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Empecemos por la Realidad de la Educación Media en Uruguay para poder Transformarla (página 2)


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RELACIÓN DE SUJETOS QUE TRABAJAN (T), ESTUDIAN (E) O BUSCAN EMPLEO EN DIFERENTES FRANJAS ETARIAS

La deserción y la repetición hacen que los estudiantes que tendrían que egresar del ciclo Básico con 15 años, lo hagan después de haber repetido hasta 3 veces y aún así no completamos el 100% de la cohorte de ingreso.

En Uruguay a diferencia de la mayoría de los países latinoamericanos, la deserción se da fundamentalmente en la enseñanza media (alrededor del 50 a 60%).

Resulta paradójico que a pesar de las inversiones en educación, particularmente con el retorno a la Democracia, tomando en cuenta que destinamos una parte importante del PBI (entre procedencia pública y privada cercana superior al 3.5%, si bien países como Chile invierten más del 6%) a la Educación sumándole los préstamos de organismos internacionales (BID-BM), sólo hayamos disminuido a la mitad del porcentaje (en los últimos 10 años) que lo han hecho los demás países latinoamericanos, esto significa del 16% contra 8%.

Por otro lado Uruguay concentra el 63% de los desertores en el sector más vulnerable social y económico de la población.

RELACIÓN DESERTORES – NO DESERTORES SEGÚN EL ESTRATO SOCIOECONÓMICO DE PROCEDENCIA DEL ESTUDIANTE

En lo que refiere a la repetición, se han invertido los resultados. Antes se repetía mayormente en 1º del CB y ahora es en 3º. Otro pico significativo se da en 4º y 5º año.

GRÁFICO QUE TOMA EN CUENTA UNA COHORTE DEL 100% AL INGRESO EN ENSEÑANZA PRIMARIA

Hablamos de cifras escalofriantes, en el marco de las políticas educativas que insisten en sus discursos de una educación democrática y équida. A modo de ej. de 100 estudiantes de 1º del CB, egresan en tiempo y fecha aprox. el 60%; de este 60% que hipotéticamente ingresan a 4º, egresan en tiempo y fecha del Bachillerato el 40%,es decir, unos 24 estudiantes.

Muchas preguntas circundan nuestras mentes a medida que analizamos las cifras que no son otra cosa que personas. ¿Cuántos de nosotros conocemos a alguien que guarda con frustración su imposibilidad de haber completado el liceo, incluso cuando le faltaban 2 o 3 asignaturas de las 8 o 9 que tenía en su currículo? ¿Deberíamos tener el poder como para definir que un sujeto no pueda avanzar al siguiente tramo educativo, porque aparenta deficiencias en 2 o 3 asignaturas?

Cuando miramos a lo largo de la historia, afortunadamente nos encontramos con sujetos sumamente exitosos aún cuando dejaron sus estudios formales, que de hecho los descalificaron para conquistar el éxito.

Todos los educadores y los cientistas sociales sabemos del impacto negativo en la construcción del adulto que genera la no acreditación para continuar estudiando. ¿A qué le tememos? ¿Cuánto amamos el poder arbitrario? ¿Cuántas de nuestras experiencias o historias atraviesan nuestras decisiones?

¿Cuántas veces cuestionamos las capacidades o competencias de los jóvenes cuando en realidad hablamos de saberes disciplinares específicos? ¿Cuántos de nosotros somos capaces de contestar correctamente preguntas de saberes específicos supuestamente aprendidos en el Ciclo Básico? ¿Cuándo nos interpelamos sobre los resultados de que de 100 estudiantes sólo aprobaron 10, incluso llegando a la prueba acreditado con buenas calificaciones? ¿Evaluamos o hay una necesidad oculta de castigar y de ser reconocidos como buenos profesores porque sólo unos pocos alcanzan el nivel que nosotros definimos? ¿Qué miedos nos afloran de esos arcanos tan bien guardados en nuestro inconsciente?

Se ha buscado con los cambios de planes revertir estas situaciones (del plan ´86 de asignaturas al plan ´96 por áreas y ahora al plan 2006 por asignaturas), pero la sorpresa es que a la fecha los cambios son timoratos, máxime si los comparamos con la gran inversión económica realizada por el Estado. Muchas veces desde un modelo tecnocrático se piensa que cambiando los Planes casi como un acto mágico la realidad va a cambiar. Sin embargo se han olvidado que los docentes, verdaderos artífices de los cambios en forma no explícita harán sus propios planes y estarán atravesados por sus concepciones de los que hay que enseñar, de cómo hay que hacerlo y desde que ideología reflexiona sobre el poder de sus acciones.

También resulta interesante el que las diferencias en los logros académicos, medidos a través de pruebas estandarizadas entre los planes ´86 y ´96, no demostraron grandes diferencias, salvo para los docentes que se habían opuesto al plan ´96 y finalmente el rechazo que se extendió a otros sectores de la sociedad, ya que los sindicatos lograron posicionarse en la opinión pública en forma más adecuada que el discurso de las autoridades de aquél entonces.

Ahora bien, en un universo de adolescentes y jóvenes con mayor tendencia al abandono escolar, ¿cuál de los 2 planes contempla mayormente a los estudiantes potenciales desertores?

Un estudiante que repite tiene el 50% más de probabilidades de no inscribirse el año siguiente y aquél que desertó 2 veces probablemente no regrese al sistema educativo formal, salvo al entorno del liceo. ¿Para cuántos docentes esto tiene alguna relevancia? ¿Cuántos se cuestionan a la hora de decidir la repetición de un estudiante qué es lo más adecuado para ese estudiante? ¿Cuántos evocan los criterios de justicia y de medir con la misma vara a todos?

Indiscutiblemente estas cifras deben hacernos reflexionar sobre nuestros roles en el complejo macramé que nos toca vivir. Lo que resulta claro es que la balanza está inclinada hacia los más vulnerables y su exclusión.

Mientras nosotros muchas veces nos escapamos en discusiones teóricas, los que necesitan permanecer y avanzar por el sistema educativo se nos escurren delante de nuestros ojos.

¿Dónde van estos jóvenes mientras no están en las aulas? ¿qué están haciendo en ese tiempo?¿quién les dará empleo? ¿quiénes los están cuidando y educando para la vida productiva que respete el continum histórico en el que debemos reflejarnos?

Deberíamos poder ver el archipiélago y no sólo la isla en la que estamos.

¿Cuándo empezaremos realmente a pensar en los estudiantes como verdaderos protagonistas de su formación? ¿Cuándo dejaremos de pensar que son los planes o los programas los que garantizan el éxito académico y social por sí solos? ¿Cuándo haremos explícitos los recortes y las adaptaciones de los programas y planes que dejan en evidencia nuestras formas de concebir a las sociedades?

Es hora de asumir definitivamente que de nosotros dependen gran parte de las transformaciones que garantizarán una sociedad más justa, solidaria y sensible.

Espero que estas preguntas circunden y se hagan carne a lo largo de todo el año lectivo, para que tal vez y sólo tal vez, cuando miremos a uno de nuestros estudiantes no sean nuestras frustraciones las que se reflejen en sus miradas.

Bibliografía consultada

1- Veiga, D. y Rivoir, A. "Desigualdades sociales en Uruguay. Desafíos para las políticas de desarrollo". Departamento de Sociología. Fac. Cs. Sociales. UDELAR. Uruguay. 2004

2- Rama, G. et al. "Una visión integral del Proceso de Reforma Educativa en Uruguay 1995-1999" ANEP-CODICEN. Uruguay. 2000.

3- Autores varios. "Formación de actitudes y opiniones: los estudios desde la perspectiva de los estudiantes". Séptima Comunicación. MESyFOD y UTU/BID. Uruguay. 2000.

4- Autores varios. "Estudio sobre Predisposición al abandono escolar". Tercera Comunicación. MESyFOD y UTU/BID. Uruguay. 2000.

5- Autores varios. "Modelo sobre Predisposición al abandono escolar". Cuarta Comunicación. MESyFOD y UTU/BID. Uruguay. 2000.

6- Autores varios. "Un análisis acerca de los estudiantes que no estudian ni trabajan" Nº VIII. MESyFOD y UTU/BID. Uruguay. 2001.

7- Autores varios. "Aportes al seguimiento del plan 96 del Ciclo Básico de Educación Media: un estudio de cohortes de estudiantes". Nº V. MEMFOD-ANEP-CODICEN. Uruguay. 2002.

8- Autores varios. "La Educación media superior en el Uruguay: Evidencias sobre el Bachillerato Secundario". Nº III. MESyFOD y UTU/BID.ANEP-CODICEN. Uruguay. 2001.

9- Comisión TEMS/ANEP. "Trayectoria Educativa de los jóvenes: el problema de la deserción". Cuaderno de trabajo Nº 22. ANEP. Uruguay. 2004.

10- Comisión TEMS/ANEP. "Aproximación al estudio sobre los exámenes en segundos y terceros años del bachillerato diversificado en liceos públicos". Cuaderno de trabajo Nº 14. ANEP. Uruguay. 2002.

11- Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Censo Nacional Fase I. Uruguay. 2004.

 

Prof. Ángel Ramos Ritzel

Especialista en Curriculum y Prácticas Escolares en Contexto

Egresado del IPA en Ciencias Biológicas y efectivo por Concurso. Efectivo por Concurso en Bioquímica, Biología Celular y Genética del CeRP. Practicante de Consulta Externa en Medicina. Pasante en varios países latinoamericanos, en USA y España. Actualmente Director Efectivo por Concurso del Liceo Nº 4 de Maldonado. Profesor Adjunto (Gº 3) en el Centro de Posgrados de la UDELAR. Diplomado y especializado en Currículum y Prácticas Escolares en Contexto de la FLACSO. Autor de varios títulos e innumerables artículos nacionales e internacionales.

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