El turismo. Alternativa de desarrollo rural en la comunidad de Manaca Iznaga, Cuba
Enviado por Elynor Marina Arandia Hernández
- Resumen
- Desarrollo
- Manaca Iznaga
- El turismo. ¿Alternativa de desarrollo rural. en la comunidad de Manaca Iznaga?
- Bibliografía
¿Constituye la actividad turística desplegada en la comunidad de Manaca Iznaga una alternativa para el desarrollo rural de la zona?
Resumen
Este artículo se desprende de una investigación realizada en la comunidad rural de Manaca Iznaga en el municipio de Trinidad, cuyo principal objetivo era ahondar en las relaciones entre una organización agropecuaria y la comunidad donde se localiza, a fin de propiciar un desarrollo rural con enfoque local. En el transcurso de la investigación se evidencia la presencia de turismo en la zona por lo que se le dedica también especial atención al turismo rural y a su desmitificación como posible fuente de desarrollo rural.
Desarrollo
Manaca Iznaga es una comunidad rural perteneciente al municipio de Trinidad. Situada a doce kilómetros de la cabecera municipal en la carretera hacia el municipio de Sancti Spíritus, se alza este asentamiento poblacional de 1568 habitantes en las márgenes del Valle San Luis ó de los Ingenios que, conjuntamente con la ciudad de Trinidad, fue declarado por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1988.
El Valle de los Ingenios1, ubicado al sudoeste de la provincia de Sancti Spíritus y al norte y este de la ciudad de Trinidad, tiene un área aproximada de 276 km², lo componen unidades menores como el Valle de San Luis, el de Santa Rosa, el del segundo tercio del Agabama, y la depresión de Meyer, está rodeado por otras unidades como la Serranía de Aracas, la Llanura Sur y la franja del Litoral, que conforman su entorno geográfico inmediato.
La explotación ganadera da al Valle su primer uso en épocas tan tempranas como los años de 1600, el cultivo del tabaco en las márgenes de los ríos Agabama y Caracusey lo convierte en zona de importantes intercambios de la isla. La llegada hacia 1650 de inmigrantes españoles procedentes de Jamaica con la tecnología de producción de azúcar y las buenas condiciones que existían para su producción: fértiles tierras (pardo-tropicales o calizas-pardas), caudalosos ríos para regarlas y puertas de embarque cercanas hacen que pronto esta industria se convierta en la más importante de la región, desplazando a las demás al punto de anularlas prácticamente.
El decreto de libre introducción de esclavos en 1789 y de maquinaria en 1792, con la crisis azucarera provocada por la revolución haitiana un año después, hacen que comience en Cuba, y en especial para Trinidad y el Valle, la época de mayor esplendor económico. De 22 pequeños ingenios y 500 habitantes en la ciudad hacia 1760, aumentaron unos y otros a 32 y 14000 (2700 esclavos) en 1795, y 56 y casi 30000 (11700 esclavos) en 1827, año en que se producen 641000 arrobas de azúcar y uno de sus ingenios, Guáimaro, rompe el récord mundial de producción con 943 toneladas de azúcar mascabada y purgada, en 1846 la producción de los ingenios llega a su tope máximo, 670000 arrobas, consolidando en todo este período de alrededor de 30 años las grandes fortunas locales que actuarían decisivamente sobre la arquitectura y el urbanismo de la ciudad, y en obras puntuales y el paisaje del Valle.
Paralelamente al "boom" azucarero, ocurre un aumento de la población, fundamentalmente de la fuerza esclava, lo que trajo consigo un crecimiento paulatino de los asentamientos alrededor de los principales ingenios de la región: Guáimaro, Palmarito, Manaca Iznaga, Magua, La Pastora, y otros fundados o habitados por esclavos libres como San Pedro, Caracusey y Condado, que en el decursar de los años se convirtieron en los núcleos poblacionales más importantes del Valle.
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