudio Gabriel Eiriz
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