El diseño agrícola: la dimensión económica, tecnológica, cultural, espacial y ambiental. Aristas de un mismo problema
Enviado por Roberto A. Viltre Rodríguez
- Introducción
- Materiales y métodos
- Valoraciones sobre cálculo del "iet"
- Resultados
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
RESUMEN
El siguiente trabajo, titulado. "El diseño agrícola: la dimensión económica, tecnológica, cultural, espacial y ambiental. Aristas de un mismo problema" fue realizado en el Instituto Politécnico Agropecuario (IPA), José Francisco Costa Velázquez perteneciente al Consejo Popular Mabay, el mismo constituye un instrumento de cálculo para ser aplicado como ejercicio de desempeño en la formación agropecuaria y la gestión productiva en condiciones reales de producción, permitió corroborar la utilidad del instrumento y su aplicabilidad al incorporar en su estudio las tecnologías de conocimientos y procesos muy necesarias para la gestión formativa agrícola con enfoque sustentable. El ejercicio de desempeño permitió a profesores, alumnos y trabajadores agrícolas adquirir habilidades para realizar análisis de los términos: eficiencia energética, uso sostenible del suelo, consumo sustentable. En el trabajo solo se contempló el impacto de la preparación de suelo en el medio ambiente y la posibilidad de que los productores contribuyan con tecnologías de conocimientos y procesos mitigar la emisión de gases; en tal sentido se realizaron valoraciones sobre costo-beneficio con respecto al uso de los recursos, la emisión de gases y los gastos de combustible.
La sustitución de tecnologías de productos por tecnologías de procesos y conocimientos en los diseños productivos demostró el cambio de paradigma que estamos obligados a asumir en el desarrollo de una cultura agrícola sustentable. La aplicación previa del Índice Equivalente de la Tierra (IET) en condiciones reales de producción en las instalaciones de referencia para la formación agropecuaria, demostró las reservas ilimitadas que tiene la enseñanza en el territorio para instrumentar tareas integradoras en función del desarrollo comunitario en los pequeños y medianos productores agrícolas. La realización anticipada de los cálculos con nuevos enfoques conceptuales y prácticos en las tareas integradoras que deben realizarse en los IPAs, con las seis dimensiones del desarrollo sostenible, constituye la guía para orientar la realización de la misma y enfocar la enseñanza-aprendizaje a la formación de la cultura ambiental.
INTRODUCCIÓN
En muchos países en desarrollo y Cuba no es excepción los pequeños y medianos productores realizaban sus siembras con variadas formas y combinaciones en su diseño productivo (policultivos), esto durante mucho años fue ignorado por muchos investigadores y productores que, apelaban a los beneficios aparentes a primera vista de una incipiente "Revolución Verde" no se daban cuenta del empeño que estaban asumiendo con las presentes y futuras generaciones, sin embargo las últimas investigaciones han probado el error de semejante comportamiento, según planteamientos en el libro, "Agroecología. Bases científicas para una agricultura sustentable" Miguel A. Altieri en el artículo (Sistemas de policultivos) de Matt Liebrman, asevera: "Los policultivos pueden comprender combinaciones de cultivos anuales con otros anuales, anuales con perennes o perennes con perennes. Los cereales pueden cultivarse asociados a leguminosas y los cultivos de raíces asociados a frutales. Los policultivos se pueden asociar de forma asociadas, desde la combinación simple de dos cultivos en hilera intercalada hasta asociaciones complejas de doce o más siembras entremezcladas. Los componentes de un policultivo pueden sembrarse en la misma fecha o en otra diferente (cultivo de relevo); la cosecha de los distintos cultivos puede ser simultanea o a intervalos". Sin embargo hoy se conoce que los cultivos básicos de las zonas tropicales latinoamericana diseñados con prácticas de policultivos constituyen cerca del 40% para el diseño de las parcelas de yuca, 60% el maíz y el 80% en el fríjol, el cual puede formar combinaciones entre si o con otros cultivos. (Francis et al.1976, 1986).
En Cuba, los policultivos están presente desde la época precolombina, adquiriendo forma concreta a principio del siglo XIX en el batey de la hacienda rural y del ingenio, en el conuco del negro cimarrón y en el sitio de labor, sistema que se proyectó en el tiempo a través de la cultura de nuestros campesinos, manifestándose como inusitada fuerza en la agricultura cubana según (Álvarez Pinto, 1998 comunicación personal). Posteriormente es practicado en agricultura de supervivencia desarrolladas por nuestros campesinos, los cuales necesitados de lograr un mayor aprovechamiento de su escasa superficie (Leyva 1995), se veían obligados a intercalar y asociar sus cultivos.
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