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Meditaciones de un Poeta Tercermundista. Primera Parte (página 3)

Enviado por Mauricio Uribe


Partes: 1, 2, 3

Esta cabellera de espacios figurados

es un torbellino que derriba paredes.

Yo soy la hendidura en el espacio de tu carne.

Tú eres aire,

aire,

sólo aire.

 

Noche de Amor

Cuando el amor es lluvia,

cuando el tiempo es amor,

cuando el ladrido del perro es vida,

cuando los charcos de lágrimas son aire,

y la muerte un cubículo de ojos azules

y de sonrisas distantes

y de pies cansados,

entonces

y sólo entonces,

la eternidad de tu cuerpo

existe más acá

de la exacta proporción de tus pies.

Me gustan tus pies,

tan inmóviles,

silenciosos,

diminutos

y juguetones.

Para la mujer amada

las palabras "vacuas" del Santo

son destellos de hogueras indecisas

en cuyo abstracto contenido

el tiempo carece de permanencia:

como si de pronto descubriera la exacta

inmovilidad de tus pies,

extendiéndose,

en la transparencia de la crisálida.

Yo soy la piel que crispa tu corazón.

Tú eres la crisálida que mi gusano devora.

Volvamos a resucitar

como en el principio del mundo.

Este torbellino de renacimiento

y de cuerpos en festín

es un espejo trizado

en cuya extensión

la curvatura del universo

existe más acá

de la exacta proporción de tus pies.

 

Serafín y Poemas

Interpretes de las estrellas,

instantes remotos del ser,

un poco de sinceridad para nuestras manos,

nada penetra más acá de la carne,

giran hacia dentro

los locos sentimientos del alma,

las piedras son espejos,

más allá de ti

el hombre interpreta su soledad,

giran hacia dentro

los locos sentimientos del alma,

las piedras son espejos,

tu cuerpo de mujer, arcilla.

He de mirarme sin prisa,

bestia de acéfalos contornos:

la pira de los sentidos,

naufragando,

el retorno de los amigos

como hogueras en el crepúsculo,

piedras de capullo ancestral,

piedras de luna transparente,

el bebedor de melancolías,

su cuerpo podrido,

¡cuerpo de cadáver!

Para morir:

la embriaguez de los enemigos,

para morir:

el canto de las ranas.

¿Dónde estuvo el hombre?

-me pregunto.

¿Entre las alimañas

conteniendo las piedras

de este paraíso hipertrófico?

Lenguas de puercos prematuros,

el órfico tentempié.

Muero de impaciencia

por poseer la verdad.

Nada soy porque nada eres.

Nada es eterno.

Ni Dios ni el mundo.

 

Ojos de Tormenta

Las viejas escrituras

de todos los tiempos

son como estas venas

en cuyo eco de lagarto

la encrucijada

de los restantes seres

de este planeta

deviene en un misterio.

Es nuestra propia figura,

su ángulo,

su bisectriz y su meridiano.

Tal vez más acá

de nuestro anhelo de supervivencia

la piedra y el gusano

-custodios de nuestra última morada-

contengan el poema

en cuya exégesis

el hombre existe

rodeado de planetas

y de estrellas y de soles declinantes,

más allá de la tierra de los condenados,

aquellos que, como Sófocles,

fornicaron con su querida madre

entre los dioses y el abismo

más acá de la tentación

que sucumbe a la vida vacua.

Estas formas son un hombre

o una mujer,

un niño

o un elefante:

como si de pronto

contemplara el reverso de tu cuerpo

y descubriera

la contrapartida del mundo.

¿Existe, acaso,

realmente el mundo?

Pregunta jactanciosa

desde un punto de vista humano.

Para nosotros

el mundo significa

ángulo y recta

mientras el círculo contenga

los límites de nuestras desdichas.

 

Prefacio de Infierno

He muerto como un loco:

tantas veces me han matado:

tantas veces…

Expresión disonante: el fuego, el colapso

del músculo:

la muerte contiene el pecado de la muerte.

He muerto tantas veces:

infinidad de miles de veces.

¿Amor? ¿Qué es amor? ¡Lujuria!

Ah, lujuria…

Mis amigos trastornan sus mentes

cuando invoco "lujuria".

¿Qué es Dios? ¿Qué es muerte?

¡Prefacio de vida! ¿Exterminio?

¿Una pobre metáfora

para mentes analíticas?

¡El sexo de Dios! -repito como un loco-

¿Qué es mi nombre? ¡Puerco infierno de vida!

Estos cuerpos aman con locura:

¡bestia amadora!, ¡bestia de acéfalos contornos!

¿Qué es Dios? -me pregunto.

¿Qué es sexo o semen?

¿Qué es vulva o falo?

Hay diferencias entre tú y yo.

No hay respuestas

sólo llantos y delectación…

(¿pecadora?)

¿Existe, acaso, el bien o el mal?

Existe realmente, digo yo.

Con el éter y la sustancia espiritual,

con los pechos prohibidos

y los escrotos inmorales.

¿Existe la vida… "inmaculada"?

¿La vida supraterrenal?

Existe la muerte, realmente digo yo.

 

Visiones desde el Acantilado

Mi cuerpo es larvario

y los árboles, extremidades;

brotando desde dentro,

brotando desde la periferia

entre racimos de abejas

en una noche estrellada;

cubriendo la tierra

con largas colas de fuego.

La imagen del árbol

es la imagen del poeta.

Nuestros dedos son espigas.

Nuestro cabello,

la región más oscura

del universo.

Cada nostalgia, cada esperanza,

son las raíces del poeta;

brotando desde dentro,

brotando desde la periferia,

como si más allá

del roquerío de la vida

las figuras se curvaran,

una a una, superpuestas,

equilibradas solamente

por el batir de las alas de una mariposa.

 

Carisma para un Hombre Libre

Me queman las angustias, me quema el fuego,

este dolor es alma nuestra, dolor nuestro,

sed infinita de cuerpos sudorosos, vigor

de vigilia.

Me arrodillo entonces

para escarbar las huellas

de un mañana apocalíptico:

el pan nuestro

es la sed de la hora declinante,

la sed del hombre,

el espécimen magnífico

que bufa, condenándonos:

gritad como cerdos,

gritad el nombre nuestro,

somos el asco

de los que odian la muerte:

penetremos el misterio entonces.

¿Hombre o bestia? ¿Agricultor o parásito?

El fervor de los huesos persiste horrendamente.

Agonizantes o mordidos de nostalgia.

Cubiertos de fango.

Agrestes.

Ricos o ruiseñor.

Esta muerte es nuestra muerte.

Mirad mis manos.

Tocad mis heridas.

Este cuerpo porfía por existir.

El más fuerte

sucumbe a las cadenas.

Vigor de la mente humana.

Vigor infinito.

Morimos hacia dentro.

Morimos estúpidamente.

Consumiéndonos como babosas estériles.

Ya no tengo respuestas,

ni siquiera preguntas.

El poeta humano implora

la salvación del mundo…

¡Por obra y gracia del espíritu santo!

estoy impedido de ser.

¡Por obra y gracia del espíritu santo!

la desdicha se cierne

sobre nuestras cabezas.

¿Por qué envilecernos y prostituirnos

por unos cuantos centavos?

Tan abstracta es nuestra vida,

como abstracto, el infierno.

Aúllo de tristeza entonces.

La tristeza clásica del demente.

No pido más que unas cuantas caricias

para mis dolores humanos.

¿Qué más puedo pedir?

No tengo respuestas.

Sólo quejidos y voces nocturnas.

Otra circunstancia es la vida del santo.

¡La del poeta célebre!

Yo apenas vivo ¡tu vida!

La del hombre común y corriente.

Nada de lirismos ni de posturas intelectuales.

Los cisnes han muerto.

La fría razón pedagógica

los degolló.

 

A

A Puesto mi Vida por Nombrarte 80

Aborto Espontáneo y Ritual de Fin de Mundo 45

Amado Esposo 123

Anagrama de Compromiso Humano 59

Anteparaíso 18

Autorretrato 108

B

Balada del Alcohólico 125

Bracero y Clarividencias 101

C

Caballero Negro con Flores negras 96

Cabeza con Cebolla Cívico-Militar 19

Canción para Recordar 82

Canción para una Dama Decente 87

Candilejas 26

Cántico de Trastienda 128

Canto Cósmico 132

Canto de Amor 36

Canto de Amor para el Equino que Lleva tu Nombre 47

Caparazón de Chancho Acomodado 29

Carisma para un Hombre Libre 141

Carta Mortuoria Para Un Poeta Sensacional 7

Centesimus Annus 14

Criaturas Humanas 99

Cuando el Cuerpo Abandona los Placeres Carnales 61

D

Domadores de Prosapia con Procedimiento Mental 21

E

El Espíritu del Bosque 40

El Macho que Penetra el Óvulo y Fecunda la Vida 62

El Peregrino 37

Elegía al Poeta Abu Nuwas 121

Embotamiento y Exaltación de la Vida 49

Enhorabuena 56

Epopeya con Variaciones Humanas 75

Epopeya del Buen Marido 110

Era Preciso que las Figuras de Barro Concentraran sus Cuerpos en Parir 13

Estirpe Judeocristiana 46

Exterminio 89

F

Fin de Mundo 94

Futuras Visiones de un Aeroplano en Llamas 17

G

Génesis 42

Génesis para un Diario de Vida 64

H

Hermano Océano 5

Himno a la Mujer 76

Horrorosa Deuda Telefónica 22

I

Impura Muerte y Placeres Carnales 105

Indecencia Religiosa 124

Inmunidad diplomática 25

L

La Vaca que Parió mis Cuerdas Vocales 20

La Vida es Hermosa 69

Labios de Mujer Carnosa 74

M

Materialidad Galáctica 70

Meditaciones 117

Megaovoide 33

Muchacha con Sombrero 84

N

Noche de Amor 133

Nocturno 38

Noticiero 92

O

Oda A Santiago Ramera 9

Ojos de Tormenta 137

P

Para el Adiós de los Cuerpos que Gozan Espléndidamente 72

Para Pertenecernos a la Consabida Manutención del Rating 11

Para que el Diluvio no Provoque tanta Animadversión 31

Pesadilla y un Cliché Familiar 103

Prefacio de Infierno 139

Protoplasma Evangelista 12

Puedo Penetrar la Llanura Misteriosa 57

R

Recogimiento 53

Renunciación 113

Réquiem 39

Responso 126

Retorno y Ascensión a la Democracia 106

S

Salmos 129

Salmos de Teleaudiencia 23

Serafín y Poemas 135

Serenata y Canción de Amor 85

Soy Partidario de Cambiar el Tiempo 16

Sueño Ardiente 119

T

Tetralogía de la Ebriedad 115

U

Un Fruto Gustoso de Condimentar 67

V

Vértigo 15

Vidas Intimas Sueños de Amor 79

Visiones desde el Acantilado 140

 

 

Autor:

Mauricio Uribe

 

Partes: 1, 2, 3
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